Introducción

Con poca pompa y sin la circunstancia apropiada para tales ocasiones históricas como la instalación de un nuevo régimen, pero con mucho de formalismo y bajo la mira de guardias armados, el nuevo gobierno transitorio iraquí fue anunciado el 2 de junio del 2004.

El gobierno abarca a un presidente, dos vice presidentes, un primer ministro, un diputado primer ministro y 30 ministros. La distribución étnica de las listas fue primero introducida con el nombramiento del Consejo de Gobierno de Irak (CGI) quien también fue mantenido bajo la nueva configuración. El presidente, Jeque Ghazi Mash’al Ujail Al-Yawar-Yawar, musulmán sunni sin afiliación de partido, tendrá dos vice presidentes, el Dr. Ibrahim Al-Ja’fari, shi’ita y jefe del partido islámico Da’wa, y Rosh Nouri Shawis, kurdo y portavoz del mismo parlamento. El primer ministro es el Dr. Iyad Allawi, shi’ita, cuyo diputado es Barham Saleh, kurdo. El gabinete abarcará un total de 33 miembros, incluyendo al primer ministro y su diputado, con sus carteras de gobierno distribuidas entre 16 shi’itas, 9 sunnis, 6 kurdos, 1 turcomano y 1 cristiano. El gabinete incluye a 6 mujeres ministros 1 shi’ita, 2 sunnis, 2 kurdas y 1 cristiana.

Inicialmente, se pensó que el gobierno asumiría el poder el 30 de junio cuando fuesen disueltas el CGI así como también la Autoridad Provisional de la Coalición (APC). De hecho, los miembros del nuevo gobierno, incluyendo al presidente, asumieron sus posiciones inmediatamente después de su inauguración, y la CGI se declaró a si misma disuelta.

Las dos figuras principales en el nuevo gobierno

Las dos figuras principales en el nuevo gobierno iraquí son el presidente y el primer ministro. Estos dos, así como sus diputados y los miembros del gabinete, fueron seleccionados a través de consultas tripartitas y en fabricar tratos en los que involucran al Enviado Especial de las Naciones Unidas Lakhdhar Brahimi [1] el encabezado al Embajador de la Autoridad Provisional de la Coalición L. Paul Bremer y de los miembros del Consejo de gobierno de Irak, el cual ha dejado de existir. El hecho de que los miembros del nuevo gobierno no son un producto de las elecciones democráticas puede levantar dudas respecto a su legitimidad. Sin embargo, uno debe tener presente de que sus dos más críticos detractores, los gobiernos de Siria e Irán, no son exactamente ellos mismos modelos de democracia.

Jeque Ghazi Mash’al Ujail Al-Yawar – Presidente Interino

El Jeque Ghazi Al-Yawar nació en la ciudad norteña de Mosul, y es descendiente de la distinguida tribu de Shammar, la cual se extiende desde la Península Arabica en el sur a través de Siria hasta Mosul en el norte. En su selección a la presidencia, Al-Yawar dijo, «Soy sunni, naci en Mosul. Mi familia ha mantenido excelentes relaciones con los kurdos y, cuando era joven, mi madre me llevaba a visitar los santos santuarios [shi’itas] en Najaf y Karbala, además de las mezquitas sunni en Bagdad y la iglesia de la Santa Maria. [2]

Es hijo primogénito – uno de cuatro hijos – del Jeque Ujail Al-Yawar, el anterior jefe tribal, y sobrino del jefe tribal actual, Jeque Muhsin Ujail Al-Yawar, quién, debido a que se había negado a apoyar la ocupación de Saddam Hussein de Kuwait, se fue al exilio en Londres después de la guerra. Como castigo por la falta de apoyo, miles de hectáreas de tierras tribales fueron confiscadas por Saddam Hussein.

Ghazi Al-Yawar asistió a la escuela primaria en Mosul y a la preparatoria en Bagdad. En 1974 salió de Irak por primera vez para asistir a la Universidad de Geología y Petróleo en Dahrán, Arabia Saudita. Poco antes de la invasión a Kuwait, Al-Yawar viajó a los Estados Unidos para obtener una magistratura en ingeniería de la Universidad George Washington. A la culminación de sus estudios se fue a Arabia Saudita, dónde estableció y gerenció una compañía de telecomunicaciones con sus tíos maternos y sirvió como vice-presidente. Mientras en Arabia Saudita siguió el consejo de su tío de apartarse del involucramiento político con cualquiera de los grupos de oposición. Su tío ha dicho que como jefe tribal, su principal preocupación es la de mantener la coherencia de su tribu. Luego, ha dicho a menudo que la acción política no es apropiada para un jefe tribal ya que, si debiera fracasar, traería un final a la tribu como organización social. Para el sobrino del Jeque Muhsin, la «silenciosa oposición del Jeque Ghazi Al-Yawar es más elocuente que chatear en los medios de comunicación. [3]

Como vástago de una tradición tribal, Al-Yawar trae muy buenas cualidades que podrían servirle bien en su nueva posición; generosidad profundamente inculcada, lealtad, perseverancia y valor personal. Pero también es ingeniero y hombre de negocios exitoso que trae con él las cualidades agregadas de relación empresarial, franqueza y pensamiento deductivo.

A instigación de su tío, Al-Yawar regresó a Irak en mayo del 2003, aproximadamente dos meses después de la caída de Saddam Hussein. Brevemente después de esto, fue seleccionado como miembro del Concejo de Gobierno de Irak.

Al-Yawar está casado con una mujer que es descendiente de la tribu Rashid, la cual es una rama de la tribu de Shammar. Tiene cuatro hijos: una hija Rif’a, de 16, y tres hijos – Mash’al, de 18, estudiante en la universidad de ciencias administrativas en la Universidad King Sa’ud en Riad; Ali, de 14, y Muhammad, de 11años.

Al-Yawar ha viajado anteriormente con pasaporte saudita, aunque dijo que no es ciudadano saudita. Su familia, sin embargo, ha permanecido en Arabia Saudita debido a amenazas sobre su seguridad en Irak y las necesidades educativas de sus niños. No es de sorprender que los saudis estaban entre los primeros en felicitar a Al-Yawar sobre su selección como presidente de Irak. [4]

La selección de Al-Yawar a la presidencia

Una combinación de oportunidad y accidente trajo a Al-Yawar a la prominencia. Seguido al asesinato del presidente de la CGI, Izzidin Salim, Al-Yawar fue seleccionado como el presidente del concejo, y dentro de dos semanas, siguiendo a la negativa del venerable político iraquí Adnan Al-Pachachi para asumir el puesto de presidente de Irak, Al-Yawar clamó para si el honor. En cualquier caso, fue endosado por un número aplastante de miembros del CGI.

El Jeque Ghazi Al-Yawar es el primer presidente iraquí desde el fallecimiento de la monarquía en 1958 que ha alcanzado esta alta posición competitivamente y sin derramamiento de sangre, el primer presidente que no mantiene una línea militar, y el primero con diplomas académicos en ingeniería y experiencia como empresario. Demostrando un rasgo de independencia, no ha hecho ninguna referencia a los Estados Unidos o al CPA en su discurso de aceptación. [5]

Al-Yawar es considerado pragmático pero firme, y ha criticado a la CGI por comprometerse en debates infructuosos. Él dijo, «Mientras el país se está quemando nos sentamos para discutir materias procésales. Somos como los Bizantinos en Constantinopla quienes debatieron si los ángeles eran masculinos o femeninos mientras el enemigo estaba golpeando sobre la puerta. [6]

Puntos de vista y posiciones de Al-Yawar: Reconciliación interna

El Presidente Al-Yawar es representado como una persona por encima de la etnicidad y el tribalismo. Mientras crecía en la sunni nacionalista Mosul, su propia tribu, Al-Shamma, es una mezcla de sunnis y shi’itas.

En su primera entrevista como presidente con el diario iraquí Al-Mada, Al-Yawar dijo que su enfoque siempre ha sido sobre «una completa reconciliación nacional» la cual debería ser la piedra angular de la nueva Irak, agregar esta reconciliación significa reordenar las fuerzas sociales. La reconciliación también significa recrear el equilibrio nacional, poniendo fin a los asesinatos, y fortaleciendo el criterio de libre e igual ciudadanía a través de elecciones libres y honestas. Él ha dicho que la reconciliación nacional no significa que «pueda Alá perdonar lo que ha pasado» o «quemar lo verde con lo árido; » ni tampoco significa «liquidar vengativamente» a los opositores.

Él ha llamado a traer en consideración a los elementos criminales de la era de Saddam pero para hacer eso en juicios justos y legales que «mostrarán la cara humana del moderno y democrático Irak.» Él reconoció que la reconciliación es difícil y compleja y podría ser dolorosa a aquellos cuyos seres queridos fueron víctimas del terror, «pero es un acto honorable que traerá la bendición a la patria. [7]

Relaciones con los vecinos

En su entrevista con Al-Mada, Al-Yawar buscó el apoyo de los vecinos de Irak estableciendo un gobierno estable que sería beneficioso a todos las partes. Dijo que estaba «determinado a construir nuestro experimento democrático y liberar a nuestro país de los grilletes de la ocupación.» Exceptuando la posición americana de que Irak debería ser un modelo democrático, Al-Yawar respondió firmemente, «Lo que podemos confirmar a nuestros hermanos árabes y a nuestros vecinos es que no mantenemos voluntad enferma hacia nadie ni serviremos como piedra en el camino para la agresión en contra de vecinos o hermanos. No nos permitiremos ni a otros convertir nuestro experimento [de democracia] en modelo para la exportación en otra parte.»

Al-Yawar colocó un programa para Al-Mada de diecisiete objetivos, incluyendo lo siguiente:

· Restaurar la paz y la seguridad, incluyendo la rehabilitación del ejército, la policía y otras agencias de (seguridad).

· Reinstaurar a aquellos que perdieron sus trabajos (a través del programa de des-Ba’thificación).

· Establecer las bases de la vida política sobre los principios democráticos

· Reconciliándose con los kurdos y estableciendo un sistema político democrático federal

· Buscar alivio para las deudas injustas

· Introducir el renacimiento educativo y cultural. [8]

Al-Yawar votó para derogar la ley aprobada durante la presidencia rotatoria del CGI bajo Abd Al-Aziz Al-Hakim, el encabezado del Concejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (CSRII), que habrían sometido los derechos de las mujeres a las leyes del Shari’a [9] de hecho, su principal ayudante y portavoz es una mujer – Hind Al-Shannen. [10]

Quizás una de las revelaciones más intrigantes en la entrevista con Al-Mada es la expresión de su admiración no por un árabe o autor musulmán o filósofo, sino por Thomas Paine (1737-1809), el activista político de la época colonial americana cuyos escritos se dicen que han servido como base para la Declaración de Independencia. Paine fue considerado el campeón de los derechos del hombre común. Pero en sus últimos años, debido a que estaba opuesto a la religión organizada, «fue considerado ampliamente como el infiel más grande de este mundo.» [11] Es muy improbable que tal caracterización aplicaría a Al-Yawar, pero su declarada devoción a la democracia y a las elecciones libres puede indicar una inclinación secular.

El asunto de las elecciones

Mucho antes de su llegada a la prominencia, Al-Yawar expresó algunas dudas sobre las demandas del Ayatola Ali Al-Sistani para elecciones inmediatas. Después de expresar gran respeto por el Ayatola, Al-Yawar elevó dudas acerca de la viabilidad de elecciones libres y transparentes ante cinco milicias, excluyendo al ejército de Mahdi, el cual vino después: «Cómo pueden las elecciones ser libres y honestas», preguntó, «a la sombra de fuerzas armadas irregulares?» Él agregó: «Es indispensable garantizar la seguridad apropiada para el votante y asegurar que este bajo presión indebida. La existencia de estas milicias conlleva al pueblo de Irak el mensaje sobre la pérdida de seguridad en el país. [12]

Endoso del nuevo presidente

En su designación como presidente, el Jeque Al-Yawar recibió endosos de muchos líderes, incluyendo una conversación por teléfono con el Presidente americano George W. Bush. Quizás el endoso más significante vino del Ayatola Ali Al-Sistani, quién le dijo que el pueblo iraquí esta ahora en custodia de Al-Yawar, y expresó confianza de que el presidente estará dispuesto al desafío. [13]

Un cuidadoso editorial por Mish’an Al-Jabouri, presidente del Partido Watan Iraquí (la Nación), afirmó que el nuevo gobierno y su presidente constituyen «un gobierno equilibrado apoyado por la mayoría de los iraquíes. No decimos todos los iraquíes porque no existe ningún gobierno en un país democrático que pretenda ser apoyado por el pueblo entero… Gobiernos en los países democráticos son establecidos con una mayoría de un poquito más del 50% de los miembros del parlamento y nuestro nuevo gobierno recibiría más del 50% si estuviese sujeto a un plebiscito.» [14]

División de poder entre Al-Yawar y el primer ministro

Operando en un ambiente de amenazas y violencia, el nuevo gobierno iraquí puede permitirse el lujo de cualquier desacuerdo en sus líneas, y ciertamente entre los dos que mantienen las posiciones más altas, el presidente y el primer ministro. Un modus operandi tendría que ser negociado entre los poseedores de los dos puestos más altos, así como también entre cada uno de ellos y sus dos diputados.

Conclusión

La selección del Jeque Ghazi Al-Yawar fue fortuita, porque este hombre trae consigo un equilibrio genuino de tradición y modernidad. Arraigado en una de las tribus más poderosas en Irak ganará fuerte apoyo desde la estructura tribal poderosa iraquí.

La distribución de carteras en el nuevo gobierno de transición, el cual sigue el modelo establecido en el nombramiento de los miembros del Consejo de Gobierno de Irak, lleva consigo los riesgos de etnicidad institucionalizada (‘hasshassa, mejor traducido como la asignación compartida de carteras gubernamentales basados en etnicidad o religión). Existen riesgos, sin embargo, en que en tiempos de crisis un sistema basado en asignaciones étnicas de puestos lleva consigo los peligros recordatorios de la situación en el Líbano. Un nuevo gobierno, elegido directamente por el pueblo, podría traer diferentes configuraciones que removerían el peligro de Libanización por no escatimar el sistema político iraquí.


[1] Véase la Serie de MEMRI Investigación & Análisis No. 175,, mayo 14, 2004, ‘El Debate Shi’a-Sunni sobre Lakhdhar Brahimi.’.

[2] Al-Zaman (Irak), junio 1, 2004.

[3] Al-Hayat (Londres), junio 2, 2004.

[4] La información de fondo sobre Al-Yawar puede ser encontrada en Al-Mashriq (Irak), 2 de junio, 2004; Al-Zaman (Irak) 2 de junio, 2004; y Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 15 de mayo y 4 de junio, 2004.

[5] Un académico iraquí que reside en Viena y quién ha escrito extensamente en el pasado acerca de personalidades iraquíes describe a Ghazi al-Yawar tal como sigue: «Tímido y reservado. Nunca sube su voz. Buena naturaleza y tolerante, pero su educación beduina le ha impregnado con raros talentos. Él es como un halcón capaz de ver los detalles sobre la tierra desde grandes alturas… Él quiere cambiar a Irak de ser [una plaza para] juegos de otros a convertirse ella misma en actor principal.» Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 2 de junio, 2004.

[6] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), junio 2, 2004.

[7] Al-Mada (Irak), junio 3, 2004.

[8] Al-Mada (Irak), junio 3, 2004.

[9] Al-Qabas (Kuwait), junio 1, 2004.

[10] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), junio 2, 2004.

[11] Enciclopedia Británica, Vol. 13, (1978). pp.867-869.

[12] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), enero 22, 2004.

[13] Al-Sabah (Irak), junio 3, 2004.

[14] Al-Ittijah Al-Aakher (Irak), junio 5, 2004.

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