El 2 de febrero, 2020 un joven de 20 años llamado Sudesh Amman perpetró un apuñalamiento en Londres, hiriendo a tres personas. Amman había sido liberado de prisión varios días antes, luego de cumplir tres años en prisión por cargos de terrorismo. Este ataque se asemeja mucho al ataque del Puente de Londres ocurrido el 29 de noviembre, 2019 perpetrado por Usman Khan, también prisionero liberado quien fue encarcelado por su participación en actos terroristas.
Luego del ataque en el Puente de Londres, en el que murieron dos personas, el periodista liberal egipcio Khaled Montasser publicó un artículo titulado «¿Puede arrepentirse un terrorista?» En este, Montasser escribió que los terroristas son incapaces de arrepentirse ya que están motivados por ideas extremistas tales como el rechazo al concepto de estado-nación, el aislamiento de la sociedad y el deseo de establecer el Califato Islámico y se regocijan por los ataques terroristas perpetrados por musulmanes en Occidente. Este acusó a Europa y en especial a Gran Bretaña, de albergar y nutrir a extremistas islámicos, incluyendo a salafistas y activistas de la Hermandad Musulmana, que cuenta con el apoyo de Qatar y que les permitió establecer escuelas y centros religiosos sin ningún tipo de supervisión los cuales a la larga se convierten en «bastiones del atraso» y en «incubadoras» del terrorismo y del extremismo». Por lo tanto, este instó a Europa y a Gran Bretaña a que despierten antes de que los extremistas los invadan y se extingan.
Khaled Montasser (Fuente: Al-Watan, Egipto)
Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[1]
«Londres despertó con la noticia de un desastre: La policía británica confirmó que dos personas murieron y tres resultaron heridas en un apuñalamiento contra transeúntes cerca del Puente de Londres el viernes [29 de noviembre, 2019]… El alcalde de Londres Sadiq Khan, dijo: «No permitiremos que el terrorismo amenace nuestra ciudad y nuestra unidad… ni perturbe en lo absoluto nuestra vida cotidiana».[2]
«Lamento informarle, querido señor alcalde, que usted se está engañando a sí mismo. Esta gente amenazará su ciudad, le guste o no y harán que su vida diaria retorne a la edad de piedra si continúa usted engañándose a sí mismo con el relato de que el escorpión cargará a la ranita en la espalda y la llevará a la otra orilla de manera segura.
«Tristemente, Gran Bretaña se traga el veneno de las serpientes [es decir, los extremistas islámicos] cuando los nutre y los inunda de amor y compasión, sin tener en cuenta las advertencias de varios estados… entre ellos Egipto. Gran Bretaña se ha dejado inundar con financiamiento de Qatar, el patrocinador de la Hermandad Musulmana en todo el mundo. Esta ha permitido que [los extremistas] se hagan cargo de todas las áreas de la vida, especialmente de los medios de comunicación escritos y audio-visuales. Albergan a los asesinos que utilizan sus púlpitos terroristas, disfrazados de centros de investigación, para luego lanzar misiles takfir [acusaciones de herejía] e incitación. Esta liberó a este terrorista [el autor del ataque del Puente de Londres] porque se arrepintió y renunció [al terrorismo]. Lo invitó a un diálogo [seminario para prisioneros liberados] en la Universidad de Cambridge y luego este terrorista apuñaló a dos personas en el Puente de Londres.
«Señores, los terroristas no se arrepienten. Los extremistas religiosos siempre continuarán engañándose a sí mismos de que son los representantes de Alá en la tierra. Todos los liberales en Europa sienten una especie de simpatía por los salafistas y por la Hermandad Musulmana, al punto de [abrazar] la impotencia y la estupidez bajo las consignas de un diálogo, integración y derechos humanos. No entienden que [los extremistas] no reconocen [la noción de] diálogo, porque el diálogo tiene lugar entre dos opiniones diferentes. [No puede existir ningún diálogo] entre una opinión y otra que es rechazada de antemano y [los extremistas] rechazan [otras] opiniones de antemano, ya que [creen que] están hablando en nombre de Alá y que sus opiniones son decretos divinos. Ellos tienen un poder divino [para hablar en nombre de Alá]… una insignia de fe y sostienen las llaves del Paraíso.
«Estos no pueden integrarse a los estados nación, porque no reconocen el concepto de nacionalidad, sino solo el del ummah [la nación musulmana] y su ambición es establecer un Califato sin fronteras. Estos desean [vivir en] guetos que perpetúan el aislamiento y la agresión hacia el otro. Ellos son aquellos que bailaron con alegría cuando la Catedral de Notre-Dame se incendió [en abril, 2019] y también después del ataque terrorista a la estación del Metro [marzo, 2016] en Bélgica y el arrollamiento ocurrido en [agosto, 2017] en Barcelona. ¡Ellos fueron los que convirtieron los ataques del [11-S] al World Trade Center en iconos del yihad! Ellos no reconocen los derechos humanos, sino solo los derechos de aquellos que comparten sus creencias e ideas. Reconocen solo el derecho de la ‘secta salvada’,[3] que puede excluir al otro e incluso asesinarlo bajo acusaciones vagas tales como apostasía, incredulidad y herejía. Estos desean implementar decretos que ya han caducado en el mundo y pertenecen a algún museo folklórico.
«Europa colapsa demográficamente debido a su baja tasa de natalidad, mientras que estos [extremistas], se reproducen como conejos y se esparcen como cangrejos. Europa no se da cuenta de que la consigna de estos extremistas es «dame un dedo y te devoraré la mano completa». Le permiten a [los extremistas establecer] escuelas islámicas fuera del marco del sistema escolar [general], que luego se transforman en bastiones de atraso y de complot contra la existencia misma del estado, así como también centros religiosos sin ningún tipo de supervisión que luego se convierten en incubadoras del terrorismo e invernaderos del extremismo. Este comienza aprobando [tales escuelas], continúa dejando que [los extremistas] salgan a las calles con megáfonos y eventualmente [establecen] grupos de voluntarios y unidades llamados la policía religiosa. Si Europa no despierta, se extinguirá y se convertirá en Tora Bora».
[1] Al-Watan (Egipto), 30 de noviembre, 2019.
[2] Las palabras exactas de Khan fueron: «No dejaremos que nadie nos divida o altere nuestro estilo de vida. Defenderemos nuestros valores y nunca dejaremos que los terroristas ganen» (theguardian.com, 30 de noviembre, 2019).
[3] Esto se refiere a un hadith del Profeta Mahoma, según el cual la nación musulmana se dividirá en 73 sectas, todas las cuales irán al infierno excepto una sola. Según la interpretación común del hadith, la secta salvada es un grupo de musulmanes justos que siguen las directivas de Alá y de Mahoma; los grupos islámicos extremistas a menudo se atribuyen esta descripción para sí mismos.