Introducción

Además de los musulmanes que viajan a Siria y se unen a las filas de las organizaciones jihadistas, un número cada vez mayor de las mujeres occidentales están haciendo este viaje, ya sea solas o con sus maridos. Casi todas las semanas son publicadas noticias sobre mujeres musulmanas de Occidente, a menudo del Reino Unido, Francia y Bélgica, que llegan a Siria para ayudar con su esfuerzo a la guerra y convertirse en parte de la comunidad jihadista. [1]

Cabe señalar que los clérigos jihadistas, así como también funcionarios de las organizaciones jihad, han estado en gran medida silentes sobre este asunto. Los pocos que se dirigieron al asunto expresaron su oposición al fenómeno. Por ejemplo, el prominente clérigo salafista-jihadista Abu Muhammad Al-Maqdisi emitió una fatua en el que se opone firmemente a que combatientes extranjeros lleguen a Siria con sus familias, argumentando que están poniendo en peligro a sus esposas e hijos. [2] ‘Abd Al-Halim Shishani, quien sirve en el Comité del Sharia de la organización jihadista Jaysh al-Muhayirin Wal-Ansar, afirmó que, en las circunstancias actuales, las mujeres no deben entrar a Siria con el propósito de emprender el jihad: «Una hermana [es decir, una mujer musulmana] se espera para realice el hijra [emigre] a un lugar donde ella y su religión estarán a salvo, y Siria no es tal lugar». [3] Abu Suleiman, clérigo australiano que actualmente es un funcionario de alto rango del Jabhat Al-Nusra, informó a los musulmanes occidentales a través de su cuenta Twitter que su organización se opone firmemente a que las mujeres vengan a Siria por su propia cuenta: «Las mujeres que desean emigrar a la tierra del jihad solas, le recomendamos…

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