Introducción
El 15 de diciembre, los votantes iraquíes depositarán sus papeletas por tercera vez en lo que va de año, para elegir a los 275 miembros de la Asamblea Nacional bajo una nueva constitución la cual fue aprobada en un referéndum nacional el 15 de octubre. Si no surge ninguna circunstancia imprevista, y si los sunnis votan esta vez en mayoría tal como parecen determinados a hacerlo ya que boicotearon las primeras elecciones el 30 de enero, el número de votantes es probable que establezca una nueva marca, a pesar de las amenazas de los insurrectos y del terrorismo. Si los iraquíes han aprendido algo de sus dos experiencias pasadas votando, es que sus votos cuentan y que el fraude y otras formas de irregularidades en la votación serán mantenidas en un mínimo. Pero existe también un grado de desencanto que resulta del fracaso del presente gobierno en cumplir muchas de sus promesas, particularmente respecto a la seguridad y los asuntos económicos.
Las fuerzas políticas que compiten
El voto iraquí confrontará aproximadamente 228 opciones que compiten por el voto único de él/ella. Éstos no son partidos políticos, per se; son entidades políticas o agrupaciones políticas que consisten en listas de grupos pequeños de personas, o de alianzas lo bastante grandes. Hay 21 alianzas principales o coaliciones que representan en exceso 100 agrupaciones políticas alrededor de uno o más individuos. Además, existen otras 207 listas de varias combinaciones de personalidades. Las alianzas mayores comprenden entre dos entidades políticas (kiyan siyasi) a tantas como 17 entidades. Otras 27 entidades o alianzas se han retirado, y otras están en el proceso de hacerlo.[1]
La Junta Electoral le ha dado un número de identificación electoral a cada alianza aprobada o a cada lista de candidatos, comenzando con el 501. Los números de identificación fueron seleccionados por la Junta Electoral a través de un sistema de lotería conducido en presencia de representantes de los varios candidatos, así como también de los consejeros electorales de las Naciones Unidas. Estos números ayudarán a los semi-instruidos o incluso a los votantes analfabetos a que voten, a menudo con instrucciones anteriores de sus líderes políticos o tribales.
Como sorpresa de último minuto, cinco de las 21 alianzas surgirán probablemente con la porción del león en los asientos parlamentarios:
La Primera Alianza. No. 555, al-i’tilaf al-iraqi-muwwahad (la Alianza Nacional Iraquí), comprende 17 entidades, incluyendo los dos principales partidos políticos chi’itas los cuales obtuvieron el mayor número de escaños en las elecciones del 30 de enero. Entre las entidades significativas en esta alianza está el Concejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (CSRII) cuyo líder, Abd al-Aziz al-Hakim, es el primero en la lista de candidatos de la alianza, y el Partido Da’wa del primer ministro actual Ibrahim al-Ja’fari, quién le sigue en la lista, seguido en el tercer lugar por Muna Zalzala de la Organización Badr. Otros componentes significantes de la alianza son el Movimiento Sadrista del joven chi’ita Muqtada al-Sadr y la milicia asociada con el CSRII, la milicia Badr (listada en la alianza como un grupo en lugar de milicia). Ausente de la alianza está el Dr. Ahmad Chalabi, el primer ministro diputado (véase bajo el No. #569) un componente central de la alianza en las elecciones anteriores, el Partido Virtud (hizb al-fadhila) ha indicado su intención, según su secretario general, Nadim al-Jaberi, de retirarse de esta alianza.
En las elecciones anteriores, esta alianza recibió las bendiciones del Gran Ayatola Ali al-Sistani. En las elecciones venideras, la alianza no estará tan bendecida. Al-Sistani, a través de su representante, el Jeque Abd al-Hadi al-Karbala’i, ha anunciado que no apoyará ninguna alianza o entidad política, pero le instó al pueblo iraquí a que voten en las elecciones.[2] La posición de Al-Sistani refleja un acuerdo entre los cuatro Grandes Ayatolas – a saber, al-Sistani, Muhammad Sa’id al-Hakim, Bashir al-Najafi, y Muhammed Ishaq al-Fayadth – para evitar la intervención política en el futuro.[3] Al-Sistani también ha dirigido a sus ayudantes inmediatos a no presentarse para las elecciones y, a diferencia de los ayatolas de Irán, se ha distanciado deliberadamente del proceso político.[4] El hecho de que tres de los cuatro Grandes Ayatolas (otros que al-Hakim) nacidos en el extranjero pueden haber hecho gran peso en su decisión de permanecer, al menos públicamente, de lado.
Al-Sistani deteniendo su apoyo de la alianza
Con los ayatolas deteniendo su endoso, con creciente desencanto – incluso por parte de al-Sistani – con la actuación del Dr. Ibrahim al-Ja’fari como primer ministro, y con el surgimiento de una alianza sunni unificada, es probable que la predominante Alianza Nacional iraquí chi’ita haga menos bien que en las elecciones anteriores. La alianza también se está viendo cada vez más fiel a Irán, y volteándole un ojo a la creciente presencia de inteligencia iraní en las provincias sureñas de Irak, particularmente en Basra, la segunda mayor ciudad iraquí.
De hecho, al al-Sistani detener su apoyo, Irán se apresuró a expresar su apoyo por la alianza chi’ita.[5] Los iraquíes seculares, incluyendo a muchos residentes de esa ciudad, están alarmados por las acciones de las organizaciones pro-iraníes militantes tales como «thaar Alá«, o la «Venganza Alá», que han estado comprometiéndose en una intimidación política de gran escala o incluso a la liquidación de los oponentes al estilo de vida islamista.[6]
La concesión a Muqtada al-Sadr
Para atraer al movimiento de Muqtada al-Sadr, la alianza chi’ita le ha ofrecido al movimiento 30 escaños (el 25 por ciento de los escaños que ellos esperan ganar). Esta concesión refleja la creciente realización de que la popularidad de al-Sadr entre los votantes chi’itas jóvenes está surgiendo y puede, bastante pronto, opacar al establishment religioso tradicional en Najaf, presidido por el Gran Ayatola al-Sistani.
Acordando unir la alianza chi’ita, al-Sadr realizó varias demandas, todas las cuales fueron aceptadas:
(a) Al movimiento Sadrista se le asignará el mismo número de escaños que los asignados al CSRII;
(b) La edificación de las fuerzas armadas iraquíes será acelerará para apresurar la salida de las fuerzas multinacionales; y
(c) No habrá ninguna normalización de relaciones con la «entidad sionista» bajo ninguna circunstancia.[7]
El volátil al-Sadr no ha dado su apoyo público a la alianza; más bien, ha adelantado el débil argumento de que sus partidarios se han unido a la alianza en su capacidad personal.[8] Su portavoz, el Jeque Mustapha al-Ya’qubi, declaró que «al-Sayyid Muqtada» anunciará la «próxima semana» su posición oficial respecto a las elecciones.[9]
El Dr. Ahmad al-Chalabi, quién fue el arquitecto detrás de las listas chi’itas en las pasadas elecciones, se le ofrecieron tres escaños en las próximas elecciones. Él encontró la oferta muy poco satisfactoria, y optó por formar su propia alianza (No. 569).[10]
La Segunda Alianza. No. 569, qa’imat al-mu’tamar al-watani al-iraqi (Partido del Congreso Nacional) comprende 10 entidades de orientación liberal y secular, representando al chi’a, a los sunni y a los turcomanos. Esta alianza es la creación del Dr. Ahmad al-Chalabi e incluye su propio antiguo partido, el Partido del Congreso Nacional, el Movimiento Constitucional Iraquí de al-Sherif Ali bin Al-Hussein quien es demandante al trono iraquí, el Ministro de Justicia Abd al-Hussein Shandal, y el ex-encabezado del frente turcomano Faruq Abdullah.
Irónicamente, al-Chalabi es enajenado del orientado partido chi´ita Alianza Nacional Iraquí (No. 555), el cual está representando actualmente en el gabinete como primer ministro diputado. Entrevistado en al-Jazeera Tv sobre las razones por la separación de la Alianza Iraquí Unida, al-Chalabi dijo que la Alianza Iraquí Unida había adoptado «una posición islamista que no es compatible con los puntos de vista del pueblo» que él representaba. Contestando otra pregunta, al-Chalabi dijo, «Ahora que la constitución ha sido aprobada, la alabanza es a Dios, es obvio de que hay necesidad de una lista que represente una larga sección cruzada del pueblo iraquí que sean musulmanes fieles y quiénes también creen en un sistema democrático, pluralista, y federal de gobierno».[11]
No está claro cómo el alejamiento de al-Chalabi de la Alianza Nacional Iraquí afectará sus oportunidades para convertirse en primer ministro. Este puede tener efectos adversos. También es posible que al-Chalabi, quién está de buenas con ambos Al-Sistani y Muqtada al-Sadr, esperaría ser elegido independientemente de la lista principal chi’ita para que pudiera ser capaz, después de las elecciones, de separar la alianza chi’ita y, con la ayuda de otros grupos, incluyendo a los sunnis, los kurdos y otros elementos seculares en la Asamblea Nacional, de surgir como un candidato viable para el puesto de primer ministro.[12] En su camino a los Estados Unidos durante la semana del 7 de noviembre, el Dr. al-Chalabi celebró reuniones con antiguos oficiales iraníes, incluyendo al presidente de Irán. Temiendo el surgimiento en la popularidad del Dr. Ayad Allawi (No. 731), Irán ha endosado al Dr. al-Chalabi como primero ministro.[13] Está todavía por verse si tal endoso no puede ser contraproducente para las perspectivas del Dr. al-Chalabi.
La Tercera Alianza. No. 618, jabhat al-tawafeq al-iraqiyya (El Frente de Acuerdo Iraquí), la alianza principal sunni, comprende las tres importantes entidades sunni, a saber «El Partido Islámico Iraquí, bajo su secretario general, Tariq al-Hashemi, «El Concejo del Diálogo Nacional» bajo Khalaf al-‘Alyan, y «El Congreso General del Pueblo Iraquí» cuyo principal, el Dr. Adnan Muhammad Salman al-Duleimi, encabeza esta alianza. Esta alianza incluye a muchos jefes de tribus sunni, tales como Bani Malek, al-Jabbour y al-Sawa’id.
Al-Duleimi ha dicho que han habido presiones en los sunnis para participar en masa en las elecciones y desechar la opción insurgente a favor de la participación política. Con la ayuda de fatwas emitidos por los clérigos sunni, él está urgiendo a los sunnis a no repetir el error de boicotear las primeras elecciones, que resultaron en la marginalización política de ellos mismos.[14] Si las proyecciones de una participación masiva sunni en las elecciones se materializara, es probable que surjan como el segundo cuerpo más grande en la Asamblea Nacional.
La Cuarta Alianza. No. 730, al-tahaluf al-kurdistani (La Alianza Kurda), comprende ocho entidades, incluyendo a los dos principales partidos políticos kurdos – «La Unión Patriótica de Kurdistán» (UPK) de Jalal Talabani, el actual presidente de Irak, y el «Partido Democrático de Kurdistan» de Mas’oud Barazani, el presidente de la Región de Kurdistán. Entre las otras entidades en la alianza kurda están el Partido Comunista de Kurdistan, y grupos que representan a los turcomanos y cristianos (el último tiene la concentración más grande en el Kurdistán iraquí).
La alianza kurda parece perder algunos escaños, aun si obtienen el mismo número de votos al igual que en las últimas elecciones. Primero, en ausencia del voto sunni en las elecciones anteriores, el voto kurdo contó por un mayor porcentaje del número total de votos escrutados. Con el factor sunni, el porcentaje del voto kurdo será inevitablemente menor. Segundo, «La Unión Islámica Kurda», que fue parte de la alianza kurda en las elecciones de enero, está manejando su propia lista de candidatos en estas elecciones, y podría drenar algunos votos de la alianza kurda.
La Quinta Alianza. No. 731, al-qa’ima al-iraqiyyah al-wataniyah (La Lista Nacional Iraquí), comprende 15 entidades. Esta alianza está encabezada por el ex-primer ministro interino Dr. Ayad Allawi, e incluye a muy conocidas figuras políticas seculares y no-sectarias, ambos chi’itas y sunnis, tales como Ghazi al-Yawer, el vicepresidente sunni de Irak; Hajim al-Hasani, el portavoz sunni a la Asamblea Nacional; Hamid Majid Moussa, el secretario general del Partido Comunista; Adnan al-Pachachi, el venerable estadista sunni iraquí; Sa’doun al-Duleimi, el ministro de defensa (sunni); y el chi’ita ex-ministro del exterior Sayyid Ayad Jamal al-Din, una de las voces más liberales y seculares de Irak. La alianza también incluye a muchos líderes del movimiento femenino, incluyendo a Fasia al-Suhail, la embajadora iraquí designada en Egipto.
Un miembro de esta alianza es el Dr. Ayham al-Samara’i, ex-ministro de poder en el gobierno de Allawi. En una entrevista con el diario de Irak al-Zaman, al-Samara’i mantiene que, como secretario general del Concejo Nacional para la Unidad y Construcción de Irak (al-majlis al-watani li-wihdat wa-bina al-iraq), estuvo negociando con 11 grupos diferentes de insurgentes para formar un frente nacional para «politizar» la insurgencia y traerla al proceso político.[15]
Las alianzas restantes
Las alianzas restantes están hechas de entidades principalmente desconocidas que le pueden faltar los recursos para hacer campaña eficazmente y, por nuestros estimados, no lo hará bien en las elecciones venideras. El hecho, sin embargo, que pueden inscribirse y colocar candidatos en las elecciones es una buena indicación de la naturaleza competitiva del proceso político iraquí que surge y el crecimiento concomitante de la cultura política en Irak a pesar de la implacable violencia de los insurgentes y los terroristas.
La distribución de escaños en la próxima Asamblea Nacional
El sistema adoptado para las elecciones del 15 de diciembre es más complicado y limitado a ser, quizás, más polémico que el sistema adoptado para las elecciones en enero.
En enero, el sistema de elecciones estaba basado en una representación proporcional estricta, con Irak sirviendo como un distrito electoral. Los escaños fueron subsecuentemente distribuidos entre los grupos que compiten en proporción al número de votos que cada grupo recibió en las elecciones.
Para las elecciones en diciembre, habrán dos grupos de escaños en el parlamento para un total de 275 asientos – el grupo mayor de 230 escaños se le refiere como los Escaños de la Asamblea Nacional (maqa’id majlis al-nuwwab) y a los 45 escaños restantes se les refiere como los escaños compensatorios (al-maqa’id al-ta’widhiyah). Los 230 escaños son distribuidos a las provincias basados en el número de votantes inscritos en las elecciones de enero: Bagdad (59), Naynawa (19), Basra (16), Suleymaniya (15), Erbil (13), Dhi Qar (12), Babel (11); Dyala (10); Anbar y Kirkuk (9) cada uno; Wassit, Salah al-Din, Qadisiyya y Najaf (8) cada uno; Dhouk y Misan (7) cada uno; Karbala (6); y Muthanna (5).[16]
A esta fórmula se le llegó a través de dos pasos aritméticos. A nivel nacional, el número total de votos registrados en las elecciones de enero estaba dividido por el número total de escaños en el parlamento (es decir 275). El cociente de aproximadamente 50,000 representa el promedio nacional por escaño (el Comité Electoral se refiere a este como la Cuota Nacional).
En el próximo paso, el número de escaños asignado a cada provincia está dividido por el número de votos registrados en las elecciones de enero en esa provincia. El cociente podría variar de uno alto de 50,000 en Bagdad a la mitad de 30,000 en la provincia de Dyala.
Mientras todas las listas competirán a nivel nacional, bajo el nuevo sistema cada candidato, así compita individual o como miembro de una alianza, debe declarar la candidatura de él/ella en una de las 18 provincias. Una alianza mayor, tal como la Alianza Nacional Iraquí, pondrá a diferentes candidatos en provincias diferentes, con sus líderes colocados en el tope de las listas en provincias dónde se espera una mayor concurrencia a su favor («distritos seguros» en idioma inglés americano o británico). Por ejemplo, la Alianza Nacional Iraquí colocó listas de candidatos del CSRII en tres de sus provincias potencialmente fuertes y listas de partidarios de Muqtada al-Sadr en otras tres provincias, incluyendo la significativa provincia religiosa de Najaf. En contraste, un individuo o una alianza pequeña podría colocar sus esfuerzos en una provincia para maximizar el número de votos a su favor.
Los 45 escaños compensatorios:
El sistema está diseñado para proveer algo así como una «segunda oportunidad» para las listas de candidatos o individuos que son incapaces de recolectar suficientes votos dentro de la provincia dónde declararon su candidatura para obtener un escaño en el parlamento. Aun cuando una lista de candidaturas no reciba suficientes votos en términos al cociente de la provincia para calificar por un escaño en una provincia, el número total de votos escrutados para esa lista de candidatos nacionales puede ser suficiente para hacer que la lista sea elegible para un escaño.
Existen algunas otras configuraciones que podrían darle preferencia a las mujeres si su número en la lista de candidatos esta por debajo de los un tercio requeridos.
En caso de que no todos los escaños compensatorios sean asignados en la primera vuelta, una fórmula especial será usada para distribuir el resto de los escaños basados en una combinación de votos nacionales y votos de la provincia.
En otras palabras, cada voto hecho en cualquiera de las 18 provincias importa.
Dificultades al votar
Además de la dificultad de los votantes de escoger entre la larga lista de candidatos, existe la dificultad administrativa de determinar la lista de votantes. El Comité Electoral iraquí usa tarjetas de ración (al-bitaqat al-tamwiniyah), por falta de otros instrumentos fiables, como base para preparar la lista de votantes. Cada iraquí tiene una tarjeta de ración que lo titula a él/ella a raciones de alimentos a precios subsidiados. Sin embargo, estas tarjetas fueron emitidas a principios de los 90s y muchos de los tarjetahabientes no están ya vivos. También, fue común para el régimen de Saddam emitir tarjetas de ración extras a sus leales mientras se las negaban a sus enemigos. Es más, algunas personas pueden haberse mudado a nuevas localidades y, dada la situación de seguridad, pueden encontrarlo difícil – si no imposible – de votar en el distrito electoral designado.[17]
Votando fuera del país
El Comité Electoral estima que existen 1.2 millones de expatriados iraquíes que son elegibles para votar. Los medios estarán disponibles en 20 países para aquéllos expatriados deseoso de votar. Es probable que estos países sean: Australia, Canadá, Alemania, Irán, Jordania, los Países Bajos, Siria, Turquía, los E.A.U, los Estados Unidos, Suecia, el Reino Unido, Kuwait, Yemen, Dinamarca, Suiza, Austria, Libia, Egipto, y el Líbano. De estos 20 países, Libia en el cual 45,000 expatriados iraquíes residen, puede no autorizar elecciones en su suelo.[18]
En las elecciones anteriores, no más de 265,000 expatriados votaron, en parte debido al requisito de que el expatriado debe inscribirse primero y luego votar una semana después. Para aquéllos que tenían que viajar, este requisito fue bastante restrictivo. En las próximas elecciones, una visita a la mesa de votación será suficiente.
* El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Senior del Programa de Estudios Económicos del Medio Oriente de MEMRI
[1] Al-Mada (Irak), 29 de octubre, 2005.
[2] Al-Sabah (Irak), 29 de octubre, 2005.
[3] Al-Hayat (Londres), 29 de octubre, 2005.
[4] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 2 de noviembre, 2005.
[5] Al-Hayat (Londres), 29 de octubre, 2005.
[6] Al-Hayat (Londres), 31 de octubre, 2005.
[7] Al-Hayat (Londres), 28 de octubre, 2005.
[8] www.sotaliraq.com, 1 de noviembre, 2005.
[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 7 de noviembre, 2005.
[10] Al-Mada (Irak), 29 de octubre, 2005.
[11] INCPPressBaghdad@yaahoogroups.com en nombre de la Oficina de Prensa INC. Enviado el 11/2/05 1:06 AM.
[12] Al-Hayat del 30 de octubre, 2005 discute algunas de las opciones políticas después de las elecciones.
[13] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 8 de noviembre, 2005.
[14] Al-Sabah (Irak), 1 de noviembre, 2005.
[15] Al-Zaman (Irak), 30 de octubre, 2005.
[16] La información sobre el sistema de elecciones fue recogida por teléfono de dos de los candidatos en Bagdad.
[17] Al-Zaman (Irak), 31 de octubre, 2005.
[18] Al-Sabah (Irak), 30 de octubre y 31 de octubre, 2005.