Introducción

La naciente democracia iraquí ha sido puesta a prueba tres veces en el curso de un año en dos elecciones parlamentarias y un referéndum – y, confundiendo a los escépticos (y, sin lugar a duda, enviando ondas de conmoción a través de muchos países en la región que viven bajo la mano dura de las dictaduras), esta ha pasado la prueba convincentemente. En palabras de la Misión de las Naciones Unidas que observan las elecciones, votar tres veces en un año es un logro igualado por las normas de una democracia establecida. [1] Se estima que en las últimas elecciones del 15 de diciembre, por encima de 10 millones, o aproximadamente el 70 por ciento de los votantes elegibles, fue a votar. El número de votantes fue tan grande en algunas áreas que los sitios de votación se mantuvieron abiertos durante una hora adicional para acomodarlos – una respuesta verdaderamente aplastante en un país que no ha tenido ningún tipo de elecciones competitivas durante casi medio siglo.

Muchos iraquíes no podían ocultar su alegría y orgullo nacional por haber realizado sus deberes cívicos voluntariamente. Usando imágenes de celebración describieron las elecciones como un «carnaval nacional», una «boda democrática», una «boda épica». La historia de una anciana mujer de 61 años fue narrada, Haija um-Muhsin, rememorando el momento en que entró en el sitio de votación. Cuando se le preguntó por las razones de su alegría dijo que sentía como sí estuviera llevando a sus dos hijos, que habían sido asesinados por el régimen de Saddam, a su boda. Debido a que es analfabeta, le fue permitido ser acompañada a la caseta de votación por su tercer hijo. Pero hubo también el caso de Ahmad ‘Abed quién exigió el derecho de votar por su esposa. Cuando se le negó, exclamó: «Qué tipo de democracia es esta que no le permite a un marido hablar por su esposa?» [2]

Los sitios de votación

En el día de las elecciones, los votantes tuvieron acceso a 6235 sitios de votación con 32,000 cajas con material electoral localizados por todo Irak. Estos sitios fueron observados por 326,000 observadores locales, incluyendo a muchos representando a partidos políticos, para asegurar la transparencia y la limpieza y por otros 800 observadores extranjeros vinculados a sitios «seguros». Se establecieron líneas telefónicas directas entre los sitios de votación y la Comisión Electoral Independiente de Irak (CEII) para informar sobre los problemas.

Los sitios de votación estuvieron disponibles también para los iraquíes que viven en el extranjero en 15 países: Dinamarca, Suecia, el Reino Unido, el Líbano, Australia, los E.A.U, Jordania, Irán, Siria, Canadá, Austria, Alemania, los Países Bajos, Turquía y los Estados Unidos. Se reportó que 320,000 iraquíes que residen en el extranjero votaron durante tres días del 13-15 de diciembre. En los Estados Unidos, 28,500 inscritos votaron en las elecciones. [3]

Procedimientos de votación

Los procedimientos para votar fueron uniformes en Irak y en el extranjero, sólo que en Irak a un votante se le exigía tener el nombre de el o de ella en el listado de votación. En el extranjero, evidencia del certificado de nacimiento iraquí de los votantes o el de sus padres era suficiente.

Asumiendo la experiencia personal de este escritor en uno de los sitios de votación en los Estados Unidos fue típico, el procedimiento a seguir fue bastante simple. Después de pasar por un chequeo de seguridad (no se les permitió la entrada a teléfonos celulares o dispositivos electrónicos dentro del sitio de votación) un votante procedió a depositar el documento apropiado y su nombre fue colocado en un libro de registros. Luego, el votante recibe una papeleta con la explicación de los procedimientos de votación. El votante se dirige a una casilla para marcar un número en la papeleta. Después de hacer esto, el votante desprendía una de las cuatro páginas, la doblaba en cuatro secciones y luego la colocaba en la urna de votación. Las otras tres páginas de la papeleta se rompían y se desechaban. El votante luego salía. El proceso duraba sólo unos pocos minutos.

Las papeletas de votación estaban configuradas de cuatro páginas, cada una dividida en tres columnas con 18 nombres de los oponentes (coaliciones de partidos o partidos individuales/individuos), o un total de 54 nombres en la página. Cada nombre estaba identificado por un número. El primer nombre en la papeleta de votación era el del Movimiento Islámico de Kurdistán – Irak (#501) y cerrando las cuatro páginas del folio estaba la Reunión Cultural Independiente (#837). El proceso de selección podría haber sido agobiante si los votantes no hubieran tomado una determinación antes de entrar en las casillas de votación.

Para explicar el proceso de votación y, de hecho, para aupar una gran participación, el CEII imprimió cinco millones de afiches y dos millones de folletos, aparte de los masivos anuncios en la radio y la televisión.

Las dos elecciones – Diferencias básicas

Hubieron dos elecciones parlamentarias en Irak en el 2005 – la primera el 30 de enero y la segunda el 15 de diciembre. Hubo, sin embargo, diferencias significativas entre las dos:

a. Participación – Las primeras elecciones fueron boicoteadas por los sunnis.

Aunque voluntaria, el boicot reflejó algo negativo en la legitimidad de las

elecciones y su resultado. En las segundas elecciones, hubo una aplastante

participación sunni con la visión de jugar un papel significativo en el proceso

político del país. En la provincia Anbar, el corazón de la insurrección sunni,

el 88 por ciento de los votantes elegibles ejercieron su derecho al voto.

Contrario a anteriores posiciones sunni, el Dr. Adnan al-Duleimi, un líder

importante en la comunidad sunni, declaró que su grupo entrará en alianza

con cualquiera que esté comprometido con la integridad de Irak.

b. Seguridad – En las primeras elecciones, la gente votó bajo la nube de la

amenaza de que «la sangre fluiría en las calles». En las segundas elecciones,

los insurgentes sunni contuvieron su fuego. La seguridad fue mantenida a

través de toques de queda, restricciones en el movimiento de vehículos no-

autorizados, cierre de fronteras con los estados vecinos y un eficaz cordón

sanitario alrededor de los sitios de votación establecido por las fuerzas de

seguridad iraquíes, ayudadas discretamente por el ejército americano.

c. Metodología – En las elecciones de enero, Irak fue tratado como un solo

distrito electoral con los votos distribuidos entre las diferentes pizarras en un

método de representación estrictamente proporcional. En las elecciones del

diciembre, hubo un sistema más complejo con 275 escaños disputados

divididos en dos categorías. La categoría mayor de 230 asientos fue dividida

entre los 18 municipios recibiendo Bagdad la porción más grande de 59

escaños y la provincia al-Muthana, al sur, con la porción más pequeña de 5

escaños.

Los 45 escaños restantes, conocidos como los escaños compensatorios, serán divididos según una complicada fórmula matemática. [4] Los escaños compensatorios ayudaran a partidos pequeños o incluso a candidatos individuales que no podrían recibir los suficientes votos para calificar por un escaño en una de las municipalidades a ser elegida con la ayuda de los votos escrutados para estas en las otras municipalidades o en el extranjero.

d. Duración del parlamento – El parlamento elegido en enero fue uno de

transición confiado con la responsabilidad de promulgar una nueva

constitución con sus provisiones para una elección general. Las elecciones

de diciembre han elegido un parlamento para un periodo de cuatro años

operando en un Irak totalmente soberano.

e. Alcance de la votación – En las primeras elecciones, los votantes colocaron

dos papeletas, una para el parlamento y una para el Concejo de la

Municipalidad dónde ellos viven. En la región kurda hubo una tercera papeleta

para el parlamento kurdo. En las elecciones de diciembre había una papeleta

para elegir un nuevo parlamento.

Las principales preocupaciones de los votantes iraquíes

La mayoría de los comentaristas acordaron en un número de inquietudes clave para la gran mayoría de votantes iraquíes. Éstas incluyen: (a) la restauración de la seguridad; (b) la edificación de las bases de un estado moderno con servicio que funcionen – electricidad, agua, salud y gasolina; (c) el fin de la corrupción; (d) la creación de oportunidades de empleo; y (e) la salida de las fuerzas multinacionales.

Esta última preocupación no es compartida uniformemente por todos los partidos políticos en Irak. Los kurdos no tienen prisa de ver a las fuerzas multinacionales salir de Irak antes de que la insurgencia sea puesta bajo control. Algunos elementos de la comunidad chi’a, particularmente los líderes tales como el anterior y el actual primer ministro, Ayad Alawi e Ibrahim al-Ja’fari, respectivamente, preferirían un itinerario negociado que estará atado a la reducción de la insurgencia. La mayoría de los sunnis y el impredecible clérigo radical Muqtada al-Sadr demandan un retiro inmediato de todas las fuerzas extranjeras de Irak.

Al-Jazeera Tv y las elecciones

Al-Jazeera Tv proporcionó cobertura todo el día de las elecciones, con comentaristas iraquíes ofreciendo a menudo sus contrastantes puntos de vista y comentarios sobre los diferentes aspectos de las elecciones y sus consecuencias. Los comentaristas aparecieron en paneles de dos o tres estudiosos/políticos representando el amplio espectro de las fuerzas políticas iraquíes.

Lo siguiente son algunos de los asuntos debatidos en al-Jazeera:

Sectarismo contra la falta de identidad iraquí

Un panelista argumentó que la política de sectarismo en Irak data desde 1990 cuando la Corporación Rand publicó un estudio que residía en la naturaleza sectaria de la política iraquí y la sociedad. Él siguió para acusar al gobierno americano de institucionalizar la interpretación Rand de la política iraquí para dividir a Irak en tres «territorios [duwailat]». El punto de vista contrario, expresado por otro panelista, era que el estado iraquí moderno, establecido en 1921, había fracasado en crear una identidad iraquí genuina y, como resultado, la gente siempre se había asociado a una secta o religión en lugar del estado. Por consiguiente, era poco probable que la mayoría de los partidos políticos iraquíes y grupos que compiten en la actual elección sean sectarios o religiosos, y así también son los votantes. Este panelista citó un par de libros escritos sobre sectarismo iraquí ya en los años cuarenta y que el asunto entero está arraigado en la historia iraquí.

Las elecciones bajo la ocupación

En otro panel uno de los portavoces cuestionó la legitimidad de las elecciones libres bajo la ocupación. Él insistió en que sólo pueden celebrarse elecciones libres después de que las fuerzas de ocupación hayan salido de Irak. Además, dada la falta de un censo de población, la distribución de los 230 escaños a las municipalidades no reflejó las realidades demográficas y, como tal, diferenció en contra de los municipios con una mayoría de población sunni. El crítico fue Mohammad al-Duri quién fue presentado por al-Jazeera como «escritor y analista» pero al-Jazeera no mencionó que fue el último embajador iraquí a las Naciones Unidas nombrado por el régimen de Saddam, que se le dio asilo político en Siria, y que eventualmente se mudo de Siria a uno de los países del Golfo.

A Al-Duri le fue recordado por Abd al-Hussein Sha’ban, el otro panelista, que con todas sus limitaciones las elecciones era más democráticas, competitivas y transparentes que los referéndum fingidos de Saddam Hussein que no tenían ninguna de estas cualidades, para no mencionar que sus resultados fueron una conclusión ya previsible, registrando a menudo el 99.99 por ciento del «sí» en las papeletas de votación.

La enmienda de la constitución

Varios panelistas, particularmente aquéllos que reflejan el punto de vista sunni, han argumentado que la constitución pasada en el referéndum de octubre es una prescripción para la disolución de Irak. Para que los sunnis tomen parte en el proceso político insistirán que varias de sus demandas sean cumplidas:

• Debería existir un itinerario para el retiro de las fuerzas multinacionales

conjunto con la reconstrucción de una fuerza militar iraquí fuerte.

• Las provisiones constitucionales deberían ser enmendadas para permitir la

creación de municipios federados. Los sunnis favorecen un estado unitario

fuerte (probablemente harán concesiones en la federación de las provincias

kurdas.)

• Los beneficios fiscales del petróleo y gas deberían ser tratados como parte de

los beneficios fiscales nacionales y las regiones productoras de crudo sólo

deberían ser elegibles a una participación de los beneficios proporcionales al

tamaño de su población.

• El política de ba’thificación debería ser restringida a miembros del partido Ba’th

que cometieron crímenes contra el pueblo iraquí.

• Debería haber más esfuerzos del gobierno para frenar la influencia de la

penetración iraní en el sur de Irak.

• Las milicias étnicas deben ser desmanteladas.

Configuración política después de las elecciones

Incluso cuando los resultados sean hechos públicos, se da por seguro que cuatro o cinco grupos políticos claves en el nuevo parlamento negociarán intensamente sobre la agenda del gobierno futuro y la distribución de sus portafolios, particularmente aquéllos normalmente llamados los ministerios soberanos, entre los ganadores. Después de las elecciones anteriores en enero, le tomó a los dos socios principales de la unión tres meses para formar al gobierno actual y que sólo después el presidente americano llamó en los líderes del partido a concluir su trato.

Los sunnis entrarán al nuevo parlamento con vigor político renovado y con la determinación de buscar concesiones constitucionales y políticas de largo alcance. La voluntad de los otros socios en hacer concesiones estará atada inextricablemente a la capacidad de los sunnis para actuar sobre el asunto de ponerle fin a la insurgencia.

Existe un acuerdo común, sin embargo, que a menos que los sunnis se unan al proceso político la estabilidad del país y de hecho el futuro de democracia estará en riesgo. Los Estados Unidos indudablemente usarán sus buenos oficios para asegurar que las concesiones sean hechas por todos para traer a los sunnis con toda su fuerza al próximo Gobierno de Irak como parte de una estrategia de salida de las fuerzas multi-nacionales.

Los resultados preliminares indican que la Alianza Nacional Iraquí puede haber recibido cerca del 50 por ciento de los votos. La Alianza Kurda y el Frente de Acuerdo Iraquí (Sunni) estarán compitiendo por el segundo y tercer lugar. La Lista Nacional Iraquí del ex Primer Ministro Ayad Allawi ocupará el cuarto lugar. Estos cuatro grupos políticos se espera que controlen más del 90 por ciento de los escaños parlamentarios.

Se espera que los resultados finales de las elecciones sean anunciados a finales de diciembre o a principios del mes entrante.

* El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Senior del Programa de Estudios Económicos del Medio Oriente de MEMRI


[1] Al-Sharq Al-Awasat (Londres), 17 de diciembre, 2005.

[2] Al-Mada (Bagdad), 18 de diciembre, 2005.

[3] Al-Mada (Bagdad), 18 de diciembre, 2005.

[4] Para detalles, véase Investigación y Análisis de MEMRI No. 252, «Las Elecciones Iraquíes – Segundo Asalto», 15 de noviembre, 2005, http://www2.memri.org/bin/espanol/articulos.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA25205.