Introducción

Durante una visita oficial a Irak del 20-22 de mayo de este año, el Primer Ministro sirio Mohammad Naji Al-‘Otri negoció una serie de «acuerdos estratégicos» con su colega iraquí Nouri Al-Maliki sobre temas políticos, de seguridad y económicos. Uno de los acuerdos requirió la reparación y reapertura del oleoducto de Kirkuk, situado al norte de Irak hasta el puerto sirio de Banias.

En una conferencia de prensa al final de su visita, Al-‘Otri dijo, «Siria está comprometida a la seguridad y estabilidad de Irak, porque la seguridad de Irak es clave principal de la seguridad en la región». Él agregó significativamente, «Cualquier actividad que mine la seguridad y estabilidad de Irak es una línea que no puede ser cruzada». Al Presidente iraquí Jalal Talabani, convergió «un mensaje fraternal de afecto y buenos deseos de su hermano [el Presidente sirio] Bashar al-Assad», quién deseó recordarle a Talabani de su acuerdo anterior de «no usar a [Siria e Irak] como arenas para actividades hostiles contra ellos». [1] En un comunicado emitido el 22 de mayo del 2009, los dos bandos también condenaron el terrorismo de todos los tipos y formas, ya que este representa una amenaza a la región y al mundo, y subrayó su compromiso de confrontarlo, desarraigarlo y acabarlo». [2]

Después de unos días, sin embargo, Siria reabrió su frontera a Al-Qaeda y a otros reclutas jihadistas en su vía a Irak. Esto al parecer incitó al Presidente norteamericano Barack Obama a extender las sanciones de los Estados Unidos sobre Siria durante otro año, y el Ministerio de Hidrocarburos iraquí anunció que la rehabilitación del oleoducto no es factible en esta coyuntura debido a las dificultades de seguridad.

A continuación se presentan detalles sobre este asunto.

El oleoducto Kirkuk-Banias

La reapertura del oleoducto Kirkuk-Banias, el cual tiene una capacidad de apenas algo más de 200,000 barriles/día, fue uno de los temas principales en la agenda durante la visita de Al-‘Otri a Bagdad. El Ministro del Exterior iraquí Hoshyar Zibari dijo, «Una de las acciones importantes que estamos contemplando es el reabrir el oleoducto al mediterráneo, qué diversificara nuestras instalaciones de exportación de petróleo». [3] Bajo el régimen de Saddam Hussein, los 800 Km. (500 millas) del oleoducto llevaron secretamente petróleo iraquí a Siria en violación de la resolución del Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas que restringe la exportación de petróleo iraquí. Siria nunca ha admitido la violación, y explicado el traslado ilícito de petróleo como prueba para verificar la viabilidad del oleoducto.

El oleoducto, y en particular la estación de bombeo K3, fue fuertemente dañada por el bombardeo de los Estados Unidos al comienzo de la invasión de Irak en abril del 2003, dejándolo inoperable. En diciembre del 2007, Irak invitó a la compañía rusa Stroytransgaz a entregar una oferta para reparar la línea, pero ya que Stroytransgaz no ha completado el trabajo de conformidad con el acuerdo, el Ministerio de Hidrocarburos iraquí, según su portavoz, está buscando ahora otras compañías para finalizar el proyecto. [4]

La renovación de las sanciones estadounidenses sobre Siria y la suspensión del proyecto del gasoducto

Con la tinta del comunicado sirio-iraquí del 22 de mayo aun seca, y no resistiendo a la declaración solemne del primer ministro sirio de que la violación a la seguridad de Irak es «una línea que no debe ser cruzada», Siria decidió reabrir su frontera a los terroristas y jihadistas que deseen entrar en Irak. Esto dejó a los Estados Unidos e Irak sin ninguna otra opción que tomar medidas contrarias apropiadas: los Estados Unidos renovaron sus sanciones sobre Siria, e Irak retardando el proyecto del oleoducto.

Las sanciones de los Estados Unidos fueron originalmente impuestas sobre Siria en el 2004 por el ex presidente George Bush, quien las renovó en el 2006 y el 2008. Al renovar las sanciones durante otro año, el Presidente Barack Obama declaró: «Las acciones del gobierno de Siria en apoyar el terrorismo, la búsqueda de armas de destrucción masiva y los programas de misiles y el menospreciar los esfuerzos internacionales y de los Estados Unidos respecto a la estabilización y reconstrucción de Irak son una continua amenaza no-usual y extraordinaria a la seguridad nacional, a la política exterior y a la economía de los Estados Unidos». El diario del gobierno sirio Al-Thawra no informó sobre las sanciones, pero un funcionario sirio descartó la acción como «rutinaria». [5]

El día en que los Estados Unidos renovó sus sanciones, el Ministro de Hidrocarburos Delegado iraquí Ahmad Al-Shama’a anunció que la actual situación de seguridad evitó cualquier trabajo sobre el oleoducto. [6]

La importancia del oleoducto para la economía siria

La producción de petróleo en Siria alcanzó su máximo en el 2000, llegando a 540,000 b/d, pero declinó a aproximadamente 405,000 b/d en el 2006 y a menos de 300,000 b/d en el 2009. Según un reciente informe del Fondo Monetario Internacional, el equilibrio de crudo neto (después de substraer la porción de los socios extranjeros) se tornó negativa debido al declive del rendimiento y a la subida del consumo doméstico. [7]

En anticipación a la caída en las ganancias fiscales del petróleo, Damasco elevó el precio de la gasolina subsidiada en un 20% en octubre del 2007 e introdujo un sistema del racionamiento en el 2008.

Siria también ha autorizado otro contrato de exploración de petróleo en su territorio. Pero, según el Estudio Económico del Medio Oriente (EEMO), una de las fuentes más autoritarias en el negocio de petróleo en el Medio Oriente, esta acción puede «demostrar ser menos fructífera que el acercamiento con Irak», particularmente dado que ninguna compañía importante de petróleo trabajará con Siria mientras las sanciones de los Estados Unidos estén siendo efectivas. Es más, el EEMO señala que la caída en los precios de petróleo y la crisis económica global ha dejado de lado el interés a la ronda de contratos de exploración, en Siria e incluso en los miembros de la OPEP. [8]

Las razones del cambio de actitud interna de Siria

La rehabilitación del gasoducto Kirkuk-Banias le habría traído a Siria dos beneficios tangibles: una cuota de tránsito; y un suministro regular de petróleo que Siria podría comprar a una tasa preferencial – una proporción ciertamente baja de lo que paga actualmente del petróleo enviado desde Irán y Venezuela. Por consiguiente la pregunta es: ¿Qué causó que Siria de repente sacrificara estas ganancias económicas a largo plazo a favor de renovar las actividades terroristas en Irak?

Uno sólo puede especular que el cambio de actitud interna sirio puede estar unido a la visita no programada a Damasco hecha el 5 de mayo, 2009 por el Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. En la conferencia de prensa después de la reunión de los presidentes iraníes y sirios, Bashar Al-Assad dijo que Siria e Irán estaban «cómodos sobre los recientes desarrollos en Irak», y que los dos países se unieron en su postura de apoyar al gobierno iraquí en lograr la reconciliación para asegurar «el retiro del último soldado de la ocupación de Irak». Ahmadinejad, por su parte, habló de «la victoria que ha caído [en nuestro regazo]», y dijo que la situación en el mundo y la región se estaba desplegando rápidamente en cierto modo que beneficia Irán y a Siria y se inclina hacia sus puntos de vista. [9]

La postura belicosa de Ahmadinejad sobre la presencia de los Estados Unidos en Irak, la cual puede haber dominado su discusión con Bashar al-Assad, fue inclusive más clara en sus reuniones en Damasco con el líder de Hamas Khaled Mash’al y el líder del Jihad Islámico Ramadhan Abdallah Shalah. Ahmadinejad los exhortó a seguir el ejemplo dado por Irán en su manejo del tema nuclear. Si Irán no hubiera insistido en su programa nuclear, dijo, sino se retirara de su postura, «habría perdido el elemento de poder y habría sido derrotada» por Norteamérica y los sionistas. [10] No existe ninguna razón para sospechar que Ahmadinejad convergió un mensaje diferente a Al-Assad.

Conclusión

Es obvio que Siria ha malgastado una gran oportunidad de beneficiarse de una transacción altamente aprovechable con Irak, escogiendo en su lugar minar la seguridad y estabilidad de su vecino, que, sólo unos días antes, había jurado proteger. Las sanciones de los Estados Unidos frustrarán cualquier esfuerzo de Siria por atraer a las principales compañías de petróleo para que exploren en su territorio y probablemente causará la suspensión del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, el cual fue firmado hace casi cinco años pero no ha sido implementado todavía. Además, cualquier esperanza de unirse a la Organización de Comercio Internacional permanecerá como algo no realizado.

La conducta de Siria provee firme evidencia de que esta permanece subordinada a las maquinaciones políticas exteriores de Irán, aunque estas dañen el bienestar económico a largo plazo de su pueblo.

* El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Senior (eméritas) en MEMRI.


[1] Al-Mada (Irak), 22 de abril, 2009.

[2] Al-Sabah (Irak), 22 de abril, 2009.

[3] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 25 de mayo, 2009.

[4] Estudio Económico del Medio Oriente 52-17, 27 de abril, 2009.

[5] UPI, 8 de mayo, 2009.

[6] Al-Sabah (Irak), 8 de mayo, 2009.

[7] FMI, Informe del Personal Oficial del Artículo del 2008 IV Consultación, 19 de diciembre, 2008, Pág. 5.

[8] Estudio Económico del Medio Oriente, op. cit.

[9] Al-Thawra (Siria), 6 de mayo, 2009.

[10] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 7 de mayo, 2009.