Comandante del CGRI ‘Ali Jaafari: «Irán porta la estandarte del cumplimiento de las promesas de Alá. Esta ha tomado un giro histórico y hoy comienza una nueva era de desarrollos globales… [Esta era] comenzó con la imposición de importantes derrotas al bando de la Gran Arrogancia, Estados Unidos. Vimos los signos de la derrota en el discurso del Presidente de los Estados Unidos, quien se le veía asustado e indefenso y su voz temblaba…
Tasnim (Irán), 19 de octubre, 2017.
Introducción
No hay espacio para dudas sobre el enfoque fundamental del Presidente de los Estados Unidos Donald Trump hacia el régimen revolucionario islámico de Irán y al acuerdo en materia nuclear PIDAC a este. Sin embargo, en su discurso del 13 de octubre, 2017 en el que ostensiblemente estableció una nueva estrategia para Irán, este confirmó públicamente, con sus propias palabras, la misma política que ha mantenido desde que asumió el cargo. Esta política tiene dos características principales: a) la incapacidad para lidiar con la amenaza iraní y con los partidarios del acuerdo en materia nuclear dentro de su propia administración, en los Estados Unidos y en Europa (y, obviamente, también con Rusia y China); y b) la incapacidad para tomar decisiones que este, como presidente, está autorizado a realizar, entregándoselas a otros, tales como el Congreso, los aliados de los Estados Unidos y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). El discurso de Trump refleja la gran brecha que existe entre su ardiente retórica contra un Irán con capacidad nuclear y contra su expansión regional, por una parte y, por la otra, las acciones de su administración contrarias a esta retórica.
MEMRI ha discutido esta brecha en varios de sus recientes artículos.[1]
Discurso de Trump el 13 de octubre: Análisis y ramificaciones
El discurso del Presidente Trump el 13 de octubre, 2017 en el que describió su «Nueva estrategia al tema de Irán»[2], subraya las características recurrentes de su liderazgo. Las decisiones verdaderas, tales como «rescindir» el acuerdo, son desviadas hacia el futuro, ya que (temporalmente) renuncian a su autoridad ejecutiva exclusiva respecto al acuerdo y en su lugar lo convierte a un amplio marco de socios: el Congreso, en consulta con los aliados de Estados Unidos. Acciones tales como la de designar al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRII) una organización terrorista extranjera no se hacen en lo absoluto; en su lugar, se prometen sanciones contra el CGRI, sin aclarar si serán contra la propia organización o contra individuos dentro de esta. En cualquier caso, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos señaló en su portal que los Estados Unidos no designaron al CGRI como una organización terrorista.[3] De hecho, el Presidente Trump ha descertificado el PIDAC, pero debería aclararse que la descertificación se refiere solo a los procedimientos legislativos internos del Congreso y no tiene ninguna relación con el compromiso continuo de los Estados Unidos con el PIDAC, tal como lo han señalado incluso funcionarios iraníes. De hecho, la descertificación no implica la reimposición de las sanciones relacionadas con el tema de la energía nuclear y el presidente no le pidió al Congreso que reactivara estas sanciones. Este dejó a Estados Unidos dentro del acuerdo, bajo el cual ahora también está obligado a continuar el proceso de suspensión de sanciones.
El precio por abstenerse de lidiar con la amenaza iraní y el de ejercer los poderes presidenciales
La enormidad del desafío que enfrenta el Presidente Trump no puede ser exagerado: Este está en contra de a) Irán y sus aliados Rusia, China y Corea del Norte; b) su propio equipo de seguridad nacional: el Secretario de Estado Tillerson, el Secretario de Defensa Mattis y el Asesor de Seguridad Nacional McMaster, todos los cuales creen que el acuerdo PIDAC de hecho sirve a los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos y que además se oponen al conflicto con Irán por temor a que esto conduzca a una guerra; y c) los jefes de los países europeos que son parte en el acuerdo PIDAC y que tienen un interés económico en su continuación. Esta coalición en contra de Trump sobre este tema también incluye al grupo de la antecámara pro-Irán en los Estados Unidos y a una parte significativa de los medios de comunicación estadounidenses.
Como resultado, se confirma la aceptación del acuerdo PIDAC y se confirma el estatus de Irán como miembro del club de países con capacidad nuclear. Asimismo, la presencia de Irán en Siria, como una «potencia regional», está siendo legitimada en las resoluciones del Proceso de Astana y en el acuerdo relativo a las zonas de desescalada en Siria, en las que la administración estadounidense es socio junto a Rusia. En efecto, Trump ya aceptó el acuerdo PIDAC en abril, 2017 cuando Estados Unidos se unió a la declaración del G7 afirmando que Estados Unidos respaldaba el acuerdo,[4] pero este hecho ha sido menospreciado. En su discurso el 13 de octubre, Trump consolidó efectivamente el reconocimiento de su administración al acuerdo PIDAC y el Secretario de Estado de los Estados Unidos Tillerson, lo confirmó el 15 de octubre en una entrevista con CNN.
Es cierto que Trump advirtió en su discurso que «en caso de que no poder llegar a una solución trabajando con el Congreso y nuestros aliados, entonces se dará por terminado el acuerdo» y aclaró que este «puede ser cancelado por su persona, como presidente, en cualquier momento».[5] Sin embargo, aunque esta afirmación debe ponerse a prueba, su incapacidad para señalar los problemas que el Congreso y los aliados necesitan abordar para «alcanzar una solución», problemas vitales a cada decisión sobre el futuro del acuerdo – hace que esta declaración en esta etapa sea inválida e irrelevante.
Las decisiones históricas que enfrenta el Presidente Trump
En el meollo de lidiar con la amenaza iraní se encuentra presente la necesidad de cancelar el acuerdo PIDAC, porque bajo este acuerdo Irán puede continuar desarrollando armas nucleares debido a una falta de inspección verdadera. También bajo el acuerdo PIDAC, este se está expandiendo a nivel regional y está amenazando a otros países y al propio Estados Unidos.
Contrario al argumento parcialmente válido de que los estados democráticos deben honrar los acuerdos a los cuales son firmantes, existe el principio de que los estados democráticos no están destinados a cumplir con acuerdos que amenacen su seguridad junto a su seguridad global, particularmente con estados agresivos deshonestos que se aprovechan de los acuerdos para intensificar su agresión. No solo existen antecedentes históricos para ello, sino que también existen ejemplos de la última década. Por ejemplo, ha habido una serie de acuerdos que Estados Unidos firmó con Corea del Norte que han sido aprovechados por este último para desarrollar una amenaza nuclear militar contra los Estados Unidos y sus aliados asiáticos.
En su discurso del 13 de octubre, el Presidente Trump ignoró hechos críticos y vitales a cualquier decisión sobre el futuro del acuerdo PIDAC, hechos que la coalición que respalda el acuerdo no puede negar. Estos son:
- Trump ignoró que Irán viola el acuerdo no solo en «espíritu», tal como dijo, sino también en la carta de los artículos principales del acuerdo. El acuerdo no «funciona», tal como afirma la coalición que lo respalda, cuyo argumento principal a favor de continuar el acuerdo PIDAC tiene como base las reiteradas y falsas confirmaciones de la AIEA de que Irán cumple con el acuerdo, desde que el acuerdo entró en vigor. MEMRI ha discutido este tema en profundidad recientemente y ha presentado evidencias, al igual que otras instituciones que investigan el tema en los Estados Unidos.[6]
- Trump ignoró que el acuerdo PIDAC ha creado un marco único de inspecciones para Irán, muy diferente al marco de inspecciones para otros países. Este marco le permite a Irán evadir una verdadera inspección. La inspección que está siendo llevada a cabo, según la cual la AIEA ha confirmado falsamente durante los últimos dos años que Irán si cumple con el acuerdo, es llevado a cabo únicamente en las áreas limitadas donde Irán permite sean inspeccionados, es decir, los lugares que este mismo ha declarado ser instalaciones nucleares. En cualquier otra instalación en Irán, incluyendo las instalaciones militares, Irán puede rechazar una inspección de la AIEA, basados en el acuerdo PIDAC y sin violarla.[7
- Trump ignoró que los poderes de la AIEA respecto a Irán han sido restringidos; este está actuando de acuerdo a los dictados políticos y está sujeto a las decisiones de un organismo político, la Comisión Conjunta del PIDAC, cuyos miembros incluyen a Irán y a sus aliados, Rusia y China, junto a los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Alemania y la AIEA y que fue creado para tomar decisiones estatutarias fuera del alcance de la AIEA.
- Trump ignoró el hecho de que la AIEA no está llevando a cabo ni siquiera las inspecciones a las que está autorizada a implementar sobre la base del Protocolo Adicional, que Irán ha emprendido, aunque «voluntariamente». Mientras el Presidente Trump mencionaba de manera despreocupada que Irán ha impedido que la AIEA lleve a cabo sus inspecciones, este no definió esta acción como una violación del acuerdo y no dedujo ninguna conclusión práctica de ello.
- Trump también ignoró lo que es quizás el peor ejemplo del incumplimiento de su deber por parte de la AIEA es decir, el fracaso del Secretario General Yukiya Amano de ejercer su autoridad profesional respecto a la Sección T del acuerdo PIDAC, que prohíbe las «actividades que pudieran contribuir al desarrollo de un dispositivo explosivo nuclear». En lugar de hacer cumplir esta prohibición a través de una inspección, o anunciar que Irán lo está violando al no permitir tal inspección, este planteó la negativa de Irán en permitir una inspección como un tema que debe ser resuelto por la Comisión Conjunta,[8] es decir, un asunto a ser resuelto por los escalafones políticos, en lugar del escalafón profesional.
El desacuerdo entre Amano y los iraníes sobre la aplicación de la Sección T destaca otro hecho que Trump ignoró y que debería haber mencionado en cualquier desafío a la validez de los acuerdos. Este es el hecho de que el acuerdo, que en esencia pretende evitar que Irán desarrolle un arma nuclear, tal como alardean sus partidarios, en realidad no prohíbe a Irán «diseñar, desarrollar, fabricar, adquirir o usar sistemas de detonación de explosivos de múltiples puntos adecuado para un dispositivo explosivo nuclear», ni tiene prohibido» diseñar, desarrollar, fabricar, adquirir o utilizar sistemas de diagnóstico de explosivos (cámaras de banda, cámaras de encuadre y cámaras de rayos X con flash)», siempre y cuando estas actividades sean «aprobadas por la Comisión Conjunta con fines no nucleares «y sujetos a supervisión. Sin embargo, Irán no permite que estos sean supervisados.
El presidente Trump tampoco mencionó dos puntos importantes respecto a la implementación del acuerdo, lo que constituye así una burla a los objetivos centrales del acuerdo:
- De acuerdo con un informe del coordinador principal del Departamento de Estado del gobierno de Obama sobre el tema Irán Stephen Mull, la autoridad de control de la AIEA sobre el inventario de Irán de 8,5 toneladas de uranio enriquecido que fue enviado fuera de Irán en diciembre del 2015 de conformidad al acuerdo PIDAC, fue removido de la AIEA por los Estados Unidos y entregado a Rusia, con el consentimiento de las partes dentro del acuerdo PIDAC y la propia AIEA. Esto se hizo sin siquiera determinar en qué lugar Rusia almacenaría este combustible nuclear y sin una verificación por parte de los estadounidenses a esto. De hecho, dijo Mull, en una audiencia de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara el 11 de febrero, 2016 que «aún no se ha decidido en qué lugar pondrá Rusia exactamente esta información».[9] Este continuó diciendo: «No nos preocupamos por la custodia rusa de este material».[10] El propio Amano estuvo de acuerdo en que su responsabilidad por la supervisión del uranio iraní enriquecido sería eliminada.
- Las diferentes partes en el acuerdo PIDAC, con el consentimiento de la AIEA, acordaron un procedimiento escandaloso en lidiar con el material del agua pesada de Irán. Estos transformaron a Irán en un exportador de agua pesada sin someterlo al sistema de control de exportaciones al que están sujetos otros exportadores, tales como Canadá e India. Según las prácticas estándar de verificación de la AIEA, los cambios en el inventario de aguas pesadas no se registran cuando el agua pesada es retirada del territorio del país que lo exporta, sino solo cuando llega al país de destino que lo compró. Irán estuvo exento de esta regla. En la decisión de almacenar el exceso de agua pesada de Irán en Omán y al aceptar un papel limitado de supervisión de solo la remoción del agua pesada del territorio iraní y, posteriormente el restarle la cuota de agua pesada permitida a Irán, como si el agua hubiese sido ya vendida y hubiese alcanzado su destino, la AIEA violó sus propias normas aplicadas a todos los demás países. La AIEA no informa sobre estas continuas violaciones sistemáticas.[11]
El Presidente Trump ni siquiera mencionó ninguno de estos defectos inherentes al acuerdo, quizás porque no los conoce. [12] El hecho de que no los mencionó, ni en su discurso el 13 de octubre, ni en todas sus apariciones públicas en las que menciona el acuerdo, además de decir en general de que es sumamente malo, junto a su adopción de una política de indecisiones y postergación que dan como resultado una continuación involuntaria de la política de Obama en Irán, al menos por el momento.
¿Qué alternativa existe para el acuerdo PIDAC? – Una pregunta presentada por la experiencia que se tiene con Corea del Norte e Irán
La coalición que apoya el acuerdo PIDAC también plantea otra pregunta importante: ¿Qué alternativa existe para el PIDAC que proveerá estabilidad en la región y en el mundo? Los flagrantes defectos del acuerdo que se muestran arriba desmienten claramente la suposición de que el acuerdo provee estabilidad a la región y al mundo. Cualquier estabilidad aparente es ilusoria y fugaz; bajo el acuerdo PIDAC, Irán fortalece su estatus geopolítico y militar, expandiéndose en la región y posando como un desafío mayor que combina la expansión regional con una futura amenaza nuclear basada en una ideología religiosa anti-Occidente.
El régimen iraní, al igual que el régimen norcoreano, está amenazando la paz mundial, no solo a sus enemigos en el Medio Oriente. [13] Esta amenaza tiene expresiones tanto ideológicas como prácticas, incluyendo el desarrollo de misiles balísticos de largo alcance y la construcción de una infraestructura subversiva por medio de organizaciones terroristas, organizaciones proxy delegadas y redes de activistas, incluyendo a Occidente, que le sirven al régimen revolucionario de Irán. Para más información sobre estos aspectos ideológicos y prácticos de las actividades de Irán, tal como lo expresa el liderazgo religioso y militar de Irán, véase los informes de MEMRI en el Apéndice de este informe.
Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes y el Apéndice de este informe copie o pulse el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/trumps-new-strategy-iran-price-indecision-accepting-reality-nuclear-iran-its-regional
*A. Savyon es Director del Proyecto de Medios de Irán en MEMRI; Yigal Carmon es Presidente de MEMRI.
[1] Investigación y Análisis No. 1333 de MEMRI, Irán en el primer año de la administración Trump, segundo año del histórico acuerdo nuclear: expansión regional, guerra religiosa sin límites políticos, «Muerte a Estados Unidos» y prueba de disposición de enfrentar militarmente a los Estados Unidos como un poder supra-regional; 28 de agosto, 2017; Investigación y Análisis No. 1322 de MEMRI, En esta etapa, los consentimientos de la administración Trump a la expansión regional de Irán, intercambios de mensajes que buscan un entendimiento con Irán; La crisis de Qatar, la escalada del conflicto entre Irán y su eje y el bando saudita sunita son resultado de la política dual incoherente de Estados Unidos, 29 de junio, 2017; Investigación y Análisis No. 1314 de MEMRI, Irán pone a prueba a la administración Trump, 8 de mayo, 2017.
[2] Whitehouse.gov, 13 de octubre, 2017.
[3] Treasury.gov, 13 de octubre, 2017. En este sentido, las declaraciones de Trump sobre las sanciones contra el CGRI fueron engañosas, ya que imponer sanciones a individuos en el CGRI no constituye designar al CGRI como una organización terrorista.
[4] Delegaciones / Rusia, 13 de abril, 2017.
[5] Whitehouse.gov, 13 de octubre, 2017.
[6] Investigación y Análisis No. 1348 de MEMRI, El defecto crítico del acuerdo PIDAC es su falta de inspección verdadera por parte de la AIEA; Aquellos que se enfocan en los misiles balísticos de Irán y la cláusula del ocaso en el acuerdo PIDAC están evadiendo la urgencia del tema: la necesidad de una verdadera inspección ya, 3 de octubre, 2017; Informe de la IISS «Actualización al cumplimiento por Irán a los límites en materia nuclear del acuerdo PIDAC – Problemas de Irán con la ruptura de una centrífuga: Cumplimiento accidental», 21 de septiembre, 2017, Isis-online.org/isis-reports. Para más pruebas a violaciones al acuerdo PIDAC, véase el informe del servicio de inteligencia alemán del 2016 sobre los intentos de Irán en comprar equipos para fines nucleares militares (CNN.com, 8 de julio, 2016).
[7] Investigación y Análisis No. 1348 de MEMRI, El defecto crítico del acuerdo PIDAC es su falta de inspección verdadera por parte de la AIEA; Aquellos que se enfocan en los misiles balísticos de Irán y la cláusula del ocaso en el acuerdo PIDAC están evadiendo la urgencia del tema: la necesidad de una verdadera inspección ya, 3 de octubre, 2017; Investigación y Análisis No. 1325 de MEMRI, Discusión a violaciones por parte de los iraníes al acuerdo PIDAC es inútil; El procedimiento de inspección diseñado por la administración Obama impide una inspección verdadera y pruebas a violaciones, 18 de agosto, 2017.
[8] Reuters, 26 de septiembre, 2017.
[9] Menewsline.com, 16 de febrero, 2016. El informe continuó: «Pero bajo interrogatorio, Mull reconoció que Washington no verificó el envío iraní, parte del acuerdo nuclear de Teherán con las naciones P5+1. El funcionario dijo que Rusia, en lugar de la Agencia Internacional de Energía Atómica, fue responsable del uranio iraní. En cambio, la AIEA asistió a la carga del uranio iraní dentro del barco ruso».
[10] Associated Press, CBSnews.com, 16 de febrero, 2016. El informe declaró: «Luego de la audiencia, un antiguo funcionario de la administración dijo que el arsenal iraní se encuentra en Rusia, donde será almacenado en un lugar seguro, pero no especificó donde. El funcionario no tenía autorización de hablar públicamente y solicitó mantenerse en el anonimato».
[11] Véase «La AIEA toma a la ligera el tema del agua pesada de Irán», Olli Heinonen, defenddemocracy.org, 28 de abril, 2016 y el informe del IISS «Ambigüedad en el tema del agua pesada dentro del acuerdo con Irán», ISIS-online, 21 de diciembre, 2016.