Por: N. Szerman*

Introducción
Los días 25-27 de enero, 2016 académicos e intelectuales musulmanes de todo el mundo musulmán se reunieron en Marrakech para discutir proteger a las minorías religiosas en los países de mayoría musulmana. Según el portal de la conferencia (Marrakeshdeclaration.org), esta se llevó a cabo bajo los auspicios del Rey de Marruecos y el Ministerio de Dotaciones y Asuntos Islámicos de Marruecos y patrocinado por el Foro para la Promoción de la Paz en las Sociedades Musulmanas, un grupo de expertos de los Emiratos Árabes Unidos liderados por el Jeque Abdulá bin Bayyah. A esta asistieron «cientos de académicos e intelectuales musulmanes de más de 120 países, junto con representantes de las organizaciones islámicas e internacionales, así como también líderes de diversos grupos religiosos y nacionalidades».

El 27 de enero, los participantes emitieron una declaración final, la Declaración Marrakech.[1] La declaración presenta la protección de los derechos de las minorías como parte integral de la herencia islámica e historia, tal como se refleja, por ejemplo, en la Carta magna de Medina en el siglo 7. De acuerdo a la declaración, esta carta contiene «principios de ciudadanía contractual constitucional tales como la libertad de movimiento, propiedad, solidaridad mutua y defensa, así como también los principios de justicia e igualdad ante la ley» (Para ver el texto de la Carta de Medina, consulte el Apéndice). La declaración indica además, que la situación de las minorías en el mundo musulmán hoy se ha «deteriorado peligrosamente» debido a las actividades de «grupos criminales» que «alarmantemente distorsionan los principios y objetivos fundamentales del [Islam]». Esta sugiere remediar la situación reafirmando el compromiso de los musulmanes a la Carta Magna de Medina, e invocar este documento medieval como base para garantizar los derechos humanos y ciudadanos en las constituciones de los estados musulmanes modernos. También pide que «las instituciones educativas musulmanas y las autoridades lleven a cabo una revisión valiente de los programas educativos».

El Jeque Abdulá bin Bayyah – el encabezado del grupo pensante de los EAU que patrocinó la conferencia – participó prominentemente en iniciativas similares en el pasado. En el 2010 inició la Nueva Declaración Mardin, que trata de abordar ciertos fatuas del estudioso musulmán Hanbali del siglo 14 Ibn Taymiyya que es invocado como autoridad por el movimiento salafista-yihadista takfiri.[2] En el 2014, el jeque fue un destacado signatario de la carta abierta al «califa» del EIIS Al-Baghdadi quien utilizó fuentes islámicas para refutar la doctrina religiosa del estado islámico y condenar la tortura, el asesinato y la destrucción cometida por esta organización.[3] Sin embargo, estas dos iniciativas no lograron provocar un debate interno-musulmán, por no hablar de desencadenar una acción significativa.

La llamada de la Declaración Marrakech a la reforma educativa si tuvo cierta resonancia. El rey de Marruecos Mohamed VI declaró el 6 de febrero que los libros de texto religiosos en Marruecos deben ser revisados. El portal marroquí illionweb.com comentó: «Cuando uno admite que la escuela juega un papel importante en la formación de las mentes y habilidades sociales, uno se da cuenta [que] impacto puede tener la instrucción basada en el Islam radical y las ideas salafistas… Las órdenes del Rey permitirán combatir las teorías radicales… Ellos insisten en la necesidad de escribir programas de estudio y libros de texto en base a los valores del pueblo marroquí y los fundamentos de la identidad nacional [marroquí], sin dejar de ser abiertos a [otras] sociedades ricas en conocimiento. Le toca [ahora] a los ministerios pertinentes el tomar medidas… «[4]

El día después en que la Declaración Marrakech fue emitida, el Prof. Sami Aldeeb, un experto suizo-palestino en ley islámica, la criticó en su blog. Este afirmó que la declaración sería ineficaz a menos que una serie de legalidades fundamentales fuesen promulgadas por los países musulmanes con el propósito de poner fin verdaderamente a la discriminación contra sus minorías religiosas. Sin estas medidas legales, la declaración no fue más que «propaganda» y «una pérdida de tiempo», dijo.

A continuación se presentan detalles sobre la Declaración de Marrakech y extractos de la crítica por Aldeeb. La traducción al inglés de la Carta Magna de Medina, el trabajo seminal citado por la declaración es presentada en el apéndice.

La Declaración Marrakech: Un compromiso con la Carta de Medina

La versión completa de la Declaración Marrakech fue publicada en el portal del gobierno marroquí (habous.gov.ma) en francés y árabe; un resumen ejecutivo (presentando los principales puntos de la declaración, pero omitiendo las citas coránicas y similares) fue publicado en el portal de la conferencia (marrakeshdeclaration.org) en francés, árabe, inglés, holandés e italiano.

La Declaración Marrakech reconoce que «las condiciones en varias partes del mundo musulmán se han deteriorado peligrosamente debido al uso de la violencia y de la lucha armada como herramienta para la resolución de conflictos y la imposición de puntos de vista». Tal como se ha indicado, la declaración invoca la Carta Magna del siglo séptimo de Medina como base para garantizar los derechos humanos y ciudadanos en los países musulmanes modernos, ya que esta constitución garantiza los derechos de las minorías religiosas y establece los «principios de la ciudadanía contractual constitucional» (tales como la libertad de movimiento, la propiedad, la igualdad ante la ley y la solidaridad mutua y defensa). La declaración compara la Carta Magna de Medina a la Declaración Universal de los derechos Humanos de la ONU, diciendo que están «en armonía». La declaración hace un llamado a los pueblos del mundo musulmán a fin de que «reconstruyan el pasado reviviendo esta tradición de convivencia y restauren nuestra confianza compartida que ha sido erosionada por los extremistas que utilizan actos terroristas y de agresión». También insta a «las instituciones educativas y autoridades musulmanas a llevar a cabo una revisión valiente de los programas de estudio».

Lo siguiente es el texto del resumen traducido al inglés y luego al español:

«En nombre de Alá, el Misericordioso, el Compasivo

«Resumen de la Declaración Marrakech sobre los derechos de las minorías religiosas en las comunidades mayoritarias predominantemente musulmanes

«25-27 de enero, 2016

«EN VISTA DE QUE, las condiciones en varias partes del mundo musulmán se han deteriorado peligrosamente debido al uso de la violencia y la lucha armada como herramientas para la resolución de conflictos e imposición de puntos de vista;

«EN VISTA DE QUE, esta situación también ha debilitado la autoridad de los gobiernos legítimos y ha permitido a grupos criminales emitir edictos atribuidos al Islam, pero que, de hecho, alarmantemente distorsionan sus principios y objetivos fundamentales en maneras que han dañado gravemente a la población en su totalidad;

«Considerando que, este año celebra el aniversario 1.400 de la Carta de Medina, un contrato constitucional entre el Profeta Mahoma, que la paz y bendiciones de Alá estén con él y el pueblo de Medina, que garantizaban la libertad religiosa de todos, independientemente de su fe;

«EN VISTA DE QUE, cientos de académicos e intelectuales musulmanes de más de 120 países, junto a representantes de las organizaciones islámicas e internacionales, así como también por líderes de diversos grupos religiosos y nacionalidades, se reunieron en Marrakech en esta fecha para reafirmar los principios de la Carta de Medina en una importante conferencia;

«EN VISTA DE QUE, esta conferencia se llevó a cabo bajo los auspicios de Su Majestad, el Rey Mohammed VI de Marruecos y organizada conjuntamente por el Ministerio de Dotaciones y Asuntos Islámicos en el Reino de Marruecos y el Foro para la Promoción de Paz en las Sociedades Musulmanas con sede en los Emiratos Árabes Unidos;

«Y HACIENDO NOTAR la gravedad de la situación que aflige a los musulmanes, así como también a los pueblos de otras religiones en todo el mundo y después de extensas deliberaciones y discusiones a fondo, el convocado de académicos e intelectuales musulmanes:

«POR CONSIGUIENTE DECLARA nuestro firme compromiso con los principios enunciados en la Carta de Medina, cuyas disposiciones contienen varios de los principios de la ciudadanía contractual constitucional, tales como la libertad de movimiento, propiedad, la solidaridad mutua y de defensa, así como también los principios de justicia e igualdad ante la ley y tales,

«Los objetivos de la Carta de Medina proveen un marco adecuado para las constituciones nacionales en los países de mayoría musulmana y la Carta Magna y documentos afines de las Naciones Unidas, tales como la Declaración Universal de Derechos Humanos, van en armonía con la Carta de Medina, incluido consideraciones del orden público.

«OBSERVANDO ADEMÁS que la reflexión profunda sobre las diversas crisis que afligen a la humanidad pone de relieve la necesidad inevitable y urgente de cooperación entre todos los grupos religiosos, nosotros

«POR LA PRESENTE AFIRMAMOS que dicha cooperación debe estar basada en una «palabra común», que requiere que dicha cooperación debe ir más allá de la tolerancia y el respeto mutuo, el brindar una protección total por los derechos y libertades a todos los grupos religiosos de una manera civilizada que evite la coacción, la parcialidad y la arrogancia.

«EN BSE A TODO LO ANTERIOR, nosotros por la presente: Hacemos un llamado a los académicos e intelectuales musulmanes en todo el mundo a desarrollar una jurisprudencia del concepto de «ciudadanía», que incluya a grupos tan diversos. Tal jurisprudencia debería estar arraigada en la tradición y los principios islámicos y esté consciente de los cambios globales.

«Instamos a las instituciones educativas musulmanes y a las autoridades a llevar a cabo una revisión valiente de los programas de estudio que se ocupan de manera honesta y eficaz de cualquier material que instigue a la agresión y el extremismo, conduzca a la guerra y el caos y de como resultado la destrucción de nuestras sociedades compartidas;

«Llamar a los políticos y a los responsables de las decisiones a que tomen las medidas políticas y jurídicas necesarias para establecer una relación contractual constitucional entre sus ciudadanos y apoyar todas las formulas e iniciativas que tienen como objetivo fortalecer las relaciones y el entendimiento entre los diversos grupos religiosos en el mundo musulmán;

«Llamar a sus miembros en educación, artística y creativos de nuestras sociedades, así como también a las organizaciones de la sociedad civil, a fin de establecer un movimiento amplio para el tratamiento justo de las minorías religiosas en los países musulmanes y crear conciencia sobre sus derechos y trabajar juntos para asegurar el éxito de estos esfuerzos.

«Llamar a los diversos grupos religiosos vinculados por el mismo tejido nacional a que aborden su estado mutuo de amnesia selectiva que bloquea los recuerdos de siglos de vida en conjunto y compartida en el mismo suelo; pedimos en ellos a que reconstruyan el pasado reviviendo esta tradición de convivencia y restauren nuestra confianza compartida que ha sido erosionada por los extremistas utilizando actos terroristas y de agresión;

«Llamar a los representantes de las religiones, sectas y diversas denominaciones a hacer frente a todas las formas de intolerancia religiosa, difamación y negación a lo que el individuo considere sagrado, así como también toda palabra que alimenta el odio y la intolerancia;

«Y FINALMENTE, AFIRMAR que es inconcebible emplear la religión con el propósito de agredir sobre los derechos de las minorías religiosas en los países musulmanes.

«Marrakech

«27 de enero, 2016»

Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/9028.htm

*Nathalie Szerman es directora del Departamento Francés en MEMRI.

[1] Para más información sobre la Declaración Marrakech, véase Informe Diario de MEMRI N° 76, Marrakech: Pasos hacia una solución o confusión?, 6 de febrero, 2016.

[2] Condena de Ibn Taymiyya a los semi-islamizados mongoles ilkhans no mejores que los infieles (kufar) que sentaron las bases para que los extremistas takfiri del siglo 20 y más allá declararan infieles a cualquier musulmán que no estuviese de acuerdo con ellos mereciendo la muerte. Véase Informe Diario de MEMRI N° 76, Marrakech: Pasos hacia una solución o confusión?, 6 de febrero, 2016.

[3] Véase MEMRI Investigación y Análisis No. 1205, Deslegitimizando al EIIS utilizando bases islámicas: Críticas a Abu Bakr Al-Baghdadi de estudiosos musulmanes, 24 de Noviembre, 2015.

[4] Illionweb.com 8 de febrero, 2016.