El asesinato del Comandante de las Fuerzas Qods del CGRI Qassem Soleimani, quien estuvo a cargo de expandir militar y políticamente el régimen revolucionario iraní en toda la región (Irak, el Líbano, Siria, Yemen y Palestina) fue un duro golpe para el régimen iraní y para el frente de la resistencia y ha resultado tener un profundo y fuerte impacto emocional.

La respuesta del régimen iraní fue expresada en muestras de duelo profundo; Soleimani era un individuo muy querido por el Líder Supremo iraní Ali Jamenei, quien lo consideraba como un hijo. También la respuesta fue manifestada en amenazas, en su mayoría de carácter general,[1] expresando indignación por el asesinato, lo cual se percibe también como un insulto al honor nacional de Irán y al honor del propio Jamenei. Hubo llamadas de venganza por parte del régimen contra los Estados Unidos y contra el Presidente Donald Trump. Como parte de la campaña de duelo del gobierno, las ciudades colgaron banderas rojas que simbolizaban venganza y colocaron carteles con mensajes que prometían represalias contra los Estados Unidos.

Muchos oradores oficiales enfatizaron el derecho de Irán a tomar represalias y venganza.[2] Varios comandantes del CGRI declararon que Irán tenía la capacidad de atacar las bases estadounidenses en la región, llevar a cabo ataques con misiles tierra-mar contra buques y portaaviones estadounidenses en el Golfo y en el Estrecho de Ormuz y atacar las exportaciones de petróleo dirigidas a Occidente y enumeró las capacidades de Irán para responder militarmente. Entre otras cosas, subrayaron que los misiles Shihab de Irán tienen un alcance de 2.000 km y que Irán había identificado 35 objetivos vitales de Estados Unidos en la región.[3] Otros declararon que la venganza vendría en forma de una expulsión de las tropas estadounidenses de Irak y de toda la región.[4]

Sin embargo, más allá de las amenazas de atacar objetivos estadounidenses o israelíes en la región y en el mundo, emitidas por funcionarios de la rama ideológica militar del régimen, la mayoría de los llamados a tomar represalias afirmaron que estas vendrían directamente de Alá, tal como lo expresó el nuevo comandante de las Fuerzas Qods, General Esmail Qaani; «De todos», tal como le dijo el Presidente Rohani a la familia de Soleimani; o de las fuerzas de la resistencia en la región, tal como dijo el secretario general de Hezbolá Hassan Nasrallah y esto sucederá en algún momento indeterminado en el futuro. Del mismo modo, algunos declararon que Irán no se enrumbaba hacia una guerra, entre ellos el portavoz de la cancillería iraní Abbas Moussavi y el portavoz del Comité de Seguridad Nacional del Majlis Hossein Naqavi Hosseini, junto a uno de los asesores de Jamenei, el ex-ministro de defensa y alto funcionario del CGRI en el Líbano Hossein Dehghan.

En respuesta a la amenaza propuesta por el Presidente Trump de responder con dureza a cualquier represalia iraní por el asesinato de Soleimani, varios altos funcionarios del CGRI advirtieron, aparentemente en un intento disuasivo, de que Irán era capaz de «arrasar Haifa y Tel Aviv», o de atacar a los portaaviones estadounidenses y bases desde Yemen a Bahréin.

Cabe señalar que los funcionarios del CGRI han amenazado en el pasado con atacar Haifa y Tel Aviv si Estados Unidos se atreve a actuar contra Irán, pero que esta amenaza no se llevó a cabo inmediatamente después del asesinato de Soleimani. El director de la división política del CGRI Yadollah Javani, dijo en el Día de la Revolución, 11 de febrero, 2019 que «Estados Unidos no tiene el coraje de dispararnos ni siquiera una sola bala, a pesar de todos sus activos militares… pero si en realidad nos atacan, arrasaremos Tel Aviv y Haifa».[5]

Ali Shamkhani, asesor de Jamenei y secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, aclaró que la respuesta al asesinato de Soleimani no sería necesariamente de naturaleza militar. De hecho, Irán anunció, el 5 de enero, como parte de su quinto paso en su retiro de sus obligaciones al acuerdo en materia nuclear PIDAC,[6] que «descarta» sus compromisos bajo el acuerdo, declarando: «El programa nuclear de la República Islámica de Irán ya no enfrenta restricciones operativas, incluyendo la capacidad de enriquecimiento de uranio, el porcentaje de enriquecimiento, la cantidad de material enriquecido y las investigaciones y desarrollo. A partir de ahora, el programa nuclear de Irán se desarrollará únicamente en función de sus necesidades técnicas».[7]

Debería enfatizarse que Irán se ha abstenido de anunciar que se retira del acuerdo PIDAC, lo que, a través de la Resolución 3321 del Consejo de Seguridad de la ONU, le da el derecho de enriquecer uranio y le otorga el estatus de estado con capacidad nuclear. Por lo tanto, esto no significa que Irán abandone el acuerdo PIDAC, solo significa que está aprovechando el asesinato de Soleimani para obtener un logro político significativo: iniciar y acelerar libremente su programa nuclear sin restricciones, mientras se mantiene bajo el paraguas del acuerdo que viola a plena luz del día y bajo la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica.

Como parte de su campaña de condolencias por Soleimani, el régimen también continuó su operación oficial, gubernamental y religiosa para elogiarlo como «el Mariscal del Islam», a cargo de fundar y construir el imperio revolucionario chiita, casi hasta el punto de canonización. El proceso fúnebre de Soleimani el mártir partió desde Karbala, donde el Imam Hossein fue asesinado y martirizado en el año 680 CE y se convirtió en un símbolo del sacrificio chiita y yihad en el pensamiento revolucionario chiita. Soleimani, que había recibido el premio de heroísmo más importante de Irán hace un año, el Dhulfiqar, la espada del Imam Ali, de Jamenei, ahora fue promovido póstumamente para el rango de teniente general, el rango más alto en las fuerzas armadas del Irán revolucionario. La oficina de Jamenei hizo circular una ilustración que representa a Soleimani siendo recibido en el cielo, aparentemente por el propio Imam Hussein. La ilustración fue subtitulada: «El gran general, lleno de la gloria del Islam, asciende al cielo».

Twitter.com/ghasemsoleimane, 3 de enero, 2020

En conclusión, debe enfatizarse que parte de la retórica iraní también expresa un intento de intimidación y negociación frente a varios elementos internacionales para que medien entre Irán y los Estados Unidos a fin de prevenir un ataque crítico de los Estados Unidos contra Irán y sobre el régimen iraní, tal como amenazó el Presidente Trump. Del mismo modo, las amenazas iraníes tienen como objetivo obtener, en negociaciones diplomáticas secretas a través de Suiza y otros países, un logro significativo como lo es la retirada de Estados Unidos de Irak a cambio de que Irán no se desquite.[8]

Hasta ahora, este intento no ha dado frutos y el presidente de los Estados Unidos no ha respondido a la demanda iraní. Por el contrario, el Presidente Trump ha amenazado a Irak con sanciones en respuesta a la decisión parlamentaria iraquí de expulsar a las fuerzas estadounidenses del país.

Los próximos informes de esta serie detallarán las reacciones en Irán.

*A. Savyon es Director del Proyecto de Medios de Comunicación de Irán en MEMRI; Yigal Carmon es Presidente de MEMRI.


[1] Por ejemplo, el 3 de enero, 2020 Jamenei tuiteó que «una severa venganza» esperaba a los estadounidenses; El diario portavoz del régimen Kayhan escribió en su primera página el 5 de enero, que «la respuesta de la República Islámica de Irán a la operación criminal estadounidense será decidida, rápida y lamentable».

[2] Por ejemplo, el canciller iraní Javad Zarif dijo que Irán se reserva el «derecho legal» de responder al asesinato «en el lugar correcto, en el momento correcto y de la manera que considere conveniente». PressTV, Irán, 3 de enero, 2020. Declaraciones similares fueron hechas por el Presidente iraní Hassan Rohani. Portal de Rohani, 3 de enero, 2020.

[3] El Comandante de la División Tharallah del CGRI en la ciudad de Kerman Gholem Ali Abu Hamza, Mehr, Irán, 4 de enero, 2020.

[4] El General Amir Ali Hajizadeh, comandante de la Fuerza Aeroespacial del CGRI dijo: «La venganza por la sangre de Soleimani será la expulsión de los estadounidenses de la región y la purga de la inmundicia de los estadounidenses». SNN.ir, 6 de enero, 2020. Además, el comandante de las Fuerzas Qods Esmail Qaani, dijo: «Las consecuencias por asesinar a Soleimani vendrán en una serie de pasos: la expulsión de las fuerzas estadounidenses de la región y el avance hacia el establecimiento de un régimen islámico en el mundo». SNN.ir, 6 de enero, 2020.

[5] IRNA (Irán), 11 de febrero, 2019.

[6] Véase la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1481 – Incluso cuando el Reino Unido y Francia reconocen que Irán viola el acuerdo PIDAC, la Administración Trump, luego de retirarse aparentemente de este, continúa preservándolo – por medio de sus diferimientos para cooperar en materia nuclear civil con Irán, 6 de noviembre, 2019.

[7] Mehr, Irán, 5 de enero, 2020.

[8] El canciller Zarif dijo el 3 de enero que el asesinato de Soleimani cometido por los Estados Unidos había allanado el camino para la «eliminación» de Estados Unidos de la región y que esto era «el principio del fin de su presencia en Irak». Press TV, Irán, 3 de enero, 2020.