El 14 de junio, 2018 el Rey jordano juró a un nuevo gobierno luego que el gobierno anterior renunciara debido a las extensas protestas por su política económica.[1] Un notable nombramiento fue la de Jumana Ghunaimat, ex-editora en jefe del diario Al-Ghad de Jordania, como ministra de asuntos de prensa y vocera del gobierno.

Ghunaimat comenzó su carrera en 1999 como reportera de economía para el diario del gobierno Al-Rai. En el 2008 se unió al diario Al-Ghad responsabilizándose por su sección económica y a finales del 2012 se convirtió en editora en jefe de este diario.[2] Ella es conocida por sus puntos de vista liberales; sus columnas en Al-Ghad en los últimos años, algunas traducidas por MEMRI, pidieron promover la democracia, los derechos humanos y los derechos de la mujer en Jordania y el mundo árabe en general y defendieron los valores de igualdad, tolerancia y la batalla contra el extremismo. A menudo criticaba las políticas del gobierno jordano, especialmente en el ámbito socio-económico.

En el primer mensaje que publicó en su página Facebook luego de su nombramiento al gobierno, escribió: «Ante los difíciles y delicados tiempos y la magnitud de la responsabilidad, prometo enfrentar el desafío y justificar la confianza que usted, el Rey, tiene puesta en mí, porque mi objetivo es ser digna de servirle a mi patria y a su pueblo y actuar como ministra de medios y portavoz del gobierno en su nombre, [el pueblo de Jordania en todas partes], en las ciudades, pueblos y campos de refugiados y también actuar en nombre del gobierno para restaurar su confianza [en este]. Mis amigos periodistas y colegas, haré todos los esfuerzos posibles para ganarme su confianza y construir puentes y fuertes vínculos con ustedes, para que podamos cooperar y dialogar por el bien de nuestra patria, intercambiando opiniones y sugerencias. Dado que [el acceso a] la información es un derecho y el ser transparente es un deber, prometo facilitar su acceso a la información, ya que sé muy bien lo difícil que es obtenerla… Dado que el continuo contacto y diálogo son las bases del [futuro] trabajo del gobierno del Dr. ‘Omar Al-Ghazzaz, también me comprometo a renovar pronto las reuniones semanales de prensa [del gobierno]».[3]

Jumana Ghunaimat es juramentada como ministra de estado (imagen: Al-Ghad, Jordania, 15 de junio, 2018)

Cabe señalar que esta no es la primera vez que un periodista del diario Al-Ghad ha alcanzado un puesto de alto rango en el sistema político de Jordania. Ayman Al-Safadi, quien fue nombrado canciller en enero, 2017 y continúa desempeñando esta función en el actual gobierno, fue columnista y editor de Al-Ghad. Incluso antes de ser nombrado canciller, en el 2008, luego de trabajar para varios medios de comunicación jordanos y árabes fue nombrado asesor de información y medios del Rey jordano y entre el 2009-2011 se desempeñó como ministro sin cartera y como primer viceministro.

Este informe revisará las opiniones de Jumana Ghunaimat tal como se reflejan en los artículos traducidos por MEMRI en los últimos años.

Luchando por darle poder a la mujer y combatir contra la discriminación

Muchas de las columnas de Ghunaimat tratan sobre el tema de la promoción de los derechos de la mujer y la mejora de su condición y participación en las esferas públicas. Por ejemplo, en una columna de julio, 2016 ella respondió al Informe del Foro Económico Mundial Global sobre el tema de la brecha de géneros correspondiente al 2015, que clasificó a Jordania como el puesto 140 de los 145 países examinados. Ella escribió: «Los defectos y brechas [de género] en los niveles político y económico han sido revelados, o expuestos con mayor precisión, en toda su vergüenza, [mostrando que] el otorgarle poder a la mujer en política sigue siendo limitado. Incluso la cuota de mujeres en organismos electos, establecidos durante dos décadas, no cambiaban el estereotipo de la mujer ni lograban una mayor representación de la mujer, en particular las actividades parlamentarias. La participación de la mujer en el gobierno sigue siendo relativamente discrecional y puede cambiar de un primer ministro a otro. Según las estadísticas del Global Gender Gap Report, por cada 100 hombres en el parlamento, solo hay 14 mujeres y por cada 100 ministros hombres, solo existen 13 mujeres [ministras]».[4]

Respondiendo a importantes figuras salafistas y yihadistas en Jordania quienes criticaron las protestas de los murabitat[5] en Al-Aqsa con el argumento de que su honor pudiera verse perjudicado, Ghunaimat escribió en octubre, 2015: «Vergonzosamente, existen hombres que argumentan que el atuendo de las mujeres que participan en la resistencia las hace vergonzosas e inmodestas y que deberían estar en la cocina. A ellas, les digo: ‘No habrá cambios en nuestra dolorosa realidad árabe, en el plano político, económico o social, mientras la mujer y su voz sean consideradas vergonzosas y mientras alguna mente masculina piense que la mujer que va al campo desvirtúa el honor y daña el sentimiento público y que su participación [es decir la mujer] en las actividades [de resistencia] reduce sus propias oportunidades. Caballeros, las mujeres son la clave del cambio».[6]

En julio, 2015 Ghunaimat se opuso a la práctica en algunas instituciones jordanas y empresas privadas que obligan a la mujer, tanto musulmanas como no-musulmanas, a utilizar el hijab. Ella afirmó que la decisión de usar o no el hijab es un tema personal y que cada mujer debería tomarla en base a sus inclinaciones y creencias y enfatizó que ella misma se negaría a cumplir con tal regla, ya que la libertad no es un tema negociable.

Ella escribió: «Existe una universidad privada [en Jordania] que le niega la entrada a las mujeres que no llevan puesto un hijab. Las estudiantes que [usualmente] no llevan puesto uno están obligadas a cubrirse la cabeza en las premisas universitarias si desean completar sus estudios. En una larga conversación que [tuve] con una estudiante que no usa un hijab fuera de las premisas universitarias, me dijo que se ve obligada a cumplir con lo requerido por la universidad, de lo contrario no podrá completar sus estudios.

«Otro ejemplo es el intento de un banco jordano de imponer una vestimenta específica [código sobre sus empleados, que incluye] un hijab para las empleadas, incluyendo aquellas que no son musulmanas. Esta es una práctica que niega [la existencia del] otro y tiene repercusiones e implicaciones sumamente graves.

«La pregunta es, cómo es que nosotros, siendo musulmanes, podemos criticar a Occidente por prohibir el hijab en las escuelas, universidades y a veces también en los lugares de trabajo, mientras hacemos exactamente lo mismo, solo que en dirección opuesta. No existe diferencia entre los dos casos: en el primer caso, la mujer está obligada a renunciar al hijab a la fuerza de una decisión y en la segunda, se ve obligada a usarlo por la fuerza de una decisión! Yo no sé cómo podemos acusar al mundo de violar la libertad de los musulmanes y atacar su privacidad mientras nos permitimos comportarnos de la misma forma.

«Pude entender que la administración de la universidad tomara tal decisión si fuese parte de un centro educativo religioso tal como Al-Azhar. Pero estamos hablando de una universidad privada que cobra miles de dinares por otorgar títulos académicos… ¿Si la universidad hubiese estado ubicada en una casa de culto, esta decisión hubiese sido muy lógica, [pero no lo es]. Este comportamiento tiene un solo significado: [implica] una visión muy escueta de los objetivos del Islam y de las mujeres. ¿Qué objetivo tiene para las estudiantes que cubren sus cabezas si se lo quitan cuando abandonan las instalaciones universitarias? ¿De qué sirve imponerles que cubran sus cabezas si no es parte de su [comportamiento] y creencias personales?

«Otro punto tiene que ver con estudiantes que no son de origen musulmán [pero] que desean saber más sobre nuestra religión. ¿Tenemos derecho a imponer nuestras creencias solo porque decidieron estudiar en una universidad específica?

«Este artículo no debería interpretarse de que me opongo al hijab. Yo [simplemente] creo que este asunto es un tema de libertades y creencias [personales] y no de coerción, independientemente de si estamos hablando de utilizar el hijab o de quitárselo.

«Con la propagación de la ideología radical que no piensa sino solo en asesinar mujeres, o lo que es peor, venderlas en los mercados de esclavos, debemos actuar de manera sensata y razonable en tratar con los temas de la mujer, para que no nos parezcamos a los radicales, incluso sin quererlo.

«Francamente, si yo hubiese estado en el lugar de estas mujeres que están siendo puestas a prueba, no hubiese aceptado [utilizar el hijab]. Porque las libertades no pueden ser otorgadas [solo] en parte y no son tema de negociación, ni siquiera en aras de obtener un título académico o un trabajo».[7]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/jumana-ghunaimat-%E2%80%93-editor-al-ghad-daily-jordans-government-spokesperson-and-state-minister


[1] Véase la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1403 – Ante presión del FMI y disminución de la ayuda exterior, Jordania busca poner fin a la dependencia económica y política de sus aliados, 25 de junio, 2018.

[2] Al-Ghad (Jordania), 15 de junio, 2018.

[3] Facebook.com/Jumana.ghunaimat, 17 de junio, 2018.

[4] Al-Ghad (Jordania), 28 de julio, 2016. Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 6633 – Crítica en Jordania y en Autoridad Palestina sobre el tema de la marginación de la mujer en la arena pública y política, 29 de septiembre, 2016.

[5] Mujeres del movimiento islámico Al-Murabitoun, que realizan protestas vocales en el complejo Al-Aqsa en Jerusalén, en especial para evitar que los judíos oren allí.

[6] Al-Ghad (Jordania), 10 de octubre, 2015. Véase la serie de MEMRI Investigación y Análisis No. 1212 – Mujeres palestinas al frente del actual alzamiento, 16 de diciembre, 2015.

[7] Al-Ghad (Jordania), 11 de julio, 2015; véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 6147 – Editora del diario jordano Jumana Ghunaimat: Forzar a la mujer a utilizar el hijab infringe su libertad, 2 de septiembre, 2015.

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