El 10 de febrero del 2013, la agencia de noticias iraní Fars, cercana al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRII), publicó una entrevista con Zeinab Hadad, una estudiante iraní quien regresó recientemente luego de haber permanecido ocho años en Siria, debido a temores sobre los combates allí. El artículo fue retirado poco después de que apareció en el portal, tal vez porque mostraba la verdadera gravedad de la crisis en Siria, incompatible con la visión oficial de Teherán – es decir, que será resuelto muy pronto por el Presidente sirio Bashar Al-Assad – o a su crítica al tratamiento de Teherán hacia los iraníes que huyeron de Siria. Sin embargo, la entrevista fue citada por otros portales iraníes, incluyendo Tabnak.
En la entrevista, Hadad reitera las afirmaciones del régimen iraní de que la revolución siria tiene sus raíces en los círculos salafistas financiados por Arabia Saudita, Qatar, Turquía e Israel con el objetivo de fomentar disturbios allí. Ella continúa afirmando en la entrevista que Assad podría haber evitado la propagación de la crisis si hubiese mostrado moderación en Dera’, cuando los disturbios comenzaron en febrero, 2011. Comenta que alrededor del 60% de los sirios quiere que el régimen de Assad permanezca por temor a que Siria se convierta en otro Afganistán o Libia, y describe las dificultades de la vida durante los combates, especialmente en Damasco. Habla sobre la persecución de alauitas y chiítas, quienes son tratados como infieles y capturados por los rebeldes, añade que el régimen está organizando y armando milicias locales para purgar las áreas de los rebeldes, y que es por eso que la lucha continúa.
Hadad también compara el tratamiento de Irak hacia sus ciudadanos que regresan de Siria con el tratamiento del régimen iraní a sus propios ciudadanos que retornan, y acusa al gobierno del Presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad de abandonarlos.
Lo siguiente son los puntos principales de la entrevista:
«Los líderes de los rezos [en Siria] que se oponen al régimen sirio… recibieron órdenes de Qatar, Arabia Saudita y Turquía» para que fomenten disturbios, «los manifestantes [en Siria]… dispararon contra la multitud [es decir, sus compañeros manifestantes] de manera que [pareciera] que el régimen estaba oprimiendo al pueblo»
P: «Preséntese ¿Qué hacia usted en Siria?»
R: «Soy Hadad Zeinab. Me fui de [Irán] a Siria a cursar estudios [allí], y viví en Damasco durante ocho años. Estoy estudiando odontología. También me case con un iraní que reside en Siria».
P: «¿Cómo comenzaron las protestas?»
R: «Al principio, hubo motines populares no violentos, y el pueblo presentó sus demandas – estas protestas fueron principalmente en Homs, Alepo y Hama, pero poco a poco se extendieron a Damasco, ya que durante el año pasado, Damasco también ha estado convulsionado. Las protestas fueron populares pero no espontáneas, [el malestar] fue provocado, principalmente en las mezquitas, destinadas a cambiar el régimen».
P: «¿Quién avivaba el [malestar]?»
R: «Los líderes de los rezos que se oponen al régimen sirio. Estos recibieron órdenes de Qatar, Arabia Saudita y Turquía».
P: «¿Eran salafistas?»
A: «Sí. Al principio, la gente no lo sabía, pero luego se hizo evidente de que estaban recibiendo órdenes de ‘Adnan [Al]’Ar’our, el muftí de los salafistas en Siria, quien reside en Arabia Saudita. Los manifestantes se armaron poco a poco, y le dispararon a la multitud [es decir, a sus compañeros manifestantes] para [hacer creer] que el régimen estaba oprimiendo al pueblo. Este proceso continuó hasta el primer atentado en Damasco hace un año. Los opositores del régimen sirio asumieron su responsabilidad por este atentado, que se produjo en una base militar cercana a Kafr Sousa».
P: «¿Participó también gente común en los violentos disturbios?»
R: «Lo hicieron al principio, pero luego, se presentaron algunos de estos matones en las afueras de la ciudad. Vi personalmente la forma en que les pagaron para que realizaran los disturbios. A cada uno se le pagó alrededor de 500 liras, pero porque eran matones, y desempleados, no estaban contentos ni siquiera con esta cantidad.
«El dinero fue repartido en las mezquitas. Algunos de [estos matones] se quedaban fuera de las mezquitas y entonaban consignas mientras concluían los rezos públicos. Estaban armados, y se presentaron como feligreses».
P: «¿Hubo extranjeros entre los manifestantes?»
R: «No en Damasco. Pero en otras ciudades sirias, estaban aquellos de Libia, Afganistán, Chechenia, Arabia Saudita, Túnez. Al-Qaeda también envió a [sus agentes] en Irak a Siria».
P: «¿Qué operaciones [en contra de Siria] se llevaron a cabo desde [territorio] turco?»
R: «De Turquía llegó mucha gente armada y equipada, ya que desde el comienzo [de la crisis] la frontera turca estaba en manos del Ejército de Liberación Sirio (ELS), que hacía lo que quería [allí]. Al principio, los sirios inicialmente protestaron [contra el régimen], pero cuando la situación llegó al punto [de caos], se dieron por vencidos, diciendo: No queremos que nuestro país sea arruinado como Afganistán e Irak»
P: «Dicen que el ELS sacó gente de sus casas y las convirtieron en fortalezas».
R: «Sí, esto le pasó a mi casa también. Me echaron, y porque soy iraní tuve que huir, porque amenazaron con matarme. Poco después, familiares me dijeron que el ELS había tomado la casa y que no podía regresar a esta. Mayormente, entran en casas vacías y las convierten en fortalezas. En Husseiniyya, en las afueras de Damasco, el ELS expulsó a todos, de sus hogares, y anunció que la zona era estratégica y que todo el mundo tenía que irse».
P: «¿Huyeron todos los residentes cuando sus casas fueron ocupadas?»
R: «No todos. Los sunitas sirios se quedaron, pero los chiítas y nosotros los iraníes nos fuimos».
P: «¿Hay casas en Damasco en manos del ELS?»
R: «La mayoría de ellas, sólo el centro de la ciudad está en manos del régimen».
«El ELS persigue a chiítas y alauitas y los asesina»
P: «[Cuéntenos] sobre Jabhat Al-Nusra».
R: «Este frente fue establecido en Aleppo. Ellos anunciaron que no están vinculados ni al régimen ni al ELS, y que quieren establecer un gobierno islámico en Aleppo, [anunciaron] [el establecimiento de] un emirato islámico, y el nombramiento de un emir. Estas personas no han entrado todavía en Damasco».
P: «De vez en cuando, hay crímenes brutales y una masacre generalizada, que cada bando acusa al otro de haber cometido ¿Qué opina usted de esto?»
R: «Mientras estuve allí, el régimen no asesinó a nadie inocente o a ningún ciudadano, sino [sólo] fue contra los individuos armados que las [disparaban]. No vi a nadie entrar en las casas y asesinar gente. Fue el Jabhat Al-Nusra y el ELS que hicieron todo esto, atribuyéndoselas al régimen. La mayoría de los sacrificados eran partidarios del régimen, y la mayoría de las víctimas eran chiítas».
P: «¿Cree esto también el pueblo sirio?»
R: «Los sirios están divididos en dos grupos. La mayoría dijo [al principio] que el régimen sirio está llevando a cabo una masacre, pero luego se dieron cuenta de que eran los terroristas extranjeros que llevaban a cabo estas operaciones. No existe ningún país [en el mundo] donde las autoridades socavarían la seguridad [nacional]; la mayoría de los [sirios] se da cuenta de esto».
P: «El pueblo no emprendió ninguna operación para defenderse?»
R: «Algunas áreas en las afueras de Aleppo están habitadas por chiítas. Estas áreas han sido rodeadas por el ELS desde hace ya algún tiempo, y los residentes se han visto obligados a armarse. Pero dentro de Damasco, los residentes comunes están desarmados.
«Desde hace algún tiempo, el ejército ha estado limpiando las áreas y luego arman a un grupo de personas en estas áreas para que puedan defenderse por si mismos. Este grupo, el Comité Popular, ha establecido [ramas] en todas las regiones, están armados, y realizan inspecciones en vehículos y personas».
P: «¿Cuál es la situación de las minorías?»
R: «Ellos apoyan al régimen, por lo que sus áreas están rodeadas por el ELS. En las zonas minoritarias, se establecieron comités populares, y no le permiten a nadie la entrada. Así, por ejemplo, en la zona de Bab Touma, el área cristiana más extensa [en Siria], no ha sucedido nada».
P: «Durante los enfrentamientos en Siria, parece ser que las cosas empeoran para los chiítas y alauitas ¿No es así?»
R: «. Sí. El ELS persigue a chiítas y alauitas, y los asesina. Incluso arrestan gente por sus nombres y por el lugar dónde viven. Los alauitas en las fuerzas armadas, la policía y las [fuerzas] de seguridad se encuentran bajo una fuerte presión, y sus familias están bajo constante amenaza».
P: «¿Cuál es la situación de seguridad en Siria en este momento?»
R: «La gente se ha acostumbrado a esta situación, pero en Damasco las cosas no son tan buenas. El aeropuerto de la ciudad está abierto, pero las carreteras a este no son seguras. No hay gasolina, kerosene, ni electricidad, ni alimento. Los precios han subido y la mayoría de los trabajadores del sector privado están desempleados. El precio del pan se ha triplicado.
«El público se ha dado cuenta de que cometió un error, y hoy día más del 60% quiere que Assad se quede. En la actualidad el país está dividido – parte por el régimen, y la otra parte está en manos del ELS. Mientras que el ejército sirio asegura una zona, y la limpia [de rebeldes], el ELS regresa un poco más tarde. Últimamente, ha habido una reflexión sobre la forma de mantener limpias las áreas que ya fueron limpiadas, y han establecido los llamados Comités Populares. Esto puede ser una razón por el cual la lucha continúa allí».
«El gobierno de Israel está detrás de todos estos disturbios»
P: «Siria fue uno de los países más estables de la región ¿Cómo fue que se volvió inestable?»
R: «En los últimos dos años, Siria ha estado enredado en este problema, pero las raíces de este comenzaron hace una década, cuando varios países, entre ellos Arabia Saudita, Qatar, Libia, e incluso Israel, canalizaron dinero y la ideología salafista [sobre este]».
P: «¿Qué papel juega Israel entre los que vienen [a Siria] con el fin de emprender el Jihad?»
R: «Al-Jabhat Nusra le declaró la guerra al régimen sirio en nombre del Islam. Ellos creen que el Islam sólo tiene una corriente sunita, y que los chiítas y alauitas son infieles contra los que hay que librar el Jihad… Puede decirse que el régimen israelí está detrás de todo este malestar. Israel está tratando de ganar tranquilidad para sí mismo desde ambos lados [es decir, del régimen sirio y los salafistas], mediante el envío de salafistas a Siria y con su guerra contra el régimen [sirio].
«El régimen de Assad también cometió errores, comenzando por Der’a. Si [el régimen] hubiese sido moderado en sus relaciones con los líderes tribales de la zona, las cosas habrían sido diferentes, pero esto no se hizo. Las élites allí fueron irrespetadas, y eso insultó el honor de los residentes allí».
Después de regresar a Irán, nos trataron mal: «En Siria – que ni siquiera es nuestro propio país – podíamos trabajar, pero en Irán, no se nos permite hacerlo!»
P: «¿Cuándo saliste de Siria?»
R: «Después del atentado de [julio, 2012] a la oficina de seguridad del edificio [es decir, la sede del Consejo Nacional de Seguridad] en Damasco, que causó la muerte del [Viceministro de Defensa] sirio Assef Shawkat, la situación de seguridad en Siria se volvió crítica. El día después del atentado, fui a la embajada de Irán con el fin de regresar [a Irán], y muchos iraníes estaban allí. La embajada anunció que no podía hacer nada [por nosotros]. Más tarde, me di cuenta de que la embajada les había dicho a sus empleados que el viernes habría un avión privado que podían tomar. Me acerqué al embajador [iraní] y le dije que me llevara a mí también. Dijo que no había cupo, pero me fui al aeropuerto ese viernes sólo en caso de que hubiera una posibilidad de que pudiese abordarlo.
«Ese mismo viernes, el gobierno iraquí envió seis aviones para todos los ciudadanos iraquíes que se encontraban en el aeropuerto, sin costo alguno para ellos. Pero los funcionarios iraníes nos dijeron que cualquiera que quisiera regresar a Irán tenía que pagar $150. Aquellos que tenían dinero, pagaron y regresaron [a Irán].
«Mojtaba Hosseini, el representante del Líder [Supremo] iraní [Ali Jamenei en Siria], fue muy servicial en este asunto. Envió a su representante al aeropuerto de [Damasco] para que lleve a los [iraníes] que ya no tenían un lugar donde vivir a un seminario religioso».
P: «¿Y qué pasó con ellos?»
R: «Muchos permanecieron [en Siria], y se alojaron en el seminario porque no tienen [familia] en Irán…»
P: «¿Y qué pasó con los que regresaron a Irán?»
R: [Las calificaciones académicas de] los que estudiaron en Siria [no fueron aceptadas,] y tuvieron que mediar [sus calificaciones con las de las instituciones sirias]. Y, los que no habían servido en el ejército iraní fueron reclutados. Muchas familias que [regresaban de Siria] se vieron obligados a ir a Qom, donde los seminarios religiosos les organizaron una recepción. Pero el gobierno no les proporcionó ningún servicio en lo absoluto».
P: «¿Quiere decir que el gobierno no ha hecho nada hasta ahora por los refugiados iraníes?»
R: «No hay medidas reales que se hayan tomado».
P: «¿Qué han hecho los refugiados en Teherán»
R: «La mayoría de ellos viven en el [área del sureste de Teherán] Dowlatabad. Los que estudiaban [en Siria] quisieron tomar los exámenes… Se les dijo que tenían que inscribirse en las clases, y que si eran aceptados, tendrían que promediar [las notas que habían obtenido en Siria].
«En Siria – que ni siquiera es nuestro propio país – podemos trabajar, pero en Irán, no se nos permite hacerlo!»
«Las autoridades iraníes no están haciendo nada para aliviar la difícil situación del los refugiados»
P: «¿Qué ha hecho usted sobre esto?»
R: «Le he escrito a la Oficina de la Presidencia [es decir a Ahmadinejad] y a otras instituciones gubernamentales, pero fue en vano. Si no tuviéramos nuestra tarjeta de identificación iraní, estaríamos en mejor forma.
«Los que fueron a Qom tampoco están en tan buena forma. A pesar del frío, los refugiados iraníes tienen que vivir en casas sin puertas ni ventanas, en un pueblo cerca de Qom.
P: «Turquía, Jordania y el Líbano han creado centros de acogida para refugiados. Hay iraníes entre ellos?»
R: «Durante los combates en la zona Sayyidah Zeinab, Hezbolá transfirió a chiítas sirios hacia el sur del Líbano, colocándolos en apartamentos y les ayudó con dinero mensualmente. Puede haber algunos iraníes entre ellos – pero no hay ni un solo iraní en los centros de acogida de refugiados en Turquía y Jordania».
P: «¿Tiene usted algún mensaje para los funcionarios del [régimen iraní]?»
R: «Por desgracia, los funcionarios del [régimen] creen que los refugiados iraníes que regresaron de Siria necesitan dinero – y debido a que no hay dinero [para darles], no trataran con ellos.
«Pero los iraníes que regresaron [de Siria] quieren seguridad, no que les den dinero. En Siria tenían dinero, una vida respetable, una casa, un auto, y educación superior.
«Las autoridades iraníes no están haciendo nada para aliviar la situación de los refugiados».