Introducción

El reciente deterioro de la situación pública y política de Hezbolá en el Líbano se ha vuelto aparente también entre la población chiíta del país. Desde la confirmación de informes de que Hezbolá está involucrado en la lucha junto al régimen de Assad en Siria,[1] Más y más chiítas independientes en el Líbano – incluyendo a clérigos, políticos, periodistas y activistas civiles y sociales – se pronuncian en contra de esta política, que afirman contraviene los valores de la resistencia y las relaciones entre sunitas y chiítas, y daña los intereses libaneses. Cabe mencionar que estas críticas han sido durante mucho tiempo reconocidas por los opositores de Hezbolá, sin embargo, parece ser que la erosión de carácter público y político del Hezbolá entre los distintos sectores en el Líbano durante el último año[2], les ha animado a hablar y a aumentar sus críticas hacia la organización.

Temiendo por su estatus público y político en la población chiíta del país, y también al temor del establecimiento de un movimiento político chiíta competitivo, Hezbolá lanzó un ataque mediático masivo contra figuras prominentes entre los chiítas independientes. El ataque fue llevado a cabo por el diario libanés Al-Akhbar, asociado a Hezbolá, y tenía por objeto hacer ver a estas figuras como traidores.

En respuesta, estos chiítas independientes lanzaron un contraataque, afirmando que Hezbolá utiliza el terrorismo ideológico y físico contra sus oponentes en la comunidad chiíta, que muchos chiítas libaneses los apoyan por miedo, y que los chiítas tienen derecho a establecer un nuevo movimiento.

Chiítas independientes llaman a compañeros chiítas a que apoyen a los rebeldes sirios

El 9 de agosto del 2012, dos clérigos chiítas libaneses – el Muftí de Tyre Sayyed Muhammad Hassan Al-Amin, y el miembro del Consejo Supremo Islámico chiíta Sayyed Hani Fahs – emitieron un comunicado llamando a los chiítas del Líbano «a apoyar las intifadas populares… específicamente la justa Intifada siria», ya que esta postura «está en línea con nuestra fe, humanidad, nacionalismo y arabismo, y nuestra conexión con el [mundo] musulmán». El comunicado agregó que el apoyo al levantamiento sirio es «una continuación de nuestro patrimonio chiíta, según el cual hay que combatir en contra de los opresores estén donde estén y ayudar a los oprimidos dondequiera que se encuentren, [ya] que esto es lo requerido por el deber religioso [como clérigos]…»[3] Dos semanas más tarde, el 24 de agosto del 2012, unos 70 chiítas en el Líbano – clérigos y activistas políticos y sociales, incluyendo a Muhammad Hassan Al-Amin, su hijo, el periodista ‘Ali Al-Amin; Hani Fahs, y el activista político y social Luqman Salim – emitieron un comunicado similar. En este, pidieron a todos los que «desean preservar el verdadero carácter y patrimonio del chiísmo… a que expresen una postura valiente, fiel y comprensiva respecto a la Intifada de los pueblos árabes».[4] Estos comunicados implican críticas al Hezbolá por su apoyo político y militar al régimen sirio.

A los clérigos Muhammad Hassan Al-Amin y Hani Fahs se sabe desde hace muchos años que son opositores de Hezbolá e Irán, y han criticado reiteradamente las armas de Hezbolá y su lealtad hacia Irán y el Mandato del Jurisprudente. Según ellos, Irán explota a los chiítas libaneses, perjudica las relaciones chiítas-sunitas en el Líbano, y utiliza la causa palestina para aumentar su influencia en el mundo árabe. Sin embargo, parece ser que los recientes comunicados hicieron más daño al Hezbolá que sus declaraciones anteriores, ya que fueron percibidas por la organización como un intento de dañar su estatus dentro de la comunidad chiíta y como un paso hacia el establecimiento de un liderazgo competitivo chiíta independiente, libre de la influencia de Irán y Siria.

Las aprehensiones del Hezbolá también provinieron del hecho de que ha habido una disminución general de su condición política y pública en el Líbano, y las críticas en contra de la posesión de sus armas y su implicación militar en Siria han aumentado, incluso entre elementos que, hasta hace poco, la apoyaron o estuvieron cerca de este, tales como el Presidente libanés Michel Suleiman. Además, existen informes de un cisma dentro de la organización entre el brazo militar, que apoya la participación militar en Siria, y el brazo político, que se opone a este.[5] Además, hay informes de que la participación del Hezbolá en Siria ha provocado críticas incluso de chiítas que no son conocidos como opositores al Hezbolá: De acuerdo con el portal Middle East Online, antes de la publicación de sus comunicados, Muhammad Hassan Al-Amin y Hani Fahs se reunieron con otros dignatarios chiítas, que se opusieron al apoyo del Hezbolá con el régimen sirio,[6] Sheikh Muhammad ‘Ali Al-Jozo clamó en nombre de muchas familias chiítas que la participación militar de Hezbolá en Siria estaba amenazando sus relaciones con los sunitas en el país,[7] y el diario Al-Mustaqbal informó que los círculos chiítas en Zahle al oeste del Líbano han expresado objeciones a la participación de Hezbolá en Siria.[8]

Pese a la afirmación de Fahs de que el comunicado no fue un intento de hablar en contra de los dirigentes políticos de la comunidad,[9] Hezbolá se sintió amenazado desde dentro y lanzó una campaña mediática sin precedentes en el diario Al-Akhbar con el fin de representar a sus opositores chiítas como traidores no dignos de dirigir a los chiítas del Líbano.

Diario pro-Hezbolá Al-Akhbar: Estos chiítas son traidores

La aprehensión del Hezbolá se deriva de la intensidad de su contraataque en Al-Akhbar. Entre el 14 al 20 septiembre del 2012, el diario publicó una serie de cables que supuestamente fueron intercambiados entre la Embajada de Estados Unidos en Beirut y la administración estadounidense durante un período de cuatro años a partir del 2006 (el año de la segunda guerra del Líbano) hasta el 2010.[10] Los cables, originalmente dados a conocer por WikiLeaks, fueron publicados en Al-Akhbar, bajo el título «Los Chiítas de la Embajada de [Estados Unidos]: Auto-sacrificándose por el [ex-embajador estadounidense Jeffrey] Feltman». Estos se refieren a los vínculos entre la embajada y varios chiítas notables que se oponen al Hezbolá, incluyendo al ex Muftí de Tyre Sayyed ‘Ali Al-Amin, el activista político y social Luqman Salim, el periodista ‘Ali Al-Amin; el Muftí Ja’fari Ahmed Taleb, yerno de Sayyed Fadlallah, Duraid Yaghi, el diputado del líder druso Walid Jumblatt, Ahmad Al-As’ad, presidente del «Movimiento Pertenencia Libanés»; Jeque Ma’rouf Rahal, el MP libanés y ex ministro Muhammad ‘Abd Al-Hamid Beydoun, Jeque Muhammad ‘Ali Al-Hajj, el ex MP Salah Al-Harakeh; el encabezado de la Cámara de Comercio Al-Nabatieh ‘Abdallah Bitar, el ex ministro Ibrahim Shams Al-Din, y ‘Ali Hamadeh – hijo del ex jefe del Parlamento Sabri Hamadeh.

El diario representó a estos funcionarios como traidores que colaboran – algunos de ellos por dinero – con los intentos por la embajada estadounidense en dañar y perjudicar el estatus del Hezbolá en la población chiíta y establecer una competencia de liderazgo chiíta[11] También les acusó de espiar para los Estados Unidos quienes transfieren información respecto a Hezbolá y sus actividades militares y asesoran a los estadounidenses sobre la forma de operar en contra de Hezbolá, etc. El diario incluso afirmó que Luqman Salim se había reunido con el ex asesor del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en Washington, y estaba interesado en conversaciones futuras con los israelíes.

Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/7017.htm

*E. B. Picali es compañero de investigación en MEMRI.


[1] Véase el informe No. 916 de la serie Investigación y Análisis de MEMRI, ‘Lucha entre fuerzas en el Líbano se refleja en su participación en Siria’, 3 de enero, 2013.

[2] Véase el informe No. 861 de la serie Investigación y Análisis de MEMRI, ‘Deterioro de la situación de Hezbolá en el Líbano’, 25 de julio del 2012, Véase el informe No. 891 de la serie Investigación y Análisis de MEMRI, ‘Presidente libanés Michel Suleiman se manifiesta en contra de Hezbolá y sus armas, 22 de octubre, 2012.

El 4 de diciembre del 2012, la organización palestina Ansar Allah, que opera en el campo de refugiados Ein Al-Hilweh, cerca de Tyre y es considerada el ala militar de Hezbolá en los campos de refugiados palestinos, anunció que cortaría todas sus ataduras políticas, de seguridad y militares con Hezbolá. Al-Mustaqbal (Líbano, 5 de diciembre, 2012).

[3] Nowlebanon.com, 9 de agosto, 2012.

[4] Al-Mustaqbal (Líbano), 25 de agosto, 2012.

[5] El Daily Telegraph (Líbano), 27 de octubre, 2012. El informe citó fuentes chiítas diciendo que este cisma había causado la cancelación de la conferencia tri-anual del Hezbolá, que determina el liderazgo y el curso de acción de la organización.

[6] Middle-east-online.com, 13 de agosto, 2012.

[7] Al-Mustaqbal (Líbano), 29 de octubre, 2012.

[8] Al-Mustaqbal (Líbano), 19 de noviembre, 2012.

[9] Al-Siyassa (Kuwait), 15 de agosto, 2012.

[10] Al-Akhbar (Líbano), 14, 17-20 de septiembre, 2012.

[11] Un artículo en octubre, 2012 en Al-Akhbar dijo que el asesor jefe del departamento antiterrorismo del Presidente Obama John Brennan había decidió en mayo, 2012 trabajar con el fin de debilitar a Hezbolá y reforzar a los elementos moderados chiítas. Al-Akhbar (Líbano), 29 de octubre, 2012.