Introducción

La semana pasada, hubo un avance significativo en la lucha sectaria en el Líbano entre sunitas y chiítas, y en las actividades de los grupos salafistas extremistas en el país. Ahmad Al-Asir, el jeque salafista de Sidón, junto a sus partidarios armados, inició una lucha armada contra el ejército libanés – que calificó de «chiíta» y un ejército «iraní» – y llamó en los sunitas dentro del ejército a desertar inmediatamente y unirse a él en su lucha.[1]

Este desarrollo es una etapa más en el conflicto sectario en el Líbano entre sunitas y chiítas, este último liderado por Hezbolá, que intensificó a principios de este mes luego que el Secretario General del Hezbolá Hassan Nasrallah, reconoció la participación militar de Hezbolá en Siria,[2] y luego que los insurgentes sirios en Al-Qusayr fueron derrotados por el ejército del Presidente sirio Bashar Al-Assad y Hezbolá. La razón de la tensión que llevó a la lucha armada es el hecho de que numerosos salafistas en el Líbano creen que el ejército libanés está operando en contra de los sunitas, con pocos que ven al ejército, y es especial a todo su aparato de inteligencia militar, como un Hezbolá adicional y brazo chiíta en el Líbano.

La lucha entre el ejército libanés y algunos elementos salafistas no es un fenómeno totalmente nuevo. Durante el año pasado, y ante el hecho de que cada una de estos bandos libaneses han estado involucrados en los enfrentamientos en Siria, algunos de los elementos salafistas en el Líbano han comenzado a acusar al ejército libanés y a los aparatos de seguridad de parcialidad pro-Hezbolá – y algunos incluso calificándolos de «apóstatas». En los últimos meses, se han producido enfrentamientos entre el ejército libanés y elementos salafistas en el país, y el líder de la corriente salafista, incluso ha amenazado en más de una ocasión, de que emitirá un fatua llamando al jihad contra el ejército.

Tal como se mencionó, la semana pasada esta lucha se intensificó aún más, en una lucha armada.

Enfrentamientos violentos armados entre los salafistas y los militares

Las tensiones entre los salafistas libaneses y los militares en las últimas semanas se han visto reflejadas en una serie de enfrentamientos armados entre las dos partes en diversas partes del país. La mayoría de estos enfrentamientos estallaron cuando el ejército intentó detener los enfrentamientos entre sunitas y chiítas, en un número de zonas del Líbano, que fueron provocados por la guerra en Siria, y en especial por la batalla de Al-Qusayr. Por ejemplo, el 19 de mayo del 2013, tras los sucesos de Al-Qusayr que provocaron una nueva ronda de enfrentamientos armados entre ‘alauitas y sunitas en la ciudad norteña de Trípoli, el ejército informó de tiroteos en sus posiciones en la ciudad.[3] El conflicto sectario también estalló al norte del Valle Bekaa, al noreste del Líbano, entre el pueblo fronterizo sunita de ‘Arsal y la cercana ciudad chiíta de Al-Luba. El 20 de mayo, este conflicto se tornó en un violento enfrentamiento entre «los sunitas de ‘Arsal y el ejército, cuando el primero intentó bloquear la carretera Beirut-Damasco.[4]

La relación entre los salafistas y el ejército continuó deteriorándose, y las tensiones entre los salafistas y el ejército llegaron a su punto culminante el 23 de junio, cuando se produjeron enfrentamientos en Sidón entre el ejército y el prominente jeque salafista de Sidón Ahmad Al-Asir.[5] Los hombres de Al-Asir utilizaron armas de fuego, morteros y fuego francotirador contra el ejército, y al mismo tiempo, y con la ayuda de los activistas locales de Al-Jamaa Al-Islamiya (la Hermandad Musulmana Libanesa), también trataron de bloquear la carretera de la costa y se enfrentaron a los soldados que vinieron a dispersarlos. Grupos salafistas extremistas del campo de refugiados palestinos cercano a ‘Ain Al-Hilweh se unieron a la batalla en el bando de los salafistas, disparando morteros hacia los puestos de control del ejército a la entrada del campamento.[6]

Los combates terminaron después de un día o menos, cuando el ejército tomó el control de la base militar de Al-Asir en la ciudad de Sidón y detuvo a varios de sus combatientes, el propio Al-Asir huyó con algunos de sus hombres a un lugar desconocido. Dieciocho soldados del ejército murieron y unos 100 resultaron heridos en los enfrentamientos,[7] y el equipo de Al-Asir sufrió bajas también, aunque las cifras no se conocen. En la mezquita de Al-Asir, el ejército descubrió grandes cantidades de armas, municiones y equipos militares, así como las banderas de Jabhat Al-Nusra, el mayor grupo combatiente salafista-jihadista en Siria.[8] Los enfrentamientos de Sidon también desencadenaron conflictos, aunque no los armados, entre el ejército y los salafistas en otras partes del país – en Trípoli, el Beqa’ y Beirut[9]

Este conflicto representa una escalada, en la que se involucraba una acción directa, organizada y planificada de un grupo salafista libanés contra el ejército, y también respecto a la extensión de los combates. Por otra parte, de acuerdo con los medios de comunicación afiliados a las distintas partes en el Líbano, otras fuerzas libanesas se unieron a la lucha, transformándolo en una lucha integral con tintes sectarios. El diario Al-Mustaqbal informó, citando fuentes en Sidón, de que los combatientes de Hezbolá habían participado en las hostilidades junto al ejército,[10] mientras que Al-Asir dijo también en su cuenta Twitter que los combatientes de Hezbolá y el «movimiento Amal estaban luchando junto al ejército. Por el contrario, Al-Akhbar, cercano a Hezbolá y al portal propiedad de Hezbolá Alahednews.com.lb, afirmó que los partidarios de la facción Al-Mustaqbal habían participado en los combates contra el ejército en Sidón y Beirut, así como también en la carretera de la costa.[11]


Imagen en el portal del Hezbolá: Al-Asir y Al-Mustaqbal son uno y lo mismo (alahednews.com.lb, 23 de junio, 2013)

El presente conflicto – una escalada en las tensiones preexistentes entre salafistas y los militares

Estos últimos enfrentamientos entre el ejército y los salafistas, especialmente Al-Asir y sus seguidores, representan una escalada de las tensiones ya existente entre las dos partes. En los últimos meses, elementos salafistas han acusado al ejército de seguir una política partidista, es decir, de apoyar a Hezbolá en el Líbano y le permite ayudar al régimen sirio mientras frustran a los sunitas que desean ayudar a los rebeldes sirios. El asunto alcanzó un estado tal que algunos salafistas y sus partidarios llamaron a una negación masiva a la inducción militar. Manifestaciones anti-ejército se llevaron a cabo, y el ejército fue acusado amargamente de actuar contra los sunitas y seguir las directrices de Hezbolá y los regímenes sirio e iraní. La tensión llegó a un punto crítico cuando el fundador de la corriente salafista en el Líbano, el Jeque Da’i Al-Islam Al-Shahhal, amenazó con emitir fatuas llamando al jihad contra cualquiera que perjudique a los sunitas – incluyendo el ejército.

Esta tensión preexistente se reflejó en una serie de enfrentamientos e incidentes en el último año, por ejemplo:

1. El 20 de mayo del 2012, Ahmad Abd Al-Wahed, prominente jeque salafista en el norte del Líbano, y su compañero el Jeque Khaled Merheb, quienes estaban en camino a una manifestación contra el régimen sirio, fueron asesinados en un retén militar al norte de la provincia de ‘Akkar por disparos de los soldados libaneses. Un parlamentario de la facción Al-Mustaqbal, Khaled Al-Dhaher, quien representa a la región norte, dijo en respuesta al incidente: «No queremos ver a los militares o los vehículos militares en los puestos de control en nuestra [región]». Agregó que el oficial que dio la orden de disparar es «cercano al [partido] de Michel ‘Aouny y a Hezbolá», y pidió a los jóvenes del ‘Akkar no unirse al ejército.[12] El parlamentario Hadi Habish, de la misma facción, le dijo el ejército libanés que «adoptara una postura imparcial hacia ambos bandos».[13]

2. A principios de febrero del 2013, un escuadrón de inteligencia militar asesinó al residente de ‘Arsal Khaled Ahmad Hamid, conocido partidario de los rebeldes sirios que, según el ejército, fue sospechoso de estar implicado en terrorismo. Varias horas más tarde, decenas de sus conciudadanos se vengaron matando a dos oficiales de la escuadra involucrada en el incidente, e hiriendo a otros. El ejército, por su parte, acordonó la ciudad hasta que los presuntos culpables fueron capturados o fuesen delatados.[14] Dos semanas más tarde, el Jeque Da’i Al-Islam Al-Shahhal, fundador de la corriente salafista en el Líbano, llegó a la ciudad y amenazó en contra del ejército, advirtiendo que no deshonrará a los residentes.[15] El Jeque Al-Asir expresó amenazas similares, diciendo que «cualquier operación militar contra ‘Arsal será vista como una operación militar contra la secta sunita en su totalidad».[16] En una ocasión posterior, afirmó que los aparatos de inteligencia militar habían operado en ‘Arsal por órdenes del Hezbolá, a fin de hacer que el pueblo sunita, que apoya a los rebeldes sirios, no les pueda ayudar en sus luchas contra Hezbolá y el ejército sirio.[17] El 8 de febrero, el diario Al-Safir informó sobre una señal que había sido colocada en Trípoli, presuntamente dirigida al ejército, la cual dijo: «Ya no guardaremos silencio sobre el permitir que corra la sangre de los sunitas. Sacrificaremos nuestras almas y nuestra sangre por ustedes, Oh leones de ‘Arsal».[18]

3. El 12 de marzo del 2013, el Jeque ‘Assem Al-‘Arifi, seguidor de Al-Asir, violó la barricada que el ejército había colocado alrededor de la mezquita de Al-Asir en Sidón, y entró a esta, con la ayuda de Al-Asir y sus hombres. Afirmando que el ejército tenía planeado asaltar la mezquita Al-Asir instó a sus seguidores en la ciudad a defenderla, e instó a sus seguidores en otros lugares a que salgan a las calles en protesta. También advirtió al ejército de que podría haber una Intifada total contra este si el plan es actualizado.[19] Los salafistas en Trípoli, Beirut, ‘Akkar y el Beqa’, efectivamente si salieron a las calles y carreteras, y el Jeque Al-Shahhal de Trípoli amenazó con declarar el jihad contra el ejército.[20] El 14 de marzo del 2013, Al-Akhbar informó, citando fuentes en seguridad, que los Jeques Rafi’i y Al-Shahhal se habían contactado con el entonces primer ministro libanés Najib Mikati, y le advirtieron perjudicar a Al-Asir, y que éste último le ordenó al comandante de las fuerzas armadas libanesas Jean Kahwaji no tomar por asalto la mezquita y eliminar algunas de las medidas de seguridad alrededor de esta.[21]

Cabe señalar, sin embargo, que un buen número de salafistas en Trípoli y en otras partes del país prefieren evitar los enfrentamientos con el ejército. El 13 de marzo del 2013, el diario Al-Safir informó que los jeques salafistas en Trípoli se había reunido con los comandantes de los grupos armados salafistas de la ciudad, y que una de las decisiones tomadas en la reunión fue que se abstengan de enfrentarse con el ejército y los aparatos de seguridad por cualquiera que fuese la razón.[22]

Al-Asir: El ejército libanés es chiíta

Entre los jeques salafistas del Líbano, Al-Asir es el más importante en su desafío a las fuerzas armadas libanesas. Esto es parte de su campaña contra elementos chiítas en el país, en especial Hezbolá, y en contra de su política dentro y fuera del Líbano. Al igual que muchos salafistas e islamistas en el Líbano, Al-Asir respecta al ejército libanés como una fuerza sectaria, que defiende los chiítas tiene como blanco a los sunitas.

Críticas de Al-Asir hacia Hezbolá y el ejército libanés son expresadas en su cuentas Twitter y Facebook, donde con frecuencia critica a Hezbolá y lo que ve como las políticas partidistas del ejército. Como parte de esto, más de una vez llamó a no cooperar con las fuerzas armadas, y, tras los acontecimientos de febrero, 2013 en ‘Arsal, este incluso llamó a los aparatos de seguridad del Líbano «infieles».[23] Esta semana, el 23 de junio, durante su última ronda de enfrentamientos con el ejército, dio a conocer un video en el que afirmó: «Estamos siendo atacados por el ejército libanés, que es [realmente] un ejército sectario [chiíta] iraní, y por el ‘shabiha‘ de Hassan Nasrallah y del [vocero del parlamento libanés y jefe del partido chiíta Amal] Nabih Beri». Al-Asir llamó en sus partidarios en todo el Líbano a acudir en su ayuda en la lucha contra el ejército, y también instó a todos los soldados, tanto sunitas y no sunitas, a desertar del ejército de inmediato.[24]

En un tweet del 23 de junio, 2013, este escribió: «El ejército libanés, en cooperación con el ejército del Hezbolá-Al-Lat [un término despectivo para referirse a Hezbolá][25] y el movimiento Amal, están bombardeando [mi] Mezquita Bilal». En otro tweet, escribió: «La misión del ejército nacional es defender al pueblo y las libertades y el honor de los ciudadanos en igualdad de condiciones, no instigar los crímenes de un grupo contra otros grupos».[26]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/7257.htm

*E. B. Picali es compañero de investigación en MEMRI.


[1] El Líbano no había sido testigo de enfrentamientos armados significativos entre grupos libaneses y el ejército desde el fin de la guerra civil en el país. El único evento significativo durante este período fue la campaña de mayo, 2007 del ejército contra la organización afiliada a Al-Qaeda, Fath Al-Islam en el campamento de refugiados Al-Nahar Bared, al norte del país. Sin embargo, este grupo era palestino y no libanés.

[2] Para más información sobre las declaraciones de Nasrallah, véase MEMRI Investigación y Análisis No. 975, Seguido a las declaraciones de Nasrallah sobre los combates en Siria, surgen llamadas para que los sunitas emprendan el jihad contra Hezbolá y los chiítas, 6 de junio, 2013 y MEMRI Despacho Especial No. 5331, Ira en el mundo árabe tras la admisión de Nasrallah de que Hezbolá está involucrado en la lucha en Siria, 10 de junio, 2013.

[3] Al-Safir (Líbano), 20 de mayo, 2013.

[4] Al-Akhbar (Líbano), 21 de junio, 2013

[5] En referencia a la lucha de Al-Asir contra Hezbolá véase MEMRI Investigación y Análisis No. 861, Deterioro de la situación de Hezbolá en el Líbano, 25 de julio, 2012

[6] Al-Akhbar (Líbano), 24 de junio, 2013.

[7] Al-Akhbar (Líbano), 25 de junio, 2013.

[8] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 25 de junio, 2013.

[9] Al-Akhbar (Líbano), 24 de junio, 2013

[10] Al-Mustaqbal (Líbano), 25 de junio, 2013.

[11] Al-Akhbar (Líbano), 23 de junio, 2013.

[12] Al-Akhbar (Líbano), 21 de mayo, 2012. Cabe señalar que el incidente también provocó reacciones airadas de figuras no salafistas y no sunitas en el Líbano.

[13] Al-Mustaqbal (Líbano), 21 de mayo, 2012.

[14] Al-Mustaqbal (Líbano), 2 de febrero, 2013.

[15] Al-Akhbar (Líbano), 16 de febrero, 2013.

[16] Al-Akhbar (Líbano), 6 de febrero, 2013.

[17] Al-Mustaqbal (Líbano), 27 de febrero, 2013.

[18] Al-Akhbar (Líbano), 8 de febrero, 2013.

[19] Al-Akhbar (Líbano), 13 de febrero, 2013.

[20] Al-Akhbar (Líbano), 13 de febrero, 2013.

[21] Al-Akhbar (Líbano), 14 de marzo, 2013.

[22] Al-Safir (Líbano), 13 de marzo, 2013.

[23] Al-Safir (Líbano), 26 de febrero, 2013.

[24] http://www.youtube.com/watch?v=Aq2NClmKIuc.

[25] Se trata de un juego de palabras que sustituye la diosa Lat para el Alá en Hezbolá. Lat fue una de las tres diosas adoradas por los árabes en tiempos pre-islámicos.

[26] Twitter.com/ahmad_alaseer, 23 de junio, 2013.