El investigador saudita Abdelhameed Hakeem, gerente general del Centro de Estudios Estratégicos y Legales del Medio Oriente en Jeddah, dijo que los árabes deben reconocer que Jerusalén es «tan santa para los judíos como lo son las ciudades de Meca y Medina para los musulmanes». Al hablar en Al-Hurra TV, Hakeem dijo que Israel es «el producto del derecho histórico de los judíos en la región». Respecto a la reciente declaración del Presidente Trump sobre la ciudad de Jerusalén, Hakeem dijo que esta puede ocultar una oportunidad para la paz, si Israel tiene a Jerusalén como su capital y los palestinos reciben la potestad de administrar los lugares sagrados islámicos. Este sugirió que Arabia Saudita pudiera ayudar a los palestinos en esta tarea y pidió a los árabes no perder esta oportunidad como lo han hecho repetidamente en el pasado. Hakeem también pidió a los árabes que cambien su cultura de odio hacia los judíos que domina sus planes de estudios y púlpitos islámicos. La entrevista fue transmitida el 15 de diciembre.

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«Necesitamos entender y reconocer que Jerusalén constituye un símbolo religios para los judíos»

Abdelhameed Hakeem: «Debemos darnos cuenta y reconocer que Jerusalén constituye un símbolo religioso para los judíos y que para ellos es tan sagrado como lo son Meca y Medina para los musulmanes.

Por lo tanto, la mentalidad árabe debe ser liberada de la herencia nasserista y de la herencia del Islam político, tanto sunita como chiita que, por razones netamente políticas, han sembrado la semilla de la cultura de odio hacia los judíos y la negación de sus derechos históricos en la región.

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«Los judíos son parte integral de la historia de esta región, e Israel es el producto del derecho histórico de los judíos en la región. Si nos reunimos con los negociadores israelíes, entendiéndolos como socios en la historia de esta región, sean los líderes, pueblos o las élites intelectuales, esto facilitará las cosas y proveerá flexibilidad en el proceso de paz.

En cuanto a Jerusalén, creo que debemos ser realistas y adaptarnos a la nueva realidad política de la región. Si los negociadores palestinos, con el apoyo de los árabes, logran obtener parte de Jerusalén Oriental y si los lugares sagrados son puestos bajo una administración palestina, creo que este sería el mayor beneficio político que los negociadores israelíes pueden lograr ahora.

Deberíamos aprender de nuestra historia a fin de poder tomar una decisión correcta. En el curso del conflicto árabe-israelí, los árabes han perdido demasiadas oportunidades.

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«El Islam político… acordó solo en una cosa: convertir la paz en un crimen»

«Los árabes han perdido demasiadas oportunidades, desde 1956, cuando el fallecido presidente Gamal Abdel Nasser se hizo cargo… perdieron oportunidades de tener un estado palestino en Cisjordania y Jerusalén. Cuando Habib Bourguiba presentó su iniciativa de paz, bajo la consigna de ‘Toma [lo que puedas] y Exige [el resto después]’, este fue etiquetado como traidor y su iniciativa fue rechazada. Cuando el asesinado Presidente Sadat inició el proceso de paz, también fue etiquetado como traidor. Lamentablemente, los árabes han plantado demasiadas minas en el camino a cualquiera que intente abrir una puerta a la paz. Gamal Abdel Nasser utilizó el conflicto árabe-israelí como un medio para legitimar su dictadura en Egipto y como una espada con la cual combatir a sus rivales en la región. La mayoría de los regímenes árabes ha seguido sobre sus pasos y por las mismas razones. El Islam político, a pesar de estar totalmente en desacuerdo con los regímenes nasseristas, estuvo de acuerdo en una sola cosa: convertir la paz en un crimen.

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«Cuando Arabia Saudita lanzó la iniciativa de paz árabe, desafortunadamente la iniciativa fue despreciada y ridiculizada. Creo que la decisión de Trump oculta una oportunidad para la paz, pero los palestinos deben unir sus filas y tomar decisiones dentro del marco palestino.

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«La cultura del odio hacia los judíos está profundamente arraigada en nuestro mundo árabe»

«Cuando visité Ramala, hablé con gente en un centro de investigación palestino. Les dije: Ustedes son muy negativos cuando se dirigen a los ciudadanos israelíes. Su retórica no convence al ciudadano israelí de que la paz les proveerá legitimidad y seguridad en la región. Los israelíes perciben la cultura del odio entre sus vecinos. Comenzó con Gamal Abdel Nasser, quien dijo que arrojaremos a los judíos al mar y continúa hasta nuestros días, en los planes de estudio, desde los púlpitos religiosos y en los simposios culturales.

La cultura del odio hacia los judíos está profundamente arraigada en nuestro mundo árabe.

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«Si nosotros, los árabes, realmente queremos que haya un acuerdo, tenemos que auto-reexaminarnos y llevar a cabo una revolución ideológica en la forma en la cual tratamos a los judíos. Deberíamos creer que los judíos son parte integral de la región y que la paz es la mejor manera de liberar a la región de décadas de conflictos, que han extenuado a la región y han agotado sus recursos.

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«Mi propuesta es que Arabia Saudita, como país con unos recursos económicos sustanciales y como un país con una experiencia histórica y líder en administrar lugares sagrados, pueda ayudar a administrar los lugares santos [en Jerusalén], si logramos que los lugares sagrados del Islam estén bajo administración palestina, mientras Jerusalén será la capital de Israel. Si logramos llegar a ese punto, creo que esto constituirá un beneficio político para la lucha palestina y a cambio, habrá un estado palestino, se verá el fin del sufrimiento de los palestinos en Gaza, en Ramala y en los campos de refugiados en el exterior. Mi opinión es que las vidas humanas son más apreciadas ante Alá en comparación con solo algunas extensiones de tierra».