En las recientes elecciones parlamentarias egipcias, celebradas del 9 de noviembre al 9 de diciembre del 2005, la Hermandad Musulmana aumentó su presencia en el parlamento, recibiendo 88 escaños, 15 más que en las elecciones del 2000. [1]
La consigna electoral del movimiento «Islam es la Solución» generó críticas ambas entre los intelectuales egipcios reformistas y entre los estudiosos religiosos de Al-Azhar. Los intelectuales sostuvieron que la política y la religión no deberían mezclarse, y que la solución correcta para Egipto no es una consigna religiosa sino programas científicos prácticos para aumentar la capacidad de la producción del país. Ellos declararon que la consigna «Islam es la Solución» es recordativa de las consignas que fueron usadas en Irán, Sudán, Argelia y Afganistán – consignas que llevaron a la opresión y a la pobreza, y le dieron poder al Taliban y a Osama bin Laden. Ellos luego argumentaron que la consigna va opuesta a la constitución egipcia la cual estipula la igualdad entre los musulmanes y los cristianos y prohíbe la discriminación sobre la base de la religión. Ellos dijeron que, ya que la Hermandad Musulmana cree que discrepar con esta es igual que discrepar con Alá, cualquiera que se oponga a sus puntos de vista necesariamente se está oponiendo a la voluntad de Alá. Por consiguiente, dijeron los intelectuales, la consigna de la Hermandad Musulmana conducirán ambos a la guerra civil entre los musulmanes y entre los musulmanes y no-musulmanes en Egipto.
Los estudiosos religiosos de Al-Azhar también criticaron la consigna, argumentando que el uso de las mezquitas para propósitos políticos es reprensible, ya que este se opone a la palabra de Alá.
Lo siguiente son extractos de escritos de los intelectuales egipcios reformistas y de los estudiosos egipcios de Al-Azhar contra el uso que le da la Hermandad Musulmana a la consigna electoral de «Islam es la Solución«:
Egipto necesita programas científicos prácticos, no consignas religiosas
El muy conocido redactor cópto Makram Muhammad Ahmad argumentó que la religión debería mezclarse en la política, ya que las elecciones son un proceso esencialmente político que involucra el debate y la controversia, mientras que la religión es negra y blanca: usted, o cree o es infiel. La religión no permite ningún toma y dame…
«Desgraciadamente», dijo, «la consigna ‘Islam es la Solución’ se dirige a todos los egipcios como si hubiesen abandonado el Islam y se hubiesen desviado del camino correcto, y no tienen ninguna [esperanza de] salvación a menos que se arrepientan de su ridda [apostasía] y re-abracen su fe! Sin embargo, el pueblo de Egipto entiende la fe como una relación [directa] entre el creyente y su Dios… Ellos entienden que, en la fe, no existe lugar para intermediarios [como los miembros de la Hermandad Musulmana] quiénes exigen ser los [representantes] de Dios en la tierra…
«La solución correcta para Egipto no es una prescripción divina que puede reducirse a una consigna que te sanará en el momento en que la profieras. [Egipto necesita] una batería de programas científicos prácticos… la cual aumentará nuestra capacidad de producción [y nos permitirá que realicemos] nuestros sueños más lejanos para una vida mejor. [Estos programas] generarán un cambio significativo en nuestro método de enseñanza, y producirán generaciones de gente joven que están mejores equipados para enfrentarse a los desafíos de un mundo en el cual el conocimiento y la ciencia juegan un papel crucial en la producción. [Ellos] se dirigirán al problema demográfico, [trayendo] soluciones valerosas para reducir el porcentaje de nacimientos, [qué actualmente es de] más de millones de nacimientos por año… [Pero] antes de todo eso, [necesitamos] un régimen democrático basado en partidos múltiples, en la cual el pueblo tenga autoridad exclusiva para escoger a su líder en elecciones libres, y pueda [responsabilizarle] si no cumpliera sus promesas y compromisos…
«La historia está llena de ejemplos de regimenes que gobernaron en nombre de la religión pero [sólo] esparcieron la pobreza, la ignorancia y la corrupción…»
La Hermandad Musulmana cree que discrepar con esto es equivalente a discrepar con Alá
«El problema crucial con aquéllos que expresan agresivamente la consigna ‘Islam es la Solución’ es que nos prometen la gracia y el consuelo si les damos el control de nuestros asuntos y de nuestro destino, [mientras] no les preguntemos… cómo [planean] gobernarnos – quién tendrá la última autoridad, y quién tendrá la última palabra en caso de disputa: el parlamento, o el líder espiritual [de la Hermandad Musulmana]. [Este] estudioso religioso [gobernaría] arbitrariamente, escondiendo detrás a [la autoridad del] Estado. [Él ejercería] el control exclusivo sobre los [asuntos] religiosos con la exigencia de que él es el [representante] de Dios en la tierra, y [en la práctica, habría también] controlado [la defensa], la seguridad y los aparatos de inteligencia!
«[Según la Hermandad Musulmana, todos los problemas provienen del hecho que] las leyes del shari’a no están siendo llevadas a cabo… No es nuestro derecho el de cuestionar si el shari’a debería ser la única base para la ley? [No requieren] los cambios de la era [moderna] que aceptemos la posibilidad de que pueden haber otras fuentes para la legislación, las cuales [pueden] tratar con los problemas modernos los cuales eran desconocidos en eras islámicas anteriores?…
«Nuestro verdadero problema [con la Hermandad Musulmana] es que… ellos creen que discrepar con ellos es discrepar con Alá, y que cualquiera que se oponga a sus puntos de vista se está oponiendo a la voluntad de Alá, tal como fue declarado explícitamente por su anterior [líder] Mustafa Mashhour. [Sin embargo, incluso] el líder más antiguo de la Hermandad es finalmente sólo un ser humano que puede estar en lo cierto o estar equivocado… [Es más,] su historia está llena de errores – donde el más prominente es su [uso] de la violencia política! Si ellos quieren gobernar, deben… aceptar los principios que son aceptados por todos los otros partidos. Después de todo, ellos representan sólo un acercamiento al Islam el cual no está distinguido por ninguna santidad en particular; ellos no son el propio Islam. Discrepar con ellos es legítimo y necesario, ya que no es estar en desacuerdo con Alá, y ya que el mayor peligro que amenaza las naciones es [gente] que implora el poder y piensa que su voluntad es sinónimo de la voluntad de Dios. Ésta es la apertura a través del cual la opresión, la dictadura y los dictadores entran en nuestro mundo islámico… Observen lo que pasó en Irán, Sudán y Argelia, todos ondearon estas mismas consignas». [2]
La consigna instigará la guerra civil; esta le otorgó poder al Taliban y a Bin Laden
Abd al-Mun’im Sa’id, director del Centro para Estudios Políticos y Estratégicos de Egipto Al-Ahram, escribió en el diario de gobierno Al-Ahram: «La re-adopción de la Hermandad Musulmana de la consigna ‘Islam es la Solución’ [provocó] una gran derrota para el [partido del gobierno] NDP [Partido Democrático Nacional]… [ya que] acoger esta consigna en la arena política es como [ondear] el Corán en demostraciones políticas. La herencia musulmana nos enseña que el ondear el Corán, y la llamada a juzgar sobre sus bases, es lo que encendió la gran guerra civil entre Ali Abi Taleb y Mu’awiya bin Abi Sufyan, y [subsecuentemente] entre sus sucesores.
«[La Hermandad Musulmana clama que el] Islam es la herencia de esta nación, y también que, según la constitución egipcia, el Islam es la fe [oficial] en el país y el shari’a es la base primaria para la legislación. [Sin embargo], El [shari’a], como fuente de autoridad citada en la constitución… no es sagrado, sino que está sujeto al cambio, al reemplazo, a la omisión y a la adición, [tal] como pensamos hacer con la actual constitución egipcia…
«La consigna ‘Islam es la Solución’ [llevará a] la guerra civil entre los musulmanes que, [a su vez, llevará a] la guerra civil con los sectores [no-musulmanes] en nuestra patria, quienes también creen en la autoridad moral y espiritual de las religiones monoteístas…
«[Es más, nuestra experiencia pasada] con la Hermandad Musulmana habla por sí misma: La consigna ‘Islam es la Solución’ fue [adoptada] en Afganistán por [elementos similares a] la Hermandad Musulmana, tales como Burhan Al-Din Rabbani y Ahmad Shah Mas’ud quienes fueron los primeros en subir al poder en Kabul después de la derrota de los soviéticos… Ésta fue la peor guerra civil en Afganistán… La situación persistió hasta que nosotros [eventualmente] conseguimos el gobierno del Taliban, Mullah Omar y Osama bin Laden – una ‘edición especial’ particularmente radical de la consigna ‘Islam es la Solución’… Esta consigna llevó al país a [un estado de] la guerra civil dentro y fuera de [sus fronteras], y esto conduce a su ocupación y al patrocinio de la OTAN…» [3]
La consigna marcha opuesta a la constitución
En otro artículo en Al-Ahram, Abd Al-Mun’im Sa’id argumentó que la consigna ‘Islam es la Solución’ marcha opuesta a la constitución egipcia por dos razones.
Primero, Egipto no sólo tiene ciudadanos musulmanes, sino también cristianos. Mientras la constitución de hecho establece al Islam como la religión del estado, también establece el principio de la igualdad de los derechos para los ciudadanos musulmanes cristianos, prohíbe entre ellos la discriminación basada en la religión, y mantiene en alto el principio de unidad entre todos los ciudadanos. Por consiguiente, la consigna de la Hermandad Musulmana no está en el espíritu de la constitución.
Segundo, la constitución egipcia declara al shari’a de ser la fuente primaria para la legislación. El uso de la palabra «primaria» implica que existen otras fuentes para legislar, que pueden ser secundarias, o usadas en base al juicio personal (ijtihad) cuando no existe ningún texto coránico que las contradiga. En otros términos, la constitución reconoce la necesidad de preservar los principios islámicos, pero el legislador también comprendió que el pueblo es la mejor autoridad en lo que concierne a sus propios intereses, y que las leyes deben ser formuladas para satisfacer sus necesidades. Si el shari’a fuera la única fuente de legislación, esto significaría el establecimiento de «un estado religioso que levaría a Egipto al camino escogido por Afganistán, Sudán e Irán – [el camino del] fanatismo, del extremismo, del aislamiento [de la comunidad internacional] y de la tiranía…» [4]
Si un gobierno liderado por la Hermandad Musulmana fracasara, sería este un fracaso del Islam?
Isma’il Muntasser, editor del semanario del gobierno Octubre, previo una situación hipotética en el que la Hermandad Musulmana es elegida para gobernar a Egipto: «El [hipotético] gobierno de la Hermandad Musulmana podría implementar su plataforma electoral… Que pasaría si el gobierno de la Hermandad Musulmana, exigiendo confiar en los principios del Islam, fracasará en realizar su plataforma? No significaría esto que el Islam ha fracasado… o que es falible?!!…
Muntasser luego declara que mezclar la religión y la política es un error. «Según el [filósofo del siglo octavo] Ibn Al-Muqaff’a, la religión significa abrazar la fe, [5] [considerando que la opinión política] [significa] aceptar [la posibilidad de] desacuerdo. Cualquiera que convierta la religión en una opinión hace que la religión este sujeta al desacuerdo…
«Nosotros estamos familiarizados con el movimiento islámico que gobernó Sudán en el nombre de la religión y bajo la semblanza del Islam… y sabemos lo que resultó de eso. El gobierno de [Hassan] Turabi obtuvo el [control] de Sudán, y… Sudán alcanzó un estado de anarquía e inestabilidad». [6]
Los estudiosos de Al-Azhar condenan la explotación de las mezquitas para propósitos políticos
El diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat citó a estudiosos de la Academia de Investigación Islámica Al-Azhar que declararon de que se «oponen al uso de consignas religiosas y a la explotación del sentimiento religioso en la propaganda de las elecciones…» [7]
El Dr. Abd Al-Mu’ti Bayoumi de la Academia para la Investigación Islámica Al-Azhar, un ex miembro del Comité para Asuntos Religiosos en el parlamento egipcio, dijo que él había exigido «abstenerse del uso de consignas religiosas en la campaña electoral». Él también dijo que «el factor [crucial] en las elecciones debería ser la plataforma electoral de cada candidato… ya que las consignas no forman una [base convincente para] el contrato entre un candidato y sus votantes…» [8]
El Dr. Muhammad Kamel Imam, encabezado del Departamento del Shari’a en la Facultad de Leyes de la Universidad de Alejandría, convino con el Dr. Bayoumi que en las elecciones, la única consideración importante debería ser la plataforma política de los candidatos, y dijo que era totalmente impropio traer la religión al proceso político… [9]
El ex vicepresidente de la Corte Suprema de Apelaciones y miembro de la Academia de Investigación Islámica Al-Azhar Dr. Gamal Al-Din Mahmoud escribió en el semanario religioso del gobierno Al-Liwa Al-Islami: «El votante no debería votar por un candidato en base a su escuela religiosa, orientación o afiliación… Usando las mezquitas al servicio de la campaña electoral de algunos [candidatos] es un acto reprensible, y está opuesta a la palabra de Alá: «Y los lugares de culto son sólo para Alá, para que no le recen a nadie junto con Alá». [Corán 72:18]». [10]
* A. Shefa es Compañera de Investigación en MEMRI
[1] Los representantes de la Hermandad Musulmana se postularon para el parlamento como candidatos independientes, ya que el movimiento es ilegal en Egipto y por consiguiente no puede participar oficialmente en las elecciones. Sin embargo, todos los canales de los medios de comunicación egipcios y árabes identificaron a estos candidatos como representantes de la Hermandad Musulmana.
[2] Akhbar Al-Yawm (Egipto), 29 de octubre, 2005.
[3] Al-Ahram (Egipto), 31 de octubre, 2005.
[4] Al-Ahram (Egipto), 8 de noviembre, 2005.
[5] Abdallah Ibn Al Muqaff’a (d. 758) fue un pionero de la prosa árabe, que tradujo trabajos hindúes y persas al árabe y colocó las bases de las técnicas literarias árabes.
[6] Octubre (Egipto), 19 de noviembre, 2005.
[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 18 de noviembre, 2005.
[8] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 18 de noviembre, 2005.
[9] Al-Liwa Al-Islami (Egipto), 10 de noviembre, 2005.
[10] Al-Liwa Al-Islami (Egipto), 10 de noviembre, 2005.