Introducción

Las restricciones puestas a la libertad de expresión de los intelectuales en el mundo árabe y las amenazas de muerte de islamistas están torpedeando las actividades de los intelectuales reformistas, seculares, y árabes moderados. Muchos de ellos han encontrado asilo en países occidentales, y están intentando impactar en la opinión pública árabe e internacional desde allí. Algunos han dejado de escribir; otros han sido obligados a pedir protección de las autoridades. [1]

Recientemente, varios intelectuales reformistas se han enfrentado a las amenazas de los islamistas y los regímenes árabes. Lo siguiente son ejemplos de amenazas, y reacciones de los medios de comunicación árabes a estas:

Muhammad Sa’id Al-‘Ashmawi

Juez egipcio y escritor Muhammad Sa’id Al-‘Ashmawi ha estado sujeto a las amenazas de islamistas desde 1979. La razón de esto fue su interpretación de los versos del Corán según su contexto histórico, la cual fue percibido por islamistas como el socavar su validez religiosa por todos los lugares y épocas. En enero de 1980, las autoridades egipcias le asignaron escolta policial.

En marzo, 2004, siguiendo a un discurso que dio en los Estados Unidos sobre moderación y reforma en el Islam y en Egipto, el Ministerio Egipcio del Interior canceló su protección policial. Los principales portales reformistas de Internet www.elaph.com y www.metransparent.com se unieron a la campaña en su defensa, y llamaron al gobierno egipcio a renovar su protección policial. Sólo después de que Al-‘Ashmawi entabló un juicio legal contra el Ministerio del Interior fue renovada su protección policial, aunque a un nivel más bajo que no satisface sus necesidades de seguridad. Según Al-‘Ashmawi, las autoridades lo han, en efecto, colocado bajo arresto domiciliario, ya que «todos tenemos miedo que de que me asalten [los extremistas] en las calles de Egipto, las cuales ya no son seguras ni para mí ni para otros». [2]

Dr. Ahmad Al-Baghdadi

En marzo del 2005, el Dr. Ahmad Al-Baghdadi, autor reformista que enseña ciencias políticas en la Universidad de Kuwait, publicó una petición pública de asilo político en un país occidental, después de que una corte kuwaití lo condenara a una sentencia de un año en prisión, conmutada a tres años de prueba y una fianza de 2,000 dinares ($6,800). En respuesta a la decisión de la corte, anunció también que dejaría de escribir en la prensa kuwaití.

Al-Baghdadi fue demandado por tres islamistas que lo acusaron de despreciar al Islam después de que escribió, en un artículo de junio del 2004 en un diario kuwaití, que preferiría que su hijo estudiara música en lugar del Corán. La corte de nivel dejo libre a Al-Baghdadi de los cargos, declarando que había meramente expresado su opinión y no había atacado a la religión. La corte de apelaciones, sin embargo, revocó la decisión, y pronunció que Al-Baghdadi había sobrepasado los límites de crítica y libertad de expresión cuando implicó que había una conexión entre estudiar el Islam y recitar el Corán, por una parte, y el terrorismo y el atraso intelectual, en la otra. [3]

Lafif Lakhdar

El 6 de mayo del 2005, el portal del movimiento islamista tunecino Al-Nahdha publicó una declaración indicando que el reformista intelectual tunecino Lafif Lakhdar era el autor de un libro anti-islámico que difama al Profeta Muhammad. El libro, titulado «Lo Desconocido en la Vida del Profeta», fue publicado en el portal cristiano www.alkalema.us/maghol. En abril del 2005, las protestas contra el libro irrumpieron en Sudán después de que un capítulo fue publicado por el movimiento de la Hermandad Musulmana en Sudán (conocido por sus lazos con el líder del movimiento islamista tunecino, Jeque Rashed Al-Ghanushi). [4]

En respuesta a la acusación que lo une al libro, Lakhdar emitió una llamada insistiendo a las organizaciones de la sociedad civil alrededor del mundo, y especialmente a las organizaciones de derechos humanos, a tomar medidas legales contra Al-Nahdha y su líder, Al-Ghanushi, quién disfruta del asilo político en G. Bretaña. Lakhdar explicó que anunciando esta falsa acusación, Al-Ghanushi había pensado incitar a los islamistas extremistas a matarlo. En propias palabras de Lakhdar, en el pasado Al-Ghanushi «sancionó la muerte del Presidente Sadat, hoy está sancionando mi muerte, y mañana, la muerte de otros». [5] Lakhdar también citó varias declaraciones incitantes que Al-Ghanushi había hecho en el pasado. [6]

La apelación de Lakhdar provocó muchas respuestas, llevando a Al-Nahdha a remover apresuradamente la acusación de su portal. Cientos de intelectuales firmaron una petición de la Organización Arabe para la Defensa de la Libertad de Expresión y Libertad de Prensa, los cuales lanzaron una campaña internacional para defender la vida y la libertad de Lakhdar. La organización nombró al intelectual egipcio Gamal Al-Bana como el asiento honorario de esta campaña. [7]

Según la organización, la falsa acusación que une el libro a Lakhdar fue retaliación por la petición de que él había sido co-autor con Jawwad Hashem y el Dr. Shaker Al-Nabulsi, quienes llamaron en las Naciones Unidas a establecer un tribunal internacional para procesar a los clérigos que inciten al terrorismo, incluyendo al Jeque Rashed Al-Ghanushi. [8]

La organización árabe para la Defensa de la libertad de Expresión y Libertad de Prensa llamó en el gobierno francés a proporcionar la protección necesaria a Lakhdar, ya que, debido a la incitación de Al-Nahdha, «existe una amenaza real a su vida». [9]

Sayyed Al-Qimni

El caso más reciente fue en julio del 2005, cuando, seguido a las amenazas de muerte de islamistas, el autor egipcio reformista e investigador Sayyed Al-Qimni, quién tenía una columna semanal en la revista egipcia Roz Al-Yousef, anunció que se estaba entregando a las demandas de aquellos que lo amenazaron. Él anunció que se estaba retractando de todo lo que había escrito en el pasado, y ya no escribiría o aparecería en los medios de comunicación. [10] Diez días después, Al-Qimni recibió un mensaje adicional del grupo del «Jihad» egipcio diciendo que se había salvado de un destino similar al del editor asistente del diario Al-Ahram, Ridha Hilal. Hilal desapareció en agosto del 2003 y los servicios de seguridad egipcios ha sido incapaces de localizarlo o descubrir lo que le ocurrió. [11]

Lo siguiente es una recolección de reacciones en la prensa árabe de estos casos:

¿Cual es la diferencia entre matar a un hombre con un arma y emitir un fatwa permitiendo su muerte?

El intelectual reformista libio Dr. Muhammad Al-Houni escribió: «Merece la pena nuestra consideración de lo que le está sucediendo en estos días al intelectual Lafif Lakhdar, y deducir lecciones de esto…

«Todos sabemos cómo terminan estas historias: alguien acusa a otro de herejía… y una tercera persona, buscando recompensa [en el más allá], elimina físicamente al acusado de herejía. El nuevo rasgo en el ataque de [Al-Ghanushi] a Lafif Lakhdar es que el crimen presentado como la razón para su eliminación está basado en una mentira barata: un libro que Lakhdar nunca escribió…» [12]

El reformista iraquí Dr. ‘Abd Al-Khaliq Hussein escribió: «El fanatismo ciego, el odio y el terco deseo de vengarse de su rival político han deslumbrado a Al-Ghanushi, y ha tomado un camino lleno de odio, mentiras, e incitación en asesinar a Lafif Lakhdar para eliminar a un rival intelectual…

«Con su falsa acusación, Rashed Al-Ghanushi ha revelado su ignorancia y odio, y le ha demostrado a todos que está intelectual, política, y moralmente en bancarrota… Cual es la diferencia entre matar a un hombre con una arma y emitir un fatwa que permita su muerte? Los clérigos que incitan al terrorismo [están, de hecho], incitando a la juventud musulmana a llevar a cabo actos suicidas y asesinar a personas inocentes, en Irak y en otras partes…

«La incitación para asesinar a Lafif Lakhdar es [realmente] incitación para asesinar a los intelectuales libres quienes llaman por la democracia, el secularismo, y el modernismo. Esto es terrorismo intelectual por parte de Al-Ghanushi y otros que emiten fatwas que incitan al terrorismo. Es por consiguiente incumbente en nosotros como intelectuales… ayudar a traer a Al-Ghanushi a la justicia dentro del sistema judicial británico, ya que él vive en Londres y disfruta allí de la libertad y de una vida segura, gracias a los mismos ‘infieles’ contra quien él incita…» [13]

Ambos los gobiernos árabes y occidentales son impotentes cuando se enfrentan con clérigos que incitan al derramamiento de sangre

En una entrevista del 16 de mayo, 2005 con el investigador reformista y escritor Dr. Shaker Al-Nabulsi sobre las amenazas contra Lakhdar, Al-Nabulsi fue preguntado por lo que puede hacerse para proteger a los intelectuales reformistas árabes – ambos los que viven en los estados árabes y los que viven en el extranjero. Al-Nabulsi dijo, «Los gobiernos árabes no pueden hacer nada en lo que se refiere a clérigos que sancionan el derramamiento de sangre. ¿Qué han hecho las autoridades árabes acerca del Jeque Al-Qaradhawi? ¿Qué han hecho los gobiernos occidentales acerca de Rashed Al-Ghanushi, quién vive en Londres? ¿Y qué ha hecho Arabia Saudita sobre los 26 clérigos que publicaron un fatwa el año pasado legitimando el jihad en Irak, lo cual, es en esencia puro terrorismo? Los gobiernos no le pueden hacer nada a esta gente. No existe ninguna solución otra que el colocar el asunto bajo jurisdicción internacional. La comunidad internacional debería establecer un tribunal internacional para procesar a estas personas… así como las Naciones Unidas está investigando actualmente el asesinato de un líder político, [el ex-primer ministro libanés] Al-Hariri, también deberían investigar las amenazas de muerte contra el líder intelectual Lahkdar». [14]

Semanario Roz Al-Yousef: Aun si Al-Qimni se retracta de sus escritos, nosotros no nos retractamos de los nuestros

Un editorial en Roz Al-Yousef, la revista en el que Al-Qimni publicó sus artículos semanales, estaba escéptica sobre las amenazas de muerte a la vida de Al-Qimni y expresó reservas sobre su decisión de no seguir escribiendo: «Aun cuando Al-Qimni se haya retractado de lo que escribió, nosotros no nos estamos retractando de lo que publicamos, [ya que] lo consideramos parte de nuestro deber proporcionarle [al público] con una oportunidad de discutir ideas islámicas y temas sin sobrepasar los límites de lo religioso o de la libertad de pensamiento…» [15]

El terrorismo contra Al-Qimni refleja la quiebra intelectual y cultural del mundo árabe

El Dr. Ahmad Al-Baghdadi, autor y conferencista de ciencias políticas en la Universidad de Kuwait, quien también había anunciado que dejaría de escribir debido al hostigamiento (pero luego reasumió escribir) cuestionó si Al-Qimni había tomado la decisión correcta.

En un artículo en el diario kuwaití Al-Siyassa, él escribió: «En nuestro miserable mundo árabe, el intelectual escribe con una mano y lleva su ataúd en la otra. Él escribe con sólo la pared detrás de él [para protegerlo], y su cuenta bancaria es usualmente modesta. Además de todas estas preocupaciones, están los terroristas, que amenazan asesinarlo.

«¿Es posible condenar a un hombre como el Dr. Al-Qimni quién ha permanecido tranquilo a través de todos estos problemas y ha alcanzado tal difícil decisión? Piensa usted que la decisión de dejar de escribir fue fácil [para él]? La pluma es el único pulmón que le proporciona aire a [un árabe] intelectual. Cuando se le obliga a que deponga su pluma, es como darle una puñalada al corazón…

«En el mundo del terrorismo de hoy, no hay risas… En nuestro mundo árabe, la era de las nobles virtudes ha terminado. Pero al igual que alguien que haya tenido una experiencia similar [de ser perseguido], yo le digo a mi hermano el Dr. Sayyed Al-Qimni que creer que la vida y la muerte esta en las manos de un terrorista cobarde es mostrar el escepticismo en el todo poderoso Alá. Quién entre nosotros tiene una garantía de vida cuándo viaja en su automóvil, vuela en un avión, o incluso cuándo se va a dormir por la noche a su cama?…

«La pregunta importante es: Cuánto tiempo ésta gente baja, quienes no creen en Alá y Su Mensajero, controlan arbitrariamente el destino de los intelectuales?… Cuándo arrestará el mundo a [los extremistas] que pertenecen a los grupos religiosos, y los coloque en prisiones internacionales?…

«El terror contra el Dr. Al-Qimni y otros revela la bancarrota intelectual de los grupos religiosos, y la bancarrota cultural de los regímenes árabes y de los pueblos árabes. Por Alá, Occidente no debe ser condenado por pensar que cada musulmán es un terrorista, cuando ve todos estos hechos vergonzosos y los musulmanes permanecen tan callados como el muerto…» [16]

Director de Al-Arabiyya Tv: «Estamos viviendo en un clima que impone silencio a los autores»

Director de Al-Arabiyya Tv y ex-editor del diario árabe de Londres Al-Sharq Al-Awsat Abd Al-Rahman Al-Rashed criticó la manera pública en que Al-Qimni escogió renunciar: «Clérigos, intelectuales, y autores han todos experimentado la misma tragedia que Sayyed Al-Qimni… Todos han experimentado el miedo, y han caminado la misma senda, cuando la coerción les obligó a que dejaran de expresar sus pensamientos – aun así no emitieron comunicados, y no publicaron una admisión de miedo…

«Sayyed Al-Qimni hizo lo qué decenas de autores y escritores hicieron ante él… Esto es entendible, considerado el estado psicológico [en el que él probablemente está]. Sin embargo, cometió un grave error cuando acordó ser usado como una herramienta para esparcir el miedo y la frustración… Él podría haberse retirado calladamente, o anunciado que ya no escribiría, sin publicar [la amenaza].

«Desde los años ochenta, y siguiendo a la salida de los extremistas debido al éxito de la revolución islámica en Irán, nosotros en la región árabe hemos estado viviendo en un clima que impone silencio a los autores. La mayoría de los extremistas árabes han hecho una misión el perseguir a los pensadores, autores, dramaturgos, y aquellos que trabajan en el cine. Ellos agregaron recientemente a esta lista a los imams moderados y clérigos, y están usando el mismo método contra ellos, a saber de amenazas abiertas y encubiertas.

«Mientras que la sociedad [árabe] no exprese la solidaridad contra la intimidación, las acusaciones de herejía y traición, y en contra de las amenazas directas – mucha gente como Sayyed Al-Qimni anunciarán su jubilación. Aquellos que se regocijan de ver a un intelectual como Al-Qimni a que deje la arena están abriendo las [puertas del] Infierno para ellos. Tal como hemos visto, estas amenazas no escatiman a ningún sector. Estas han alcanzado los escalones de la cima, e inclusive han apuntado igual a antiguos clérigos y a pensadores islámicos principales, porque aparte de cada radical existe alguien aun más radical». [17]

Al-Qimni ha expuesto la desgracia de los regímenes árabes

Ahmad Abu Matar, intelectual palestino que vive en Oslo, escribió que Al-Qimni no debería ser condenado por su decisión: «Cada hombre tiene sus circunstancias específicas, y nosotros no podemos acusarlo de escoger cierto camino de lucha cuando no vivimos bajo las mismas condiciones… A mi manera de ver, todos debemos apoyar a Al-Qimni, y estar junto a él. Si su posición anima a que los terroristas intensifiquen el terror, este le causará a todos que comprendan la magnitud de la oscuridad que prevalecerá en nuestras vidas si éstos [terroristas] llegan al poder… El régimen taliban en Afganistán, que duró durante varios años, es la mejor prueba de lo que el taliban árabe hará si ellos llegan al poder.

«[La posición de Al-Qimni] ha expuesto la desgracia de los regímenes árabes, algunos de quienes se aliaron a si mismos en el pasado con grupos [islamistas] para propósitos a [corto] plazo… Después, éstos [grupos] se convirtieron en enemigos de los regímenes y de los ciudadanos, al punto de emitir amenazas tales como las amenazas en contra de Al-Qimni y a decenas de otros…

«Si le puedo dar un consejo a Al-Qimni, le diría que la opción de emigración, la cual fue escogida por Nasser Hamed Abu Zayid [un investigador egipcio e intelectual] y por Ahmad Subhi Mansour [ex-conferencista en la Universidad Al-Azhar quien fue despedido por sus escritos sobre el Sunna], es la opción preferible. Esta protegerá su vida y asegura que él continuará [llevando a cabo] su papel, el cual ilumina el camino importante y necesario en este tiempo oscuro en el que los pueblos árabes están viviendo». [18]

Al-Qimni anuncio llamadas en los árabes a que despierten y traten con la realidad

El investigador egipcio y escritor Kamal Ghabrial alabó el anuncio de Al-Qimni, y argumentó de que era «una bomba ante los regímenes que gobiernan al desvalido, ante los hipócritas y aquellos que juegan con el destino de sus naciones; una bomba ante los pueblos que son indiferentes, distraídos, ignorantes, y fanáticos; una bomba ante los escritores y aquellos en los medios de comunicación quienes venden [sus opiniones] y [publican] en prisa; una bomba ante la hipocresía, el sanctimonio y el falso heroísmo de aquellos que no tienen ni el uno por ciento del valor y heroísmo desplegados por el Dr. Sayyed Al-Qimni…

«El anuncio de Al-Qimni le muestra a cada hombre que se respeta a si mismo que estamos viviendo en un mundo que no respeta el pensamiento, e incluso erige un patíbulo para este… Su anuncio no incluye una sola palabra que indique una verdadera retirada de sus posiciones, o incluso del miedo real… Este anuncio no es ninguna sumisión a los murciélagos de la oscuridad [e.d. los fundamentalistas]. [Más bien] este escupe en su cara, y [también] escupe en la cara de una era que los ha creado, los ha cultivado, y entregado a ellos. Es una llamada que insta a todos nosotros a despertarnos de nuestro letargo y tratar con la realidad pervertida bajo la cual estamos colapsando…» [19]

¿Qué pasaría si todos cediéramos ante el terrorismo?

En contraste con las reacciones de simpatía que expresan solidaridad con Al-Qimni, hubo también reacciones severamente críticas en los círculos reformistas árabes. Por ejemplo, el Dr. Ihsan Al-Taraboulsi, intelectual libanés quien vive en los Estados Unidos, preguntó lo que pasaría si todos nos sometiéramos a los terroristas. Él dijo: «Sayyed Al-Qimni se ha convertido en un modelo viviente para los terroristas fundamentalistas, y ellos lo usarán en el futuro como un arma afilada en contra de los reformistas… Hubiera sido mejor si usted se hubiera muerto, Sayyed Al-Qimni, porque en su muerte [usted nos hubiera legado] a nosotros la vida. Su vida hoy es [igual] a la muerte, y [es] una humillación para nosotros los [reformistas]…» [20]

El Dr. Shaker Al-Nabulsi, un intelectual reformista jordano que vive en los Estados Unidos, publicó una reacción en la misma vena: «Usted [Sayyed Al-Qimni] es un ejemplo de cobardía intelectual. Usted dejó a los terroristas fundamentalistas criminales con la falsa impresión de que habían vencido a los reformistas, y que, si ellos aumentan las amenazas contra nosotros, quizás abandonemos nuestras ideas y nuestros puntos de vista – tal como usted hizo, por miedo, debilidad, y amor a la vida…

¿Piensa usted que es el único que está recibiendo amenazas de muerte todos los días? Todos nosotros, todos los intelectuales reformistas, recibimos tales amenazas a diario, y ellos inclusive han intentado asesinarnos – pero nosotros no lo anunciamos [en público], no escribimos sobre esto, no nos dio miedo, y no nos retractamos…

«Por qué no camina usted en los pasos de los mártires de [libre] pensamiento, tales como… Farag Foda [un intelectual egipcio que fue asesinado por fundamentalistas], Hussein Muruwwa y Mahdi ‘Amel [intelectuales libaneses que fueron asesinados por fundamentalistas], Mahmoud Taha [un intelectual sudanés que fue ejecutado por Hassan Al-Turabi], Ahmad Al-Baghdadi [un intelectual kuwaití que fue encarcelado para sus puntos de vista], y otros?… Cómo sucederá el alumbramiento árabe si la sangre de los reformistas intelectuales no fuera derramada por su causa?» [21]

Lo qué puede decirse en los Estados Unidos no puede ser dicho en los países árabes

El escritor egipcio Ayman Al-Samiri atacó a Al-Nabulsi por estas declaraciones, y señalo que Al-Nabulsi, escribiendo desde los Estados Unidos., no podía ser comparado a los reformistas que viven en el Medio Oriente: «Por qué emprenden ustedes la guerra santa desde Denver, Colorado? ¿Por qué no regresan ustedes a Al-Karak, Al-Mafraq, o a Al-Zarqaa [en Jordania], y expresan sus opiniones desde allí? Por qué no hacen ustedes a Nablus [en la Autoridad Palestina], Falluja, o Al-Qaim [en Irak] su residencia permanente, y publican sus comunicados reformistas desde allí?…» [22]

‘Adel Hazin quien vive en los Estados Unidos y escribe para el portal reformista www.elaph.com, también rechazó las declaraciones de Al-Nabulsi, y se dirigió a él directamente en un artículo: «La honestidad de Sayyed Al-Qimni es puro coraje, Al-Nablusi. Usted y yo vivimos en los Estados Unidos y nos beneficiamos de la protección de la policía americana, mientras Sayyed Al-Qimni vive en Egipto, dónde la policía y los políticos conspiran con los terroristas…

«La decisión de Al-Qimni de renunciar a escribir… no es una desgracia para él, sino para nosotros, y para nuestros gobiernos que han abandonado su obligación social hacia nosotros». [23]

* A. Dankowitz es Director del Proyecto de Reforma en MEMRI.


[1] Véase investigación y Análisis de MEMRI No. 208, «Acusando a Intelectuales Musulmanes de Apostasía», 18 de febrero, 2005: http://www2.memri.org/bin/articles.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA20805.

[2] http://www.elaph.com/ElaphWeb/Archive/1085380864312337800.htm, 24 de mayo, 2004. http://www.elaph.com/ElaphWeb/Archive/1083736242231118900.htm, 5 de mayo, 2005. http://www.metransparent.com/texts/nidaa_ashmawi2.htm, 19 de abril, 2005.

[3] Eventualmente, siguiendo a muchas expresiones de solidaridad de los círculos árabes reformistas, Al-Baghdadi volvió a escribir. Véase MEMRI Despacho Especial No. 889, «Intelectual Progresista Kuwaití Ahmad Al-Baghdadi Pide Asilo Político en Occidente», 8 de abril, 2005: http://www2.memri.org/bin/articles.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP88905

[4] www.metransparent.com/texts/ashraf_abdelkader_message_to_nahda_youth.htm, 21 de mayo, 2005.

[5] www.elaph.com/ElaphWriter/2005/5/61882.htm, 13 de mayo, 2005.

[6] Por ejemplo, siguiendo a los ataques terroristas de mayo 2003 en Arabia Saudita y Marruecos, Al-Ghanushi escribió un artículo justificando los ataques, denunciando que estos fueron actos de extremismo dirigidos contra un mayor extremismo – gubernamental, cultural, y secular. Además, el 6 de febrero de 1991, Al-Ghanushi escribió en el diario palestino Majallat Al-Islam: «El mayor peligro, sobre el cual deberíamos enfocar todos nuestros esfuerzos, es el progreso imperialista americano hacia el corazón de nuestra nación. Cualquier colaboración y solidaridad [con los americanos], o lealtad [hacia ellos] debe ser denunciada. Éstos son todos graves pecados religiosos y actos imperdonables de traición nacional… Nosotros los combatiremos, y será una campaña de todas [las fuerzas de] la herejía contra todas [las fuerzas de] la fe. Nosotros eliminaremos toda maldad, y luego un nuevo mundo surgirá, y una nueva etapa en la civilización musulmana se [desplegará]… » (www.elaph.com/ElaphWriter/2005/5/61882.htm, 13 de mayo, 2005)

[7] www.elaph.com, 6 de junio, 2005.

[8] Por petición, véase: http://www2.memri.org/bin/articles.cgi?Page=archives&Area=sd&ID=SP81204.

[9] www.rezgar.com/camp/i.asp?id=35, 14 de mayo, 2005.

[10] Algunos cuestionaron la autenticidad de las amenazas y denunciaron que Al-Qimni estaba buscando empatía y atención por razones personales. El abogado de los grupos islamistas en Egipto, Muntasir Al-Zayat, denunció que no había verdad en la demanda de amenazas, ya que los movimientos islamistas en Egipto habían cambiado su estrategia y habían renunciado a la violencia. Él agregó que la debilidad actual de los movimientos no les permitió considerar asesinar a autores e intelectuales. Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 17 de julio, 2005.

[11] Según la declaración del Jihad, Hilal fue asesinado por elementos islamistas, quienes declararon que documentarían actos futuros de este tipo para inculcarle miedo al pueblo, y que, al mismo fin, estaban planeando hacer un vídeo y transmitir el asesinato de Al-Qimni. Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 28 de julio, 2005.

[12] www.elaph.com/ElaphWriter/2005/5/63108.htm, 18 de mayo, 2005.

[13] www.elaph.com/ElaphWeb/ElaphWriter/2005/5/62424.htm, 16 de mayo, 2005.

[14] Al-Ahdath Al-Maghribia (Marruecos), 21 de mayo, 2005.

[15] Roz Al-Yousef (Egipto), 28 de julio, 2005.

[16] Al-Siyassa (Kuwait), 20 de julio, 2005.

[17] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 21 de julio, 2005.

[18] www.elaph.com, 17 de julio, 2005.

[19] Al-Siyassa (Kuwait), 19 de julio, 2005.

[20] www.elaph.com, 17 de julio, 2005.

[21] Al-Siyassa (Kuwait), 19 de julio, 2005.

[22] www.metransparent.com, 20 de julio, 2005.

[23] www.elaph.com, 17 de julio, 2005.