Tras las recientes elecciones israelíes, Imad Al-Falouji, jefe del Instituto para el Diálogo Intercultural que tiene su sede en Gaza, escribió un artículo titulado «La Democracia de Israel y Nuestra Anarquía». Falouji es un ex miembro de Hamas que se alejó del movimiento en 1996 y que luego se desempeñó como ministro de información y como asesor bajo Yasser Arafat. En su artículo elogió la forma en que Israel maneja la controversia, y también elogió a los partidos políticos israelíes por preocuparse por el bienestar de los ciudadanos y por dominios tales como la economía, la educación y la seguridad; esto, en contraste con las partes palestinas que dijo, se preocupan principalmente de la tribuna política y no buscan soluciones a los problemas cotidianos del pueblo. Este hizo un llamado a los palestinos para que emulen a los árabes israelíes que unieron sus filas con el fin de lograr un cambio.
Lo siguiente son extractos de su artículo: [1]
‘Imad Al-Falouji (Imagen: Youtube.com)
«No existe vergüenza en ver la realidad tal como es, ni sabiduría en convertirse en expertos [sólo] en maldecir y desprestigiar a nuestro enemigo. Sé lo difícil que es comparar la situación interna palestina – la conformación de nuestra política, las relaciones internas entre nosotros y nuestros modos de resolver nuestras diferencias – con la situación interna del enemigo que ocupa nuestras tierras, usurpando nuestros lugares sagrados y negándonos nuestros derechos más mínimos. Pero este enemigo nos está demostrando a nosotros y a la comunidad internacional que, a pesar de su tiranía y agresión, nos supera en muchos aspectos que ya no están ocultos a ningún observador que posee un grado mínimo de objetividad…
«Cualquiera que examine la entidad israelí se sorprende por el grado de desacuerdo interno en todos los temas entre los [sectores] religiosos y seculares, y [también] por los desacuerdos dentro de los sectores. Poseen una derecha [política], centro e izquierda… y toda percepción tiene defensores y opositores y toda persona mayor posee un expediente de cargos [completo] en su contra, pero, a pesar de todo esto, han aprobado leyes que rigen [el manejo de] estos desacuerdos y establecen un objetivo común: la de servir al Estado de Israel y al pueblo de Israel. Se las arreglan para utilizar los desacuerdos internos como una fuente de fuerza…
«Pero nosotros, ‘los poseedores de la verdad’ – observamos lo que nos está sucediendo. Nos ponchamos en todas direcciones sin un acuerdo sobre algún plan o propósito. Cada partido o grupo tiene su propio plan y meta. No creemos en un medio de unificación. Renunciamos a todas las leyes y estatutos, y hemos destruido todo lo que nos unía. Cada grupo afirma poseer la verdad absoluta y [presenta] a los otros [creencias] como mentiras absolutas. No poseemos la capacidad de escuchar al otro. La anarquía gobierna el día: la anarquía política, económica, social e incluso la conceptual.
«Echemos un vistazo a las plataformas de campaña de los partidos israelíes, y en lo que se centraron. Todos ellos coincidieron en la necesidad de servir al pueblo en el nivel socio-económico, promover el empleo, cultivar la familia y resolver sus problemas, erradicar el desempleo, promover la educación y lograr la seguridad para todos los ciudadanos. Estos no se centran tanto en el combate político y en la grandilocuencia vacía.
«Pero en nuestra [arena política], todos hablan sobre política y los asuntos generales de [política] exterior, y sólo rara vez un partido se preocupa por sí mismo con mejorar la vida del pueblo y resolver las crisis internas de las cuales sufren. Por otra parte, nadie propone soluciones a nada.
«Sé que esta comparación es difícil y puede hacer rabiar a los que se niegan a enfrentar la cruda realidad. Pero no existe otra alternativa que decir estas cosas. Tal vez algunos de nosotros despierten y aprovechen la oportunidad de mejorar nuestra situación. Nuestros hermanos los palestinos dentro [es decir, los árabes israelíes] han creado un modelo de unidad [uniendo todos sus partidos políticos en el Knesset] y han demostrado con ello que nosotros [los palestinos] somos capaces de cambiar cuando nos damos cuenta del peligro, y que sin embargo existen esperanzas».
[1] Amad.ps 18 de marzo de 2015.