En su columna el 1 de febrero, 2016 en el diario saudita en Londres Al-Sharq Al-Awsat, el intelectual egipcio Mamoun Fandy critico duramente a los países árabes por no responsabilizarse en resolver la crisis siria y en su lugar esperar ser salvada por Occidente. 

Fandy escribió que el silencio árabe ante la crisis, que dijo «se ubica entre el nazismo de Hitler» y las atrocidades en Bosnia y Ruanda, es una señal de vergüenza para ellos y deben aprender de las movilizaciones europeas a fin de resolver una crisis similar – la de Yugoslavia. También acusó a funcionarios de la ONU de tratar de prolongar las crisis globales, no resolverlas y criticó a la sociedad siria también por no resolver la crisis.

Lo siguiente son extractos de la columna de Fandy:[1] 

Mamoun Fandy (Imagen: aawsat.com)

«Cuando hablamos del consentimiento o rechazo de la oposición siria en asistir a las conversaciones de Ginebra patrocinadas por la ONU, todos – el régimen, la oposición y la comunidad internacional – deben tener en cuenta que Siria en su actual situación es la mayor tragedia humana desde la Segunda Guerra Mundial. Así se desprende de los datos estadísticos, especialmente los publicados por las comisiones de la ONU sobre el tema de los refugiados. De los 22 millones de residentes en Siria, el 45% ha abandonado el país y se han convertido en refugiados [en el extranjero], o han sido desplazados dentro de Siria, trasladándose a lugares menos peligrosos… esto ha expuesto a muchos chicos a los peligros de la violencia y la guerra. No sabemos cómo se verá Siria cuando cese la violencia, o qué nueva figura siria saldrá de esta guerra. El punto principal no es cuales ciudades están sitiadas por el régimen y cuales están rodeadas por la oposición, o cuales han caído en manos de los extremistas que humillan a sus residentes. La historia de los yazidis es sólo uno de los hechos vergonzosos que nos perseguirá a nosotros los árabes en el futuro.

«Lo que vemos en Siria es una violación absoluta de la dignidad humana y el mundo no puede evadir tomar una decisión sobre lo que quiere hacer ante esta vergüenza – y tampoco podemos hacerlo nosotros los árabes. Lo que está sucediendo en Siria es algo entre el nazismo de Hitler y el Holocausto, las fosas comunes en Srebrenica [en Bosnia] tras la caída de Yugoslavia, o las atrocidades en Ruanda… Es una señal de vergüenza para el ummah [árabe] que, a pesar de siempre haber presumido de su moral, ha fracasado en su primera prueba…

«Cuando comparamos la crisis en Siria, desde su inicio a lo largo de sus cinco años, al caso de Bosnia por ejemplo, vemos que los europeos, a diferencia de los árabes, asumieron su responsabilidad por Bosnia y juntos tomaron una decisión: No hubo lugar para una continua guerra civil en la Europa central; no hubo lugar para un estado fracasado en el corazón de Europa que atraería a los dementes del mundo; y no había espacio para medidas a medias. Por lo tanto, estos lanzaron un asalto militar y también llevaron a cabo los Acuerdos Dayton.[2]

«Esta muestra de responsabilidad y seriedad [europea] en lidiar con el problema de Bosnia y Herzegovina es lo que provocó la actual estabilidad en las antiguas repúblicas yugoslavas de Bosnia, Herzegovina, Serbia y Croacia. Los europeos se responsabilizaron, ya que no querían otra marca de vergüenza en su historia, después del Holocausto judío. No querían que dijeran que hoy incineraron a los musulmanes al igual que en el pasado incineraron a los judíos.

«[En contraste, en la crisis siria,] aunque ninguno de ellos realmente está sentado en la mesa de negociaciones, los países árabes [aprovechan] activamente las diferencias [entre las partes en la crisis] en lugar de forzarlos a llegar a un acuerdo.

«Egipto, por ejemplo, con su amplia experiencia en diplomacia, no ha presentado ni una sola idea a fin de completar un marco para una solución… y ha adoptado la diplomacia del silencio creativo, interpretado por cada uno a su antojo – pro-régimen o pro-revolución. Pero no es ni uno ni lo otro, ya que Egipto está preocupado por su situación interna, que es en sí misma muy peligrosa.

«Los árabes están esperando que la crisis en Siria sea resuelta por elementos no-árabes – Rusia, que tiene la mayor fuerza en el territorio sirio, o la comunidad internacional, que quedó convencida que la crisis en Siria era una señal de vergüenza sólo después que los refugiados comenzaran a llegar en Europa e impactaran a la UE.

«La ONU, como siempre lo hace, celebra cumbres y nombra a enviados especiales que en repetidas ocasiones posponen las negociaciones. Esto se debe a que la ONU es un refugio para diplomáticos retirados cuyos países pasan la carga de sus salarios y su apoyo a ellos y a sus familias en forma de lujo a la ONU. En lo que respecta a estos funcionarios, la resolución de las crisis significa el fin de su medio de vida y la vida fácil, por lo que prolongan cualquier problema como algo bueno en sí mismo.

«La crisis siria es una señal de vergüenza tanto para los árabes como para la comunidad internacional… [y] para los países y las sociedades árabes, en particular la propia sociedad siria. Su cultura no ha podido presentar un concepto que puede salvar gente de la crisis humanitaria, por no hablar de la crisis sectaria. Los sirios deben reactivar su humanidad y la primera prueba de esto se encuentra en Ginebra. En cuanto a los árabes, creo que necesitamos un núcleo moral que nos salvará de las platicas inútiles en las pantallas de televisión – porque la política yace tras puertas cerradas y no en la televisión».

[1] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 1 de Febrero, 2016.

[2] El Marco General al Acuerdo para la Paz en Bosnia y Herzegovina, firmado en 1995 y puso fin a la guerra civil.