Lo siguiente son extractos de un informe sobre los talibanes en el Valle Pech, Afganistán, el cual fue presentado en Al-Jazeera TV el 8 de marzo, 2011:

Para ver este segmento de video en MEMRI TV, visite
http://www.memritv.org/clip/en/2882.htm.

Reportero: «La ruta a través del Valle Pech, en la provincia de Kunar al este de Afganistán, ha sido [recientemente] abierta a los combatientes talibanes armados. Su despliegue a lo largo de la ruta principal que conecta Kunar con la vecina provincia de Nuristán ya no es un secreto. Este desarrollo tuvo lugar sólo dos días después que las fuerzas de la OTAN evacuaron su base militar en Manugay, al este de Afganistán».

Comandante de campo talibán Khaled Khan. «Se han ido, gracias a Alá y a los sacrificios de los mujahideen. Cuando comenzaron a retirarse de Nuristán, llegaron a esta región. Se vieron obligados a hacerlo debido a nuestras continuas operaciones militares, así como también los artefactos explosivos y los ataques con misiles sobre la base estadounidense».

Reportero: «La tensión es evidente en los rostros de los soldados afganos, a quienes la ex base estadounidense les fue entregada. Estos temen un posible ataque de los militantes talibanes, tratando de apoderarse de la base, así como también de las instituciones gubernamentales en sus alrededores, incluyendo la residencia del gobernador del distrito. Las autoridades locales han recurrido a los líderes tribales de la región en busca de mediación, en lo que parece ser un esfuerzo para prevenir un ataque de los talibanes».

Oficial del ejercito afgano Rahmat Ghal: «Las cosas están bien, tal como puede ver. Los ancianos tribales nos han dado garantías de que no nos veremos perjudicados en esta región. Las fuerzas de la policía militar están en un estado de alerta. Estas están en coordinación para controlar los accesos a la región y tomar las medidas necesarias para la [seguridad]».

Reportero: «Sin una ceremonia oficial, pero con gran alegría por parte de los residentes locales, la base Manugay ha sido entregada a las autoridades afganas. Estas sustituyen a las bases militares estadounidenses, que cayeron en el pasado en manos de los talibanes. Este paso, tomado por las fuerzas de la OTAN, parece ser un intento de aplacar la furia de los lugareños, que se vio agravada por la muerte de nueve niños en un ataque lanzado desde la base, dos días antes de que fuera evacuada». […]