El imam francés tunecino Hassen Chalghoumi, presidente de la Conferencia de imames, dijo en una entrevista publicada el 13 de enero, 2022 en un programa llamado «Ca Commence Aujourd’hui» en el canal de televisión France 2 que desde el momento en abogó por el respeto a la conmemoración del Holocausto en el año 2005, su familia y su persona han estado viviendo bajo constante amenaza de los islamistas. Este dijo que recibe amenazas de muerte, que su esposa e hija han sido agredidas, que su casa ha sido saqueada, que su auto ha sido incendiado, que a menudo utiliza un chaleco antibalas para ir a la mezquita, por temor a ser apuñalado y que organizaciones terroristas tales como el Estado Islámico, Hezbolá y Hamás han emitido fatuas contra su integridad. Cuando explicó que la dirección de su casa ya no está bajo el nombre de Chalghoumi y que su familia cambió su apellido, el imam estalló en llanto. Este dijo: «Nunca nos rendiremos. Pero cuando esta situación afecta a mi familia, todo se vuelve más difícil».
Para ver el video del imam tunecino Hassen Chalghoumi en el portal MEMRI TV, pulse aquí o debajo.
«En el 2005 realice un llamado solemne a que se respete la memoria del Holocausto y las consecuencias del racismo, odio y el antisemitismo… dos días después saquearon mi hogar; comencé a recibir amenazas de muerte»
Anfitrión: «¿Cuándo comenzó usted a recibir amenazas de muerte?»
Hassen Chalghoumi: “Fue en el año 2005 que sucedió, en la conmemoración del Holocausto. Hice un llamado solemne a respetar la memoria del Holocausto, a pensar también en lo que gente le hizo a su prójimo, las consecuencias del racismo, el odio, el antisemitismo… Pero lamentablemente, mis palabras fueron malinterpretadas. Dos días después, saquearon mi casa. Comencé a recibir amenazas de muerte en nombre de una causa que no tiene nada que ver con mis palabras – la causa palestina, en nombre de una ideología de odio, tal vez contra la política israelí, o por un verdadero antisemitismo… y luego recibí llamadas y cartas anónimas. En el año 2009, incendiaron mi automóvil y atacaron mi hogar».
Anfitrión: «¿Cómo reaccionó usted ante tales amenazas y ataques?»
Chalghoumi: «En algún momento, hablé con mi amada esposa, quien posee ciudadana francesa, quien asistía a una escuela estatal francesa, al igual que mis hijos. Yo le pregunté: ¿Continúo o me detengo? Ella dijo: ‘No, no te detengas. Continúa'».
Anfitrión: «¿Consideró usted alguna vez rendirse para proteger a su familia?»
Chalghoumi: «No. Aunque las consecuencias ya han alcanzado mi hogar. No puedo decir que todo esto sucede por fuera de mi hogar, porque no sucede. Internet, las redes sociales, las amenazas. Ellos asaltaron a mi esposa en un mercado. Escupieron sobre ella. Incluso le pidieron que se divorciara de mí. Dijeron: ‘¡Él no es musulmán!’ Ese es nuestro día a día. Mis hijos también sufren. La escuela y todo lo demás… Yo eventualmente consulté con mi esposa y ella me dijo lo siguiente: ‘Te apoyo, estoy contigo’. En algún momento, todo cambió y ya no existía la vida cotidiana de antes, a partir de los años 2009-2010 se hizo difícil ir al cine con mis hijos, a restaurantes con ellos…
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«Los islamistas me demonizan… ellos deberían saber que las palabras de un hombre de fe moderada son fuente de problemas para ellos»
«¿Por qué es así? Desafortunadamente, por un tiempo, hemos dejado solos a pequeños grupos e individuos, tales como la fuerza impulsora detrás del asesinato de Samuel Paty, el islamista franco-marroquí Abdelhakim Sefrioui, este gurú, este monstruo o el jeque Yassin Collective y otros fanáticos… Ellos me demonizaron y cuando demonizan a alguien… Esta gente posee un discurso religioso radicalizado y son ellos que emiten los fatuas, siendo estas opiniones religiosas. Hacen lo que el Estado Islámico hace… En el año 2015, tuve al Estado Islámico en mi contra… En Siria también emitieron un fatua en mi contra. Hezbolá también y Hamás. Todos esos pequeños grupos no creen en la luz. Deben saber que las palabras de un hombre de fe moderada es fuente de problemas para ellos. Es por ello que emitieron un fatua en mi contra».
«Yo a menudo utilizo un chaleco antibalas para ir a la mezquita por miedo a los cuchillos… Nosotros nunca nos daremos por vencidos; pero cuando esto afecta a mi familia, se vuelve muy difícil»
Anfitrión: «¿Pero usted todavía puedes ir y predicar en la mezquita?»
Chalghoumi: «Sí, afortunadamente. Pero no tengo derecho a ir allí todos los días o al mismo servicio de rezos. Asisto a diferentes horas, para evitar crear una rutina que le permita a alguien que me esté siguiendo, planifique un ataque.
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«Desafortunadamente, también utilizo muy a menudo un chaleco antibalas, por miedo a los puñales. Existen de 3.000 o 4.000 feligreses en la mezquita, no puedo controlarlo todo. El riesgo… Acabo de regresar de la mezquita Drancy. Había allí 3.000 feligreses en la mezquita durante el sermón, pero no podemos saber ciertamente – entre la multitud, pudiera haber alguien como los terroristas Mohammed Merah, los hermanos Kouachi, o como Amedy Coulibaly…
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«Ya no poseo una dirección con el nombre Chalghoumi. Mi esposa e hijos ya no se llaman Chalghoumi… tienen otro nombre. Seguimos siendo seres humanos… Una de mis hijas fue agredida. Ella ha subido de peso 30 kilos (66 libras)… Somos bastante fuertes por dentro, nosotros nunca nos rendiremos. Pero cuando esta situación afecta a mi familia, se vuelve muy difícil».