En los últimos meses, mientras empeoraba la crisis económica en el Líbano, Hezbolá ha estado llevando a cabo una campaña en contra de los Estados Unidos en el país, culpándolo de todos los problemas que infligen al Líbano, incluyendo la grave situación económica y la escasez de combustible y electricidad, e incluso acusándolo por la desenfrenada corrupción que allí impera. Hezbolá también ha acusado a Estados Unidos de interferir en el sistema judicial del Líbano, especialmente en las investigaciones por la explosión en el puerto de Beirut hecho ocurrido en el mes de agosto del 2020 y de entrometerse en la política del Líbano al emplear agentes locales junto a financiar organizaciones de la sociedad civil que promueven su agenda. De hecho, la organización lleva meses construyendo un discurso de incitación en contra de los Estados Unidos, haciendo cada vez más acusaciones en su contra. Los líderes de Hezbolá, desde el secretario general Hassan Nasrallah hasta funcionarios menores, han estado repitiendo estos mensajes en todas y cada una de las reuniones, encuentros y eventos públicos. Los medios de comunicación afiliados a la organización, tales como el portal Al-Ahed y el diario Al-Akhbar, también han reiterado estos mensajes.

La principal acusación hecha por Hezbolá contra los Estados Unidos es que este libra una guerra económica en contra del Líbano y su pueblo con el propósito de humillarlos y subyugarlos. Según Nasrallah, «los estadounidenses están matando de hambre al pueblo libanés para que renuncien a su honor, soberanía y a sus derechos nacionales…» Esta guerra económica contra el Líbano, dicen los funcionarios de Hezbolá, incluye las sanciones impuestas por Estados Unidos al sector bancario libanés y a los políticos libaneses; la Ley César, que prohíbe el comercio y las transacciones con el régimen sirio y por ende, también perjudica la economía del Líbano; la prohibición a que varios países transfieran ayuda financiera y de otro tipo al Líbano y amenazas destinadas a disuadir a los líderes libaneses de que reciban ayuda de los países del este, especialmente Rusia, China e Irán. Los funcionarios de Hezbolá acusan a Estados Unidos de llevar al Líbano a una condición de quiebra, en donde el 80% de sus ciudadanos viven en pobreza y de fomentar la corrupción entre los políticos libaneses.

Tal como fue señalado, Hezbolá también acusa a Estados Unidos de interferir con el poder judicial del Líbano y especialmente de tratar de subvertir y distorsionar las investigaciones sobre la explosión en el puerto de Beirut ocurrida en agosto, 2020 con el propósito de culpar a Hezbolá. En los últimos meses, mientras Tarek Bitar, el juez que preside la investigación, buscó interrogar a funcionarios cercanos a Hezbolá y a sus aliados políticos, la organización comenzó a acusarlo de parcializarse y de politizar las investigaciones y apeló al gobierno, al presidente y al poder judicial, exigiendo su destitución. Los funcionarios de Hezbolá afirman que Estados Unidos, que busca ajustar cuentas con la organización, interviene en las investigaciones en un intento por imponer dictados y culpar a Hezbolá y a sus aliados.

El 14 de octubre, Hezbolá y su aliado, el Movimiento Amal, organizaron una protesta en el barrio Al-Tayouneh de Beirut para exigir el despido de Bitar. La protesta se convirtió en enfrentamientos violentos entre miembros de Hezbolá y Amal por una parte y miembros de las Fuerzas Libanesas, el partido cristiano encabezado por Samir Geagea, conocido por su oposición a Hezbolá, por la otra. Los enfrentamientos, que incluyeron balaceras, provocaron la muerte de 7 personas, 6 de ellas miembros del Movimiento Amal. Hezbolá se apresuró a culpar a Estados Unidos por el derramamiento de sangre, alegando que este estaba detrás de los eventos. Según funcionarios de Hezbolá, Estados Unidos incitó a los miembros del partido de Geagea, quienes son agentes de Estados Unidos y promueven su agenda, a iniciar los enfrentamientos y este fue sólo «uno de una serie de eventos provocados por los Estados Unidos» en el Líbano, con el objetivo de destruir a Hezbolá, incluso a costa de iniciar una guerra civil, el derramamiento de sangre y la destrucción del estado libanés.

Además, Hezbolá acusa a Estados Unidos de interferir en la política libanesa, especialmente antes de las próximas elecciones parlamentarias, que se celebrarán en menos de un año. Este afirma que Estados Unidos financia no solo al partido de Geagea, sino también a varias organizaciones de la sociedad civil, con la intención de que participen en las elecciones, cambien el equilibrio político en el país y confronten a Hezbolá. La organización describe a la embajada estadounidense en Beirut como el centro de la actividad subversiva de Estados Unidos en el país y de sus esfuerzos por «conspirar contra el pueblo libanés», tal como dijo Nasrallah. Las acusaciones también son dirigidas con frecuencia a la embajadora estadounidense Dorothy Shea.

La incitación anti-Estados Unidos se ha incrementado recientemente, pasando de acusaciones a amenazas verdaderas. Varios funcionarios de Hezbolá y pro-Hezbolá amenazaron con que la organización lanzaría una campaña para eliminar la influencia estadounidense en el Líbano y aclararon que Hezbolá sabe muy bien cómo lastimar a Estados Unidos y sus intereses.

Este informe dará un repaso a las instigaciones de Hezbolá contra los Estados Unidos en los últimos meses y las amenazas hechas por parte de sus funcionarios para eliminar la influencia estadounidense en el Líbano y perjudicar sus intereses.

Hassan Nasrallah: Estados Unidos está matando de hambre a los libaneses; su embajadora conspira contra ellos, buscando iniciar una guerra civil

Tal como fue dicho, el secretario general de Hezbolá Hassan Nasrallah ha desempeñado un papel central en difundir la instigación contra Estados Unidos al reiterar sus mensajes en muchos de sus discursos en los últimos meses. En un discurso dado el 17 de agosto, 2021 este dijo que Estados Unidos está llevando a cabo «una guerra económica con el objetivo de subyugar al pueblo libanés y a la resistencia» y «quiere que el Líbano sea un país sumiso y además humillarlo» porque es parte del eje que a menudo ha derrotado a Estados Unidos. Este dijo: «Lo que está sucediendo hoy es una guerra económica y financiera verdadera… planeada por Estados Unidos de antemano para llevar al pueblo libanés y su estado al colapso… Los estadounidenses están haciendo morir de hambre al pueblo libanés para que renuncien a su honor, soberanía y derechos nacionales… «Este agregó que la guerra económica que libra Estados Unidos contra el Líbano comenzó poco antes del año 2019, cuando Estados Unidos comenzó a financiar las ONG en el Líbano las cuales están directamente vinculadas a su embajada en Beirut y son financiadas por esta misma embajada.[1]

En otro discurso dos días después, Nasrallah repitió estos mensajes, acusando a Estados Unidos de «llevar a cabo una guerra económica contra el Líbano al servicio de Israel» y agregó que «la embajada de Estados Unidos en Beirut, que lleva a cabo esta situación económica y conduce una guerra de información contra el Líbano e incita en su contra, «no es una representación diplomática sino» una embajada para conspirar en contra del pueblo libanés». Sin embargo, esta fracasará en sus intentos, al igual como fracasó en el pasado, dijo Nasrallah.[2] En declaraciones pronunciadas el 23 de agosto, este dijo que Estados Unidos «interfería en todo, incluso en los temas sobre la gasolina, el combustible y las medicinas y en los temas municipales» y agregó: «La embajada de los Estados Unidos quiere que el Líbano se vea envuelto en un caos y desea que el daño llegue a la sociedad libanesa y al ciudadano libanés, a su honor y su familia, «para que no sólo Hezbolá sino también el estado y la sociedad libaneses colapsen. También dijo que Estados Unidos impedía que otros países extendieran su ayuda económica al Líbano.[3]

En un discurso pronunciado el día 27 de agosto, Nasrallah afirmó que Estados Unidos ha estado sitiando el Líbano durante un par de años. «Este obligó a varios países a retirar sus depósitos del banco central libanés» y los amenazó con sanciones para evitar que invirtieran en el Líbano y le extendieran ayuda, subvenciones o préstamos. Estados Unidos también amenaza a los funcionarios libaneses, dijo y les dice: «Si aceptan inversiones de China, Rusia o de cualquier otro país del Oriente, los abofetearemos con sanciones… ¿No es esto hacer un cerco?» Este afirmó que la Ley César, que impone sanciones a Siria, también forma parte del cerco al Líbano, porque «daña gravemente la economía libanesa» al impedir que el Líbano y las empresas libanesas inviertan en Siria y ayuden a reconstruirla, lo que hubiese revitalizado a la economía libanesa. Nasrallah también culpó a Estados Unidos de la severa crisis energética que vive el Líbano, alegando que en los últimos años ha impedido que el Líbano importe gas de Egipto y electricidad de Jordania.[4]

En un discurso pronunciado el 22 de octubre sobre el tema de la creciente crisis de electricidad en el Líbano, Nasrallah declaró que Estados Unidos impide que el gobierno libanés reciba ayuda de otros países que pudieran haberlo ayudado a resolver esta crisis. Dirigiéndose al gobierno libanés, este dijo: «Existen muchos ofrecimientos de asistencia provenientes de varios países del mundo, tanto del Medio Oriente como de Occidente. ¿No quisieran ustedes recibir ayuda del Oriente? Bien, entonces obténganla de Occidente. A menos que exista un veto estadounidense que impida esto. Si los estadounidenses les impiden a ustedes obtener ayuda, díganle al pueblo libanés con sinceridad: Tenemos miedo y no podemos traer empresas europeas al Líbano porque los estadounidenses se enojaran con nosotros y de hecho nos impiden hacerlo…»

Refiriéndose a un ofrecimiento del canciller iraní de construir dos plantas de energía en el Líbano a expensas de Irán, este se preguntó lo siguiente: «¿le dieron los funcionarios libaneses a él una respuesta? Nosotros consideramos a los Estados Unidos como enemigo… pero ustedes lo consideran un camarada, aliado y amigo cercano. Así que pídanle a este amigo y camarada suyo – en quien ustedes tanto confían, lo consideran como campeón en humanidad, buenos valores y derechos humanos – que les exonere sobre el tema de las sanciones contra Irán, que le impiden cooperar económicamente con este. Irak recibió tal exoneración, al igual que Afganistán bajo el gobierno anterior… y otros países de la región. Así que ustedes también deberían solicitar ser exonerados».[5]

En cuanto a las acusaciones de Hezbolá ante la investigación llevada a cabo por la explosión ocurrida en Beirut, ya en su discurso pronunciado el 27 de agosto Nasrallah calificó las investigaciones de políticas y arbitrarias.[6] En su discurso del 11 de octubre, este atacó duramente al juez Tarek Bitar, quien dirige la investigación, acusándolo de atacar a elementos políticos particulares: «Este juez se está comportando como un político», afirmó Nasrallah. «Este juez está utilizando la sangre de los martirizados y heridos en la explosión y la catástrofe y tragedia, para promover objetivos políticos».[7] En un discurso pronunciado el 19 de octubre, este advirtió que existe un intento de perjudicar la postura política y mediática de Hezbolá y de dirigir acusaciones a sus «aliados y amigos» y agregó que Bitar ha sido intimidado por Estados Unidos para que cumpla con su agenda. «Desde el día del incidente (es decir, la explosión)», dijo, «la gente ha enfrentado intimidación y amenazas de encarcelamiento» y existen presiones «por parte de Estados Unidos, Francia y Occidente». Este dijo que algunas personas están tratando de culpar a Hezbolá por la explosión porque «eso es lo que desean Estados Unidos, Israel y varias otras fuerzas en Occidente y en la región» y agregó: «Cuando alguien pide reemplazar al juez, Estados Unidos ve esto como una amenaza. Pero al mismo tiempo, amenaza con detener la ayuda al Líbano si se reemplaza al juez. Elementos franceses que no conozco le están diciendo a los funcionarios libaneses que este juez no debe ser tocado (es decir, destituido) y las autoridades políticas y religiosas en el Líbano lo están defendiendo. Este juez terminará convirtiéndose en un dictador…”, dijo Nasrallah.[8]

Nasrallah también alegó que Estados Unidos financia el partido Fuerzas Libanesas de Samir Geagea, por lo que promoverá los planes estadounidenses, incluso a costa de precipitar una guerra civil en el Líbano. Refiriéndose a los mortales enfrentamientos del 14 de octubre en Al-Tayouneh, este afirmó que el partido Fuerzas Libanesas y su jefe, que «sirven a países extranjeros que tienen planes e intereses en el Líbano», son responsables por la violencia y de las muertes. «Ellos no tienen ningún problema deliberadamente en causar situaciones, incluso si se convierten en enfrentamientos mortales con mártires y víctimas de ambos lados, porque esto sirve a sus objetivos», dijo y agregó: «A ellos no les importa incluso si el resultado es una amplia confrontación militar o una guerra… El verdadero plan de las Fuerzas Libanesas es iniciar una guerra civil «al servicio de los Estados Unidos, Israel y de otros elementos.[9]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/hizbullah-waging-campaign-against-us-and-its-influence-lebanon-we-know-how-hurt-them-and

*H. Varulkar es director de investigaciones en MEMRI.


[1] Alahednews.com.lb, 17 de agosto, 2021; Al-Akhbar (Líbano), 18 de agosto, 2021.

[2] Almanar.com.lb, 19 de agosto, 2021.

[3] Alahednews.com.lb, 22 de agosto, 2021.

[4] Alahednews.com.lb, 28 de agosto, 2021.

[5] Alahednews.com.lb, 11 de octubre, 2021.

[6] Alahednews.com.lb, 28 de agosto, 2021.

[7] Alahednews.com.lb, 11 de octubre, 2021.

[8] Alahednews.com.lb, 18 de octubre, 2021.

[9] Alahednews.com.lb, 18 de octubre, 2021.