La noticia fue aclamada casi universalmente como algo positivo, un logro diplomático. El Departamento de estado estadounidense anunció a gritos que Qatar aceptó servir de «potencia protectora» que supervisará los intereses de Estados Unidos en el Afganistán gobernado por los talibanes, a través de su embajada en Doha, la capital afgana.[1] El arreglo es realmente extraño. La tradición a menudo es que una potencia occidental neutral desempeñe tal papel mediador por Estados Unidos. En la Cuba de Castro hace años y en la actual República Islámica de Irán, Suiza desempeña dicho papel por Estados Unidos, supervisando los intereses diplomáticos de este. En la Siria de Assad, tal papel lo desempeña la República Checa.

Qatar no es ningún actor neutral, sino más bien un partidario entusiasta y muy abierto a los talibanes, muy en línea con el apoyo dado por Qatar a otros movimientos islamistas en todo el mundo. La analogía sería si Estados Unidos hubiese elegido a la antigua Unión Soviética para que vele sus intereses en la Cuba de Castro. Si Estados Unidos tiene la intención de mantener una relación de confrontación con los talibanes, el elegir a Qatar tiene muy poco sentido.

Pero si Estados Unidos sigue principalmente tras su política de retirada y de reducción regional, una presencia minimalista centrada en sacar a los miles de ciudadanos estadounidenses y otras personas de interés que quedaron abandonados y atrapados en Afganistán, entonces la decisión es mucho más comprensible.[2] En el terreno, ambos los aliados en apuros como también sus alentados adversarios verán esto, en cualquier caso, más como una rendición estadounidense que una acción de reducción de fuerzas. Es difícil imaginar tal arreglo si Estados Unidos decide apuntar a elementos de Al-Qaeda incrustados dentro de la burocracia talibán.

En septiembre del presente año 2021, el secretario de Estado estadounidense Blinken, elogió a Qatar y dijo que «ningún país ha hecho más que Qatar» en ayudar a los Estados Unidos a evacuar civiles durante y después de la precipitada retirada estadounidense de Afganistán. La «victoria diplomática» de Qatar se produjo cuando Estados Unidos y el opulento emirato celebraron su cuarta reunión de Diálogo Estratégico en Washington, DC la semana pasada.[3] Al mismo tiempo que Estados Unidos y Qatar mantenían su diálogo estratégico, un alto representante diplomático estadounidense se reunía con el «canciller» talibán en Islamabad, junto a diplomáticos de Rusia, China y Pakistán, todos países a favor de mejores relaciones con el nuevo régimen yihadista en Kabul.[4]

Cabe señalar que el primero de estos Diálogos Estratégicos anuales entre Estados Unidos y Qatar se llevó a cabo durante la administración Trump en el año 2018, bajo la dirección del secretario de Estado Rex Tillerson y con la presencia del secretario de Defensa James Mattis.[5] Curiosamente, dicha reunión diplomática fue descrita, en parte, como impulsada por la necesidad de confrontar a Irán. El cuarto diálogo, que acaba de concluir, se centró en una serie de temas: «estabilidad regional, cooperación en materia de defensa, salud pública, lucha contra el terrorismo, lucha contra la trata de personas, derechos humanos, el cambio climático, eficiencia energética, independencia energética, ayuda humanitaria, cooperación económica e intercambios educativos».[6]

La larga lista de problemas se produce cuando surgen informes de fisuras del lado estadounidense sobre las ventas de armas a Qatar, que ha sido un importante comprador de sistemas de armas estadounidenses en los últimos años. Según informes, el Pentágono está a favor de una venta de 500 millones de dólares de aviones no tripulados MQ-9 Reaper avanzados a Qatar, mientras que funcionarios del Departamento de Estado se mostraron más indecisos y expresaron su preocupación por las reacciones de los rivales de Qatar en Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (este último se convirtió en el primer país árabe autorizado por el Congreso para comprar este tipo de drones estadounidenses en noviembre del año 2020).

Qatar ya adquirió drones de combate Bayraktar TB2 de su aliado más cercano Turquía en el año 2018 (entregados en el 2019) con un lote mayor de 24 comprados a comienzos de este año y que serán entregados en el año 2022.[7] Tratando de cerrar la brecha militar entre sí mismo y sus dos principales rivales del Consejo de Cooperación del Golfo, Qatar ha ido realizando gastos militares generando billones de dólares en compras de armamentos a Francia, Alemania, el Reino Unido, Estados Unidos, Italia, Turquía y China.[8]

A pesar de los gastos de defensa, la mayor fortaleza de Qatar sigue siendo la económica y la política, utilizando dinero, medios de comunicación y diplomacia para promover una amplia agenda islamista desde el norte de África hasta Kabul. En esto, el régimen en Doha, que pide por la democracia en Túnez mientras le da la bienvenida a su derrocamiento en Kabul y represión en Ankara, es ideológicamente coherente y promueve una agenda islamista sin importar las diferentes circunstancias.[9] Doha sigue constantemente tras esta estrella polar ideológica con una tenacidad y agresividad asombrosas. Qatar consiguió que Estados Unidos, por ejemplo, firmara un apoyo tangible en Doha por los talibanes y por Hamás en Gaza en aras de un ilusorio bien mayor, asegurando una separación segura de Estados Unidos de Afganistán y promoviendo la paz árabe-israelí. Ambas premisas parecen ser, en el mejor de los casos, dudosas, mientras que Qatar es, increíblemente, alabado por Estados Unidos como socio en la lucha contra el terrorismo y al mismo tiempo, promueve con entusiasmo las ideologías que sustentan ese mismo terrorismo en el Medio Oriente.[10]

Este enfoque intensivo de Qatar contrasta fuertemente con los propios Estados Unidos y sus acciones, vistos en la región – tanto por aliados como por sus adversarios – cada vez más reducido, confusos y cada vez más desconectados.[11] Esto ha intensificado la competencia intrarregional (incluyendo la carrera por obtener armamento) y la realización de acuerdos; ser ??testigo de la avalancha de esfuerzos diplomáticos entre los adversarios del Golfo de Irán y el régimen de Teherán. Los aliados de Estados Unidos, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, sienten cada vez menos confianza en las políticas y promesas de Estados Unidos y tendrán que hacer sus propios arreglos con Irán (o con China). La reciente, verdaderamente extraña y abierta demonización de Arabia Saudita sobre la inflación y el precio del petróleo por parte del propio presidente Biden solo sirvieron para profundizar las preocupaciones sobre las intenciones y habilidades de los estadounidenses. Israel parece estar sacando las mismas conclusiones sobre el tema Estados Unidos, al menos en lo que respecta a Irán.[12]

El debate dentro de los círculos políticos en la región es si Estados Unidos se ve abrumado por los múltiples desafíos y en reducir sus pérdidas, o si cínicamente está abandonando las relaciones y compromisos mientras se enfoca en el tema del cambio climático y los problemas económicos que dominan cada vez más el discurso en Washington. La polarizadora elección de Qatar, un arquitecto clave en la victoria de los talibanes en Afganistán, como defensor de los Estados Unidos en Afganistán, junto a la suave retórica estadounidense sobre Irán y el duro discurso sobre Arabia Saudita, solo hará aumentar la impresión de que Estados Unidos está de salida. En su salida, no está del claro hacia dónde exactamente.

*Yigal Carmon es presidente de MEMRI; Alberto M. Fernández es vicepresidente de MEMRI.


[1] Diplopundit.net/2021/11/15/statedept-formally-announces-qatar-as-u-s-protecting-power-in-afghanistan, 15 de noviembre, 2021.

[2] Véase el Informe Diario de MEMRI No. 314 – El cómo un emirato liliputiense tomó de rehenes a dos presidentes estadounidenses, 15 de septiembre, 2021.

[3] News.yahoo.com, 12 de noviembre, 2021.

[4] News.yahoo.com, 12 de noviembre, 2021.

[5] Washingtoninstitute.org/policy-analysis/first-us-qatar-strategic-dialogue, 29 de enero, 2018.

[6] State.gov/u-s-qatar-strategic-dialogue, 10 de noviembre, 2021.

[7] Reuters.com/world/middle-east/turkeys-bayraktar-tb2-combat-drones-sales-2021-11-10, 10 de noviembre, 2021.

[8] Aljazeera.com/news/2021/1/5/the-dramatic-expansion-of-qatars-military, 5 de enero, 2021.

[9] Informe Diario de MEMRI No. 330 – Charada de la ‘democracia’ de Qatar, 25 de octubre, 2021.

[10] Informe Diario de MEMRI No. 296, Qatar: El ‘sigiloso’ pro-islamista subversivo, 15 de julio, 2021.

[11] Véase también el Informe Diario de MEMRI No. 304 – La victoria de los talibanes – hecho en los Estados Unidos, 16 de agosto, 2021.

[12] I24news.tv/en/news/israel/diplomacy-defense/1637560360-us-warns-israel-attacks-on-iran-nuclear-facilities-counterproductive, 22 de noviembre, 2021.