En vísperas al quinto aniversario de la revolución en Egipto el 25 de enero, 2011, gran parte de la prensa egipcia se ha centrado en la relación ambivalente entre el actual estado egipcio bajo la presidencia de ‘Abd Al-Fattah Al-Sisi y de la revolución del 25 de febrero que trajo la caída del régimen del presidente Hosni Mubarak. Por una parte, Sisi presenta regularmente su gobierno como una continuación y cumplimiento de la revolución del 2011. Este principio está consagrado en el preámbulo de la Constitución de 2014, que se refiere al 25 de enero del 2011 y el 30 de junio del 2013, la fecha que marca las manifestaciones populares que terminaron en el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi, como una única revolución.[1] Por otro lado, los críticos señalan similitudes entre el actual régimen y el de Mubarak, incluyendo la represión a la disidencia y el regreso de las figuras de la época pre-revolucionaria a posturas de poder e influencia. Según estos críticos, Sisi puede alabar la revolución del 2011, pero también la entierra.

Personificando esta ambivalencia se encontró un incidente el 10 de enero, 2016 en la sesión inaugural del nuevo parlamento que representó la finalización de la «hoja de ruta» por Sisi: el parlamentario Murtada Mansur causó un gran revuelo cuando se negó a prestar juramento a la constitución en su totalidad. Mansur explicó que este era leal a los artículos de la constitución, pero no juraría al preámbulo, ya que a su juicio el 25 de enero, 2011 no fue una revolución, sino una conspiración contra Egipto.[2] Posteriormente fue elegido como presidente del comité de derechos humanos del nuevo parlamento.[3]

Esta ambivalencia ha sido un tema dominante en el discurso público en el período previo a este aniversario, e intersecta con la perenne especulación de hacia dónde se encuentra la opinión pública y si los disturbios civiles pueden estar a la vuelta de la esquina. La Hermandad Musulmana, sus aliados y otros movimientos de oposición, por supuesto que siempre han considerado el 30 de junio, 2013 como un golpe de estado, y el estado post-Hermandad Musulmana como una negación absoluta de la revolución del 2011. El estado ha tomado medidas para evitar cualquier posible malestar por parte de estos movimientos en el aniversario de la revolución[4] – incluyendo nuevas detenciones de miembros de la HM[5] y de los líderes del Movimiento Juvenil 6 de Abril,[6] y la distribución de un sermón unificado para los imanes de las mezquitas que condenan las protestas contra anti-estado del 25 de enero como pecaminosas.[7]

Los siguientes son extractos de dos recientes columnas de escritores egipcios que se refieren a la naturaleza del régimen y el estado de situación en el país en vísperas del quinto aniversario de la revolución:

«Revolución del 25 [Enero]» (imagen: facebook.com, 20 de enero, 2016)
Ibrahim ‘Arafat: «El estado del 30 de junio [2013] se encuentra perplejo en el cómo convencer a los egipcios de que está en cumplimiento de la revolución de enero, [2011]»

El 10 de enero, 2016 Ibrahim ‘Arafat, profesor de ciencias políticas en la Universidad del Cairo y de la Universidad de Qatar, escribió una columna en el diario oficial Al-Ahram advirtiendo de que mientras el estado egipcio no se atiene a la revolución del 25 de enero en hechos así como también palabras, el espectro de una revolución renovada continuará creándole problemas:

«El quinto aniversario de la revolución del 25 de enero se conmemora aproximadamente en dos semanas. Cinco años han pasado y el estado todavía está perplejo por esta revolución. El estado de Mubarak se vio perplejo ante el cómo detenerlo. El estado de la Hermandad Musulmana estuvo perplejo en cuanto a cómo apartarlo violentamente. Y el estado del 30 de junio, [2013] se encuentra perplejo en cuanto al cómo convencer a los egipcios de que es el cumplimiento de la revolución de enero.

«La relación entre estado y revolución, sea en Egipto o en cualquier otro lugar del mundo, siempre es complicada y confusa. Ningún estado desea caer y por lo tanto no se somete fácilmente a una revolución y ninguna revolución jamás deja un estado en que era. La experiencia de Egipto en los últimos cinco años hace hincapié en que así como el estado ha quedado perplejo por la revolución y de si ha sido bueno o malo para Egipto, por lo que la revolución también ha quedado perpleja por el nuevo estado y de si esta con esta o en su contra…

«Desde el 30 de junio, [2013], un tercer apareció un tipo de perplejidad del estado en esta revolución. Por un lado, el estado afirma en la constitución que la revolución del 25 de enero, [2011] fue la raíz por la cual brotó la revolución del 30 de junio, [2013]. Esto significa que [el estado] es responsable hacia los egipcios por actualizar las demandas [de la revolución del 25 de enero] previniendo cualquier retorno a las prácticas del estado Mubarak. Por otra parte, sin embargo, por diversas razones, el estado ha recurrido a reproducir muchas de las bases y cuadros del estado Mubarak. Esto hace que muchos egipcios duden de si se puede hacer justicia a una revolución cuya legitimidad este [afirma] disfrutar, pero cuya ley ignora… El estado… todavía está rodeado de pensamientos, prácticas y de caras del pasado, aquellos que eran hostiles a la revolución y que han regresado a aventurarse para vengarse de su fundación y en los que la pusieron en marcha. El estado permanece perplejo siempre y cuando sea para la revolución en el discurso, pero no le hace suficiente justicia en la acción…»

Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/8967.htm

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[1] Sis.gov.eg/Newvr/consttt%202014.pdf, p.5.

[2] Al-Masry Al-Yawm (Egipto), 10 de enero, 2016.

[3] Al-Wafd (Egipto), 12 de enero, 2016.

[4] De acuerdo a un informe, Sisi convocó una reunión secreta con sus jefes de seguridad a fin de revisar los detalles de un «plan de seguridad inteligente» para el 25 de enero. Al-Shorouk (Egipto), 17 de enero, 2016.

[5] El 15 de enero, 2016 un gran contingente procedentes de varios aparatos de seguridad entró en la ciudad natal del depuesto presidente Muhammad Mursi Al-Adwa en la Gobernación Sharqiya y arrestaron a varios miembros de la HM, incluyendo al hermano de Mursi Sa’id Mursi. De acuerdo a un diario fuertemente anti-HM, uno de los detenidos era el encargado de alimentar con noticias de las protestas a Al-Jazeera. Rassd.com 15 de enero, 2016; Al-Yawm Al-Sabi‘(Egipto), 15 de enero, 2016.

[6] Facebook.com/shabab6april/posts/10154420560878294 28 de diciembre, 2015.

[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 16 de enero, 2016.