Introducción

Recientemente los países árabes rompieron su silencio sobre los acontecimientos en Siria con una serie de anuncios y acciones oficiales. Primero vino una cascada de declaraciones de los estados del Golfo, que llamaron en el régimen sirio a dejar de emplear su «máquina de guerra» contra civiles indefensos y satisfacer las demandas del pueblo sirio promulgando reformas serias. Estas declaraciones provocaron anuncios similares de los estados árabes y de funcionarios externos al Golfo.

Los estados del Golfo llaman a un cambio inmediato en la política siria, que puso fin a cinco meses de indiferencia árabe en la situación en ese país, fueron vistos como «un punto de inflexión en la postura árabe oficial». [1] Hasta ahora, los estados del Golfo y otros países árabes – que a su vez no son democráticos y toleran la disidencia y que apoyaron la represión del alzamiento en Bahrein – se han abstenido de expresar solidaridad con los manifestantes en Siria. Esto, tanto por su apoyo al régimen de Assad y el temor de que un alzamiento en Siria pueda extenderse a otros países y socavar su propia estabilidad.

Al parecer, fue el cambio de clima en el mundo árabe y no árabe, que obligó a estos países a cambiar su tono. La opinión pública árabe, testificando la escalada de derramamiento de sangre que continúa incluso durante el mes sagrado del Ramadán y escuchando las peticiones de los manifestantes a la solidaridad y el apoyo árabe, comenzaron a preguntarse por el silencio de sus dirigentes. Esto se hizo evidente en las declaraciones de varios jeques, especialmente en el Golfo, que comenzaron a expresar su solidaridad con los manifestantes en desafío a la postura de los funcionarios de sus países. Las condenas en el mundo no-árabe, sobre todo por antiguos aliados de Siria, Turquía y Rusia, así como también por el Consejo de Seguridad de la ONU, obligaron a los líderes árabes a alinearse.

Los primeros en condenar la política de Assad fueron los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), comenzando con Qatar. El canal de Qatar Al-Jazeera informó ampliamente sobre las protestas sirias desde el principio, lo que invocó tensión entre los dos países, que incluso provocó un ataque a la embajada de Qatar en Damasco que condujo a la retirada del embajador de Qatar. En una declaración emitida el 3 de agosto del 2011, unas horas antes de que el Consejo de Seguridad condenara a Siria, el gobierno de Qatar instó al régimen sirio a detener el derramamiento de sangre y cumplir con las exigencias del pueblo sirio. Esto llevó a otras declaraciones similares en el Golfo, incluyendo las del gobierno de Kuwait y del propio CCG, así como también la declaración «histórica» del Rey ‘Abdullah de Arabia Saudita. Arabia Saudita, Kuwait y Bahrein también emularon a Qatar en hacer regresar a sus embajadores de Siria.

Las declaraciones emitidas desde el Golfo sacaron del letargo a otros estados árabes. El Secretario General de La Liga Árabe Nabil Al-‘Arabi publicó su primera declaración oficial sobre la crisis siria, aunque siendo esta declaración relativamente pro-siria la cual equiparaba a las víctimas entre los manifestantes con las muertes entre las fuerzas armadas sirias. El Egipto post-revolución habló también: su ministro de relaciones exteriores y el Jeque de Al-Azhar llamaron a detener la matanza y satisfacer las demandas de los manifestantes. Llamadas a la moderación en el trato con los manifestantes se escucharon incluso de figuras conocidas de ser aliados de Siria, tales como el presidente del parlamento iraquí Osama al-Nujaifi y el Secretario General Adjunto del Hezbolá Na’im Qassem. Incluso en Irán se publicaron artículos pidiendo al régimen sirio replantear el manejo de las protestas.

Las declaraciones del Golfo fueron consideradas allí no como un reflejo de la postura del CCG, sino la de una postura árabe unida y los estados árabes que se hizo eco de estas fueron presentados como prueba de ello. Esta postura está en consonancia con la ambición de los estados del Golfo de transformar al CCG en un nuevo cuerpo árabe conjunto que liderara a la región en lugar de la Liga Árabe, cuya postura se está erosionando gradualmente.

Cabe señalar que, a pesar de su reciente condena del régimen sirio, los estados árabes de manera uniforme destacan que se oponen a la intervención internacional en Siria y no exigen la destitución del régimen de Assad. El Rey ‘Abdullah dio a conocer su declaración contundente contra Siria sólo después de haber fracasado en sus esfuerzos para salvarla de una campaña internacional para persuadirla a cambiar sus políticas. La oposición de los estados del Golfo a la intervención en Siria se deriva tanto de su apoyo al régimen sirio y de su temor a que una escalada allí pueda afectar la estabilidad de toda la región.

Los estados del Golfo condenan al régimen sirio

El primero de los países árabes en romper su silencio sobre los acontecimientos en Siria fue Qatar. Desde hace algún tiempo, las relaciones entre los dos países han sido tensas, principalmente por la cobertura que el canal de televisión de Qatar Al-Jazeera TV realiza de las protestas en Siria. A mediados de julio del 2011, Qatar cerró su embajada en Damasco y retiró a su embajador después que la embajada fue atacada por jóvenes pro-Assad protestando la campaña «poco profesional y no objetiva» del canal Al-Jazeera contra el régimen sirio. [2] Más tarde ese mes, Qatar también fue anfitrión de una conferencia de opositores sirios en Doha, a pesar del resentimiento del régimen de Assad. [3]

Assad como Hitler


Al-Arab
(Qatar), 7 de agosto, 2011 [4]

En un comunicado oficial emitido el 3 de agosto el gobierno de Qatar expresó su «pesar por la muerte de civiles inocentes» y pidió a Siria «trabajar para detener el derramamiento de sangre, cesar el uso de la fuerza y apresurarse a implementar reformas que respondan a las demandas legítimas del pueblo sirio y garantizar la seguridad, estabilidad y la unidad nacional de Siria». [5]

Un editorial del 5 de agosto en el diario de Qatar Al-Bayan, titulado «Qatar rompe su Silencio», puso en lista las exigencias al régimen sirio por Qatar: «Siria necesita descartar por completo la opción militar; retirar sus tanques, regimientos del ejército y las fuerzas de seguridad de las ciudades y pueblos de Siria; liberar inmediatamente a todos los presos políticos y a [todos] los arrestados en los recientes acontecimientos; y responsabilizar a todos los involucrados en el asesinato de pueblo sirio – a través de construir la confianza entre el régimen y la oposición. Después de todo, cualquier conversación sobre las reformas o las [nuevas] leyes no tiene sentido siempre y cuando la sangre siga fluyendo por las calles de las ciudades de Siria». [6]

Al día siguiente de la declaración de Qatar, el ministerio de relaciones exteriores kuwaití emitió una declaración similar expresando su «dolor por el continuo derramamiento de sangre entre el pueblo sirio» y pidiendo el «diálogo y una solución política en lugar de una militar», así como también «la aplicación de reformas verdaderas que respondan a las demandas legítimas del pueblo sirio». [7]

El 6 de agosto, los países del CCG emitieron una primera condena oficial de los hechos en Siria, pidiendo el fin inmediato al derramamiento de sangre y la aplicación de reformas serias. La declaración dijo que los estados miembros del CCG estaban siguiendo con aprensión tras el deterioro de la situación y el uso excesivo de fuerza contra los manifestantes en Siria. [8]

Al día siguiente, el 7 de agosto, el Rey saudí ‘Abdallah bin ‘Abd Al-‘Aziz se dirigió a los acontecimientos en Siria, diciendo: «Lo que está ocurriendo en Siria es inaceptable para el Reino de Arabia Saudita. Los hechos son mayores de lo que se puede justificar por la razón. Sin embargo, las autoridades sirias todavía pueden promulgar reformas rápidas y comprensivas. El futuro de Siria yace entre dos opciones: o elije la sabiduría de buena gana, o se desplaza hacia las profundidades de una crisis y pérdidas, Dios no lo quiera». El rey dijo también que Arabia Saudita «exige el fin a la máquina asesina y al derramamiento de sangre y pide que prevalezca la razón antes de que sea demasiado tarde. Siria debe emitir y promulgar reformas verdaderas que no sean meras promesas, [para] que nuestros hermanos en Siria puede sentirse [que viven] en dignidad, gloria y orgullo». [9]

Para ver el despacho en su totalidad en inglés por favor haga clic en el siguiente enlace:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/5579.htm

* Y. Yehoshua es Director de Investigación en MEMRI.


[1] Al-Iqtisadiyya (Arabia Saudita), 9 de agosto, 2011.

[2] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 19 de julio, 2011.

[3] Similarmente, un artículo el 8 de agosto en el diario sede en Londres Al-Sharq Al-Awsat, del periodista saudí Hussein Al-Shubakshi, comparó el régimen de Assad a Hitler y a otros tiranos.

[4] Similarmente, un artículo el 8 de agosto en el diario sede en Londres Al-Sharq Al-Awsat, del periodista saudí Hussein Al-Shubakshi, comparó el régimen de Assad a Hitler y a otros tiranos.

[5] Agencia de Noticias de Qatar (Qatar), 3 de agosto, 2011.

[6] Al-Bayan (Qatar), 5 de agosto, 2011.

[7] Al-Jarida (Kuwait), 4 de agosto, 2011.

[8] Alarabiya.net, 6 de agosto, 2011.

[9] www.Saudiembassy.net, 8 de agosto, 2011.