El 18 de agosto, 2016 Ali Falaki, un general retirado en el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) quien comandó una brigada en la guerra Irán-Irak 1980-1988 y afirma haberse voluntariado para combatir en Siria, concedió una entrevista al portal iraní Mashregh, cercano al CGRI. En esta, habló del «Ejército de Liberación chiita» donde Irán se ha desplegado sobre sus tres frentes de batalla en el Medio Oriente – en Siria, Irak y Yemen – manifestando que comprende divisiones sobre bases de origen étnico que Irán ha establecido para este propósito. Estas divisiones, dijo, son la división afgana (Fatemiyoun), la división pakistaní (Zaynabiyoun) y la división iraquí (Hayderiyoun), además de la división libanesa de Hezbolá que opera en esos momentos en el Líbano y Siria. Falaki explicó que estas divisiones comprenden el Ejército de Liberación chiita que opera de acuerdo al modelo étnico adoptado que Irán realizo en la guerra Irán-Irak.[1]
Ali Falaki (Imagen: Farsnews.com)
Falaki destacó que si bien las fuerzas del Ejército de Liberación chiita sobre los diversos frentes están divididas por origen étnico, su estructura de mando es totalmente iraní y están dirigidas por oficiales del CGRI bajo el mando de Qassem Soleimani, jefe de las Fuerzas Qods élite de la Guardia Revolucionaria, que operan fuera las fronteras de Irán. Este añadió que Soleimani responde directamente al Líder Supremo de Irán Ali Jamenei.
Falaki, quien dijo mantiene un contacto directo con los más altos grados del ejército iraní y el CGRI, informó con orgullo que este había comandado, como parte de la división afgana, a muchos soldados del ejército iraní quienes se habían ofrecido para combatir en Siria desde febrero del 2016. Dijo que se había decidido serían incorporados a la división afgana del Ejército de Liberación chiita como comandantes. Falaki parece referirse a los informes de febrero de que Irán había reemplazado a los oficiales de la Guardia Revolucionaria en Siria con soldados del ejército iraní y a las relaciones entre el CGRI y el ejército de Irán, la cual ha tenido sus altibajos.
Al igual que otros voceros iraníes, Falaki subrayó que Irán no está enviando fuerzas iraníes a combatir directamente en los diversos frentes en el Medio Oriente, pero está creando fuerzas de combate locales que este provee con «orientación, organización y gerencia» por medio de funcionarios del CGRI y, cuando es necesario también lo refuerza con las divisiones étnicas del Ejército de Liberación chiita. Dondequiera que «exista la necesidad de este ejército, el pueblo en esa región será organizado y se le suministrara con las fuerzas necesarias», dijo. Este añadió que el Ejército de Liberación chiita fue establecido «por la existencia de Israel», que Jamenei prometió dejará de existir en unos 20 años, aunque en la práctica el Ejército de Liberación chiita está combatiendo en contra de los sunitas en el Medio Oriente.
Cabe mencionar que Falaki utiliza el término «Ejército de Liberación chiita» para referirse a dos cosas: una, que su misión es liberar a los chiitas y dos, de que este mismo es claramente chiita.
Lo siguiente son extractos de la entrevista de Falaki en el portal Mashregh:[2]
«La primera semilla del Ejército de Liberación chiita y musulmán fue germinada en Siria»
«Poseemos ciertas debilidades en Siria que no deseo discutir por el momento, pero algunas de ellas se derivan de una debilidad que tenemos en Irán. Desde aquí [en Irán], venimos al sur del Líbano y apoyamos a los chiitas allí; venimos a Bahréin y Yemen a grandes expensas y apoyamos a los chiitas allí.
«En el Líbano, encontramos al [Secretario General del Hezbolá] Sayyed Hassan Nasrallah, pero aquí [en Irán], no pudimos encontrar ningún líder entre todos los clérigos activos revolucionarios [afganos] dispuestos a estar en el frente de combate [como lo está él], ni pudiéramos organizar dichas enormes fuerzas [tales como Hezbola]. No fuimos capaces de apoyar adecuadamente los tres millones de afganos chiitas [que viven en Irán como refugiados] y muy desafortunadamente que durante 30 años hemos ignorado a los chiitas afganos que, a pesar de ser oprimidos, se resistieron a la arrogancia de esta [Rusia] y Occidente [los Estados Unidos] en Afganistán. Les vimos como meros peones en espera [por trabajo] en las intersecciones o como criminales. Esta generación [de afganos en Irán] se intensificó y demostró heroísmo, altruismo, valentía y audacia en Siria. Estos brillaban bajo el mando de las fuerzas iraníes…
«Bajo el mando del [encabezado de las Fuerzas Qods] Haj Qassem [Soleimani], los afganos previnieron que Zaynabiyya, Damasco y el aeropuerto cayeran presas [a los rebeldes sirios]… No debemos pensar que nosotros [los iraníes] estamos combatiendo en Siria, [sino más bien que] los afganos están siendo valientes allí bajo nuestro mando…
«El nombre ‘Fatemiyoun’ se refiere a la ayuda explícita de Alá. El nombre ‘Fatemiyoun’ produjo dos grandiosos eventos… [para Irán] en el mundo del Islam. Primero, durante la Guerra [Irán-Irak], nos encomendaron la creación de la unidad entre las sectas [étnicas] [en Irán] – lors, kurdos, baluchis, persas y árabes – [aunque] en marcos separados, [en el que todos combatieron] al Partido Ba’ath [en Irak]. Nosotros transformamos todas las sectas [étnicas] en divisiones militares y durante la guerra nunca nos atrevimos a decir que algunos de los hermanos eran sunitas y algunos eran [chiitas afganos].
«La bandera Fatemiyoun fue izada y por lo tanto la primera semilla del ejército de liberación de los chiitas y musulmanes fue germinada en Siria. Hoy tenemos el privilegio [de formar el Ejército de Liberación chiita], porque para ese entonces, habíamos creado la unidad entre las sectas [étnicas]; ahora, hemos creado la unidad internacional [chiita]. La división Zaynabiyoun [pakistaní] comprende a paquistaníes bajo el mando de oficiales del CGRI. La división Fatemiyoun [afgana] posee varias brigadas que comprenden las afganas e incluso poseen algunos miembros sunitas. Los [funcionarios] del CGRI dirigen esta división. Estas divisiones incluyen a los comandantes del CGRI y a los comandantes [afganos], desde los comandantes de escuadrones a oficiales del personal. Estas divisiones poseen un solo uniforme y una sola bandera. Estos llegan bajo una única organización paraguas y combaten en un único frente de batalla. También tenemos a la división Hayderiyoun, que comprende a los iraquíes. También tenemos una división de Hezbolá, que se divide en dos: una parte es Hezbolá en el Líbano y la otra es Hezbolá en Siria, que comprende al pueblo de Damasco, Nubl y Al-Zahraa.
«El Ejército de Liberación [chiita] fue formado porque, con la ayuda de Alá, en 23 años no debería existir tal cosa como Israel. Estas divisiones están en la frontera israelí. El Fatemiyoun ha sentado las bases para esta pelea.
«Lo segundo, de que estamos contentos de ver que se está esparciendo hacia cada uno de nosotros, es que nuestro anterior punto de vista [condescendiente] hacia estos hermanos [afganos] ha cambiado…»
«Donde quiera que haya una necesidad de este ejército, la gente en esa región será organizada y se le suministraran las fuerzas necesarias»
«El Ejército de Liberación chiita fue establecido y está actualmente bajo el mando del [liderazgo de las Fuerzas Qods] de Haj Qassem Soleimani, quien obedece al Líder [Jamenei]. Uno de los frentes de este ejército se encuentra en Siria, otro se encuentra en Irak y el otro demás se encuentra en Yemen. las fuerzas en este ejército no están destinadas a ser solamente iraníes; [en su lugar], siempre que haya una necesidad de este ejército, la gente en esa región se organizarán [para formarla] y se le suministraran las fuerzas necesaria…
«Nosotros [los iraníes] no necesitamos venir [a Siria] como fuerzas que operan [en tierra]. Queremos a elementos [iraníes] que sepan cómo enseñar, organizar y administrar para que vengan a Siria. De esta manera, las fuerzas de esa región pueden entrar en acción…
«Algunos de los comandantes del ejército [del régimen sirio] huyeron al extranjero y algunas de sus bases fueron capturadas. Las derrotadas unidades del ejército sirio se han reagrupado hoy con renovada fuerza. Por lo tanto, no hay necesidad que nosotros [en Irán] enviemos un ejército al lugar. Podemos estar de lado del ejército sirio, organizar las fuerzas sirias y prepararlas para la batalla. [en el futuro] podemos remover la ocupación enemiga de Siria, tal como lo hicimos en el Kurdistán [iraní], que se tomó un año o dos – pero controlar las incursiones extranjeras en Siria corresponde a los sirios por sí mismos y no podemos evitarlo.
«El cambio de régimen y los cambios de presidente sólo puede ocurrir cuando el enemigo ya no se encuentra [en Siria]… Por ejemplo, tuvimos éxito, en dos años, en expulsar al enemigo presente en el Kurdistán al oeste de [Irán], pero nos llevó años imponer la ley y el orden allí… Hoy, esta región es considerada una de las más seguras en Irán… a pesar de que hace 20 años, decapitaban a personal del CGRI con fragmentos de cerámica… »
El ejército iraní pensó que tenía una labor que cumplir en Siria
«El ejército iraní sintió que tenía que cumplir un papel en esta plaza [siria]. Según mi conocimiento, el ejército le dijo a Qassem Soleimani que deseaba cumplir con su deber en este asunto [es decir, los combates en Siria]. Qassem Soleimani le dijo esto al Líder [Jamenei] y el líder dio su bendición… Algunos voluntarios de varias unidades militares, quienes en su mayoría eran expertos en combate aéreo, fueron enviados a Siria a mediados de febrero del 2016.
«Estos [ejércitos iraníes] eran lo suficientemente competentes como para operar de forma independiente, pero decidieron que operarían como parte de la [división] Fatemiyoun [afgana]. Alá me ha premiado colocándome al mando de ellos como parte de la [división] Fatemiyoun. Yo los puse a cargo de la zona y les transferí medios a ellos y después de un corto período de tiempo, la unidad [afgana] fue colocada bajo su comando. Ni su rango ni sus armas en Irán fueron los mismos [después de unirse a] Fatemiyoun [en Siria]. Sin embargo, debido a su presencia en Siria y después de un breve periodo de tiempo luchando junto a los [hermanos afganos] Fatemiyoun, se convirtieron en una organización, utilizaban el mismo uniforme y combatieron en las mismas trincheras. Estos se convirtieron rápidamente en amigos.
«También le dije al [comandante iraní de las fuerzas terrestres] Amir Pourdastan de que yo estaba orgullo de luchar junto a los hermanos del ejército [iraní] en uno de los frentes de batalla globales fuera de Irán, al igual que durante el período de la sagrada defensa [la guerra Irán-Irak guerra]. [En aquel entonces] no hubo diferencias [entre nosotros y ellos] y ellos eran como los chicos del Basij [del CGRI].
«Hablé con el comandante que se encarga de enviar [soldados iraníes a Siria] y me dijo: ‘Una de mis preocupaciones es frenar la ola de voluntarios que desean ser enviados [a Siria]. De acuerdo a las necesidades del Personal General [iraní], nosotros sólo enviamos la cantidad necesaria de fuerzas [a Siria]. Si lo hubiese permitido, hubiésemos tenido varias divisiones de voluntarios [iraníes] [en Siria]’.
«La presencia de estas fuerzas ha sido enormemente beneficiosa [en la arena siria]. También sufrieron de martirios y lesiones, pero esto no dañó su moral o hizo que fueran menos decididos. Eran experimentados, valientes y apasionados…
«Los voluntarios] [procedentes de Irán hacia Siria se les otorga un salario mensual de $100».
«No deseamos producir una bomba atómica… [sino] más bien demostrar… que [nosotros] podemos llegar más alto que Francia [e] Inglaterra… en todos los campos… Incluso a nivel militar»
«Hasta que nuestro poder crezca, el mundo de la arrogancia [los Estados Unidos] nunca nos dejaran ser. Algunos se preguntan por qué existe una necesidad de tensión entre nosotros y el mundo occidental. Debo decir que si toleramos esta tensión durante algún tiempo, estaremos a la altura del [enemigo] y luego estos ya no se atreverán a combatirnos. No deseamos producir una bomba atómica. Sólo queremos demostrar que nuestro pueblo y el país pueden alcanzar alturas más allá que Francia, Inglaterra, Alemania, Austria y Dinamarca en todos los campos – humanidades, ciencia, economía, tecnología, así como también derechos humanos e incluso a nivel militar.
«Si destruimos el enemigo que está actualmente movilizándose en contra de nosotros, no habrá espacio para que ningún otro país se [movilice en contra de nosotros]. Cuando mostramos nuestro verdadero poderío, estos ya no serán capaces de hacer nada en nuestra contra…»
[1] En la primera parte de la entrevista Falaki se refiere al problema de los refugiados afganos en Irán, que suman unos 3.000.000. El régimen iraní recluta a jóvenes de entre estos refugiados para combatir en Siria como parte de la división afgana. Los combatientes reciben un salario mensual y, si caen en batalla, la condición social de sus familias es aún mayor.
[2] Fars (Irán), 18 de agosto, 2016. Cabe mencionar que la entrevista fue borrada del portal Mashregh poco después de su publicación.