El analista político Dr. Wahid Abdel Meguid, ex miembro de la Asamblea del Pueblo de Egipto y actualmente funcionario de Frente de Salvación Nacional de Egipto, organización que aglutina a la oposición en contra del régimen de Mursi, publicó una columna en el diario Al-Ahram en la que criticó con dureza la intención de Estados Unidos de atacar Siria y afirmó que, si Obama decide hacerlo, se convertiría en uno de los presidentes más sangrientos de Estados Unidos desde la década de 1960. Según Abdel Meguid, no existe prueba alguna concreta de que el régimen sirio estuvo detrás del ataque químico en Al-Ghouta, y por lo tanto, si Obama ataca Siria bajo este pretexto, sería una repetición de la masacre llevada a cabo por George W. Bush en Irak bajo un pretexto similar revelado luego como falso.

Cabe mencionar que el régimen egipcio también expresó su oposición recientemente a un ataque militar estadounidense en Siria y su apoyo a una solución política.

Esta postura también fue expresada en los artículos publicados recientemente en la prensa egipcia.[1] Cabe señalar además que el artículo de Abdel Meguid es parte de una campaña antiyanqui que ha sido llevada a cabo por los medios de comunicación egipcios desde el derrocamiento de Mohamed Mursi, una campaña que presenta a los Estados Unidos respaldando a la Hermandad Musulmana.[2]

Lo siguiente son extractos del artículo:[3]

Dr. Wahid Abdel Meguid (imagen: gate.ahram.org.eg)

«Nunca olvidaré el día en que, junto con el [cantante y compositor egipcio] Sheikh Imam ‘Issa, en que cantábamos la obra maestra del [poeta egipcio] Ahmed Fouad Negm: ‘La sangre en la placa del presidente norteamericano, la sangre en el pecho del ministro petulante, la sangre en la música y las notas de las canciones, escribimos nuestras consignas en las paredes de la ciudad».

«El presidente al que se refiere la canción fue Richard Nixon, que bebió la sangre de la gente que asesinó con su [ejercito] y fuerzas de inteligencia, y que fue expulsado de la Casa Blanca en vergüenza, proscrito y condenado [a raíz del caso Watergate]. El ministro que roció su pecho con la sangre que las fuerzas de su país derramaron fue Henry Kissinger… después de [convertirse] en un asesino con la decisión de utilizar las fuerzas, portaaviones, misiles, y otras herramientas de muerte [en Vietnam] y después de convertirse en el ayudante de los asesinos con las palabras que escribió y los discursos que pronunció.

» Desde mediados de la década de 1960, no hemos visto a [ningún] presidente estadounidense, cuyo placa estuviese limpia de sangre de una nación o de más – pero el caso de Barack Obama será diferente si ataca Siria, tal como lo prometió [En ese caso,] la historia recordará que el presidente que prometió poner fin a las guerras estadounidenses y traer a las tropas a casa fue [en realidad] uno de los presidentes con la placa más sangrienta. A la sangre de los afganos, pakistaníes, yemenitas y otros, este se está preparando ahora para agregar sangre siria, bajo el pretexto de que Bashar Al-Assad utilizó armas químicas en el área de Al-Ghouta. Así que, este repetirá la masacre llevada a cabo por George W. Bush en Irak bajo pretextos [similares], que fue revelado como falso luego del ataque, la invasión y el derramamiento de sangre.

«Los Estados Unidos invadieron Irak en el 2003 con el argumento de que el régimen de Saddam Hussein poseía armas químicas [sic.]. [Esto] aunque [los Estados Unidos] apoyó a este mismo régimen en 1988, cuando en realidad si hizo uso de armas químicas en el área kurda de Halabja. [Los Estados Unidos] conspiraron con este, exonerándolos de este crimen atroz y atribuyéndoselo a Irán. Clara evidencia ha demostrado que los Estados Unidos se hicieron la vista gorda al régimen de Saddam al crimen de atacar Halabja con armas de destrucción masiva en 1988 debido a que [los Estados Unidos] se aliaron con [este régimen] en contra de Irán.

«Hoy día, sin embargo, [los Estados Unidos] se apresuran en atacar al régimen de Bashar Al-Assad a pesar de la falta de pruebas claras de que este – y no las organizaciones terroristas de la oposición armada – atacaron Al-Ghouta con armas químicas. En cualquier caso, la sangre permanecerá en la placa del presidente de los Estados Unidos hasta que el pueblo estadounidense, que está en un estado de coma, despierte de este o de su letargo, si están aún vivos».


[1] Véase MEMRI Despacho Especial No. 5432, En contra de la llamada de Obama a una intervención internacional en Siria, Arab Press critica la falta de poder de la Liga Árabe en el manejo de las crisis árabes, 3 de septiembre, 2013.

[2] Véase MEMRI Investigación y Análisis No. 993, En la crisis egipcia, ambas partes acusan a los Estados Unidos, 8 de julio, 2013.

[3] Al-Ahram (Egipto), 9 de septiembre, 2013.