Una figura prominente en el Gama’a Islamiya egipcio, el Dr. Ibrahim Najjah, escribió un artículo en el portal de la organización en el que se quejó de que algunos grupos islámicos abandonaron los objetivos cruciales de ayudar a las masas y educarlas acerca de su fe, concentrándose en cambio en cuestiones superficiales que apelan al sentimiento público. Como ejemplos, mencionó el caso de ‘Abir Fakhri, una mujer cristiana que supuestamente se convirtió al Islam, así como también las marchas hacia la frontera israelí, que tuvieron lugar el Día del Nakba (15 de mayo, 2011).

Lo siguiente son extractos del artículo: [1]

La razón debe prevalecer sobre el sentimiento

«Hoy día, algunas de las facciones del movimiento islámico le dan prioridad a las emociones sobre la razón, a [las apariencias] de fuera sobre la esencia de las cosas, a los [asuntos] superficiales sobre los profundos y los sentimientos sobre los cálculos cuidadosos. Estos apelan a las emociones de la juventud [en lugar de] difundir el correcto Sharia islámico y abandonan la difusión e inculcación de las leyes [islámicas] que los musulmanes [siempre] han encontrado indispensables a través de sus vidas, como individuos, como un colectivo y como estado. Este [hecho] fue manifestado de muchas maneras en los últimos meses, cuando mucha gente erróneamente preferido agitar las emociones del público y ganarse [su simpatía], a expensas de los intereses del Islam y los países de origen [islámico]…»

«Cuando millones marchan de Egipto hacia los territorios ocupados [palestinos]… es una declaración de guerra contra Israel»

«[Un] ejemplo es el llamado a la marcha hacia Palestina, que se extendió como un reguero de pólvora en este [país]. Exteriormente, esta llamada se parece a una [demostración de] compasión [hacia los palestinos], pero en realidad está llena de [peligro]. Es una llamada que apela a las emociones, pero [en realidad] no beneficia a la tierra natal [islámica], o a la causa palestina.

«Cuando millones marchan desde Egipto hacia los territorios ocupados [palestinos], el significado [de este movimiento] es muy sencillo: es una declaración de guerra contra Israel. El lado que declaró la guerra tomó esta medida en contra de la voluntad del resto del país y sus aparatos militares, políticos o estratégicos. Esto contraviene un principio importante islámico que he explicado en un primer libro titulado La Autoridad para Realizar [Decisiones] Soberanas le Pertenece a los Gobernantes, en los que discutí [asuntos] soberanos tales como la demarcación de las fronteras y la declaración de guerra o paz. Estos asuntos están bajo la autoridad exclusiva de los gobiernos, porque Alá los ha dotado de habilidades especiales que [otros] grupos e individuos no poseen…

«¿Cómo podemos liberar a Jerusalén [hoy], cuando aún no tenemos un presidente o un parlamento, en un clima de tumultuosas guerras sectarias que atacan nuestros países como las olas del mar – y cuando la economía egipcia está disminuyendo [día a día] y una gran brecha tecnológica existe entre nosotros e Israel? ¿Puede un sector [limitado] de [la sociedad] imponer una guerra contra una nación que no esta preparada [para la guerra]?

«Las guerras no son un juego o una oportunidad para despertar emociones. [De hecho,] las guerras no tienen nada que ver con las emociones. Son una cuestión que precisa cálculos políticos, militares y estratégicos, que se discuten en completa discreción, sin ruido o fanfarria. El Consejo Supremo de [Egipto] estuvo en lo cierto en emitir una declaración advirtiendo contra la marcha popular [hacia la frontera]. Esta sabe mejor cual es la estrategia de Egipto, Gaza y Palestina. Los líderes del movimiento islámico en Egipto también actuaron correctamente cuando cancelaron estas marchas, sobre la base de que podría poner a Egipto en un enfrentamiento que este no quiere y por el no está preparado – no sólo respecto a Israel, sino también en relación a sus aliados en Occidente».

«Al-Aqsa sólo será liberada cuando Egipto sea fuerte en todos los campos…»

«Debemos recordarle a los jóvenes de hoy que los sentimientos [de solidaridad] de los musulmanes con Palestina se desbordaron después del Nakba de 1948 y que los estudiantes egipcios realizaron manifestaciones, marchas por etapas y se sometieron a un entrenamiento militar – sin embargo, a pesar de ello, Palestina se perdió y el estado de Israel fue establecido.

«Cuando Siria y Egipto planearon una guerra contra Israel… [lo hicieron] en silencio, con paciencia y visión, sin fanfarria y sin provocar a nadie. La victoria de octubre [1973] fue una bendición para nosotros, un shock para los israelíes y una [experiencia] edificante para todos los árabes. [Sin embargo], nunca liberaremos Al-Aqsa sólo por medio de los emociones y los sentimientos, sino [sólo] a través del esfuerzo y la acción, mediante [el avance de nuestra] investigación científica y la tecnología, luchando contra la corrupción, el robo y el soborno y restableciendo la paz y la seguridad. Primero, debemos superar el caos y la apatía en la que estamos sumidos. Al-Aqsa, sólo será liberada cuando Egipto sea fuerte en todos los campos, tal como lo fue [en la época de] Saladino y los cruzados, o [en la época del Sultán egipcio Saif Al-Din Qutuz] en el siglo 13, [quien derrotó a] los tártaros…»

El caso ‘Abir Fakhri – un ejemplo de prioridades erróneas

«[Otro] ejemplo es el caso de ‘Abir Fakhri. Esta mujer [cristiana] llevaba una vida miserable junto a su esposo cristiano, que la maldijo, la golpeó y la echó de la casa después de que le dio una hija, porque este proviene de un ambiente donde los hijos se consideran preferibles a las hijas. Ella [regresó a] la casa de sus padres, a cabos sueltos, ni casada ni divorciada [Así que] encontró refugio en el Islam, e hizo un revuelo al [convertirse] – no por amor al Islam, sino [sólo] a fin de resolver su problema transformándolo de un problema social a uno religioso. Luego la Iglesia la [secuestró] y convirtió [todo] en un asunto en el que una mujer egipcia fue hecha cautiva sin ningún tipo de justificación legal. Luego, algunos [musulmanes] predicadores convirtieron [el caso] en uno sectario [llamando] a realizar manifestaciones fuera de la iglesia en el [barrio] Imbaba donde ella estaba siendo detenida… La manifestación se tornó violenta, [generando] derramamiento de sangre y un conflicto civil y la iglesia fue incendiada, donde casi todo el país fue envuelto en llamas. [Tengan en cuenta] cuántos musulmanes resultaron heridos o perdieron la vida por una mujer cuya conversión fue de dudosa sinceridad. Mucha gente quien conoció a [‘Abir] en un pasado reciente ha confirmado esto. Según ellos, después de convertirse, no oró y no memorizó ninguna parte del Corán. Ella pudo haberse convertido, pero esta conversión no dejó rastro en su corazón y su ser. Que ha hecho ‘Abir por el Islam que debemos hacer tal conmoción en su nombre? La iglesia también ha cometido un error fatal reteniéndola sin una causa justa, como si su conversión [equivaldría a] la pérdida de toda la cristiandad, que tiene más de dos millones de [creyentes] en todo el mundo.

«El principio religioso de establecer prioridades [correctas] estuvo totalmente ausente aquí. Existen millones de musulmanes en Egipto, sin embargo, nadie se interesa en ellos o se molesta en enseñarles acerca de su fe. Algunos de ellos se van a dormir con hambre y desnudos y sin embargo, a nadie le importa. Ellos merecen más atención de la que «Abir necesita, pero los [principios de crear] prioridades, [considerando] intereses y [la lucha contra la corrupción] fueron descuidados por completo en este caso. ¿Quién debió haber recibido prioridad, ‘Abir, o algunos musulmanes que necesitan toda [la ayuda que puedan obtener] con el fin de convertirse en musulmanes adecuados y puedan llevar una vida estable?»


[1] Egyptianislamicgroup.com, 16 de mayo, 2011.