En un editorial libre el 9 de julio, 2013 en el diario en su edición en inglés Arab News, titulado «Primavera Árabe: Espejo, espejo sobre la pared», Abdulateef Al-Mulhim, ex comodoro de la marina de guerra saudita y oficial de enlace en Estados Unidos, llamó a la Primavera Árabe un «muy mal chiste», afirmando que los árabes «se odian más de lo que odiamos al enemigo exterior», y que Israel, que sirve como una «máquina de hacer dinero para los dictadores árabes y para los funcionarios palestinos corruptos», trata, en sus hospitales, a los heridos que los sirios se infligen unos a otros. Este añade que la Primavera Árabe no fue «sobre la búsqueda de la democracia, la justicia social y el elevar el nivel de vida», sino «sobre el odio y la violencia sectaria».

La postura de Al-Mulhim refleja en gran medida la posición de la institución saudita respecto a la Primavera Árabe y sus consecuencias, así como también su profundo temor a los círculos islamistas opuestos al wahabismo que desde la primavera árabe se han vuelto más fuertes en Egipto y Siria. Tal como se recordará, después que el ejército egipcio derrocó a Mursi, el 3 de julio del 2013, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Kuwait se apresuraron a ofrecer al nuevo régimen egipcio 12 billones de dólares en ayuda, a fin de poder evitar una gran crisis económica en Egipto.

Lo siguiente son extractos del artículo de opinión de Al-Mulhim:[1]

«El mundo árabe nunca ve los espejos… porque los espejos no mienten y no queremos saber la verdad»

«… De acuerdo a los medios de comunicación, la Primavera Árabe cogió por sorpresa al mundo el 18 de diciembre, 2010. Yo, sin embargo, añadiré que la Primavera Árabe no salió de la nada. Es una acumulación de años de corrupción política, violaciones a los derechos humanos, sectarismo, sistemas educativos pobres, y el desempleo. Para resumirlo todo, los árabes no estaban combatiendo al enemigo, dormían con este. Es por esto que es imposible analizar y predecir el resultado de la Primavera Árabe.

«El mundo árabe nunca ve espejos. No nos gusta decir espejo, espejo en la pared porque los espejos no mienten y nosotros no queremos saber la verdad. No podemos con ella.

«Durante la primavera árabe, leí un montón de análisis sobre la raíz de la Primavera Árabe – son décadas de esconderse de la realidad, persiguiendo un espejismo [compuesto] de enemigos, conspiraciones y de culpar al mundo exterior. Nunca culpamos a nuestros sistemas por las muchas fallas [en tomar las oportunidades] para desarrollar la mente árabe. Hablamos de Sykes-Picot, el imperialismo y el sionismo, pero nunca vemos los espejos sobre la pared. Algunas personas, sin embargo, si lo hicieron».

«Israel es una máquina de hacer dinero para los dictadores árabes y para muchos funcionarios palestinos corruptos»

«El 15 de junio del 2013, un columnista saudí a quien nunca he conocido, escribió un artículo en el diario saudita Al-Sharq titulado ‘Israel, el eterno tesoro árabe’. El columnista, Abdusalam Alwael, es un saudí altamente educado que obtuvo una licenciatura en una universidad saudita, su grado de maestría en una universidad de California, y su título de doctorado en una universidad de Virginia. Este básicamente dijo que Israel era una recompensa por los dictadores árabes que utilizan el conflicto palestino-israelí para controlar sus países y hacer un montón de dinero, simplemente emitiendo amenazas huecas a Israel.

«Israel es una máquina de hacer dinero para los dictadores árabes y para muchos funcionarios palestinos corruptos. En otras palabras, los dictadores árabes se han olvidado de desarrollar sus países e inocentes han pagado con su propia vida. Esta es la realidad de la Primavera Árabe».

«Nos odiamos entre nosotros más de lo que odiamos al enemigo externo… Esta es la verdadera primavera árabe, sirios contra sirios y los israelíes tratan las heridas de los sirios en sus hospitales»

«Todos saben la verdad, pero no la queremos admitir. Durante la Primavera Árabe, vimos nuestros verdaderos rostros en los espejos. Estos mostraron que los árabes nunca estaban unidos, y ahora están divididos más allá de la imaginación de cualquiera. Nos odiamos más de lo que odiamos al enemigo externo.

«Es por esto qué nadie en el mundo árabe mostró simpatía alguna a los sirios cuando aviones israelíes atacaron objetivos sirios hace unas semanas. De hecho, incluso anti-israelíes de mano dura deseaban que los aviones israelíes hubiesen seguido hacia el este, y atacaran el palacio presidencial sirio y asesinaran a un líder árabe llamado Bashar Assad. En otras palabras, muchos en el mundo árabe se pusieron de lado de Israel en contra de un país árabe.

«Luego del ataque, vimos a muchos sirios acercándose a los fortificados puestos de control israelíes en los Altos del Golán, no para atacar a los soldados israelíes, sino en busca de refugio y obtener atención médica. No estoy hablando de atención médica simple. Estoy hablando de cirugías mayores como la de la niña siria de cuatro años quien recibió un trasplante de corazón en el Hospital Wolfson en Holon, Israel.

«Esta es la verdadera Primavera Árabe. Sirios hiriendo a sirios, y los israelíes tratando las heridas de los sirios. Sí, la Primavera Árabe es un chiste y me refiero a uno muy malo. La Primavera Árabe no es sobre la búsqueda de la democracia, es árabes asesinando árabes. Y es por eso que los soldados israelíes están ocupados en los Altos del Golán. No ocupados cargando municiones; ocupados recogiendo cerezas y otras frutas ¿Qué más, también están ocupados dando visitas guiadas mostrándole al mundo los aviones sirios apuntándole a civiles, misiles Scud destruyendo aldeas, y tanques atacando escuelas y mezquitas.

«La Primavera Árabe no es sobre una búsqueda de democracia, justicia social y mejores niveles de vida – La Primavera Árabe es sobre odio y la violencia sectaria»

«Lo que sucede en Siria es más terrible. Sirios humillan a las mujeres sirias en presencia de sus familiares, violándolas y asesinándolas. No es sólo el asesinato que es horrendo. Hemos visto a un sirio matar a otro sirio y abrirle el pecho con un cuchillo y arrancarle un pedazo de su corazón. No puede ser más horrendo.

«Ahora, espejo, espejo sobre la pared, quien es el más feo de todos? Bueno, todos son feos. Se ha comprobado que la Primavera Árabe no es sobre la búsqueda de democracia, justicia social y mejores niveles de vida. La Primavera Árabe es sobre el odio y la violencia sectaria. El mundo no escuchó nada acerca de la reconstrucción de países o de erradicar la pobreza. La conversación es sobre combatir entre la misma gente de un mismo país.

«Basta con mirar la tierra de una de las civilizaciones más antiguas, Egipto – un país que no logró producir una – sólo una – figura icónica como Nelson Mandela o Martin Luther King. Estos son individuos que hablan de paz y armonía y son respetadas por todo el mundo – no individuos que disfrutan destruyendo su propio país y asesinando a su propio pueblo».



[1] La traducción en inglés ha sido editada ligeramente para mayor claridad.