En un artículo titulado «Puntos de no-retorno poco claros», el director general del Consejo de asuntos internacionales de Rusia Andrey Kortunov criticó la reciente ambigüedad rusa respecto al uso de las armas nucleares. En enero, Rusia se unió a las otras potencias nucleares para defender el principio de que la utilización de armamento nuclear era inadmisible. Sin embargo, de la burocracia rusa hasta Vladimir Putin han insinuado que las armas nucleares no estaban descartadas en Ucrania. Kortunov espera que Rusia no se tome en muy serio el uso de las armas nucleares y vea la movilización como señal de que Rusia tiene la intención de cambiar el rumbo utilizando solo armas convencionales.
Rusia debe hacer explícito qué punto de no-retorno debe cruzarse, por ejemplo, la participación directa de la OTAN en la guerra, antes de que Rusia contemple el uso de armas nucleares. Kortunov duda de la eficacia de las armas nucleares tácticas. Mientras los funcionarios rusos enfatizan constantemente que ahora nos encontramos en un mundo multipolar, donde los Estados Unidos no pueden dictar sus pautas, Kortunov advierte que el uso de armas nucleares convertirá a Rusia en paria internacional, a quien todos los «polos» del mundo multipolar le darán la espalda.
El artículo de Kortunov puede leerse a continuación:[1]
El director general de la RIAC Andrey Kortunov en referencia a la amenaza de un enfrentamiento directo entre las principales potencias nucleares
Por una parte, Rusia da a entender que preserva la adhesión al postulado de que en una guerra nuclear no puede haber ganadores y de que se preserve la premisa de que esta nunca debe ser desencadenada. Esta tesis encontró expresión en la declaración de enero de los líderes de las cinco principales potencias nucleares. En la declaración también se mencionó la necesidad de prevenir la guerra entre los estados que poseen armas nucleares y reducir los riesgos estratégicos.
Por otra parte, el embajador ruso en Washington Anatoly Antonov, al comentar sobre el nuevo paquete de ayuda militar estadounidense a Kiev, declaró explícitamente que tales acciones consolidan el estatus de Estados Unidos como un bando que forma parte del conflicto. Konstantin Vorontsov, jefe adjunto de la delegación rusa ante las Naciones Unidas, agregó que a partir de hoy ya se están tomando medidas más arriesgadas ante el límite de un conflicto armado directo, “que amenaza con exacerba más, hasta llegar a un choque militar de las potencias nucleares con terribles consecuencias que se generarían de ello.
Y, en última instancia, el propio presidente y comandante en jefe Vladimir Putin, advirtió no hace mucho: «Ante una amenaza a la integridad territorial de nuestro país, sin lugar a dudas utilizaremos todos los medios posibles a nuestro alcance para proteger a Rusia y a nuestro pueblo. Esto va en serio».
Muchos analistas interpretaron rápidamente esta declaración como un indicio transparente de la posibilidad de que Rusia utilice armamento nuclear táctico directamente en el campo de batalla.
Evidentemente, el canciller alemán Olaf Scholz, tenía exactamente esta misma posibilidad en mente, cuando exclamó: “Siguiendo al presidente estadounidense Joe Biden, yo le digo a Rusia: «¡No lo hagan!».
Mientras tanto, la decisión de los líderes rusos respecto a la movilización parcial puede percibirse como una negativa a desplegar armas nucleares tácticas directamente contra las Fuerzas Armadas de Ucrania (ZSU). Siempre que se estuviese considerando el escenario de una escalada nuclear, habrá escasa necesidad de lanzar una movilización parcial. Aparentemente, Moscú espera que la movilización permita lograr grandes avances en el SVO a través de las armas convencionales.
Si este fuese el caso, es necesario definir de manera audible e inequívoca qué nivel y formato de apoyo occidental a Ucrania, Rusia percibiría como el cruce de un «punto de no-retorno». Lo más probable es que sea la participación directa de Occidente en el conflicto. Después de todo, su apoyo ya juega un papel decisivo en los éxitos militares de Kiev.
En la situación actual se necesita de la máxima claridad y no de incertidumbre. Tal como señala el letrero, “¡No entre! Esto puede matarle”. Señales de advertencia en las líneas de transmisión de alta tensión
Finalmente y lo más importante: debe entenderse que la utilización de armas nucleares tácticas no garantiza un cambio en la guerra a favor de uno: la efectividad militar de los ataques nucleares tácticos no es obvia de por sí.
Sin embargo, lo que sí garantiza es el riesgo de una guerra nuclear a gran escala, el “aislamiento estratégico” total y el estatus de paria internacional, al que todos los “polos” del mundo multipolar le darán la espalda.
[1] Kommersant.ru, 7 de octubre, 2022.