Arabia Saudita y los Estados Unidos se han visto envueltos en una creciente tensión desde que este último apoyó la decisión de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo en un intento por reducir los precios del crudo. Varios legisladores estadounidenses demócratas describieron esta medida de «acto hostil» por parte de Arabia Saudita que perjudica a los Estados Unidos y socava sus esfuerzos para frenar la agresión de Rusia en Ucrania. Estos presentaron una ley para eliminar el apoyo militar estadounidense de Arabia Saudita y de los Emiratos Árabes Unidos, quienes también votaron a favor de la decisión de la OPEP+. Otros pidieron que se aprobara el proyecto de ley conocido como «Ley contra los cárteles de producción y exportación de petróleo» (NOPEC, por sus siglas en inglés), que le permitiría a Estados Unidos entablar demandas antimonopolio en contra de la OPEP por fijar precios ilegalmente.[1] El día 11 de octubre, el destacado senador demócrata Bob Menéndez, presidente del Comité de relaciones exteriores del Senado, dijo que Estados Unidos debe congelar de inmediato toda cooperación con Arabia Saudita, incluyendo la venta de armas y el día 12 de octubre, el presidente Biden declaró que la conducta de los saudíes tendrá «consecuencias» para sus relaciones con los Estados Unidos.[2]

Arabia Saudita, por su parte, rechazó las críticas estadounidenses. El día 11 de octubre, durante su sesión semanal, el gobierno saudita destacó «el papel fundamental que desempeña la OPEP para lograr el equilibrio y estabilidad en los mercados mundiales del petróleo».[3] El canciller de Arabia Saudita Faisal bin Farhan, le dijo al canal Al-Arabiya que «la decisión de la OPEP+ fue puramente económica y fue tomada por unanimidad por todos los estados miembros» y que «los estados de la OPEP actúan para mantener la estabilidad en los mercados y actualizar los intereses de tanto los productores como de los consumidores». Este agregó que «las relaciones con Washington son estratégicas y promueven la seguridad y estabilidad en la región».[4]

Una respuesta mucho más contundente fue expresada en artículos escritos por destacados periodistas saudíes. Estos repitieron la postura oficial saudita de que la decisión de reducir la producción de crudo fue muy profesional y objetiva, con el objetivo de proteger a la economía saudita y los mercados petroleros mundiales. Algunos también argumentaron que los demócratas tienen poco derecho a esperar algún tipo de amistad o lealtad por parte de Arabia Saudita luego que su presidente Joe Biden, prometió convertir a este país en «paria» y cuando algunos demócratas incluso llaman a poner fin al despliegue de tropas y a los sistemas de defensa de misiles estadounidenses en Arabia Saudita. Estos llamaron a Estados Unidos para recordar que Washington y Riad tienen intereses vitales en común, especialmente en el contexto de frenar la agresión de Irán y sus agentes-estado en la región. Uno argumentó que sería imprudente que Estados Unidos pusiera en peligro sus lazos estratégicos con Arabia Saudita solo para apaciguar a algunos legisladores estadounidenses más radicales.

Otro argumento recurrente en los artículos fue que, en las actuales circunstancias globales, Arabia Saudita y muchos otros países sienten la necesidad de ajustar sus relaciones exteriores, equilibrando sus lazos con Occidente y con el Medio Oriente. Uno de los artículos también advirtió que, si bien la política petrolera de Arabia Saudita no tiene la intención de perjudicar a los Estados Unidos o ayudar a Rusia, la hostilidad de los Estados Unidos puede, de hecho, alejar a Arabia Saudita y acercarla más a Rusia y China.

Lo siguiente son extractos de algunos de estos artículos.

Tariq Al-Homayed: Arabia Saudita no apoya a Rusia, sino solo protege sus intereses

El destacado periodista saudita Tariq Al-Homayed, ex-editor en jefe del diario en Londres Al-Sharq Al-Awsat, abordó este tema en su columna publicada el 9 de octubre en el diario. Los siguientes son extractos de la columna, tal como fue publicada en la edición en inglés del diario Al-Sharq Al-Awsat:

“Las reacciones de los demócratas a la decisión de la OPEP de reducir la producción han sido acaloradas y muy poco objetivas. Ellos y sus medios de comunicación hablan de Arabia Saudita como si los hubiesen ‘apuñalado por la espalda’ y por su ‘traición’.

«También han dicho que los ‘amigos’ no le hacen esto a ‘sus amigos’ y que Arabia Saudita está con Moscú y no con Washington.

“Este es el caso a pesar de que, según el diario New York Times, Arabia Saudita expuso claramente su postura, demostrando que recortar la producción no es un ‘ataque’ contra Biden porque la caída del precio del barril de crudo por debajo de los 80 dólares es preocupante, luego pudiera deslizarse aún más y llegar a 70, tal vez a 60 dólares, lo que haría socavar los intereses saudíes.

“El documento agrega que, aunque no se ha producido una declaración oficial al respecto, este entiende que Arabia Saudita y otros países ricos en petróleo aumentarán la producción en otoño.

“Y así, las acaloradas reacciones de los demócratas adoptan retóricas ingenuas y hablan de Arabia Saudita de ‘aliado’ y ‘socio’. Un investigador estadounidense me dice lo siguiente: ‘Ojalá (Twitter) no existiera, tal vez disminuiría la amargura y no veríamos estos comentarios tan alocados’.

“Sin embargo, no estamos hablando de tuiteros comunes, sino de demócratas sordos. De hecho, los términos que utilizaron algunos de ellos son patéticos, especialmente porque su presidente y el jefe de su partido prometieron convertir a Arabia Saudita en ‘paria’ y ahora hablan de ‘amistad’ y ‘sociedad’.

“Esta tensión significa que la administración está confundida y no sabe cómo resolver este problema que fue creado por cuenta suya…

“La respuesta más honesta, en medio de esta tensión, es lo que Biden dijo recientemente sobre los recortes de producción: ‘Existe un problema’. Esto es cierto, el problema está en Washington y en particular con los demócratas, quienes creen que la política exterior trata simplemente de declaraciones incendiarias, mientras que política es el lenguaje del interés.

«De esta manera, Arabia Saudita no apoya a Rusia. Más bien, este persigue sus intereses y esto es justo. La historia es simple, tal como decía la famosa consigna de la campaña de Bill Clinton: ‘Es la economía… tonto'».[5]

‘Abd Al-Rahman Al-Rashed: Algunos estadounidenses parecen estar más ansiosos por castigar a Arabia Saudita que a Rusia

‘Abd Al-Rahman Al-Rashed, también ex-editor en jefe del diario Al-Sharq Al-Awsat y ex-director del canal de televisión Al-Arabiya, escribió en su columna publicada el 10 de octubre, que también apareció en la edición en inglés del diario: «Algunos estadounidenses parecen estar más entusiasmados con castigar a Riad por su participación en votar a favor de disminuir la producción de petróleo que sancionar a Rusia por haber invadido Ucrania.

«Dado que los desacuerdos sobre los precios del petróleo han sido un problema constante y recurrente (ya que reflejan una disputa entre consumidor y productor), la politización del reciente desacuerdo – impulsado por los críticos contra Riad – perjudicará los altos intereses tanto de Arabia Saudita como de los Estados Unidos.

“Cabe mencionar que además de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, los países de la OPEP se mostraron unánimemente a favor de reducir la producción de petróleo, ya que esperaban que este procedimiento pudiera evitar una caída catastrófica de los precios del petróleo ya que solo dos años antes, lo vendían a $40 por barril. Una recurrencia de este tipo de escenario sería algo muy destructivo para los países productores de petróleo, ya que los altos precios del petróleo son desastrosos para las naciones consumidoras.

Mientras tanto, aparte de su reciente disputa sobre los precios del petróleo, Riad y Washington comparten un gran grupo de intereses comunes vitales igualmente significativos que hacen que uno piense que es poco probable que los esfuerzos para arruinar sus relaciones bilaterales tengan éxito.

“Por un lado, Arabia Saudita se enfrenta a los golpistas iraníes en Yemen, lo cual sirve a los intereses de Estados Unidos y perjudica a Teherán y su afiliado Hezbolá domina las rutas marítimas que pasan por el mar Rojo y el estrecho Bab al-Mandab, llegando al este de África.

“Otro interés común para Estados Unidos y Arabia Saudita es confrontar a Irán en la región del Golfo, especialmente porque Washington considera a Irán una amenaza a sus intereses y para la seguridad de sus aliados, que incluyen a otros países además de Arabia Saudita.

“Anteriormente, Irán amenazó con cerrar el estrecho de Ormuz. De la misma manera, este atacó las instalaciones petroleras sauditas y expandió el alcance de sus actividades militares marítimas para así amenazar a los tanqueros petroleros. Tales acciones por parte de Irán afectan los precios del petróleo mucho más que una reunión de la OPEP en Viena. La falta de cooperación militar entre Estados Unidos y Arabia Saudita pudiera hacer que un barril de petróleo costase $200 en lugar de $90.

“Otro tema que cabe discutir es el cese de la cooperación militar de Washington con Riad, que los funcionarios estadounidenses han negado repetidamente. Si tal cosa sucede, empujará a Arabia Saudita y a otros países en dirección a China y Rusia. Es inimaginable ver a Estados Unidos abandonar a sus apreciados aliados a sus enemigos solo por una disputa sobre el precio del crudo, particularmente mientras Washington se prepara para la fase de un nuevo capítulo de guerra fría…»[6]

Caricatura en diario saudita: La "OPEP" intenta estabilizar los precios del petróleo (Fuente: Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 11 de octubre, 2022)
Caricatura en diario saudita: La «OPEP» intenta estabilizar los precios del petróleo (Fuente: Al-Sharq Al-Awsat, Londres, 11 de octubre, 2022)

Jameel Altheyabi, editor del diario ‘Okaz: Estados Unidos sería imprudente si comprometiera sus lazos estratégicos y sus complejos intereses compartidos con Arabia Saudita solo para apaciguar a algunos miembros del Congreso que fomentan el odio

Jameel Altheyabi, editor en jefe del diario saudita ‘Okaz, escribió lo siguiente: «Lo que es seguro es que la nueva Arabia Saudita ha adoptado un enfoque diplomático que puede caracterizarse como el ‘equilibrar sus lazos con Occidente y el Medio Oriente’ y este balance incluye a Rusia, Estados Unidos y China. Riad sigue siendo leal a sus aliados y amigos, pero eso no significa que considere a los rivales de Washington como sus enemigos.

«La doctrina de la diplomacia saudita… ha dejado muy en claro que los intereses del reino están por encima de todas las demás consideraciones y que la soberanía no solo debe verse sino que también debe manifestarse en la práctica, sin presiones ni concesiones. Esto requiere que el liderazgo saudí posea una amplia gama de opciones.

Riad entiende que enfoques como el congelar las ventas de armas a Arabia Saudita o imponer barreras extranjeras al comercio como las restricciones a la ley de competencia son ??posibles y no serán sorprendentes. Por lo tanto, las opciones sauditas están listas y predeterminadas. Al mismo tiempo, el reino sabe que hay personas inteligentes e influyentes en Washington que entienden que, si Estados Unidos avanza con pasos no muy amistosos hacia Arabia Saudita, no solo perjudicará al reino, sino que constituirá una chispa que también perjudicará a Washington y esto es lo contrario a lo que desean los tontos liberales estadounidenses.

«El ex-presidente de los Estados Unidos George W. Bush, declaró durante su mandato que si el Congreso aprobaba el proyecto de ley NOPEC, este lo vetaría. Incluso el propio Biden, quien fue uno de los que impulsaron esta ley en el año 2007, no parece demasiado entusiasmado con ello desde que se convirtió en presidente. Algo si es seguro: sería una tontería que Estados Unidos sacrifique sus lazos estratégicos profundos y los múltiples intereses comunes solo para apaciguar a algunos miembros del Congreso que difunden y siguen difundiendo el odio y las hostilidades contra Arabia Saudita.

«Es por ello que el liderazgo saudita evitó cuidadosamente responder a las tontas declaraciones hechas recientemente por ciertos líderes demócratas… Cuando el ministro de estado para asuntos exteriores ‘Adel Al-Jubeir, les respondió a ellos en una entrevista del canal Fox News, subrayó que Arabia Saudita no comparte la mentalidad de quienes la atacan y que la oferta y la demanda son los únicos criterios que sustentan su manejo al tema petrolero”.

Columnista saudita Hassan Al-Yemni: La idea de modificar el orden mundial ha llegado a ser ampliamente discutida en los círculos diplomáticos

Hassan Al-Yemni, columnista del diario saudita Al-Jazirah, escribió: «Arabia Saudita tiene derecho a defender su programa de desarrollo y administrarlo profesionalmente y con gran cautela mediante el regular el precio del crudo, que representa una gran parte de los ingresos destinados al desarrollo de acuerdo con este programa ya predeterminado… La protesta estadounidense por la decisión de la OPEP y su condena a Arabia Saudita por una decisión manifiestamente soberana y económicamente motivada, revelan un error o una falla en la política de los Estados Unidos. Este error requiere que Estados Unidos realice un balance y opte por realizar una política que restablecerá el equilibrio de la seguridad y la estabilidad mundial, un equilibrio que se ha perdido debido a la guerra que se sucede entre Ucrania y Rusia…

«Las relaciones entre Arabia Saudita y los Estados Unidos son extensas, amplias y profundas que las relaciones entre Arabia Saudita y Rusia, pero preservar y desarrollar las relaciones anteriores requiere terminar con estos defectos, que desdibujan las diferencias entre soberanía y subordinación y no consideran que las naciones tienen derecho a soñar y realizar sus aspiraciones.

«El uso de influencias políticas, económicas, mediáticas y de otro tipo en casos de desacuerdos naturales entre países amigos no es nada propicio para crear el clima adecuado para tales relaciones y no permite entendimientos ni acuerdos. Estados Unidos ha comenzado a ver el mundo y las perspectivas globales solo desde su propia perspectiva, mientras que el mundo está repleto de injusticias que amenazan intereses en todas partes. Por ello, la noción de cambiar el orden mundial, o reemplazarlo por un orden mundial mucho más justo y equilibrado, ha llegado a ser ampliamente discutido en los círculos diplomáticos y en los medios de comunicación del mundo y esto es algo que Washington debería tener muy en cuenta y considerarlo ampliamente».[7]


[1] Npr.org, 6 de octubre, 2022.

[2] Reuters.com, 11 de octubre, 2022.

[3] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 12 de octubre, 2022.

[4] Alarabiya.net, 12 de octubre, 2022.

[5] English.aawsat.com, 9 de octubre, 2022.

[6] English.aawsat.com, 10 de octubre, 2022.

[7] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 12 de octubre, 2022.