En un artículo reciente, titulado «Karzai después de su reelección», Rahimullah Yusufzai, un destacado periodista con sede en la región tribal de Pakistán y experto en asuntos de los talibanes, subrayó la necesidad de continuar el apoyo de Occidente al presidente Hamid Karzai con el fin de derrotar a los talibanes en Afganistán.

Haciendo notar de que el Presidente Karzai ha salido «golpeado y débil» del fraude del 20 de agosto en las elecciones presidenciales en Afganistán, Yusufzai agregó que los partidarios del Dr. Abdullah, el retador de Karzai, también fueron responsables de fraude electoral en un país asolado por los conflictos.

Advirtiendo que los talibanes están «disfrutando del espectáculo» del presidente Karzai y sus patrocinadores occidentales discutieron sobre la forma de continuar en Afganistán, el prominente periodista paquistaní añadió que los países occidentales también son responsables del fortalecimiento de los corruptos señores de la guerra en Afganistán.

Lo siguiente son algunos extractos del artículo: [1]

«A pesar de su victoria, el fraude electoral persigue al Presidente Karzai durante su próximo mandato de cinco años en el cargo. De hecho, ha salido golpeado y más débil de la contienda electoral»

«No seria justo culpar sólo al Presidente Karzai por la elección fraudulenta. Era evidente que tenía más poder y recursos como presidente de Afganistán durante los últimos ocho años para manipular las elecciones. Sus hombres llevan las riendas del poder en las zonas pobladas pashtun del sur y del este de Afganistán, y en las provincias del norte y centro dominadas por los señores de la guerra Abdur Rashid Dostum y Karim Khalili, quienes no dejaron piedra sin mover para retorcerle el brazo, comprar y encantar a los votantes en favor del candidato Karzai.

«Pero los partidarios del poderoso [rival de Karzai] el Dr. Abdullah, el hombre que había sido ministro de Relaciones Exteriores del Presidente Karzai por algún tiempo y se había beneficiado de la generosidad de Occidente, no iban a quedarse atrás mientras buscaban los votos del candidato mitad Tajik, mitad Paktun [pashtun] del Valle de Panjshir. Un tal partidario era Ata Mohammad Noor, gobernador de la provincia norteña de Balkh, quien vigorosamente hizo campaña para el Dr. Abdullah, e incluso amenazó con no aceptar al Sr. Karzai como presidente legítimo, debido al fraude en las elecciones.

«Que alguien con el arma y los recursos desempeñe un papel en la manipulación de las elecciones presidenciales afganas es evidente por el informe de la Unión Europea de que un tercio de los 1.5 millones de votos en disputa eran fraudulentos, y que este incluyó un millón de encuestados para el Sr. Karzai y 300.000 para el Dr. Abdullah.

«A pesar de su victoria, el fraude electoral perseguirá al Presidente Karzai, durante su próximo período de cinco años en el cargo. De hecho, ha salido golpeado y más débil de la contienda electoral. Sus partidarios occidentales, que no hace mucho estaban encantados con su habilidad en poder hablar en inglés, sus ropas y batas tradicionales afganas y su pasado relativamente limpio en comparación con los otros afganos en el poder, están decididos a hacerle responsable de sus acciones. Desde el presidente Barack Obama al Primer Ministro Gordon Brown y desde el representante especial de la ONU en Afganistán, Kai Eide a los dirigentes de todas las naciones occidentales con tropas en el país, el mensaje al presidente Karzai es fuerte y claro: elimine su gobierno de caudillos y traficantes de drogas y limpie la corrupción si quiere nuestro apoyo continuo.

«Parece ser que el criterio para el respaldo del sitiado presidente afgano se ha endurecido y ahora debe cumplir ciertas condiciones estrictas para calificar por el apoyo occidental en la forma de tropas y recursos [de modo que será capaz] de batallar el resurgimiento de los talibanes, mantenerse a si mismo en el poder, pagar los gastos de escasez del gobierno y sus débiles instituciones y también reconstruir al país asolado por la guerra».

«Son las potencias occidentales las que llevaron al poder a los caudillos afganos que habían sido derrotados por los talibanes y habían sido desacreditados debido a sus prácticas corruptas y sus excesos contra el pueblo afgano»

«Es extraño que un presidente afgano dependiente de las fuerzas de la OTAN y del dinero occidental para la supervivencia este siendo encargado de hacer cosas que están más allá de su poder. Son las potencias occidentales quienes trajeron al poder a los caudillos afganos los cuales habían sido derrotados por los talibanes y desacreditados por sus prácticas corruptas y sus excesos contra la población afgana. Pero ahora quieren que el débil presidente afgano se deshaga de estos poderosos que ocupan cargos como gobernadores, comandantes de cuerpos, ministros y asesores.

«Por temor a hacer más enemigos los Estados Unidos y sus aliados, con 103.000 soldados en Afganistán, son también los principales responsables del aumento récord en la producción de opio y el tráfico de drogas, así como también por su incapacidad de tomar medidas contra los barones de la droga [la mayoría de ellos] parte del gobierno afgano. Pero su ira es dirigida contra el Sr. Karzai, que por su propia cuenta no puede hacer mucho para reducir el poder de los traficantes de drogas y el de los señores de la guerra.

«Como todos los gobernantes de los países con democracias débiles, tuvo que hacer alianzas con poderosos señores de la guerra y gente de dinero para ganar [las] elecciones y sobrevivir en el poder. No es algo propio y las muy necesarias reformas, que ya están escritas en la legislación afgana pero no son aplicadas, deben ser ejecutadas para darle al pueblo afgano esperanzas y una vida mejor. Sin embargo, esperando que el presidente Karzai realice por su cuenta la lista de deseos establecida para él por sus patrocinadores occidentales resulta ilusoria».

«En un momento en que el gobierno del Presidente Karzai y sus partidarios occidentales se tornan impacientes sobre lo que se necesita hacer para corregir los errores en una Afganistán cada vez más inestable, los talibanes parecen disfrutar del espectáculo»

«En un momento cuando el gobierno del Presidente Karzai y sus partidarios occidentales discuten impacientemente entre sí sobre que es lo que hay que hacer para corregir los errores en un Afganistán cada vez más inestable, los talibanes parecen estar disfrutando del espectáculo. Fueron capaces de perturbar parcialmente las elecciones presidenciales y garantizar una baja participación.

«El fraude electoral y el papel crucial de Occidente para resolver la cuestión de la reñida votación validó el argumento de los talibanes de que la encuesta era una herramienta de extranjeros destinada a la instalación de un gobierno servil en Kabul. Las dudas sobre las intenciones mutuas entre el gobierno afgano y los estados miembros de la OTAN que participan en los combates en Afganistán ayudará aún más a la causa talibán».

«Los 103.000 extranjeros… y los más de 150.000 soldados afganos y la policía deberían ser más que suficiente para hacerle frente a los menos de 20.000 talibanes si el pueblo afgano estuviese convencido de que se puede confiar en Occidente…»

«Hacer del Presidente Karzai un chivo expiatorio por el fracaso colectivo de Occidente en Afganistán puede ayudar a influir en la opinión pública de los países occidentales, pero no puede ganarle una victoria militar decisiva contra el Talibán. Para ello se requerirá la aceptación de las realidades sobre el terreno en Afganistán mientras el despliegue de fuerzas adicionales occidentales en el país provocará el resentimiento de la mayoría de los afganos y dará un impulso a la resistencia de los talibanes.

«Los 103.000 soldados extranjeros en Afganistán y los más de 150.000 soldados del Ejército Nacional Afgano y la Policía Nacional Afgana deberían ser más que suficiente para hacerle frente a los menos de 20.000 talibanes si el pueblo afgano estuviese convencido de que Occidente y su socio en Kabul, el Presidente Karzai, pudiera ser alguien de confianza en colocar a su patria en el camino del progreso y la prosperidad.

«Hasta que eso suceda, ningún aumento de los recursos y tropas ni la celebración de elecciones será capaz de derrotar a los talibanes y estabilizar a Afganistán».


[1] The News, Pakistán, 10 de noviembre, 2009. El artículo ha sido ligeramente editado para mayor claridad.