Lo siguiente son extractos de una entrevista con Walid Muhammad Hajj, sudanés liberado del centro de detención de la Bahía de Guantánamo, la cual fue presentada en Al-Jazeera TV el 12 de diciembre, 2010.

Para ver este segmento de video en MEMRI TV, visite
http://www.memritv.org/clip/en/0/0/0/0/0/0/2730.htm.

«El método más común para desgastar a los hermanos fue la brujería»

Walid Muhammad Hajj: «El psicólogo llegaba y te decía: ‘Tu quieres suicidarte». Yo nunca dije que quería suicidarme. El psicólogo decía: «Tu quieres suicidarte, por lo que debes someterte a tratamiento psiquiátrico’. Yo no hice nada. No me quiero suicidar. Este decía: ‘Tu quieres suicidarte y por eso que no te hemos quitado la ropa y te damos pastillas».

Entrevistador: «Ellos son los que comenzaron a difundir rumores sobre enfermedades mentales cuando se enteraron de que los detenidos no estaban sufriendo de enfermedades mentales».

Walid Muhammad Hajj: «Cierto. Te daban pastillas y si te negabas a tomarlas, estabas en una situación muy difícil. Abrirían de inmediato tu expediente personal, anotarían el tipo de pastillas que te prescribieron y te forzaban a tomarlas. Eso es todo. A partir de ahora, tu estás oficialmente loco a su manera de ver».

Entrevistador: «¿Cuántos presos fueron tratados de esta manera?»

Walid Muhammad Hajj: «La mayoría de los hermanos. Este método fue utilizado por la gente de la clínica mental, la cual estaba controlada por los interrogadores. Si un interrogador quería desgastar a alguien que no estaba hablando, le enviaba al psiquiatra, quien utilizaría estos métodos».

Entrevistador: «Él usaría maneras que lo conducirían a la locura».

Walid Muhammad Hajj: «Sí. El método más común para desgastar a los hermanos era la brujería».

Judíos dentro del personal de Guantánamo se dedicaban a la brujería

Entrevistador: «¿Cómo hacían esto?»

Walid Muhammad Hajj «Habían, por supuesto, judíos entre el [personal] de la base de Guantánamo y ellos le ponían trampas a los muchachos»

Entrevistador: «Déme un ejemplo de brujería».

Walid Muhammad Hajj: «La brujería fue utilizada en la mayoría de los muchachos».

Entrevistador: «Los hechizaban?»

Walid Muhammad Hajj: «Sí, pero por la gracia de Alá, a través de la lectura frecuente del Corán y la invocación de los nombres de Alá, se las arreglaron para soportar esto».

Entrevistador: «¿Cómo sabías que alguien estaba hechizado?»

Walid Muhammad Hajj: «Alguien de esa manera cambiaría».

Entrevistador: «¿De qué manera?»

Walid Muhammad Hajj: «Por ejemplo, alguien se quitaba la ropa, de repente, o se sentaba en su cama durante tres días seguidos sin dormir […]

«Ellos usan todo tipo de brujería en contra de los muchachos».

Entrevistador: «Dígame más».

Walid Muhammad Hajj: «Le diré cómo afectó la brujería a los muchachos. Una persona de repente veía a sus hermanos y hermanas desnudos delante de él».

Entrevistador: «Y ellos no estaban realmente allí?»

Walid Muhammad Hajj«. Por supuesto que no. Era como si estuviera en un mundo diferente».

Entrevistador: «Quiere decir, sus hermanos y hermanas en casa».

Walid Muhammad Hajj: «Así es. Me acordé de un incidente con un tipo que se sentó junto a mí en la mañana. Cuando trajeron la leche, comenzó a orinar en la leche».

Entrevistador: «Delante de ti»

Walid Muhammad Hajj: «Sí. Yo le dije: ‘¿Por qué estás orinando en la leche?’. Fue entonces cuando supimos que estaba hechizado. Después de haberse recuperado un poco, después de leer los versos del Corán, me dijo: ‘Los pájaros en el alambre de púas hablaron conmigo y me dijeron que orinara en la leche. Cuando los guardias pasan por mi celda, el sonido que producen sus pantalones me habla»‘.

Entrevistador: «Le dicen que orine en la leche?»

Walid Muhammad Hajj: «Sí». […]

Entrevistador: «¿Usaron alguna vez brujería en ti?»

Walid Muhammad Hajj: «Hubo un intento».

Entrevistador: «¿Cómo lo hicieron?»

Walid Muhammad Hajj: «Una vez, cuando estaba durmiendo – en el suelo, no en una cama – de repente sentí que un gato estaba tratando de penetrarme. Este trató de penetrarme una y otra vez. Recité el verso kursi una y otra vez hasta que el gato se fue».

Entrevistador: «Pero en realidad no había ningún gato ahí?»

Walid Muhammad Hajj: «Absolutamente que no». […]