El diario londinense Al-Hayat publicó una entrevista con Nu’man ibn ‘Uthman, un ex–combatiente de la jihad en Afganistán. En la entrevista, explica las circunstancias que rodean la reubicación de Abu Musab Al-Zarqawi de Afganistán a Irak, sostiene que el grupo de Al-Zarqawi no es parte de Al-Qa’ida, y afirma que su brutal modus operandi, que vincula al GIA 1 argelino, no es apropiado para una guerra de liberación contra un poder extranjero. Además, mantiene que los Ba’thistas son el factor clave de la resistencia iraquí. Lo siguiente son extractos de la entrevista: 2

El grupo de Al-Zarqawi no es parte de Al-Qa’ida

Al-Hayat: «¿Tuvo usted oportunidad de conocer a Abu Mus’ab Al-Zarqawi cuando participó en la jihad en Afganistán a finales de los 80 y principios de los 90?».

Nu’man ibn ‘Uthman: «Por supuesto, el período en el que se libró la jihad en Afganistán se centró casi [totalmente] en Khost, cuando la ciudad estuvo sitiada durante muchos meses a comienzos de los 90. En aquel momento Al-Zarqawi no era tan conocido como hoy, [sólo] era uno [más] de los guerreros árabes de la jihad, teniendo presente que la mayor parte de los combatientes de la jihad en el frente de Khost eran árabes, especialmente jordanos de la ciudad de Al-Salt».

Al-Hayat: «¿Quien era su comandante?».

Nu’man ibn ‘Uthman: «El comandante en aquel tiempo era Abu Al-Harith Al-Salti, ‘Farouq’, y había otro palestino con él, llamado Abu Mu’adh Al-Khusti, que luego falleció luchando contra los chi’íes en Kabul. Estos dos eran los más destacados, pero el frente incluía muchos jóvenes jordanos, y recuerdo entre ellos al cuñado de Abu Mus’ab [Al-Zarqawi]. Trabajaba como corresponsal de la revista Al-Jihad, que era publicada en Afganistán [en aquel tiempo]. Su nombre era Abu Saleh Al-Hami y era el marido de la hermana de Al-Zarqawi. Perdió una pierna en la explosión de una mina. Al-Zarqawi fue uno de los combatientes árabes de la jihad que corrieron a ayudar al pueblo afgano contra la invasión comunista soviética».

Al-Hayat: «¿Se unió en la práctica a la organización Al-Qa’ida y juró obediencia a Osama bin Laden mientras estuvo en Afganistán…?»

Nu’man ibn ‘Uthman: «Eso es totalmente falso. Cuando los talibanes controlaban la mayor parte de Afganistán y establecieron su estado en la segunda mitad de los años 90, mucha gente [que había huido de Afganistán] empezó a volver. Algunos de ellos pretendían librar de nuevo la jihad. Otros no tenían plan alguno de emprender la jihad, pero estaban habituados a vivir en campamentos y a entrenar. Afganistán era un entorno perfecto para este tipo de vida. Así que había en aquel tiempo muchos grupos árabes sin proyectos definidos. Podías encontrarte un grupo de unas 20 personas y otro grupo con sólo 7, con una casa y una casa de invitados [ madafa ]. Para entonces Abu Mus’ab logró reunir entorno suyo entre 80 y 100 personas, todos palestinos y jordanos. No tenían una madafa propia, pero sí tenían un centro en la ciudad de Lougar, que no estaba en el frente. Esto pasaba durante la época de los talibanes. Se quedaron allí y Al-Zarqawi era el comandante de este grupo, que carecía de nombre o agenda propia. Lo qué les unía a todos, no obstante, era que compartían el ideal de la jihad …»

Circunstancias que rodean la reubicación de Al-Zarqawi en Irak

Al-Hayat: «El ataque norteamericano contra Afganistán tuvo lugar en el 2001 y Al-Zarqawi se mudó a Irak. ¿Por qué?»

Nu’man ibn ‘Uthman: «Mudarse a Irak tuvo motivos generales y causas específicas. Los motivos generales tienen que ver con que un grupo de árabes – no eran miles, como los americanos dijeron – se mudaron de Afganistán a Irak porque la región ya no podía acomodarlos y ya no podían encontrar refugio… No pertenecían a ninguna tribu o unidad de combate afiliada con los talibanes, y en consecuencia, buscaron refugio en otros países, como Irán. Irán, sin embargo, les presionó y así, algunos de ellos tuvieron que abandonar Irán. Su único refugio era Irak. Esto sucedió antes del colapso del régimen de Saddam Hussein, pero estos grupos que se habían mudado a Irak no tenían ningún contacto con [éste]. De hecho, intentaron ocultar la presencia de sus miembros en Bagdad e intentaron evitar fricciones con las autoridades iraquíes.

«El único refugio [disponible] en el Kurdistán para estos [árabes que abandonaron Afganistán] era el grupo Ansar Al-Islam, anteriormente conocido como ‘Jund Al-Islam’. Previamente había muchos kurdos [que habían participado] en la jihad en Afganistán. Estuvieron en contacto con ciertas personas [de Afganistán] y su región, el Kurdistán, era un refugio natural para muchos de ellos y sirvió como su primera piedra angular para Irak. Hubo también un factor geográfico que hizo que la llegada de los árabes se viera facilitada. Cuando las amenazas norteamericanas comenzaron a cristalizar en septiembre del 2002, muchas compañías de Ansar Al-Islam, a la órdenes de un guerrero de la jihad sirio que falleció más tarde en combate, asumió el control de la región fronteriza con Irán, una región montañosa escarpada, para asegurar las fronteras y afianzar el paso de los que llegaban de Irán. Esto fue en la práctica una jugada muy inteligente. Hasta donde yo sé, Irán estaba preocupado por ello y solicitó que se distanciaran unas 3 millas de la frontera iraní, para evitar cualquier contacto directo entre sus fuerzas y las de Ansar Al-Islam. Estas son entonces las circunstancias generales: los combatientes de la jihad comenzaron a mudarse a Irak desde Afganistán y Pakistán a través de Irán. Sin embargo, el factor específico es este…: Yo creo que en el Kurdistán, Al-Zarqawi tenía gente de Jordania que llevaban ahí desde 1998 o 1999 y jugaban un papel muy importante desde el punto de vista de la experiencia militar. Uno de ellos era un profesional en la colocación de trampas y el uso de explosivos. Esto facilitó [la decisión] de Al-Zarqawi de reubicarse primero en el Kurdistán y no en Bagdad [directamente]».

Las acciones brutales de Zarqawi recuerdan a las del GIA

Al-Hayat: «Algunas de las operaciones del grupo de Al-Zarqawi en Irak son extremadamente brutales: casos de decapitaciones, jactándose ante las cámaras en videos distribuidos más tarde en internet, y coches bomba que matan a docenas de civiles… Hay bastantes críticas al respecto de que las operaciones de este grupo dañan la imagen del Islam».

Nu’man ibn ‘Uthman: «Personalmente creo que estas operaciones dañan en realidad [la reputación del] Islam. Esto se debido a un error común de esos movimientos clasificados como ‘jihadistas’. Estos movimientos se basan en una dimensión teológico – religiosa, despreciando la presente realidad y la naturaleza de las cosas… Ésta es la fuente de [su] error… Por ejemplo, matar rehenes y sacar el video en televisión – creo que los que perpetran esto sólo se estiman a sí mismos, y no consideran el efecto sobre aquellos a los que pretenden dirigirse. Ellos se centran en su deseo de afirmar que son fuertes y capaces de vengarse…

«Esto nos lleva de vuelta al problema básico, a saber, que hay una confusión de estrategias… [desarrollada por grupos islamistas] en Egipto… con la lucha contra el régimen existente que consideraron ilegítimo. Esto lleva durando al menos 30 años en los países árabes y en la práctica no ha logrado cumplir sus objetivos… Esto no se ajusta a la realidad de Irak por una razón simple: Irak necesita hoy alejarse de la etapa de liberación del colonialismo, [una fase] en la que las naciones árabes y africanas entraron tras la Segunda Guerra Mundial… La lógica de una guerra de liberación es totalmente diferente a la lógica de una lucha contra el régimen existente en el propio país.

«Existe parecido entre el grupo de Al-Zarqawi y el GIA de Argelia. En lo que se refiere a la estrategia, ellos, el grupo de Al-Zarqawi, perpetra actos que nosotros consideramos matanzas en masa, y [vemos] escenas de la masacre de personal militar o civiles, y la publicación de declaraciones alardeando de estas acciones y alegrándose por los muertos. El GIA ha hecho de esto algo común, y en consecuencia pagan el precio de ello. Hoy me parece que el grupo Al-Tawhid Wa-Al Jihad [el grupo de Al-Zarqawi, ‘Monoteísmo y jihad’] se ha contagiado de la peor forma de esta [enfermedad] del GIA – es decir, el [modo de] operar desplegando tu fuerza y afirmando tu existencia y manteniendo la continuidad escogiendo objetivos muy fáciles, usualmente civiles desarmados… Estos métodos, bajo mi punto de vista, llevarán con el tiempo al aislamiento del grupo de Al-Zarqawi».

La mayoría de la resistencia iraquí está formada por células Ba’thistas

Al-Hayat: «Al-Zarqawi jura obediencia a Osama bin Laden – ¿cual será el efecto de ello para Irak?».

Nu’man ibn ‘Uthman: «Se sorprendería de mi respuesta, pero creo que tendrá un efecto muy negativo… Una vez que se hace público un juramento de obediencia a Al-Qa’ida, estás confirmando que el comandante local es jordano y no iraquí, y que el grupo central, que incluye a este comandante, son los conocidos como árabes afganos, y que el líder internacional de esa organización, una vez que tal juramento de obediencia es efectivo, es de la región del Golfo, y que la persona más famosa con él es un egipcio. Así que ¿dónde está Irak en este guiso?… Yo creo que los ciudadanos iraquíes se distanciarán de tales grupúsculos debido a que no están interesados en los planes de Al-Qa’ida».

Al-Hayat: «¿Cuál es el papel de los combatientes árabes de la jihad en la resistencia iraquí?».

Nu’man ibn ‘Uthman: «Creo que el principal esfuerzo de lucha en Irak está siendo llevado a cabo por células afiliadas al partido Ba’ath. Al menos el 80% de los esfuerzos de la resistencia es llevado a cabo por el régimen Ba’ath, que con anterioridad a la invasión norteamericana había establecido células y unidades a las órdenes de Saddam Hussein, y había distribuido armamento para prepararse a resistir la invasión».


1 GIA viene del acrónimo francés de Grupo Islámico Armado – Al-Jama’a Al-Islamiyya Al-Musallaha.

2 Al-Hayat (Londres), 8 de noviembre del 2004.