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El 16 de julio de 2024 Al-Sahab, el brazo mediático del Comando Central de Al-Qaeda, publicó la cuarta parte de un ensayo de 17 páginas titulado: «Esto es Gaza: una guerra de existencia, no una guerra de fronteras».
El ensayo fue escrito por Salem Al-Sharif, seudónimo de Muhammad Salah Al-Din Zaydan, también conocido como Sayf Al-‘Adl, quien se cree que es el líder de facto de Al-Qaeda.
En esta entrega, la más reciente de este ensayo, el autor continuó explotando la guerra actual en Gaza, ofreciendo sus sugerencias sobre cómo mejorar las tácticas y habilidades de combate de los muyahidines.
En este sentido, aconseja a los musulmanes que no tomen prisioneros a civiles, como hizo Hamás el 7 de octubre, argumentando que matar civiles es más beneficioso e islámico.
«Alianza Satánica»
Al tiempo que instiga a los musulmanes contra Israel y sus aliados occidentales, el autor comienza su ensayo con la siguiente introducción:
«Si la entidad sionista suspira en Palestina, Occidente se levantará y la tratará, todo Occidente… no por amor a ella, porque lo que hay entre ellos es vergonzoso, sino para que los musulmanes no tengan una fuerza que pueda reformular el mundo con un matiz divino. Esta alianza satánica en esta etapa de la historia despertó a las personas de sana naturaleza en todo el mundo, entre los hijos de nuestra nación y los oprimidos, y se dieron cuenta de que el mundo no obtendrá su libertad. y las naciones no recuperarán su dignidad, excepto mediante la derrota de Occidente y su eliminación de la toma de decisiones políticas globales».
«Guerra entre Gaza y sus múltiples aspectos»
Mientras argumenta que el conflicto en Gaza tiene más que un aspecto militar, el autor aconseja a los lectores que observen las perspectivas estratégicas, políticas, económicas y sociales del conflicto.
«Debemos recopilar tanta información militar, política, social y económica como sea posible sobre el enemigo, sus bases aéreas -especialmente las abiertas y encubiertas- sus almacenes de municiones y depósitos de combustible, sus fortalezas y debilidades».
Alianzas Islámicas
El autor destaca la importancia de formar alianzas en las guerras, y escribe:
«La alianza de nuestros pueblos islámicos armados es el programa que debemos esforzarnos por construir y hacer exitoso. Lo que nos une es mucho mayor que lo que une a nuestros enemigos. Somos una nación cuyo Alá es uno, cuya religión es una, cuyo Mensajero es uno, cuya Qiblah (el destino de las oraciones) es uno, cuyo libro (el Corán) es uno, y cuyo enfoque político hacia las personas es uno. Todas las personas son de una estatura más alta y un camino más sublime que Occidente y los paganos. Si Alá quiere, llegará el momento en que nos superemos a nosotros mismos y a las pasiones y obsesiones que los acompañan. En ese momento, la derrota del enemigo local, regional y global será cuestión de tiempo».
Boicot económico
Al tiempo que promueve un boicot económico para apoyar a los habitantes de Gaza, el autor llama a los pueblos islámicos a boicotear todos los productos occidentales, diciendo que está prohibido comprar cualquier producto de Occidente que tenga incluso una modesta alternativa en los países islámicos.
«Cualquiera que compre un automóvil en Occidente contribuye a matar musulmanes en Gaza. Las compras que tienen alternativas en nuestros países islámicos, ya sea que su valor sea alto o bajo, están prohibidas en Europa occidental, Estados Unidos, Canadá, Australia, el sumiso Japón, Corea del Sur, India, China y de cualquiera que apoye y respalde a los judíos política, militar o económicamente».
¿Cómo contrarrestar los drones y los aviones?
Respecto de tácticas militares y formas de mejorarlas, el autor ofrece su sugerencia sobre cómo contrarrestar los ataques aéreos realizados por helicópteros o drones.
«Los aviones seguirán siendo una gran amenaza hasta que seamos capaces de neutralizarlos del conflicto atacando sus muchos puntos débiles. Los primeros son aeropuertos, bases militares, depósitos de municiones, pilotos, técnicos en armas, pilotos de tierra y todo el sistema administrativo asociado con ellos.»
En cuanto a los drones, sostiene que su baja velocidad y baja altitud los hacen fáciles de detectar con dispositivos de radar.
«También son fáciles de disparar, bloquear y controlar. Además, sus puntos débiles también incluyen: sus bases de lanzamiento, sus operadores, las salas técnicas desde las que se gestionan y los espías que les proporcionan información o les dirigen. plantando chips… etc. Cuantos más elementos relacionados con ellos, más puntos débiles representan, y cada uno de ellos puede ser trabajado, según nuestras fortalezas.»
«Eliminar espías, pilotos»
Además, explica que «el primer paso es cegar al enemigo eliminando espías, lanzando operaciones cualitativas contra bases o salas de operaciones y llevando a cabo asesinatos o secuestros de pilotos terrestres que operan los drones, incluyendo la voladura de sus almacenes y depósitos de municiones y el secuestro o asesinato de los técnicos que trabajan en su preparación…etc. Así, podremos neutralizar desde el principio esta peligrosa arma, e incluso los aviones suicidas guiados electrónicamente, dado su corto alcance. Esto significa que sus lugares de almacenamiento y operación y sus motores están dentro alcance, y pueden ser perjudicados a través de la información que nuestra inteligencia recopila en nuestra tierra, y a través de nuestros elementos especiales entrenados para llevar a cabo operaciones de sabotaje detrás de las filas enemigas y en lo profundo de ellas».
«Buena comunicación entre muyahidines»
Otro punto importante, según el autor, es: «la necesidad de comunicación entre los muyahidines en todos los ámbitos y de una buena comunicación con nuestros pueblos, educándolos y enseñándoles cómo fabricar drones, cómo fabricar explosivos y convertirlos en proyectiles». Porque nuestra batalla es existencial y necesita que todos los hijos de la nación que se especializan en este campo en cualquier país de Oriente a Occidente intercambien experiencias, innovaciones y estudios hasta generalizar una estrategia de enfrentamiento a esta peligrosa arma. »
«Maten a civiles, no los tomen prisioneros»
En su evaluación de la guerra en Gaza y del ataque de Hamás del 7 de octubre, el autor señala que una de las lecciones clave que no se debe repetir es el secuestro de rehenes. En cambio, pide matarlos antes de secuestrarlos.
«Tomar [a la gente] como prisioneros no fue ni será un arma disuasoria. Los judíos destruyeron todo, sabiendo que los musulmanes no causarían ningún daño a los prisioneros porque el islam los insta a no hacerlo. Sin embargo, el islam también nos dice que matar requiere prioridad sobre la toma de prisioneros.»
