El escritor y político argelino Dr. Muhi Al-Din ‘Amimour, quien ha ocupado una serie de altos cargos oficiales en el país,[1] publicó un artículo el 17 de diciembre, 2014 alabando al líder nazi Adolfo Hitler. ‘Amimour llamó el ascenso de Hitler de un simple sargento a Canciller alemán un «milagro», elogió su éxito en transformar a Alemania en una superpotencia que casi gobernó al mundo y le llamó «inteligente» y «genio». También dijo que Hitler fue «un hombre hasta el final», eligiendo el suicidio sobre la humillación de sus enemigos. ‘Amimour acusó a las «organizaciones judías» de demonizar a Hitler desde los años 40 al punto de que se convirtió en «un ser malvado global» cuyo nombre es usado como peyorativo y aplicado a los gobernantes tiranos tercermundistas. También acusó a la «propaganda sionista» de extorsionar a los países europeos, mientras se aprovechan de su culpa por los crímenes nazis cometidos.

‘Amimour concluyó su artículo expresando esperanzas de que algún día el mundo verá a los líderes israelíes como ahora ven a Hitler y tal vez incluso ante una perspectiva peor.

Lo siguiente son extractos del artículo:[2]

Las organizaciones judías encabezaron la demonización de Hitler

«En las últimas semanas, una grave enfermedad me impidió realizar mis ocupaciones habituales, incluyendo el seguir las noticias del mundo en los diarios y en televisión. Cuando me sentí algo mejor, me bastaba con ver documentales en varios canales, manteniendo mi distancia de la frustrante y deprimente realidad política cotidiana del mundo árabe. Los documentales europeos que [6] trataban sobre la [Segunda] Guerra Mundial, que conmemora el aniversario del desembarco a Normandía. Note [en ellos] algo nuevo es decir, una mayor atención a la gran admiración que los alemanes tenían por él, que a menudo alcanzaba el punto de deificación al hombre a quien Europa [luego] vio como responsable de los peores crímenes [jamás cometidos] contra la humanidad. He notado que la maquinaria propagandística internacional [que realizaron estas películas]… se ha dado cuenta de que la ola masiva de demonización [hacia Hitler], la cual se ha arraigado y propagado, y ha gobernado al mundo desde los años cuarenta – al punto de que nadie en el mundo se atrevió a llamar a su hijo «Adolf» ni mucho menos ‘Hitler’- se ha debilitado enormemente…

«Desde que Hitler se convirtiera en un ser malvado global, era natural en la época de la liberación nacional el precisar su nombre en cualquier líder tercermundista que iba en contra de la voluntad del nuevo imperialismo… De esta manera el nombre ‘Hitler’ le fue colocado a Gamal ‘Abd Al-Nasser y luego a Houari Boumediene e incluso a Saddam Hussein y Muamar Gadafi… Las organizaciones judías encabezaron la demonización de Adolfo Hitler, lo cual es lógico ya que [los judíos] sufrieron enormemente durante el régimen nazi, esto sin abordar las dudas respecto a la exageración de la cifra de muertos, que giraba en torno a una total mentira…

«Los judíos no fueron simplemente hostiles a Hitler o incluso hacia los nazis, sino que extorsionaron a toda Europa y principalmente a Francia, que sufrió un grave complejo de culpa después de su liberación a mediados de la década de 1940. Esto se debió al apoyo popular generalizado [francés] a las acciones del Mariscal Philippe Petain durante el [régimen] del Vichy (Estado francés), que implementó los dictados del Tercer Reich alemán de desterrar y abusar de los judíos. Para ese momento, Francia simpatizaba con la [Alemania] ocupante más que cualquier otro país, [un hecho] que el sionismo adecuadamente se aprovechó».

Hitler fue un «genio» que logró inspirar a los alemanes con la ambición de vengar a su humillado país

«Sin embargo, cuando algo excede sus límites, tiende a devolverse [y lastimar] a su creador, y esto ha estado sucediendo en los últimos años con la propaganda judía. [Esta propaganda] comenzó a provocar ira en muchos, que reflexionaron sobre la naturaleza de la irrespetuosa peyorativa ‘del cabo austriaco’, que los medios de comunicación utilizaron para referirse a Hitler… y [cuestionaron] su precisión y las razones de su uso. Esto les llevó al sencillo descubrimiento de que Hitler fue un duro combatiente en la Primera Guerra Mundial, que avanzó desde ser un simple soldado a sargento e incluso recibió la Cruz de Hierro (la única medalla que Hitler usó toda su vida)…

«Muchos descubrieron que la escasez de fuerzas blindadas que Hitler experimentó [como soldado] en el frente de batalla dejó una huella en su alma cuando se convirtió en líder, [y es por eso] que se centró en restaurar el derecho del ejército alemán en construir vehículos blindados – un derecho negado en 1919 [en el Tratado de Versalles]. [Hitler] supervisó personalmente las instrucciones dadas a las fábricas alemanas para construir sus excelentes tanques – del Panzer I y sus cuatro modelos mejorados… al poderoso Tigre, que estuvo a la altura de los tanques rusos T-34. Hitler inspiró a [Wernher] Von Braun, quien desarrolló los misiles [balísticos] que sirvieron de base para la tecnología de los aviones a reacción en el siglo 20.

«Por lo tanto, Hitler no fue sólo un soldado que sufrió los horrores de la guerra. Más bien, utilizó lo que había aprendido de su experiencia durante la guerra para inspirar en [los alemanes] una ambición de vengar a [su] país, que fue humillado en el Tratado de Versalles y obligado a pagar sanciones y multas que transformaron a la República Weimar posterior a la Primera Guerra Mundial en un estado fantasma, el marco alemán en papel sin valor alguno y la [nación] de la Alemania Bismarck… en un pueblo perdido sin esperanzas de un futuro…

«Hitler no fue un simple tonto sino más bien un hombre muy inteligente por sí mismo. Se las arregló para ascender desde [el rango de] sargento humilde al pináculo del régimen alemán… Esto es una especie de milagro, demostrando que [Hitler] era un genio, el primero en comprender la importancia de los medios de comunicación en formar a la opinión pública… y el papel de un excelente orador en la creación de la voluntad nacional…»

La propaganda israelí no ha logrado borrar el papel de Hitler en edificar el poderío alemán

«La gente en Occidente poco a poco comenzó a entender la estupidez de la propaganda sionista, cuyo odio hacia el nazismo – justificado en sí mismo – la había cegado. Los autores [de esta propaganda] no esperaban que sus acciones les rebotara como boomerang contra ellos, [pero eso es lo que sucedió,] especialmente después de que todo el mundo fue testigo de las atrocidades de los israelíes, que no son mejores que los crímenes nazis… la propaganda israelí, que utilizó la insulsas películas de Charlie Chaplin [para ridiculizar a Hitler], no ha logrado borrar el papel de Hitler en la edificación del poderío alemán, expresado en todos los campos y que casi se hizo cargo de todo el mundo…

«El líder nazi decidió suicidarse antes que caer presa de sus enemigos, que pudieran haber utilizado su debilidad para humillar y denigrar a su pueblo. Esto nos lleva a decir que – a pesar de todas las acusaciones que podrían imputársele – fue un hombre hasta el final. Incluso se negó a que sus enemigos utilizaran su perro, por lo que el mismo le quito la vida…

«Algunos pueden considerar estas palabras como elogios hacia un dictador que es maldecido por millones, pero espero que esto se atribuya a los rastros de [mi reciente] enfermedad y mi profunda sensación de que algún día el mundo verá a [los líderes israelíes tales como] Menachem Begin, Yitzhak Shamir, Ehud Barak y otros iguales a como ellos ven a Hitler o incluso de una forma mucho peor. [Y mientras] esperamos esto, el plan de extorsión sionista continuará empantanando a los alemanes y a los europeos en general. Esto debido a la falta de una acción activa árabe [en este asunto]. [De hecho, los árabes también] bailan al ritmo de los tambores anti-Hitler, [y adhieren su nombre] a varios gobernantes árabes deseando vengarse de ellos o debido a la falta de entender los hechos y sus antecedentes…»


[1] Amimour fue un oficial del Ejército de Liberación de Argelia durante la revolución de 1965, asesor de los medios de comunicación de tres presidentes entre 1971 y 1984, embajador de Argelia en Pakistán desde 1989 a 1992, miembro de la cámara alta del parlamento de Argelia en 1998 y ministro en el gobierno de Bouteflika en entre el 2000-2001.

[2] Al-Shab (Argelia) 17 de diciembre, 2014.