En un articulo el 27 de enero, 2010 en el portal liberal Elaph, el escritor y periodista saudita Hani Al-Naqshbandi escribió que la idea de que Los Protocolos de los Sabios de Sión son auténticos es un insulto a la inteligencia humana, y que debe hacerse una distinción entre el estado de Israel – el cual merece perecer – y el pueblo judío, que son una nación como cualquier otra. Dijo que los judíos fueron oprimidos a lo largo de la historia, ya que siempre fueron minoría, y que el mito de su control sobre la economía mundial y los medios de comunicación es un invento utilizado por los árabes para cubrir sus propios fracasos.

Los siguientes son extractos del artículo: [1]

«Creer [en los Protocolos] es auto-degradante; es un insulto a la propia inteligencia»

«Hace unos días hojeaba el primer libro que escribí, titulado Los Judíos Bajo el Microscopio, que escribí en mi último año en la universidad. En este, discutí sobre la destrucción que los judíos trajeron al mundo, basado en [el documento] llamado Los Protocolos de los Sabios de Sión, que apareció por primera vez a principios del siglo pasado en Rusia. Mirando a través de [mi] libro hoy día, me doy cuenta de lo equivocado que estaba, en por lo menos la mitad de las cosas que [escribí]. [Hoy] me he convencido de que los Protocolos no son más que una obra de ficción, y que el mito de los judíos en traer la destrucción sobre el mundo requiere de un meticuloso [re-examen].

«Estos protocolos, que aparentemente [exponen] los planes judíos para conquistar al mundo, son puras tonterías, y [el hecho de que muchos] lo aceptan como auténticos significa… que las personas son como ovejas pasivas sin voluntad [propia]. [Aquellos que] creen en los Protocolos [piensan que] cada desastre que ocurre en el mundo es causado por los judíos, por lo que no existe otra opción, sino culparlos [incluso] por las erupciones volcánicas y los terremotos. Creer esto es auto-degradante, es un insulto a la propia inteligencia. También significa atribuirle a un pequeño grupo de personas mucho más poder del que [realmente] tienen. He conocido a algunos judíos y de ninguna manera son distintos de [gente de] otras religiones o grupos étnicos. [Lo único] que he descubierto es que tienen mucha más auto-disciplina.

«No estoy hablando de Israel, lo cual es otro tema. Estoy hablando de los judíos. En el curso de su historia se han enfrentado a muchas tragedias, y cuando investigue la razón de estas tragedias, encontré que la mayoría de ellas provenía del hecho que [los judíos] siempre fueron una minoría. [Es un hecho bien conocido] que las minorías de todo el mundo se enfrentan a una mayor opresión [que otros], y por esta razón se vuelven temerosos pero también más unidos».

«La discusión sobre el control que los judíos ejercen sobre la economía mundial y los medios de comunicación no es [nada más que] una falacia intelectual»?

«El Corán nos dice que el faraón oprimió a [los judíos], pero no nos dice la razón. Lo único que sabemos es que José trajo a los judíos a Egipto y que Alá envió a Moisés a que los liberara. También sabemos que Hitler los oprimió y los incineró, al igual que lo hizo con otras minorías, [incluyendo] a árabes y a personas de raza negra, aún así no sabemos [tampoco] el por qué Alemania los oprimió. Algunos dicen que fue porque [los judíos] eran traidores, pero eso no es cierto. No tenemos conocimiento de alguna traición contra el faraón por su parte que justificó su opresión, ni tampoco tenemos ningún conocimiento de alguna traición contra Hitler que justificó su similar opresión [a los judíos]. Por otra parte, la mayoría de los judíos eran comerciantes y académicos y Einstein es sólo un ejemplo de esto.

«No estoy sugiriendo derramar lágrimas o mostrar [especial] simpatía [por los judíos], pero no puedo encontrar ninguna razón para maldecirlos, tal como se hace hoy día en nuestras mezquitas y escuelas. Después de todo, pertenecen al Pueblo del Libro. En cuanto a Israel, es conveniente orar por su desaparición y le pedimos a Alá se vengue de aquellos que han convertido a nuestras mujeres en viudas y a nuestros niños en huérfanos. Pero si estamos hablando de personas [cuyo único pecado es que] pertenecen a una religión diferente a la nuestra, entonces las invectivas contra ellos sólo despiertan una hostilidad injustificada.

«Volviendo a la cuestión de los Protocolos, permítanme decir que debemos ser más racionales en discutir a otras naciones o pueblos… Si algunas personas dicen que los Protocolos son verdaderos, porque todo lo que en ellos se dice ha llegado a suceder, entonces yo digo que nada de lo que se dice en estos ha llegado a suceder. La platica de que los judíos controlan la economía mundial y los medios de comunicación no es [nada más que] una falacia intelectual, porque la economía está impulsada por las fuerzas de la oferta y la demanda y los medios de comunicación por los intereses políticos. La influencia judía no es más que un invento árabe, que usamos para ocultar nuestras propias fallas de nosotros mismos y del mundo».


[1] www.elaph.com, 27 de enero, 2010.