Tras las declaraciones del Presidente Obama en la cumbre de Camp David el 14 de mayo, 2015 de que los Estados Unidos incrementaran la cooperación de seguridad con los países del Golfo ante la amenaza regional iraní, Daoud Al-Shiryan columnista del diario saudita en Londres Al-Hayat, publicó un artículo sobre la compleja situación de Arabia Saudita respecto a las negociaciones en materia nuclear entre los Estados Unidos e Irán. Al-Shiryan dijo que, contra lo afirmado por muchos medios de comunicación del Golfo, las negociaciones en materia nuclear de Estados Unidos con Irán no renuncian a su alianza de larga data con Arabia Saudita y los Estados del Golfo, sino que son un intento sincero de Estados Unidos de impedir que Irán obtenga armas nucleares. El verdadero problema, argumentó Al-Shiryan, es que los propios estados del Golfo carecen de una postura unificada respecto a Irán y algunos de ellos poseen vínculos con Irán y emplean una «doble política» hacia este país. Por ejemplo, este se refirió a los vínculos entre los Emiratos Árabes Unidos e Irán, que los dos llaman «estratégicos» y a los fuertes lazos de Qatar con Irán y su llamado a la participación en el mantenimiento de la seguridad en la región. Según él, Arabia Saudita estando en primer plano ante la amenaza iraní, requiere de la unidad del Golfo respecto a Irán más de lo que requiere una cooperación de seguridad más estrecha con Washington.

Lo siguiente son extractos del artículo: [1]

«El Presidente estadounidense Barack Obama declaró que Washington ayudará a los estados árabes del Golfo a hacer frente a cualquier amenaza militar convencional similar a la invasión iraquí de Kuwait en 1990 y mejorará la cooperación de seguridad [con ellos] a fin de disipar sus temores respecto a las acciones iraníes que desestabilizan la región. Estas observaciones de calma no fueron reflejadas en los medios de comunicación en Arabia Saudita y los Estados del Golfo, [que] en su lugar ‘inflaron’ los desacuerdos entre Washington y Riad respecto a las negociaciones estadounidenses-iraníes sobre el programa nuclear iraní. Las negociaciones entre Irán y Estados Unidos no significan que Washington se ha lavado las manos en el tema de la seguridad de Arabia Saudita y los estados del Golfo. Más bien, son un intento realista [estadounidense] de hacer frente al tema iraní y con una buena [posibilidad] de que esta posea armas nucleares, fuera de un deseo por detenerla. A pesar de las dudas [expresadas] respecto al interés de los Estados Unidos por la seguridad de los estados del Consejo de Cooperación del Golfo [CCG], el mensaje estadounidense transmitido por los comentarios de Obama fue claro: Actuaremos para prevenir cualquier intento de perjudicar y lastimar a los estados del CCG.

«Algunos escritores del Golfo, intentando describir el futuro de las relaciones de seguridad entre Washington y Riad, afirmaron que la administración estadounidense ha decidido renunciar a su alianza con Arabia Saudita, que data de la década de 1930, en favor de Teherán. Esta afirmación no tiene conexión en la realidad. Al mismo tiempo, nadie [en el Golfo] discutió la naturaleza de las relaciones de cada uno de los [propios] estados del Golfo con Irán y el peligro que [estas relaciones] representan para la seguridad de Arabia Saudita. Estos hablaron de las amenazas iraníes como si los estados del Golfo fuesen un solo bloque… pero el hecho es que las relaciones entre Teherán y varias capitales del Golfo no reflejan la postura [declarada] [de esos países] respecto [a esos eventos en] el Golfo.

«Así, por ejemplo, Omán no tiene problemas con Irán y las relaciones entre los dos han permanecido en el mismo alto nivel de coordinación y entendimiento mutuo desde el inicio de la revolución iraní hasta hoy día. Los Emiratos Árabes Unidos es el estado del Golfo económicamente más abierto a Irán y la postura de Abu Dhabi fue la más cercana a la neutral durante la guerra Irán-Irak, cuando se esforzó por poner fin al conflicto. De hecho, [los EAU] son el principal socio de Irán en la región y cuenta con una gran comunidad de expatriados iraníes [cuyos miembros poseen] cientos de empresas [comerciales]. Durante el último año, ha habido visitas mutuas de funcionarios de ambos países que fortalecieron estos vínculos, que en declaraciones oficiales fueron definidos como estratégicos. Además, los Emiratos Árabes Unidos han expresado apoyo por el acuerdo en materia nuclear entre Irán y Occidente. En cuanto a Qatar, esta siempre ha sido el estado del [Golfo] más cercano a Irán esforzándose por establecer un equilibrio entre sus relaciones con Irán y su condición de [miembro] del CCG. Qatar fue el primero en poner fin al boicot contra Irán e incluso llamó a involucrarlo en mantener la seguridad de la región, siendo su [país] más grande y más fuerte.

«Sin duda, la amenaza regional que representa Irán va dirigida principalmente a Arabia Saudita, mientras la [afirmación de que existe una amenaza general] hacia los estados del Golfo es inexacta en detalles y falsa en lo general. Por lo tanto, incluso antes de que requiera de una cooperación militar más estrecha con Washington, Arabia Saudita requiere de una postura unificada del Golfo sobre Irán. Lo cierto es que algunos estados del Golfo emplean una doble política hacia Irán… Los estados del Golfo fueron a Camp David con Arabia Saudita sobre el supuesto de que [todos] tenían una postura unificada sobre la amenaza iraní hacia Arabia Saudita – pero eso no es cierto».


[1] Al-Hayat (Londres) 18 de mayo, 2015.