En un artículo publicado el 11 de septiembre, 2018 en el diario egipcio Al-Maqal, Tareq Abu Al-Sa’d, periodista egipcio independiente quien escribe sobre arte y cultura, presentó «cinco pasos para saber si la persona con la que uno está hablando es un extremista». Este aconseja articular con la otra persona sobre el tema de los cristianos, la vida islámica y el califato islámico y determinar su actitud hacia la gente con opiniones que difieren de las suyas y de sus rivales.

Lo siguiente son extractos traducidos del artículo de Al-Sa’d:[1]

Caricatura que acompaña al artículo: Un «moderado» y un «extremista»

«Caminando por la calle nos encontramos con [varias] personas, algunas de las cuales conocemos, pero la mayoría de estas no. Viajamos en el bus y hablamos [con extraños] sobre arte, fútbol y política y algunas veces el debate se acalora y a veces se convierte en una especie de disputa. Esto puede depender de si su interlocutor posee el gen del extremismo. [Así que] aquí tienen cinco pasos para saber si la persona con la que ustedes están hablando es un extremista o no.

«El primer paso consiste en: hablar acerca de los cristianos. Si su interlocutor se le ve contento [de hablar] sobre los cristianos y sobre el incendiar sus iglesias, se niega a congratularles en sus festividades y se opone en primer lugar, permitirles que construyan iglesias, o se opone a que un musulmán se case con una cristiana porque es una infiel, entonces este porta el gen del extremismo. Hable con él de una manera calmada pero sea breve.

«El segundo paso: hable acerca de la sociedad contemporánea. Si su interlocutor cree que la sociedad contemporánea no conlleva una vida musulmana adecuada y que la difícil situación que estamos experimentando es el resultado de los pecados cometidos por los musulmanes y de que debemos retornar al Islam profesado por los Compañeros del Profeta, entonces a esta persona la consideraremos un extremista y usted debe sorprenderle diciendo: ‘pero los Compañeros del Profeta [también] se pelearon entre ellos’.

«El tercer paso: hablarle a él sobre el califato islámico. Si este cree que es necesario restaurar la forma de vida islámica perdida para revivir el califato y no ve ningún peligro en la existencia de las organizaciones islámicas, entonces este individuo es miembro de una organización clandestina y extremista en la práctica. Usted debe finalizar la conversación con este [diciendo] que la caída del califato fue provocada por los propios otomanos y que la recibieron de los árabes cuando estos fueron el pináculo de la civilización así que deben devolvérnosla exactamente en las mismas condiciones anteriores.

«El cuarto paso: [vociferen] una opinión diferente de la suya. Si sienten que la persona se muestra reacio a hablar con ustedes porque considera que ustedes están equivocados, o considera que hablar con ustedes es una pérdida de tiempo y por lo tanto finalizó la conversación de una manera burlona hacia ustedes y sus opiniones, entonces le consideraremos un extremista radical y ustedes deben dejar de hablar con él, ya que está escrito [en el Corán, exactamente en 49:11]: ‘No permitan que algunos ridiculicen a otros’.

«El quinto y último paso: cuéntenle a su interlocutor sobre algún tema desafortunado que le haya sucedió a sus rivales. Si este se regocija por su situación, ya sea una muerte o una enfermedad que les haya ocurrido a ellos o a sus seres queridos, entonces esta persona es un extremista radical y uno debería cuidarse de él, porque puede que les lastime».


[1] Al-Maqal (Egipto), 11 de septiembre, 2018.