El clérigo australiano Nassim Abdi dio dos conferencias en las que habló sobre la mujer, la modestia y el pecado de fornicar. En la primera conferencia, titulada «Modestia… ¡O A Falta de Ello!» y subido a YouTube el 20 de abril, Abdi criticó a los hombres que le permiten a su familia femenina «embellecerse». Abdi dijo que Alá creó a la mujer para el hogar y que la educación, el trabajo y las visitas pueden ser realizadas dentro de las pautas islámicas, pero estas no deben ser la norma. También criticó a las mujeres musulmanas que «chillan y gritan como payasas» en lugares públicos. En la segunda conferencia, titulada «Fornicación: sus Caminos y Ramificaciones» y publicada el 15 de agosto, Abdi dijo que fornicar es consecuencia natural del «embellecimiento de la mujer». Abdi dijo que si bien no justifica el abuso sexual, las mujeres que no desean que su privacidad sea invadida sexualmente no deben «exponerse». Este criticó a Occidente por no preocuparse «por el honor de sus mujeres» y dijo que los infieles «aman el hecho» de que los jóvenes musulmanes cometen el pecado de fornicar. Nassim Abdi es clérigo de la Asociación Australiana Ahlus Sunnah Wal Jammah (ASWJ) y ambas conferencias fueron subidas al canal ASWJ Auburn Media en YouTube. Nassim Abdi fue criticado en los medios de comunicación australianos en septiembre, 2018 por un sermón en el que dijo que la mujer no debe rechazar la intimidad de sus maridos.

Para ver el video de Nassim Abdi en MEMRI TV, pulse aquí o debajo.

«¿Cómo afirmamos ser modestos cuando nuestras mujeres caminan con el cabello cubierto, pero… cuando están en la playa, usan sus pantalones o faldas por encima de las rodillas?»

20 de abril, 2018

Nassim Abdi: «Nosotros, queridos hermanos, somos responsables de educar a nuestras mujeres y a nuestras hijas. Somos responsables de aconsejar a nuestras hermanas, a nuestras madres, a nuestras tías. Somos responsables de asesorar a las mujeres creyentes.

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«¿Qué dicen cuando se supone que una persona se comporta modestamente y luego lo ves caminando con su esposa y ella lleva puesto unos pantalones más ajustados que las calzas utilizadas en gimnasia? ¿Qué le dices a una persona que abiertamente en Facebook, en Instagram y en Snapchat y en todos estos demás portales, ha hecho que su esposa embellezca más para los ojos de miles de hombres de lo que se embellece por él en su hogar? ¿Cómo podemos nosotros decir que somos modestos cuando nuestras mujeres caminan con el cabello cubierto, pero tienen sus mangas dobladas hasta aquí y sus rostros se ven embellecidos y se han puesto media botella de perfume y cuando están en la playa, sus pantalones o sus faldas las llevan hasta por encima de sus rodillas. ¿Qué modestia es esta, queridos hermanos?

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«El hijab tiene como función ser una barrera entre la mirada curiosa de los hombres y la belleza de la mujer. Ahora bien el hijab se ha convertido en un medio de embellecimiento. Alá dice: ‘No se embellezcan’, oculten su belleza’, excepto aquello que no pueden ocultar», excepto lo que se muestra naturalmente, la forma de sus cuerpos, etc. El embellecimiento adicional, ellas se hacen las cejas y el perfume, el maquillaje y todas estas otras cosas… El hijab tiene como destino que la mujer se mantenga en privado. El hijab está aquí para bloquear la mirada curiosa de los hombres desde aquí. Ahora, miren a nuestras mujeres, ¿es esa la realidad?

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«El problema es que no solo es culpa de las chicas el que se vistan así. Podemos sentarnos aquí y hablar de las mujeres día y noche. El problema más grande es quién la llevó a ese punto. ¿Quién fue que le permitió a ella estar fuera de su hogar de esa manera? ¿Quién fue el que se lo permitió, quien la crió de tal forma que no siente esté haciendo algo malo?

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«Alá les preguntará por sus mujeres. Cada uno de ustedes es responsable y a cada uno de ustedes se les preguntará por su rebaño, por su familia. Hacemos lo que se supone debemos hacer respecto a la modestia de nuestras mujeres y su crianza, inculcándoles modestia en ellas?

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«Hoy hemos hecho que el lugar principal de la mujer sea fuera de su hogar y donde ella ve convertir su hogar en una prisión»

«Alá dijo claramente que el lugar principal de estar de la mujer es en su hogar. Hoy hemos hecho que el lugar principal de la mujer sea fuera de su hogar hasta compararlo con una prisión. Ella está dentro de su hogar y se deprime. Está en casa y odia su vida. Está en casa y pasa por momentos de retiro. La mujer debe estar en su hogar, este es su lugar, esta es su seguridad, estas son sus barreras, este es su castillo, aquí es donde Alá la creó para que esté. A ella se le permite salir, se le permite obtener una educación, se le permite trabajar si es necesario, se le permite sacar a los chicos, se le permite ir de compras, se le permite ir de visita, se le permite hacer todo eso. Pero dentro de las pautas islámicas y no es que estas sean las normas. Uno observa a algunos de los padres hoy día, cuando le inculcan a sus hijas desde una edad temprana: ‘Asegúrense de que cuando crezcan obtenga una educación adecuada’. ¿Qué quieren estos decir con una educación adecuada? ‘Obtener un título universitario. Lo más probable es que no lo vayan a utilizar. Y además de ese título universitario, uno se asegura de obtener un buen trabajo. Alcen la cabeza de los musulmanes permitiéndole a las mujeres musulmanas cubiertas con el hijab que trabajen en la fuerza laboral, prevalezcan, estén ahí afuera…’ ¿Es esto lo que dijo Alá? ¿Es esto lo que ustedes creen le dará la victoria a los musulmanes? Es esto lo que creen le inculcara modestia a nuestras hijas?

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«Muchas veces, ¿de quién es la culpa? Nuestra culpa como hombres. Nuestra culpa como padres, nuestra culpa como hermanos, nuestra falta como personas responsables, el que nos hayamos hecho responsables. Nuestra culpa como pueblo a quien se le entregó el más puro sharia y en la faz de la Tierra y deliberadamente nos apartamos de ello y no nos importó en lo absoluto. La peor de las voces es la del burro. Uno ve a una persona en la calle hoy día… pasamos frente a cualquier restaurante, a las nueve y media, diez de la noche, no hay problema… Vayan a un restaurante, vayan a un café. Las más ruidosas, aquellas con las voces de burros, son desafortunadamente las mujeres musulmanas. Nuestras mujeres ataviadas en hijab. Aquellas que deben ser ejemplos para el mundo entero cuando se trata de modestia. Aquellas que deben ser ejemplos para el mundo entero en el tema de la castidad. Son las más ruidosas, son las que gritan y chillan y ríen y continúan siendo como payasas. Esa son ellas».

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«Al mundo occidental no le importa el honor de sus mujeres: esto es un hecho… Si no quieren que una persona invada tu privacidad sexualmente, no te expongas ahí afuera»

15 de agosto, 2018

«Si las leyes de Alá son implementadas, la sociedad no será perfecta, no existe nada que sea perfecto en este mundo material. Pero la sociedad será lo mejor que esta pueda ser. Cuando Alá prohibió el fornicar, Alá hizo mucho más difícil todo lo que lleva a fornicar. Por ejemplo, el Islam no permite que la mujer se embellezca. El que se embellezca el cabello, que se maquille, se perfume, se vista, etc. El Islam no permite eso.

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«Así que, cuando uno se involucra dentro de la sociedad permitiéndole a la mujer que se embellezca, ¿cual creen ustedes es una consecuencia natural de eso? La consecuencia natural es fornicar.

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«Al mundo occidental no le importa el honor de sus mujeres. Esto es un hecho.

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«Debido a su falta de sabiduría, conocimiento y perfección en lo legal, le dan permiso a la mujer para que se vista promiscuamente. No justificamos a nadie que cometa ningún acto de agresión sexual o acoso sexual o abuso sexual. No lo justificamos. No, si no me agrada algo, lo tapo. Si no quiero que me roben en mi casa, no dejo abierta la puerta. Si no quiero que hurgues en mi bolsa, no abro la bolsa y camino abiertamente con la bolsa abierta, como diciendo: ‘Mira lo que hay dentro de la bolsa’. Cierro mi bolsa y la pongo a mi lado. Si no quieres que una persona invada tu privacidad sexualmente, no te expones ni te exhibes afuera. Biológicamente, esto es ciencia de la más básica. Esto no es religión. Ciencia básica caracterización básica de los seres humanos».

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«Nunca debemos caer en el espejismo de que ‘nuestras mujeres son dignas, nuestras mujeres son libres, nuestras mujeres son honradas'»

«En ciertas comunidades, la mayoría de los jóvenes fornican, estén casados o no. Principalmente los chicos, pero ahora también y cada vez más las chicas. Y a los infieles les encanta esto. Incluso Alá nos dice que estos desean que se vuelvan incrédulos para que puedan ser iguales, como ellos. No los quieren ver castos, no quieren verlos con moral, no quieren verlos como alguien ejemplar, no quieren verlos como alguien con los más altos estándares. Quieren que sean… Si cometen una bajeza, ellos también quieren que estés a nivel de tal bajeza. Quieren que llegues a la incredulidad, al igual que ellos adoptan el ser incrédulos, por celos de sus propias almas. ¿Por qué deberías ser esta mujer moral y casta que no fornica y se nos desprecia porque nos acostamos con un chico todas las semanas? ¿Por qué? Queremos que seas como nosotros. Y mira cuánto énfasis le ponemos para corromper a la mujer musulmana y su hogar.

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«El principal castigo para aquellos a los que no se les perdona en este mundo material por fornicar es que se les coloca en un lugar parecido a un horno después de morir, donde el fuego surge desde abajo. La parte inferior es ancha y la parte superior es muy estrecha y gritan y son quemados y el fuego los arrastra y luego vuelven a caer cuando el fuego disminuye. Y eso continua ocurriendo una y otra vez hasta que Alá ordena que llegue la hora del [Día del Juicio Final].

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«Nunca debemos caer en las apariencias que dicen ‘nuestras mujeres son dignas, nuestras mujeres son libres, nuestras mujeres son honradas, nuestras mujeres, nuestras mujeres, nuestras mujeres, nuestras mujeres…’ y estas se ven sometidas mental y físicamente a «los peores tipos de abusos que la humanidad haya conocido. La única diferencia es que hacen que la mujer hoy día sienta que es su elección el ser sometida a tal humillación».

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