Por: Alberto M. Fernández

Lo siguiente es el texto completo de una entrevista con el vicepresidente de MEMRI Alberto M. Fernández, publicado originalmente por la revista World el 21 de noviembre, 2016.

«El embajador Alberto Fernández creció en Miami luego que sus familiares huyeran de la Cuba comunista como refugiados políticos en 1959. Este pasó 32 años en el servicio exterior de los Estados Unidos, incluyendo temporadas como director de diplomacia pública del Oriente Medio, embajador en la Guinea Ecuatorial y coordinador del Centro de Comunicaciones Estratégicas Contra-terrorismo (2012-2015).

«Fernández se retiró del Departamento de Estado el año pasado y ahora es vicepresidente del Instituto de Investigación de los Medios de Comunicación del Medio Oriente (MEMRI), una organización sin fines de lucro que traduce del árabe y de otros medios de comunicación del Medio Oriente al inglés.

«¿Cómo complementa su trabajo con su fe cristiana?

«He servido bajo mandatos republicanos, demócratas, gente piadosa y personas que detestaban a los cristianos o incluso los despreciaban. He tratado de no avergonzarme de mi fe, sino de estar al margen de esta. Generalmente aquellos que no son cristianos respetan a gente que intenta humildemente de practicar su fe y no se avergüenzan de ello.

«¿Por qué fue usted denominado el ‘vocero de la política estadounidense en el Medio Oriente’ a mediados de la década de año 2000?

«Hubo una explosión de medios de difusión – el ascenso de Al-Jazeera, Al-Arabiya y decenas de otras estaciones. Estas estaciones querían a alguien que pudiera seguir y expresar una visión dentro del idioma árabe, así que me encontré en el lugar correcto en el momento preciso y lo suficientemente loco como para salir en vivo en la televisión árabe. Realice de 500 o 600 entrevistas. Un par de veces puede haber superado mi discurso, pero eso es televisión en vivo y ese es el reto que uno enfrenta. Los temas tratables usualmente de un minuto a dos.

«¿Tuvo usted desacuerdos con la administración Bush?

En realidad no los tuve. Lo más importante del gobierno de Bush fue un programa de Al-Jazeera en el que debatí a un individuo durante una hora. En algún momento del programa dije que hubo arrogancia y estupidez por parte de los Estados Unidos en Irak. Luego dije, ‘Pero, tenemos que hacerlo bien en Irak. No podemos marcharnos, tenemos un desafío que vencer y enfrentar. Si nos marchamos de Irak, será algo negativo para nosotros, pero será un desastre para la región’. La prensa recogió la parte de la arrogancia y la de la estupidez. Yo defendía nuestra presencia en Irak, pero ése no fue el modo en que los medios de comunicación lo hacían.

«¿Que representaba el Centro de Comunicaciones Estratégico para el Contraterrorismo (hoy Centro de Integración Global) y por qué lo dejó?

«En el 2010, la Secretaria de Estado Hillary Clinton pensó que el gobierno de los Estados Unidos no apreciaba plenamente la parte de la batalla mediática en la guerra contra Al-Qaeda. Ella tenía razón. Era una tienda muy pequeña con poco dinero y poca influencia, pero el tema se hizo más importante con el surgimiento del EIIS. Me retiré porque llegó el tiempo de jubilarme, pero hubo grandes tensiones entre mi persona y el gobierno en el 2014. De repente muchos cocineros que no estaban allí antes trataban de adivinar tus movimientos. Tenían ideas superficiales sobre el Islam, los medios de comunicación en árabe o sobre el terrorismo. La gente en la Casa Blanca y el Consejo de Seguridad Nacional tenía su propia opinión sobre las cosas.

«Usted escribió recientemente, ‘El entendimiento mutuo es algo muy poco útil si tu adversario sigue siendo hostil’. ¿Cómo es eso?

«A veces pensamos que la diplomacia pública es simplemente colocar su postura allí, para que esta sea entendida – y el problema está resuelto». Cuando uno habla del EIIS, islamismo o yihadismo, sin embargo, uno habla de personas que son fanáticos o tal vez algo comprensivo a los mensajes. Es una lucha ideológica, no sólo uno tiene que presentar los hechos, sino tratar de socavar o desafiar las ideas preconcebidas que posee tu adversario, tratar de convencerlos de que uno tiene la razón y que ellos están equivocados. Esto no es algo supuestamente arrogante: Se trata de cambiar las perspectivas de la gente sobre los Estados Unidos.

«¿En qué medida está la administración Obama trabajando en eso?

«No lo está en lo absoluto. El gobierno de Obama tiene una fascinante desconexión en el Medio Oriente y trata de representar a la administración como reflexiva y conocedora de las leyes: Estamos saliendo de estas guerras y no usamos ningún lenguaje extremo, pero en la región la gente observa la postura de los Estados Unidos, por ejemplo en Siria y creen que los Estados Unidos habla con un doble discurso. Ellos ven mucha violencia, que el gobierno estadounidense parece aprobar. Así que uno puede decir que existe un Obama o una administración de personas en los medios de comunicación y otra muy diferente en la región.

«¿Cuál es el malentendido más común sobre la propaganda yihadista?

«El Estado Islámico y los yihadistas hablan de crear una nueva realidad política y religiosa, la violencia consiste en derramar mucha sangre para que algo ‘bueno’ suceda, tal como muchos tiranos lo han propuesto. Sólo una pequeña parte de su material es lo que realmente compite por atención: La mayor parte es sobre construir un futuro. La segunda idea errónea que la gente tiene es que el islamismo es sobre factores mundanos. Esta es mayormente sobre el abrazar una visión del mundo, no sobre gente que no puede conseguir un trabajo.

«¿Quién está haciendo un buen trabajo en la lucha contra la guerra de las ideas?

«Existe un mito de que de alguna manera el mundo musulmán está en silencio frente a esta oleada de yihadismo. Esto no es así. Especialmente en árabe, la gente de buena voluntad está desafiando el discurso de los lunáticos, los yihadistas. Estos a menudo son individuos aislados sin ningún apoyo de nadie. Una minoría, pero provienen de muchas motivaciones diferentes para desafiar el discurso de los supremacistas islámicos en el mundo musulmán. A menudo no escuchamos acerca de ellos porque son personas que hablan en árabe a otros que hablan árabe. Parte del trabajo de MEMRI es tratar de publicitar el trabajo de esas personas. Nosotros cubrimos el discurso de los extremistas y también el de los reformistas.

«¿Cómo se ganó la guerra de las ideas?

«Primero: ¿Qué es lo que usted representa? Cuál es su visión del mundo? Occidente ha perdido su rumbo. Occidente es como Seinfeld. No posee un tema definido, o si se tratase de algo, es sobre los dioses de Occidente – Eros, Mammon, y Molech. Dioses falsos. Somos una cultura de hedonismo y del consumismo, que es quizá aceptable para la gente en el día a día, pero no produce satisfacción. La gente va en busca de cosas. Algunos lo encontrarán en el Islam radical. Este les da un propósito venenoso y diabólico.

«Se le ha ganado a los Estados Unidos la carrera de las estrategias?

Sin lugar a dudas. Gran ironía: la administración Obama se enorgullece a si misma de ser grandes comunicadores, pero no sólo ha sido superada por algunos individuos en una cueva, o por yihadistas salafistas tales como el EIIS, pero también por los rusos y otros que han aprendido a jugar el juego de las operaciones de influencia. El gobierno estadounidense se recuesta en un sillón pensando en el 2009, ‘Tenemos esto cubierto, todos nos aman y piensan que somos maravillosos’.

«Qué futuro le depara al EIIS?

El EIIS dice: «Con el permiso de Alá, conquistaremos Roma, esclavizaremos a sus mujeres y quebraremos sus cruces. Tomaremos Constantinopla y pintaremos la Casa Blanca de negro con el permiso de Alá». Las pérdidas en el campo de batalla dañan su propaganda porque, obviamente, no existe ningún permiso de Alá. Si continúan perdiendo, están en grandes apuros. Su propaganda está plantada sobre una victoria del mandato divino. Pero el mayor problema del yihadismo es ideológico y nosotros apenas hacemos mella sobre esto. Incluso si el EIIS dejase de existir mañana, este desafío ideológico que se traduce en violencia sobre el terreno no va a desaparecer».