Introducción

La admisión por el Secretario General del Hezbolá Hassan Nasrallah en su discurso del 25 de mayo, 2013[1] de que su organización está combatiendo en Siria, junto al régimen de Assad desató una ola de críticas en el mundo árabe. Las enfurecidas respuestas procedieron principalmente de los estados del Golfo – principalmente Arabia Saudita, Qatar,[2] y Bahrein – hostiles a Hezbolá porque forman parte del eje de la resistencia, ya que es una extensión de Irán y respaldan al régimen sirio, y porque es cómplice de intentos de perjudicar a los regímenes estatales del Golfo, en particular, Bahrein.

Luego del discurso, la prensa del Golfo argumentó que Hezbolá es una organización criminal hostil aún más peligrosa que Al-Qaeda. Hubieron llamadas a agregar a Hezbolá a la lista de organizaciones terroristas, tal como lo ha hecho recientemente Bahrein,[3] y medidas que deben adoptarse contra los intereses económicos vitales de Hezbolá en los estados del Golfo, e incluso contra el Líbano por facilitar las actividades de Hezbolá en Siria. Un paso en esta dirección fue la decisión del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), reunido en Jeddah el 2 de junio del 2013, «para examinar la adopción de medidas en contra de los intereses de Hezbolá» en los estados miembros del CCG[4]

Otros artículos argumentaron que la organización había perdido su legitimidad y que arrastraba tanto al Líbano como a la región hacia una guerra sectaria, como parte de un plan de Irán-Rusia para hacerse con el control de la región.

Críticas a las políticas de Nasrallah en la crisis siria también se escucharon desde los círculos afiliados a Hamas, que, hasta el estallido de la revolución siria, sí habían sido parte del eje de la resistencia encabezados por Siria, Irán y Hezbolá. Tras el discurso de Nasrallah, los documentos y portales afiliados a Hamas publicaron una serie de artículos oponiéndose a Hezbolá y el apoyo de Irán al régimen sirio. Por ejemplo, se argumentó que Hezbolá y Nasrallah «han caído en la trampa sectaria y se enredaron en complicaciones sectarias y guerras religiosas que no los avalaran», y que la decisión de apoyar al régimen sirio tendría consecuencias fatídicas y negativas para el futuro de Hezbolá.[5]

En Jordania y Egipto, las respuestas fueron menos y más moderadas. Jordania está, aparentemente preocupada por una posible respuesta de Hezbolá y el régimen sirio, mientras que el régimen egipcio busca posicionarse como agente en la crisis siria.

Este informe analizará las respuestas en el mundo árabe al discurso de Nasrallah:

Llamadas en el Golfo: Declaren a Hezbolá una organización terrorista

Pocas horas después del discurso de Nasrallah, el ministro de Relaciones Exteriores de Bahrein Khalid Al-Khalifa tweeteó: «El terrorista Nasrallah le está declarando la guerra a la propia nación [musulmana]. Detenerlo y rescatar al Líbano de sus garras es una obligación nacional y religiosa de todos nosotros.[6]

De manera similar, artículos en la prensa del Golfo afirmaron que Hezbolá es una organización terrorista y pidieron su inclusión en la lista de tales organizaciones. Por ejemplo, Baina Al-Mulhim, columnista del diario oficial saudita Al-Riyadh, escribió: «Los estados moderados en el mundo árabe, en el Golfo y en Estados Unidos están examinando el tema de la inclusión de Hezbolá en la lista de [organizaciones] terroristas. Esta medida es obligatoria para resolver el asunto de esta organización sangrienta que asesina a sirios, funciona como herramienta de Irán, tanto en Oriente como en Occidente, ha intentado intervenir en Bahrein, y apoya las organizaciones terroristas en Yemen y en otros lugares. Esta organización no puede continuar actuando sin impedimentos… No existe otra alternativa que declarar a Hezbolá una organización terrorista, ya que es más peligrosa que Al Qaeda. Esta es la organización más hostil y criminal en el Golfo y el mundo árabe… Si Nasrallah ha decidido luchar contra los que piden el takfir [es decir, los salafistas-jihadistas], ¿por qué está combatiendo contra mujeres y niños desarmados? Esta es una guerra sectaria que Nasrallah ha iniciado. Hezbolá ha dejado claro que es una milicia y no un [movimiento] de resistencia, tal como algunos creen. La hoja de parra ha sido removida de este partido violento y criminal.[7]

Hussein Shobokshi, columnista del diario londinense saudita Al-Sharq Al-Awsat, también sostuvo que Hezbolá es una organización terrorista y pidió la imposición de sanciones económicas sobre esta, así como también para el Líbano como estado, que, en su opinión, debe pagar el precio por la constante intervención flagrante y descarada de Hezbolá en el asunto sirio: «…Es importante e incluso obligatorio tratar a este grupo [Hezbolá] tal como lo que es: una organización terrorista criminal similar a Al Qaeda y Jabhat Al-Nusra. Esto, por su propia naturaleza, nos obliga a tratar al propio Hassan Nasrallah como un criminal buscado al igual que el [líder de Al-Qaeda] Ayman Al-Zawahiri.

«Hezbolá se ha convertido en un cáncer que carcome el cuerpo de una región ya frágil mediante una guerra civil sectaria… y por medio de su apoyo al régimen criminal [sirio]. La hora de las sutilezas ha pasado, y los gobiernos estados del Consejo de Cooperación del Golfo deben prestarle atención a la opinión pública, que exige que adopten con claridad y decisión medidas importantemente serias y más vigorosas contra el Hezbolá. Se ha vuelto obligatorio iniciar actividades que cortarán las arterias económicas del Hezbolá en el Golfo [perjudicando] sus intereses diversos. Muchas empresas en campos vitales, tales como la contratación, el comercio minorista, el negocio de restaurantes, equipos pesado, alfombras para los rezos, productos alimenticios, etc., son propiedad de personas o elementos directamente vinculados a Hezbolá o a su agente, o por alguien que lo está encubriendo. El Líbano debe pagar el precio por entregar su estado a un gobierno dirigido por una milicia terrorista…

«Hezbolá, como partido mayoritario, ha transformado al Líbano en [una fuerza que actúa] en contra de la revolución siria y apoya a un régimen criminal y por ende se ha identificado con un bando en el conflicto…

«El [Líbano] [ya] está pagando el precio por esta decisión, en la forma de un paro total al turismo desde los estados árabes [al Líbano], una disminución significativa en el comercio con ellos, y una ausencia total de nuevas inversiones [del Golfo] [en esta]. No hay otra alternativa que intensificar estas medidas [contra el Líbano]… el Líbano en su totalidad debe pagar un precio por dejar que una organización terrorista la controle… no existe otra alternativa que expulsar [de los estados del Golfo] a personalidades influyentes libanesas [afiliadas a] Hezbolá… porque constituyen un peligro para la seguridad nacional de la región…“[8]

Actividades de Hezbolá en Siria constituyen ocupación y una marca indeleble de vergüenza

Otro argumento contra las actividades de Hezbolá en Siria es el que constituye ocupación. Un editorial en el diario de Qatar Al-Sharq señaló: «…Estamos confrontando una campaña de las fuerzas armadas de Hezbolá para ocupar territorio sirio, acompañada de agresiones contra el pueblo [sirio]… La entrada de las fuerzas del Hezbolá en territorio sirio es ocupación… ya que los sirios se oponen a esta…»[9]

Jaber Al-Harami, editor del diario del gobierno de Qatar Al-Sharq, advirtió que «el pueblo sirio y los pueblos árabes nunca perdonarán a Hezbolá por sus acciones en Siria, que seguirán siendo una marca de vergüenza en la frente a pesar de todos sus intentos de renunciar a estas o justificarlas con argumentos sin fundamento. Los pueblos de hoy tienen un sentido de conciencia y no se dejaran engañar con palabras bonitas».[10]


Las armas de la resistencia ahogándose en la sangre del pueblo sirio (Al-Rai, Jordania, 28 de mayo, 2013)

Nasrallah se está aprovechando del problema palestino

En un artículo de inusual aspereza en un diario afiliado a Hamas, el Dr. ‘Issam Shawer atacó a Nasrallah por dar su discurso, mientras «sus soldados rodeaban y asesinaban a mujeres y niños en la ciudad de Al-Qusayr en Siria». Refutando las justificaciones de Nasrallah por la entrada de sus fuerzas en Siria, Shawer señaló, por ejemplo, que Hezbolá y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRII) habían participado militarmente en Siria incluso antes de que los movimientos islamistas extremistas aparecieran en escena. En respuesta al argumento de Nasrallah de que estaba protegiendo a la resistencia, Shawer escribió que la resistencia no puede limitarse sólo a Hezbolá, y que era impensable que los intereses de Hezbolá sustituyesen los intereses de los pueblos y del umma árabe. Shawer destacó que «el período de la ‘valentía ersatz’ [que no implica] disparar ni una sola bala sobre el enemigo o liberar un centímetro del territorio ocupado ha finalizado».

Shawer también atacó a Nasrallah por instar a partidarios y opositores del régimen sirio en el Líbano a ir a combatir en territorio sirio en lugar del Líbano, llamando a esto la personificación del egoísmo y una llamada directa a la intervención extranjera en Siria. También rechazó la afirmación de Nasrallah de que estaba defendiendo la cuestión palestina, y le exhortó a dejar de aprovecharse de la causa palestina y de asesinar a sirios en su nombre. Y agregó: «Aquellos cuyas manos están manchadas con la sangre de los musulmanes no liberaran Palestina. La mayoría de nuestro pueblo apoya al pueblo sirio y su revolución contra el régimen de Assad y todos sus seguidores».[11]

Hezbolá está arrastrando al Líbano y a la región hacia un conflicto entre sunitas y chiítas

Algunos también han acusado a Hezbolá de arrastrar al Líbano y a toda la región hacia una guerra sectaria, signos que ya pueden discernirse en el Líbano sobre la forma de enfrentamientos entre ‘alauita y sunitas en la ciudad norteña de Trípoli y el lanzamiento de dos misiles Grad a la fortaleza del Hezbolá en Beirut la Dahiya. El Secretario General de la Liga Árabe Nabil Al-‘Arabi expresó tal aprehensión cuando llamó a Hezbolá a que reexaminara sus posturas y se abstenga de intervenir en los combates en Siria, y también instó a los líderes libaneses a mantener su política de distanciarse de la crisis siria, tal como lo han hecho hasta ahora.[12] El Ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos Dr. Anwar bin Muhammad Qarqash declaró que los comentarios de Nasrallah había expuesto el verdadero carácter de su organización, y dijo: «Hemos visto una y otra vez que las armas de Hezbolá son armas sectarias, dirigidas al interior de Siria o del Líbano. Estas intervenciones de Hezbolá eran conocidas, pero nunca habían sido confirmadas tan explícitamente. El último discurso de Nasrallah aclaró la verdad de esta realidad…[13]

El diario del gobierno saudita Al-Watan responsabilizo a Hezbolá por las condiciones de seguridad en el Líbano, y señaló que Hezbolá «continua sola en su camino suicida, a pesar de la oposición de los partidos, sectas y el pueblo del Líbano. Si no hubiera sido por esta organización, no hubiese estallado un conflicto sectario en Trípoli, decenas de personas no habrían sido asesinadas, y los misiles no habrían caído ayer en uno de los suburbios de Beirut. Hay que recordar que esta organización es el brazo regional de fuerzas que son más grandes que este…[14]

Muchos argumentan que la intervención de Hezbolá en los combates en Siria tendría repercusiones negativas para toda la región. Por lo tanto, Reda Fahmi, presidente de la Comisión de Asuntos Árabes, Defensa y Seguridad Nacional en el Consejo del Shura de Egipto, dijo que la intervención de Hezbolá en Siria constituye una verdadera amenaza para la paz y la seguridad regional, y le advirtió a Hezbolá que pagaría un alto precio por esto.[15]


Imagen: Al-Watan (Arabia Saudita), 26 de mayo, 2013

El liberal saudita Turki Al-Dakhil escribió: «En la actualidad, Hezbolá no combate contra los israelíes, sino más bien contra árabes ‘alauita y sunitas. Esta asesina a todos sus oponentes, por lo que arrastra al Líbano hacia lo desconocido… Hezbolá es una gran mentira que creímos desde el 2006 hasta el 2013. ¿Existe algún árabe que quede hechizado por esta escandalosa mentira»![16]

Tariq Alhomayed, ex editor del diario londinense saudita Al-Sharq Al-Awsat, argumentó que el discurso de Nasrallah representaba «un golpe de estado total contra el estado libanés y el equilibrio político regional». Este agregó: «En esta alocución, le informó a todos los libaneses de que él es el estado y el estado es él, y declaró que el Líbano es un protectorado chiíta. Este dividió la región en dos bandos, al igual que hizo bin Laden cuando dijo que no existe un eje del Mandato del Jurisprudente [tal como se practica en Irán] – [el eje que] pretende liderar – y existe el eje de los que este denominó como takfiri [aquellos que acusan a otros de herejía], que son aliados de Israel y los Estados Unidos, refiriéndose, obviamente, a los sunitas en Siria, el Líbano y los otros estados sunitas en la región, especialmente Arabia Saudita… Todo esto, naturalmente, pudiera provocar una guerra sectaria en la región, independientemente de si Assad permanece o se va…»[17]

Mamoun Fandy escribió de forma similar: «…El discurso de Nasrallah describió la naturaleza de la próxima lucha regional: [Será] una lucha entre sunitas y chiítas, aunque este lo negó en su alocución. Esta lucha encontró su primera expresión sobre el terreno en la batalla de Al-Qusayr, donde Nasrallah les prometió la victoria a sus hombres – un triunfo sobre los sunitas, sin duda… El choque será transformado de un enfrentamiento entre el régimen y la oposición en un enfrentamiento sunita-chiíta con el objetivo de definir los contornos estratégicos de la región árabe en los próximos años… «Fandy argumentó que uno de los objetivos principales detrás de Hezbolá y la intervención de Irán en Siria es subsanar las deficiencias que han surgido en el desempeño del ejército sirio durante el levantamiento y el establecer «un ejército chiíta con principios comunes y que sostenga una lucha ideológica regional…“[18]

Hezbolá lleva a cabo las directivas de Irán y Rusia

Muchos artículos acusan a Nasrallah de servir a Irán y a Rusia a expensas del Líbano y de toda la región. El diario del gobierno saudita Al-Madina sostuvo que la colaboración de Hezbolá con el régimen sirio en el asesinato y la expulsión del pueblo sirio «refleja lealtad a Irán ante todo. Y esto, como parte del ‘plan de la Media Luna chiíta’, que tiene como intención, en esta etapa, evitar la caída del régimen de Assad, amenazar a los países vecinos, verter aceite en el fuego, y transformar al Líbano una vez más en un escenario de ajuste de cuentas desplomándola en una anarquía y desorden y así proporcionarle a Hezbolá con un medio ambiente adecuado para apoyar e implementar el plan de Irán…»[19]

Yazid bin Mohammad, columnista del diario oficial saudita Al-Watan, escribió que Nasrallah, sin duda, recibió luz verde de Rusia antes de declarar que sus fuerzas estaban luchando junto al régimen en Siria. Esto, porque «sabe que entrar en [combate] en nombre de Assad sin la aprobación rusa es un suicidio político. Hiezbolá no tiene voluntad propia, porque su corazón está siendo sostenido por las garras de Teherán, desde donde recibe su apoyo y fuerza. [Siguiendo el ejemplo de Siria y Teherán, Nasrallah] ha vuelto al seno de Moscú, que ha buscado durante cinco años recuperar su papel histórico…»

Bin Mohammad argumentó además que el momento del discurso de Nasrallah, precisamente durante los preparativos de la conferencia internacional de Ginebra para encontrar una solución política a la crisis siria, no es casual: «Esta es otra carta [jugada por] el eje Moscú-Bagdad-Teherán-Damasco Dahiya, que tiene por objeto hacer explotar la situación antes de [que pueda forzarse] una solución no violenta. De esta manera, el enfoque de las negociaciones entre las grandes potencias y los países de la región pasará del [tema] de la remoción de Assad a la retirada de los movimientos armados extranjeros de Siria. Esto reducirá el beneficio de las expulsión de [Assad], en caso de ser derrocado, y maximizará el beneficio a los que le ayudaron en el campo de batalla…»[20]


Irán apunta las armas de Hezbolá hacia Siria (Al-Dustour, Jordania, 27 de mayo, 2013)


[1] Véase MEMRI TV Clip No. 3848, Secretario General del Hezbolá Nasrallah promete defender a Siria: Podemos enviar decenas de miles de mujahideen, 25 de mayo, 2013.
[2] Qatar, que hasta el estallido de la primavera árabe formaba parte del eje de la resistencia, ha cambiado su postura frente a este eje y actualmente asalta amargamente al régimen de Assad y a Hezbolá.

[3] Sobre este tema, véase MEMRI Investigación y Análisis No. 965, Precedente en el mundo árabe: Bahrain agrega a Hezbolá a la lista de organizaciones terroristas, 7 de mayo, 2013.

[4] Al-Watan (Arabia Saudita), 3 de junio, 2013.

[5] Al-Risala (Gaza), 27 de mayo, 2013.

[6] Twitter.com/khalidalkhalifa, 25 de mayo, 2013.

[7] Al-Riyadh (Arabia Saudita), 2 de junio, 2013.

[8] Sharq Al-Awsat (Londres), 27 de mayo, 2013.

[9] Al-Sharq (Qatar), 27 de mayo, 2013.

[10] Al-Sharq (Qatar), 26 de mayo, 2013.

[11] Filastin (Gaza), 27 de mayo, 2013.

[12] Al-Ahram (Egipto), 26 de mayo, 2013.

[13] Agencia de noticias BNA (Bahrein), 2013.

[14] Al-Watan (Arabia Saudita), 27 de mayo 2013.

[15] Al-Shurouq (Egipto), 26 de mayo, 2013.

[16] Al-Riad (Arabia Saudita), 28 de mayo, 2013.

[17] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 27 de mayo 2013.

[18] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 27 de mayo 2013.

[19] Al-Medina (Arabia Saudita), 27 de mayo 2013.

[20] Al-Watan (Arabia Saudita), 28 de mayo 2013.