Lo siguiente son extractos de una entrevista con el ex presidente iraquí Saddam Hussein. En la entrevista, la cual fue conducida por teléfono, Saddam responde a un mensaje grabado emitido por su ex vicepresidente y leal colaborados ‘Izzat Al-Duri, quién se dirigió a la cumbre de la Liga Árabe en Sudán. La entrevista fue conducida por Al-Fayhaa Tv el 28 de marzo del 2006.
PARA VER ESTE SEGMENTO, VISITE: http://www.memritv.org/search.asp?ACT=S9&P1=1088.
Saddam Hussein: «Todo lo que ‘Izzat Al-Duri siempre quiso fue dirigirse a los iraquíes como su líder, aun cuando fuese solamente durante unos pocos minutos. Todos recuerdan que él se dirigió una vez a la Unión de Mujeres Iraquíes sin mi conocimiento. Sabe usted lo que le hice?»
Entrevistador: «No lo sabemos. Díganos».
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Saddam Hussein: «Lo primero que hice cuando lo trajeron fue escupir en su cara».
Entrevistador: «Por qué?»
Saddam Hussein: «Le dije: ‘Tu despreciable, escupo en tu cara de búho. Cómo te diriges a estas gloriosas mujeres sin que yo sepa?'»
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«El único que hace discursos en Irak es el líder supremo – refiriéndome a mi.
«A estas alturas ‘Izzat Al-Duri sacó su pañuelo y lloró. Le dije: ‘Mira ‘Izzat, esta vez te lo perdono, pero juro por mi honor, y el honor de la historia de la nación árabe, que si repites alguna vez este error te cortaré la lengua'».
Entrevistador: «Y ahora ha repetido este error, tal como usted lo llama, y ha publicado una declaración dirigida a la cumbre de la [Liga Árabe], tal como fue mencionado en una de las estaciones de televisión».
Saddam Hussein: «No escuche el discurso, porque estoy en prisión».
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«Aunque estoy en prisión, no le permito a nadie hablar en mi nombre, mientras yo viva. Todavía soy el presidente».
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«Internet… Cualquier cosa… Yo pronuncio discursos sin temerle a nadie. Yo pronuncio discursos cara a cara…»
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Entrevistador: «Usted está en prisión. Cómo puede pronunciar discursos?»
Saddam Hussein: «Ésa es una buena pregunta. Mira usted las sesiones de la corte. ¿Cuántas sesiones ha habido ahí hasta ahora? Quince sesiones?»
Entrevistador: «Diecisiete».
Saddam Hussein: «Yo pronuncio un discurso en cada sesión».
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«Si no pronuncio discursos, me da acidez.
«Si ‘Izzat Al-Duri está vivo y puede oírme, quiero dirigirme a él, a través de usted, y decirle que tenga cuidado».
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«No es esto una desgracia? El líder de los árabes – ‘Izzat Al-Duri habla en su nombre?! ‘Izzat Al-Duri no sabe ni siquiera como mantener el saludo de atención. Debería él hablar en nombre de Saddam Hussein? Cualquier discurso que no reciba mi firma es extraoficial, ilegitimo, e ilegal».
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«Debería tener cuidado y callarse. ¿Por qué da discursos y se aprovecha de los fondos estatales? Yo dejé los fondos bajo su responsabilidad. Billones de dólares… Le dejé los fondos y ustedes deben usarlos apropiamente. Él va y explota mezquitas, mercados, y escuelas».
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«Yo sé que gente que me escucha podría pensar que Saddam Hussein se ha vuelto apático en prisión y ha dejado de apoyar al terrorismo. No. No estoy avergonzado de decirle a usted que Irak sin Saddam Hussein no vale ni dos centavos. Por consiguiente, me hará feliz si Irak se convierte en cenizas».
Entrevistador: «Esto me recuerda que en uno de sus discursos, usted dijo que dejara a Irak como un país sin pueblo».
Saddam Hussein: «Cuánto vale el pueblo sin Saddam Hussein?! Qué vale? Irak es totalmente Saddam Hussein. ‘Viva Irak’ significa ‘Viva Saddam Hussein.’ Que vale Irak sin Saddam Hussein?»
Entrevistador: «Usted sigue adelante con esas consignas? todavía se aferra a ellas…»
Saddam Hussein: «Yo fui criado en ellas. ¿Cómo quiere usted que remonte esto? Los iraquíes escuchan hablar estas cosas de mí tan pronto salen de los úteros de sus madres».
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«Yo repito: Irak sin Saddam Hussein no vale ni dos centavos. Por consiguiente, me hará feliz si Irak se convierte en cenizas.
«Llamo a castigar a ‘Izzat Al-Duri, porque quemó mi corazón».
Entrevistador: «Por qué, porque publicó una declaración sin su permiso?»
Saddam Hussein: «Pronunció un discurso sin mí consentimiento. El castigo que quiero para él es que le corten la lengua y las orejas».
Entrevistador: «Por qué cortarle la lengua y las orejas?»
Saddam Hussein: Para hacerlo igual a todos los renegados cuyas lenguas y orejas yo corté. Y si ‘Izzat Al-Duri continúa pronunciando discursos en el idioma de señales, tal como los sordos lo hacen, exijo que le corten las manos. Y así sucesivamente, hasta que ‘Izzat Al-Duri esté acabado, y nos libremos de este degenerado».