En un editorial publicado el 23 de julio, 2018 en el diario saudita en ingles Arab News, el embajador de Arabia Saudita en los Estados Unidos Jalid bin Salman, hizo un llamado a la comunidad internacional para que adopte una estrategia unificada e integral a fin de confrontar el comportamiento desestabilizador del régimen iraní. Observando similitudes entre la situación actual y la situación prevaleciente antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, este instó al mundo a «no acercarse a Irán con el tipo de políticas apaciguadoras que fracasaron tan miserablemente en detener el ascenso al poder de la Alemania nazi», tales como el Acuerdo de Múnich de 1938. Hoy, al igual que para ese entonces, las circunstancias – incluyendo las crisis económicas, la extrema polarización política entre la derecha e izquierda y la inactividad internacional- han creado una situación en la que un régimen deshonesto puede «pisotear el orden internacional, avivar el conflicto» más allá de sus fronteras y armar a los extremistas que hacen libre su voluntad en pos de la dominación regional», este escribió.

Bin Salman afirmó que la amenaza planteada por Irán es «al núcleo de su régimen», ya que la constitución iraní pide «extender la misión ideológica del yihad» en todo el mundo y desde que el fundador de este régimen, el Ayatolá Jomeini, «exhortó» a sus seguidores conquistar las tierras musulmanas y no musulmanas por igual».

El embajador agregó que ni el expansionismo de Irán ni la indiferencia del mundo hacia este son nuevos. Durante años dijo, Irán ha estado expandiendo su control e influencia a lo largo de Medio Oriente, en Siria, Yemen y el Líbano, mientras el mundo se mantenía en suspenso. En la guerra de Siria, Irán extendió su apoyo militar y económico al régimen asesino sirio, pero en lugar de castigarlo, la comunidad internacional le recompensó con un escañó en varias conferencias de paz en Siria. A Irán se le ha permitido concluir de que no existen líneas de no-retorno y que el mundo nunca responderá a sus acciones con nada más que reproches y condenas.

La política de apaciguamiento, dijo bin Salman, culminó en el acuerdo nuclear con Irán, que esencialmente recompensó a Teherán por suspender temporalmente su búsqueda a las armas nucleares. Al elogiar la decisión del Presidente estadounidense Donald Trump de revocar este acuerdo, este observó que, a pesar de las buenas intenciones de sus iniciadores, el acuerdo no ha apagado las ambiciones expansionistas del régimen iraní ni ha hecho que deje de apoyar a los terroristas en el Medio Oriente. De hecho, Irán actualmente presume de que cuatro capitales árabes -Beirut, Damasco, Bagdad y Sana’- son «subsidiarias de la revolución islámica iraní» y parte de su «gran yihad», y que, desde Yemen, pretende extender aún más su influencia, incluso muy dentro de Arabia Saudita.

Además, señaló bin Salman, el acuerdo no ha facultado a las fuerzas políticas pragmáticas o moderadas en el país, tal como pretendían sus defensores. En su lugar,  solo sirvió para convertir al régimen iraní en un lobo con piel de oveja, con diplomáticos suaves como Javad Zarif que presentan una cara moderada hacia Occidente, mientras los intransigentes en el país continúan arrojando consigas tales como «muerte a los Estados Unidos». Tampoco el acuerdo ha mejorado la vida del pueblo iraní, tal como se desprende de las recientes huelgas y manifestaciones que tuvieron lugar en todo el territorio de Irán en protesta por la situación económica. El dinero otorgado a Irán por el acuerdo nuclear, más de $100 billones en concesiones, no ha sido invertido en educación o infraestructuras, sino en fortalecer el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y sus Fuerzas Qods, dijo el embajador.

Bin Salman concluyó diciendo que «cualquier futuro acuerdo debe abordar el programa de misiles balísticos de Irán junto a su creciente apoyo financiero y militar al terrorismo y su injerencia en los asuntos internos de los países de la región». El mundo debe enfrentar a Irán con determinación y en unísono, ya que solo esa acción «permitirá que las semillas de la modernización, el crecimiento y la innovación florezcan a todo lo largo y ancho del Medio Oriente».

Lo siguiente es el texto completo del artículo de Khalid bin Salman.[1]

Príncipe Khalid bin Salman (imagen: alarabiya.net)

«Vale la pena considerar los abundantes e inquietantes paralelos entre los años 2018 y 1938»

«Nací hace apenas hace tres décadas, mucho después de que ‘La Generación Grandiosa’ logró soportar el capítulo más oscuro en la historia humana. Yo solo puedo pensar que su supervivencia y triunfo final sobre las fuerzas del mal tenían como destino impartirnos lecciones a todos nosotros, para que tal horror nunca le suceda al mundo de nuevo. Es alentador escuchar al Presidente estadounidense Donald Trump aclarar que nos acercaremos a Irán con políticas apaciguadoras que fracasaron tan miserablemente en detener el ascenso al poder de la Alemania nazi, o evitar la guerra más costosa que jamás se haya librado en el mundo. Ahora, todos debemos unirnos en una estrategia más amplia para abordar el comportamiento desestabilizador de este régimen iraní.

«En una época de ecos tormentosos de la década de 1930: las sostenidas repercusiones de una crisis económica, la extrema polarización del espectro político de la extrema derecha a la extrema izquierda, el letargo de la comunidad mundial y los  malvados actores decididos a llenar un vacío dentro del liderazgo difundiendo su ideología de odio y de violencia: esto incumbe a la comunidad global a actuar con determinación. Tal como declaró el famoso filósofo George Santayana: «Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo». En el apaciguamiento de Irán, estamos viendo claramente algo que hemos visto antes. Es igualmente obvio que la estrategia ya ha fracasado.

«A pesar de las mejores intenciones de sus arquitectos, el acuerdo en materia nuclear del 2015 y la posterior flexibilización de las restricciones financieras hacia Teherán no sirvieron para frenar las ambiciones expansionistas del régimen o eliminar su apoyo a los extremistas más desestabilizadores del Medio Oriente: en Siria, Yemen, el Líbano y otros lugares. En cambio, sirvió solo para otorgarle al patrocinador más atroz del mundo las recompensas del terrorismo mundial por suspender temporalmente su búsqueda apocalíptica de armas nucleares.

«El acuerdo no fue sino parte de un preocupante patrón de apaciguamiento. Mientras Irán lanzaba cada vez más su poderío económico y militar en apoyo al  gobierno asesino del Presidente sirio Bashar Assad, no fue castigado. En cambio, los gobiernos respondieron ofreciéndole a Teherán un escaño en sucesivas reuniones de paz sirias. El resultado fue predecible: no hubo paz y nada que se pareciera a un Irán más complaciente, que hasta hoy apoya a Assad, un ataque tras otro con armas químicas.

«El Presidente Trump ha declarado que su administración ‘trabajará con nuestros aliados para encontrar una solución verdadera, integral y duradera a la amenaza nuclear iraní. Esto incluirá esfuerzos para eliminar la amenaza al programa de misiles balísticos de Irán, para detener sus actividades terroristas a nivel mundial y bloquear sus amenazantes actividades en todo el Medio Oriente».

«Arabia Saudita está comprometida a hacer todo lo posible para ayudar a los Estados Unidos. Todavía hay tiempo para una respuesta internacional decidida que le impida a Irán extender sus tentáculos de sus travesuras a todos los rincones de la región, desde la organización terrorista Hezbolá que ha puesto un dominio absoluto sobre el futuro del Líbano, a la milicia Houthi que ha causado miseria sobre Yemen e intentó sin éxito alguno, intimidar a mi país disparando misiles que le fueron proporcionados por Irán hacia el territorio de Arabia Saudita.

«Cualquiera sea su posición respecto a la retirada estadounidense del acuerdo nuclear, todos deberíamos responder a una vocación más importante: disuadir a Irán y a sus secuaces de su campaña de caos. Incluso los líderes que trataron de salvar el acuerdo nuclear reconocen la importancia de combatir ya a Irán. Tal como dijo el Presidente francés Emmanuel Macron luego de que Estados Unidos se retirara del acuerdo: «Trabajaremos colectivamente en un marco más amplio que cubra las actividades nucleares, el período posterior al año 2025, las actividades balísticas y la estabilidad en el Medio Oriente, especialmente Siria, Yemen e Irak».

«Mientras otras naciones y sus pueblos sopesan el tema, vale la pena considerar los paralelos más abundantes y perturbadores entre los años 2018 y 1938.

«Hace 80 años, los guardianes del orden global observaban impotentes cómo las fuerzas expansionistas en Europa, Asia y África traspasaban lo que la fe mantenía dentro de los ideales del derecho internacional o en la Liga de Naciones. Un peligro similar se presenta a sí mismo ahora que Irán le pasa por encima al orden internacional, avivando el conflicto más allá de sus fronteras y dándole armas a los extremistas que hacen su voluntad una acción en búsqueda de la dominación regional.

«El expansionismo iraní alimenta y fomenta la mayoría de las crisis en el Medio Oriente: la lucha sectaria que enfrenta a vecino contra vecino, los movimientos militantes que rompen las instituciones estatales legítimas y las fuerzas terroristas que asesinan hombres, mujeres y niños inocentes». ‘Hacia donde quiera que vean si existen problemas en la región, uno se encuentra con Irán’. Tengan en cuenta que no fue un líder saudita quien dijo tal cosa, fue el secretario de defensa estadounidense Jim Mattis».

«La amenaza perniciosa puesta por Irán se encuentra en el meollo de su régimen»

«La amenaza perniciosa que representa Irán está en el corazón de su régimen. La constitución iraní pide extender ‘la misión ideológica del yihad’ a todo el mundo. Y desde sus primeros días, el Ayatolá Ruhollah Jomeini exhortó a sus seguidores a conquistar a musulmanes y no-musulmanes. En el 2015, el general de división Mohammad Ali Jafari, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), proclamó: «La República Islámica de Irán está en su mejor momento. La revolución iraní se está extendiendo rápidamente más allá de las fronteras de la república; con la misma velocidad abre las primeras líneas de revolución, logrando los objetivos de [Jomeini]’. Esta declaración se hizo mientras se concluía el acuerdo PIDAC y durante la toma de Yemen por los houthis respaldada por Irán.

«La ideología estatal iraní tiene como base el concepto de Wilayat Al-Faqih, un sistema político basado en la tutela en el que las personas le deben lealtad a un supremo jurista religioso (que también se convierte en el Líder Supremo) independientemente de su nacionalidad, geografía o forma. Esta doctrina supranacional busca socavar la influencia del gobierno estatal legítimo mediante un gobierno teocrático y no reconoce el orden internacional legítimo de los gobiernos. ¿Pero se encuentra la religión realmente en el corazón de la interpretación por Irán del Wilayat Al-Faqih? Si fuese así, entonces, ¿por qué no surge un líder supremo de los centros religiosos de Irak y bajo el Wilayat Al-Faqih le juraría lealtad el pueblo de Irán?

«Luego de casi cuatro décadas de malas prácticas, ya conocemos el libro de las jugadas iraníes. Teherán promueve el sectarismo para dividir a las comunidades. Eso produce naciones debilitadas o fracasadas, que Irán luego controla a través de sus organizaciones estados.

«El político iraní Alireza Zakani, cercano al Líder Supremo de Irán Ali Jamenei, se ha jactado de que Sana´a en Yemen está ahora al alcance de Irán, uniéndose a ‘las tres capitales árabes que ya son subsidiarias de la revolución islámica iraní’ y parte del ‘gran yihad’. Las otras capitales árabes a las que este se refirió son Beirut, Bagdad y Damasco. Esa declaración se hizo inmediatamente luego que la milicia Houthi, con la ayuda de Irán, asesinara a todos en su camino a Sana’a, antes de que la coalición liderada por Arabia Saudita interviniera para restaurar el gobierno legítimo de Yemen.

«Zakani también dijo: ‘La revolución yemenita no se limitará solo a Yemen sino que se extenderá, luego de su éxito, a los territorios sauditas. Las vastas fronteras entre Yemen y Arabia ayudarán a acelerar su alcance muy dentro de las tierras sauditas'».

Para ver el despacho en su totalidad en inglés junto a las imágenes copie por favor el siguiente enlace en su ordenador: https://www.memri.org/reports/saudi-ambassador-us-khalid-bin-salman-irans-malign-behavior-must-be-confronted-not-appeased


[1] Arab News (Arabia Saudita), 23 de julio, 2018.