Introducción
Unas elecciones son un ejercicio de elección – sopesar los méritos de las fuerzas políticas que se presentan [a ellas] y [los] programas alternativos. Al pueblo iraquí se le ha negado el derecho a elegir durante medio siglo. De hecho, la última vez que se celebraron «elecciones» en Irak, en el 2002, Saddam Hussein recibió una puntuación más que precisa: no sólo el cien por cien del electorado votó por «‘la reelección’ de Saddam», sino que el ex presidente argelino y el elector invitado, Ahmed bin Bela, [también votaron a favor de «‘la reelección de Saddam»].
Las elecciones propuestas en Irak, fijadas para el 30 de enero del 2005, pretenden poner fin a la farsa política de Saddam y brindar una oportunidad libre y prístina al pueblo iraquí de escoger a sus líderes. La última vez que los iraquíes eligieron [electoralmente] un consejo constitucional fue [durante] la monarquía de 1924. En esas elecciones participaron tres partidos políticos. En contraste, la Alta Comisión para las Elecciones ha dado su visto bueno para que 226 partidos y grupos participen en las elecciones del 2005 a la Asamblea Nacional de 275 miembros. 1 La Asamblea Nacional elegirá un gobierno nuevo y redactará una nueva constitución, y después será disuelta en favor de un parlamento nuevo que será elegido tras la promulgación de la nueva constitución.
Los aspectos legales de las elecciones
Las elecciones iraquíes se rigen según la Ley No. 92 promulgada por la Autoridad Provisional de la Coalición (APC) el 31 de mayo del 2004, que acotó el límite para la celebración de las elecciones nacionales más tarde del 31 de diciembre del 2004 pero antes del 30 de enero del 2005. La ley de elecciones incluye varias provisiones significativas:
- Irak será considerado como una zona única de elecciones.
- El método de las elecciones es el de representación proporcional (el número de escaños de todo partido político que se presente será proporcional al número total de votos que reciba en todo el país).
- Ninguna lista tendrá menos de 12 candidatos, o más de 245.
- El veinticinco por ciento de los escaños se destinarán a mujeres.
En el diario iraquí al-Mada, el profesor Haydar Adham al-Ta’i destaca algunas de las ventajas y desventajas de la representación proporcional. Entre las ventajas se encuentran (a) los iraquíes en el exilio pueden votar desde su exilio sin tener que estar presentes en un distrito particular de votación; y (b) los partidos pequeños y las minorías pueden competir frente a los partidos grandes. La mayor desventaja es que la distribución de los votos entre muchas listas podría conllevar inestabilidad política. 2
Los que se oponen a la representación proporcional argumentan que el sistema podría negar a una ciudad relevante como Mosul una representación acorde [con la ciudad] si la seguridad u otros temas impiden votar a un gran número de ciudadanos. A los que oponen les gustaría ver que los escaños de la asamblea nacional se asignan a distritos de votación acordes con el tamaño de la población según los cupones de racionamiento de comida. De otro modo, una votación fuerte en las provincias «seguras» inclinará la balanza [a su favor] frente a las provincias «volátiles», como las del triángulo sunní, donde es probable que la votación sea limitada. 3 Sin embargo, un comentarista ha sugerido que no se premie a los electores del triángulo sunní por no votar. Ha añadido precisamente que los sunníes no han logrado adaptarse a las realidades post-Saddam, que han sido completamente derrotados en Faluya y que por consiguiente, han perdido su poder «de presión y chantaje». 4
Los que se oponen a las elecciones programadas
Muchos de los que se oponen al sistema proporcional de representación también se oponen a celebrar elecciones según lo previsto. Es comprensible que los que fueron marginados con Saddam (chi’íes y kurdos) sean los más entusiastas a la hora de celebrar elecciones en el tiempo previsto, mientras que los que perderán previsiblemente el estatus desproporcionado del que disfrutaron durante la era de Saddam (los sunníes) sean los que piden una moratoria abiertamente. Ninguno de los que se oponen a celebrar elecciones [según lo previsto] intimida más que el grupo islamista conocido como Jaysh Ansar al-Sunná (el Ejército de los Partidarios de la Sunna). Su oposición a las elecciones hunde sus raíces en una interpretación islamista del Corán. En una circular [publicada] en su página web, Ansar al-Sunná argumenta que cualquier gobierno de un país musulmán que no gobierne según la Shari’a (ley islámica) es [un gobierno] infiel. Llama a los creyentes a alejarse de los colegios electorales, y avisa de que los mujahidínes atacarán los colegios electorales por la fuerza. 5 Lakhdhar al-Ibrahimi, el funcionario de la ONU que arbitró la transición de la CPA al gobierno de transición, añadió su voz «en privado» [a favor de] posponer las elecciones, dado que no pueden celebrarse «bajo las actuales circunstancias». 6 Sin embargo, al-Ibrahimi, un musulmán sunní, ha sido acusado por los chi’íes iraquíes de ser parcial. El reciente matrimonio de la hija de al-Ibrahimi con el hermano del Rey Abdaláh, que dio la voz de alarma hace poco en Washington acerca de un presunto Creciente Iraní que incluiría Irán, Irak, El Líbano y Siria, puede haber incrementado las dudas con respecto a su neutralidad.
Signos confusos de funcionarios iraquíes
Signos diferentes, a menudo contradictorios, por parte de altos funcionarios iraquíes a propósito de la programación de las elecciones podrían haber prestado apoyo [adicional] a los que buscan la moratoria. Durante su visita con el Presidente Bush, el Presidente iraquí en funciones, Ghazi al-Yawer, afirmó que las elecciones se celebrarían a tiempo. El Primer Ministro interino, Ayad Alawi, indicó su compromiso de celebrar elecciones a tiempo, pero añadió el subterfugio de que si el pueblo iraquí quiere una opinión distinta, «deberían presionar al gobierno» para posponer las elecciones. 7 Un par de semanas antes, el partido de Alawi, Acuerdo Nacional [al-Wifaq al-Wataní], se sumó a un grupo de otros dieciocho partidos políticos que defendían el aplazamiento de las elecciones durante seis meses. 8
Al mismo tiempo, el Ministro de Justicia, Malik Dohan al-Hassan, hizo un llamamiento a aplazar las elecciones hasta que las condiciones imperantes mejoraran, y advirtió que celebrar elecciones a tiempo podría detonar [una] guerra civil. 9 El Ministro de Defensa, Hazim al-Sha’lan, que suele hablar claro, declaró al diario londinense al-Sharq al-Awsat que no tenía plan alguno de proporcionar la seguridad necesaria, ya sea a los candidatos o a los electores, porque los iraquíes «no saben quién es el candidato y quién es el votante». Mientras tanto, el Ministro de Seguridad Nacional, Qassim Daoud, declaró que nadie tiene [la suficiente] autoridad como para posponer las elecciones. 10 Y quizá esto represente la verdad después de todo, porque la Resolución No. 1546 (2004) del Consejo de Seguridad, que establece el gobierno interino, estableció [también] la fecha de las elecciones. Por consiguiente, un cambio exigiría una nueva resolución del Consejo de Seguridad, que no es probable que fuera aprobada dado el compromiso norteamericano con la fecha del 30 de enero. 11
Alawi introdujo una nueva propuesta: se podrían celebrar elecciones durante un período de 15 a 20 días, para garantizar la seguridad de los colegios electorales y la protección de la gente haciendo cola para votar frente a atentados terroristas. Esta propuesta en particular encontró una respuesta positiva entre los partidos políticos iraquíes y desde la Alta Comisión para las Elecciones. Además de la dimensión de la seguridad, un período de votación dilatado atraería a un número mayor de electores, y podría dar [así] mayor legitimidad a los resultados. 12 El Ministerio del Interior, que jugará un papel crucial en la preparación del censo electoral y en la administración del proceso de votación, ha apoyado la idea de un período de votación dilatado. 13
Este estado de confusión e incertidumbre refleja realmente la volátil situación de seguridad, pero también puede reflejar la baza de los diversos políticos en unas elecciones [a celebrar] en un país en el que la inmensa mayoría de electores no ha depositado nunca un [sólo] voto en unas elecciones libres. Además, en la práctica, está el riesgo significativo de que los jefes tribales y los imanes de las mezquitas lideren a sus seguidores en masse para que voten de un modo [previamente] pactado.
El rol del Ayatolá al-Sistaní
El gran Ayatolá Alí al-Sistaní, el clérigo chi’í más veterano e influyente de Irak, ha defendido a cualquier precio durante todo el proceso de transición política, desde la Autoridad Provisional de la Coalición hasta el Gobierno Interino, que las elecciones libres en todo el país son la única manera de restaurar la legitimidad del gobierno iraquí y poner fin a la ocupación.
La introducción de la representación proporcional como método electoral en Irak ha proporcionado al Ayatolá al-Sistaní una oportunidad de forjar una lista nacional de candidatos amplia pero no sectaria por completo. Con ayuda de un comité de seis distinguidos, incluyendo a su presidente, el Dr. Hussein al-Shahrestaní, científico nuclear encarcelado por Saddam al negarse a prestar sus servicios al programa de armamento [de Saddam], se presentó una lista llamada «la Alianza de Unión Iraquí» a la Alta Comisión para las Elecciones. Durante más de dos meses, la comisión, consultando regularmente a al-Sistaní, ha reunido una lista nacional de 228 candidatos que incluye a los principales partidos políticos chi’íes, como el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (SCIRI), el partido al-Da’wa, así como representantes kurdos, sunníes, turcomanos y cristianos. Incluido en la lista se encuentra un movimiento autodenominado Consejo Político Chi’í, que comprende a treinta y ocho grupos y partidos reunidos por el Dr. Ahmed Chalabi, el líder del Congreso Nacional Iraquí. La lista también incluye elementos de la tribu Shammar, la mayor del norte de Irak, y la tribu del Presidente Interino [en funciones] al-Yawer, aunque él ha reunido en persona una lista diferente. 14 Al-Shahrestaní ha declarado más de una vez que la lista no es chi’í, sino nacional. 15
Al contrario que los clérigos chi’íes iraníes, al-Sistaní se ha mostrado sensible a la estructura étnica, religiosa y cultural de la sociedad iraquí. No ha dicho nada, ni ha tomado acción alguna que sugiera que intente llevar a Irak hacia una autocracia de corte iraní. Por el contrario, es citado diciendo que no pondría objeciones si se eligiera a un cristiano [como] presidente de Irak, si [éste] cumpliera los requisitos apropiados. 16
La lista de Al-Sistaní no incluye a Muqtada al-Sadr ni a ninguno de sus seguidores. Se dijo inicialmente que al-Sadr apoyaba la lista unificada, y que sus seguidores estaban excluidos sólo porque no llegaron a registrarse como partido político. 17 Sin embargo, el 10 de diciembre, el día después de que se presentara la lista, al-Sadr denunció las elecciones en su sermón de viernes como contribución a la división étnica. Además, se rumoreó que apoyaba «una lista independiente». 18 Dado el carácter volátil de al-Sadr, nada que pudiera decir o hacer, antes o después de las elecciones, sería sorprendente.
El atractivo religioso
El Hanza chi’í de Nayaf se ha movilizado para atraer a los votantes a los colegios electorales. La segunda figura chi’í más significativa, el Gran Ayatolá Mohammed al-Ya’qoubí, decretó una fatwa (edicto religioso) que equipara votar con los dos pilares más significativos del Islam – la oración y el ayuno. Mientras que los dos principios son obligaciones individuales, votar, acentúa Al-Ya’qoubi, no tiene nada que ver con «el destino de la nación» [árabe]. Llamó a todos los iraquíes, dentro y fuera de Irak, a tomar parte en las elecciones y a asegurar la integridad de las mismas. 19 Al-Sistaní añadió que abstenerse de votar «es traición contra la nación» [árabe]. 20 Un tercer clérigo, el Ayatolá al-Sayyid Hadi al-Madrasi, Presidente de la Asociación Iraquí de Clérigos, [una organización] paraguas de varios clérigos y académicos chi’íes, también ha advertido que posponer las elecciones sería equivalente a subordinar el interés de la mayoría (refiriéndose a los chi’íes) a los de la minoría. Advirtió que la paciencia de la mayoría no es ilimitada. 21
También hay grandes pancartas en las calles de Bagdad que alientan a los ciudadanos a votar. Una de ellas cita a al-Sistaní: «Su voto vale [su peso en] oro e incluso más». 22 Al-Sistaní ha anunciado que será el primer iraquí en depositar su voto el 30 de enero para animar a que otros iraquíes hagan igual. 23
El papel de los sunníes
Los que apoyan la moratoria en las elecciones argumentan que sin la participación sunní, las elecciones perderán al menos parte de su legitimidad. Aunque es cierto que algunos clérigos sunníes han hecho [llamamientos] al boicot de las elecciones, la comunidad sunní no es un grupo monolítico, y que los sunníes no [vayan a] votar no está claro en absoluto. De hecho, hay signos [que indican] lo contrario. Primero, el presidente interino [en funciones], Ghazi al-Yawer, es sunní. Está reuniendo una lista de partidarios, incluyendo a miembros de su tribu, los Shammar, para tomar parte en las elecciones. Está la formación en torno al político veterano sunní ‘Adnan al-Pachachi, quien, tras amenazar con boicotear las elecciones, ha decidido tomar parte en ellas. En la misma tónica, el Partido Islámico Iraquí anunció que participará en las elecciones. También está la lista de candidatos presentada por Sherif Alí bin Hussein, el aspirante al trono iraquí, que es sunní. En una entrevista, Sherif Alí enfatizó la importancia de participar en las elecciones para evitar que «ciertos bandos monopolicen la escena política». 24 Además, hay candidatos sunníes incluidos en la lista del Ayatolá al-Sistaní. Así, mientras que los sunníes pueden acabar estando subrepresentados en la nueva Asamblea Nacional, es imposible que carezcan de una presencia de peso. Mientras, los chi’íes tendrán que resignarse a la nueva realidad de que ya no serán los únicos gobernantes de Irak.
Un cambio en su postura en el último momento puede indicar el ablandamiento de la actitud sunní hacia la celebración de elecciones. Mientras la Asociación de Clérigos Musulmanes, aunque es la principal organización de clérigos sunníes de Irak, continúa oponiéndose a la programación de elecciones, su portavoz, el Dr. Mohammed Bashar al-Faidhi, declaró a la Agencia Saudí de Prensa que su movimiento estaba preparado para negociar con el gobierno iraquí «e incluso con los americanos», para llegar [así a] un acuerdo final que resolviera la crisis actual de Irak. 25
Las listas restantes de candidatos
Aparte de la lista apoyada por al-Sistaní, los dos partidos kurdos principales, la Unión Patriótica del Kurdistán (KUP), de Jalal Talabani (UPK), y el Partido Democrático del Kurdistán (KDP), de Mas’oud Barazani, también han unido fuerzas presentando una lista conjunta. Bajo el acuerdo de los dos partidos kurdos, Talabani se presentará a un puesto nacional mientras que Barazani encabezará la región kurda del norte. También presentarán una lista conjunta en el parlamento kurdo. 26 Un sistema de representación proporcional les sería favorable, a causa de la fuerte presencia de grupos [étnicos] kurdos en Bagdad y en el triángulo sunní, así como también en Europa y en Estados Unidos. Jalal Talabani ha declarado que después de las elecciones, los kurdos insistirán en recibir uno de los dos cargos políticos clave de Irak, a saber, el de primer ministro o el de presidente. 27 Al desarrollar una lista conjunta, los kurdos evitan hacer campaña uno contra otro y pueden centrarse en vez de esto en asuntos de mayor calado para ellos, a saber, el federalismo, el futuro de Kirkuk o la redacción de una nueva constitución tras las elecciones. 28
El presidente interino de Irak ha formado una lista llamada «los iraquíes» – una lista secular que incluye entre sus miembros más destacados al Ministro de Defensa, Hazim al-Sha’lan. 29 La propia tribu de Al-Yawer, los Shammar, está dividida entre los partidarios de al-Yawer y los que apoyan a su tío, que entró en la lista de al-Sistaní. 30 Esta quiebra es otra indicación clara de que la división étnica de Irak no es tan pronunciada como les gustaría sugerir a algunos de los que se oponen a las elecciones.
Llamativamente, por primera vez en la historia de Irak, el Partido Comunista se presentará libremente a las elecciones nacionales; igualmente significativo es que un número considerable de miembros del partido sean chi’íes. El secretario del partido, Hamid Majid Mousa, declaró al diario al-Mada que su partido ha presentado una lista de 257 candidatos, que representan a todas las religiones y grupos étnicos. Entre esos candidatos está Mufid al-Jaza’iri, el Ministro interino de Cultura. 31
Dilatación del límite de presentaciones
Hasta la fecha límite del 10 de diciembre, se han presentado oficialmente 55 listas, con 1337 candidatos. 32 Esto representa un promedio de aproximadamente cinco candidatos por escaño, un promedio que es probable que se doble para cuando se haya completado el proceso. Dado el enorme número de partidos y grupos intentando presentarse [antes] del 10 de diciembre, cuya estimación más reciente es de 233, la Alta Comisión para las Elecciones ha acordado ampliar el plazo límite de presentación de las listas de candidatos en cinco días adicionales. La ampliación también fue diseñada para dar a los candidatos del triángulo sunní una última oportunidad de designar sus listas de candidatos. 33
Preocupaciones a propósito de las elecciones
Salvo [que suceda] algo importante e impredecible, las elecciones serán celebradas a tiempo. Aparte del miedo de que sean objeto de violencia, muchos iraquíes podrían no acudir a los colegios electorales por lo que perciben como problemas más apremiantes que [ir a] votar. Los diarios iraquíes han publicado artículos en los últimos días sobre la preocupación de los ciudadanos con la escasez del suministro de comida, de electricidad, y lo más acuciante, la escasez de gasolina para sus coches. No es infrecuente que la gente haga cola hasta 24 horas para comprar 10 litros de gasolina (menos de 3 galones). El mercado negro está desenfrenado, como el descontento con el gobierno de un país asentado sobre una de las mayores reservas de crudo del mundo. 34
Por otra parte, la participación de millones de iraquíes que viven a ultramar podría ser muy significativa a efectos de anticipar los resultados. Primero, [porque] serán capaces de votar sin la presión constante de la seguridad, que puede afectar al comportamiento de los electores en algunas regiones de Irak; y segundo, [porque] muchos de estos iraquíes han vivido en países occidentales, y pueden apreciar los valores fundamentales de la democracia. Debido a esta experiencia, los iraquíes en el exilio pueden optar por evitar partidos o grupos que defiendan fórmulas políticas islamistas u otras formas de fundamentalismo.
*El Dr. Nimrod Rafaeli es Analista Senior del Programa de Estudios Económicos de Oriente Medio del MEMRI.
1 Bagdad (Irak), 15 de diciembre del 2004.
2 Al-Mada (Bagdad), 4 de diciembre del 2004.
3 Al-Ittijah Al-Akhar (Bagdad), 1 de diciembre del 2004.
4 Saleh Bashir, «La incertidumbre sunní en Irak al borde de las elecciones», Al-Hayat (Londres), 5 de diciembre del 2004.
5 http://armyofansar.8k.com/entekabat.htm, 18 de noviembre del 2004.
6 Bagdad (Irak), 8 de diciembre del 2004.
7 Bagdad (Irak), 4 de diciembre del 2004. Este diario es publicado por el partido Acuerdo Nacional, que es el partido de Alawi.
8 Al-Zaman (Irak), 26 de noviembre del 2004.
9 Al-Sabah (Bagdad), 5 de diciembre del 2004.
10 Al-Sabah (Bagdad), 6 de diciembre del 2004.
11 Al-Mada (Bagdad), 11 de diciembre del 2004.
12 Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 9 de diciembre del 2004; Al-Zaman (Bagdad), 8 de diciembre del 2004.
13 Al-Zaman (Bagdad), 8 de diciembre del 2004.
14 Al-Zaman (Irak), 10 de diciembre del 2004.
15 Al-Hayat (Londres), 3 de diciembre del 2004.
16 Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 17 de noviembre del 2004.
17 Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 10 de diciembre del 2004.
18 Al-Mada (Irak), 11 de diciembre del 2004.
19 Al-Mu’tamar (Bagdad), 25 de noviembre del 2004.
20 Al-Shira’ (Bagdad), 23 de noviembre del 2004.
21 Semanario Al-Ahalí (Bagdad), 2 de diciembre del 2004.
22 Al-Jazira TV (Qatar), 10 de diciembre del 2004.
23 Semanario Al-Shahid (Irak), 17 de noviembre del 2004.
24 Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 4 de diciembre del 2004.
25 Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 10 de diciembre del 2004.
26 Al-Sabah (Bagdad) 5 de diciembre del 2004.
27 Al-Zaman (Irak), 12 de octubre del 2004.
28 Al-Hayat (Londres), 30 de noviembre del 2004.
29 Al-Mada (Bagdad), 23 de noviembre del 2004.
30 Al-Zaman (Irak), 6 de diciembre del 2004.
31 Al-Mada (Bagdad), 11 de diciembre del 2004.
32 Al-Zaman (Irak), 10 de diciembre del 2004.
33 Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 10 de diciembre del 2004, y Al-Jazira TV (Qatar), 12 de diciembre del 2004.
34 Al-Mu’tamar (Bagdad), 5 de diciembre del 2004.