Tras el triple atentado suicida en el Aeropuerto Ataturk en Estambul el 28 de junio, que acabó con la vida de 41 personas e hirió a más de 200, el mayor diario en urdu de Pakistán Roznama Jang publicó un editorial titulado «Ataques Turcos: Época de Alarma para el Mundo del Islam!»
En el editorial, el diario insinuó que estos ataques, así como también los incidentes similares que han ocurrido desde el 11 de Septiembre, son parte de una conspiración de los países occidentales. El editorial afirma que después de la derrota de la Unión Soviética en Afganistán, el entonces secretario general de la OTAN (cuyo nombre no es dado) emitió un comunicado de principio y acción diciendo que después del comunismo, ahora le tocaba al Islam ser derrotado.
A continuación se presentan extractos del editorial:
«Los recientes ataques suicidas que ocurrieron en el aeropuerto Ataturk en la ciudad de Estambul, Turquía constituyen un motivo de preocupación y angustia para todo el mundo del Islam. Esto se debe a que la mayor parte de los desgraciados incidentes que ocurren en cualquier parte del mundo desde el 11 de Septiembre están conectados de una manera u otra a los musulmanes, al mundo del Islam, o Pakistán, el cual se conoce como la fortaleza del mundo musulmán. Después del 11 de Septiembre, la forma en que la mayoría de los incidentes han sido vinculados al Islam, los musulmanes y el mundo musulmán es un tema de estupor y asombro.
«En los países occidentales, incluso antes del 11 de Septiembre, han habido incidentes de ataques indiscriminados en lugares públicos por parte de algunos individuos o [incidentes] de suicidios colectivos en nombre de diferentes filosofías por algunos grupos, que fueron descritos como incidentes aislados. La triste realidad del hecho es que si un vinculo remoto entre un musulmán y cualquier incidente surgiera, esto conducía a una serie [de intentos] de conectar el Islam con el terrorismo; [intentos] que son vistos con un incremento de sospecha, incluso por la clase educada en Occidente.
«Algunos que estudian historia dicen que luego de la desintegración de la Unión Soviética, el entonces secretario general de la OTAN emitió una declaración de principio y acción declarando el Islam como su próximo enemigo después de la derrota del comunismo. Posteriormente, signos sorprendentemente claros de sectarismo y diferencias basadas en idiomas y razas surgieron en los países musulmanes. Situaciones que incluyen corrupción, mala administración, ilegalidad, la creciente brecha entre los ricos y pobres, la escasez de energía y la escasez en la producción agrícola e industrial surgieron, llevando a la pérdida de confianza del público en el sistema en la mayoría de los países musulmanes.
«En las zonas norte de Pakistán, en especial la Agencia Swat y Malakand, esfuerzos por convertir las privaciones del pueblo en consignas religiosas y en un extremismo religioso salieron a relucir. A través de individuos armados [es decir, terroristas] procedentes o traídos desde Afganistán, se hicieron intentos una vez más para debilitar el control de Pakistán en estas zonas. A pesar de que el orden y la paz fueron establecidos en Swat a través de operaciones militares, las actividades anti-Pakistán del jefe de [Tehrik-e-Taliban Pakistan] Fazlullah, el rebelde disfrutando de una segura hospitalidad en Afganistán, aún continúan.
«El punto más curioso es que, por un lado, las antiguas y nuevas organizaciones terroristas gastan toda su energía causando mucho daño a los países musulmanes en todos los sentidos; pero por otro lado, la culpa del terrorismo también recae sobre los países musulmanes. De acuerdo a informes preliminares, los tres ataques suicidas nocturnos entre el martes y miércoles en el aeropuerto de Estambul mataron a 36 personas e hirieron a 150 y estas cifras se espera que aumenten.
«Solo el martes, los informes dicen: 14 fieles fueron asesinados luego de los [rezos nocturnos de Tahayyud Ramadán] en una mezquita en Zaydán cerca de la capital iraquí de Bagdad; 11 combatientes kurdos y tres [combatientes] [iraníes] Pasdaran-e-Inquilab murieron durante los enfrentamientos en la provincia iraní de Kurdistán, cerca de la frontera con Irak; 25 rebeldes fueron asesinados en ataques aéreos por los aliados sauditas en Yemen, 40 individuos murieron durante los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas del gobierno en Sudán del sur.
«Los países de la comunidad musulmana – la mayoría de los cuales fueron interceptados en las cadenas de la esclavitud a principios del siglo 20 – están divididos en trozos hoy a pesar de ser independientes y autónomos y están pasando las circunstancias más difíciles. Es responsabilidad de los gobernantes musulmanes, los estudiosos islámicos, filósofos y reformistas el dejar de lado su vida personal, familiar y los intereses grupales y organizar y unirse a fin de sostener la libertad de los países musulmanes y salvar al mundo de una nueva guerra…»[1]
[1] Roznama Jang (Pakistán), 30 de junio, 2016.