Introducción

El 19 de octubre del 2005, Saddam Hussein y siete de sus compañeros acusados fueron llevados a juicio ante el Tribunal Supremo de Crímenes Iraquí por crímenes cometidos en julio de 1982 en el pueblo de Dujail. El tribunal fue establecido por el Concejo de Gobierno iraquí el 10 de diciembre del 2003, para juzgar crímenes cometidos por los iraquíes dentro y fuera de Irak, incluyendo a Irán y a Kuwait, entre julio de 1968, cuando el Partido Ba’th llegó al poder, y el 1 de mayo del 2003 el cual coincidió con la caída del régimen de Saddam.

El tribunal se comprende de cinco jueces que eligen a un juez principal de entre ellos. El juez que preside el tribunal es Rizkar Mohammad Amin de Suleimaniya en el Kurdistán iraquí. Por razones de seguridad, no se han revelado las identidades de los otros cuatro jueces.

A partir del 7 de diciembre, la corte ha tenido tres sesiones y dos aplazamientos. La primera sesión se celebró el 19 de octubre, pero fue rápidamente pospuesta para darle más tiempo a ambos de corregir algunos de los problemas técnicos que estropearon la serenidad de la ocasión y proporcionar el tiempo adicional para convencer a los testigos a que testifiquen. Dada la falta de seguridad para los testigos a lo largo del juicio, estos pueden requerir de un mayor tiempo para ser convencidos a aparecer en público testificando en contra de Saddam Hussein. El riesgo a sus vidas sólo puede ser descartado bajo su propio riesgo. Cuando los testigos finalmente aparecieron en la tercera sesión, fueron identificados en orden alfabético y testificaron detrás de una cortina.

La segunda sesión se celebró el 28 de noviembre pero fue muy breve. Después de que la corte escuchó el testimonio grabado de Wadhah Isma’il al-Sheikh en su lecho de muerte, en ex funcionario en la istikhbarat (inteligencia de seguridad), quién por otro lado habría sido otro acusado si no hubiera estado terminalmente enfermo, hubo un aplazamiento para permitir al ex diputado de Saddam, Taha Yassin Ramadhan, de reemplazar a un abogado asesinado inmediatamente después de la primera sesión.

La tercera sesión fue celebrada el 5 de diciembre y fue la más larga, durando tres días. Comenzó con la exigencia del abogado de la defensa Khalil al-Duleimi de que se le permita a dos abogados extranjeros hacer cortas declaraciones para la defensa: Ramsey Clark, fiscal general de los Estados Unidos en los años sesenta, haría una declaración cuestionando la legitimidad de la corte, y Najib al-Nu’eimy, el ex ministro de justicia de Qatar, haría una declaración sobre el proveer protección a los abogados de la defensa.

Cuando el juez se negó, todos los tres abogados se retiraron y regresaron después de altercar durante 90 minutos. A Clark se le concedieron cinco minutos pero se quejó que el tiempo dado no fue suficiente debido a que habló despacio y debido al tiempo requerido para la traducción. A Al-Nu’eimy se le concedieron 15 minutos el cual usó para cuestionar la legitimidad de la corte bajo la ley internacional. Durante toda la confusión, Saddam gritó que la ley seguida por la corte fue promulgada por «América» y debería ser rechazada. Luego gritó: Viva Irak, Viva la nación árabe». [1]

Durante los procedimientos, los iraquíes fueron atraídos a sus aparatos de televisión observando el juicio proceder. La reacción de la gente fue en general muda, así como la inmensa mayoría cree, según casi todos los periódicos iraquíes, que Saddam debe ser sentenciado a muerte y ejecutado. Una excepción fue en Tikrit, la ciudad natal de Saddam dónde unos centenares de partidarios de Saddam se reunieron en la Gran Mesquita Saddam y luego marcharon por la calle del Presidente [Saddam]. [2]

Las jaulas de los acusados

Es común en el sistema legal criminal árabe de colocar a la persona a enjuiciar en una jaula especial, conocida como qafas al-ittiham, o la jaula del acusado. Durante su juicio, Saddam y sus compañeros acusados son colocados en tales jaulas. Las jaulas están fuertemente protegidas y, a salvo de su carácter simbólico, estas le proporcionan al acusado con cómodas sillas y suficiente espacio para moverse alrededor y regularmente dirigirse a la corte y a los testigos.

Saddam y sus compañeros acusados en el juicio

Saddam Hussein tiene siete compañeros acusados que estuvieron involucrados en el caso Dujail:

Taha Yassin Ramadhan, ex presidente diputado, kurdo con largo historial de atrocidades contra el pueblo kurdo. Su abogado fue muerto después de la primera sesión.

Barzan Ibrahim al-Hassan al-Tikriti, hermanastro de Saddam y suegro del hijo de Saddam Uday. Sirvió, una vez, como embajador iraquí a la organización de Naciones Unidas en Ginebra – una posición que le proporcionó cobertura diplomática a las redes de inteligencia iraquíes en Europa y, al mismo tiempo, le permitió a al-Tikriti manejar las inmensas inversiones de la familia.

Awwad Hamad al-Bandar, ex juez principal en la Corte Revolucionaria la cual sentenció a muerte a miles de iraquíes, incluyendo a 135 residentes de Dujail. Su abogado fue secuestrado de su oficina en Bagdad poco después de que la corte fue aplazada. Al día siguiente el cuerpo del abogado fue encontrado repleto de balas.

Abdullah Kadhem Ruwaid, Mudhhir Abdullah Ruwaid, Ali al-Da’i al-Ali y Muhammad Azzam al-Ali. Todos los cuatro sospechosos eran oficiales de la rama del Partido Ba’th en Dujail y tenían una mano en los crímenes cometidos ahí.

Todos los acusados, incluyendo a Saddam, están encarcelados en el mismo edificio; sin embargo, no se les permite ningún contacto entre ellos. El juicio proporcionó la primera oportunidad desde su arresto a Saddam de ser saludado por su hermanastro y ex vicepresidente. [3] Saddam siempre es el último en entrar en la «jaula» y al momento de su aparición, los otros acusados y los abogados se levantan como una señal de respeto hacia el «Presidente Saddam».

Cuando el juez principal les pidió que se identificaran, seis de los siete acusados se negaron a hacerlo debido a que se les removieron sus tocados tribales antes de que entraran en la sala penal. El juez principal ordenó que los tocados fuesen restaurados.

El caso a ser juzgado

El caso a ser juzgado involucra la matanza de muchos residentes del pueblo de Dujail y la tortura y encarcelamiento de centenares de otros seguido a un intento de asesinato en la vida de Saddam. Dujail está situada a 40 millas al norte de Bagdad en la ribera del Tigris.

El 8 de julio de 1982, la caravana de Saddam fue tiroteada en el pueblo de Dujail. Saddam no fue herido. A los pocos días siguientes, las fuerzas de seguridad arrestaron a centenares de residentes del pueblo, incluyendo a familias enteras con sus hijos, a todos los chi’a les nivelaron sus casas, excavaron sus granjas y arrasaron sus arboledas. Los restantes residentes fueron desterrados a otras partes de Irak, y retornarían a su pueblo sólo después de cuatro años. De aquéllos arrestados, 143 fueron ejecutados de acuerdo con un Decreto Republicano firmado por Saddam el 16 de junio de 1984, siguiendo a un veredicto de la Corte de Emisión Revolucionaria dos días antes. [4] Dujail cuyo nombre fue cambiado después a al-Faris (el Caballero, uno de los títulos de Saddam) ha adquirido un estatus emocional significativo entre los chi’a de Irak – tanto como para que sea mencionado en el Preámbulo de la constitución iraquí la cual se refiere a los sufrimientos iraquíes en las tumbas en masa, el [secamiento de] los pantanos y Dujail. [5]

La selección de Dujail como el caso a ser enjuiciado

Saddam podía haber sido juzgado por crímenes más serios tales como el uso de armas químicas contra el pueblo de Halabcha en el kurdistán iraquí; la operación Anfal en Kurdistán, una forma de limpieza racial, la cual resultó en la muerte de más de 100,000 kurdos cuyos cuerpos fueron encontraron en las tumbas en masa; o la invasión de Kuwait con la subsiguiente matanza indiscriminada o la desaparición de mucha de su gente y, finalmente, el prenderle fuego a 700 de sus pozos petroleros seguido a la expulsión de las fuerzas invasoras iraquíes de Kuwait. Sin embargo, Dujail ofreció el potencial de un juicio rápido y no involucraba a ningún gobierno extranjero o a individuos.

La señora con henna

A ningún evento que rodee a Saddam le faltan elementos de intriga, y el intento de asesinato a su vida en Dujail no es ninguna excepción. Khalil al-Duleimi, el abogado de Saddam, relata lo que ha escuchado de su cliente sobre los eventos que precedieron el intento de asesinato a su vida. Saddam viajaba en una caravana de automóviles desde Tikrit a Bagdad. La caravana atravesaba Dujail, un pequeño y soñoliento pueblo en la ribera del Tigris, cuando, según la historia, Saddam notó a una señora anciana parada al lado del camino, sus manos levantadas en un gesto ferviente de deseo de darle sus respetos. Saddam ordeno detener la caravana; alineó su automóvil para saludarla. De acuerdo con su abogado, Saddam luego notó algo raro: henna (un tinte rojizo tradicional que usan las mujeres para decorar las palmas de sus manos y la planta de sus pies) las palmas de la señora estaban mojadas y parecía estar maniobrando para marcar su automóvil con henna rojiza. Saddam sospechó de la conducta de la mujer y decidió cambiar de automóvil. Efectivamente, minutos después, el automóvil que fue untado con henna fue atacado con una avalancha de balas. [6]

. La escena de la sala del tribunal

La corte se reunió en medio de una fuerte seguridad dentro de la Zona Verde en lo que una vez se conoció como el «Palacio de los Regalos» en el que Saddam desplegaba los regalos que recibía, durante su dictadura, de ambos iraquíes y extranjeros.

Sólo un grupo selecto de periodistas les fue permitido asistir al juicio. Y aunque estaban sentados detrás de barricadas muy protegidas, les fueron confiscados sus plumas y papeles. Sus informes debían que estar basados en lo que recordaran. [7]

La primera sesión del juicio se enfrento con dificultades técnicas. A pesar de la amplitud de tiempo para las preparaciones de «la madre de todos los juicios» el audio fue pobre. Ni siquiera los portavoces nativos de Irak podían entender muchas de las palabras habladas y tuvieron que seguir los procedimientos a través de la traducción en inglés. El intento del fiscal principal Ja’far al-Musawi de mostrar un video sobre los eventos en Dujail falló debido a la ausencia de un equipo apropiado. Además, el fiscal principal divagó sobre tal magnitud que, en instigación del abogado de la defensa, el juez principal le pidió que se adhiriera al caso en proceso. La transmisión pasó por alguna clase de revisión interna que retardó los segmentos de la transmisión en «vivo» unos 20-30 minutos. La transmisión retardada continuó a través de la más reciente sesión el 5-7 de diciembre. La confusión de las voces de los testigos de Dujail hizo surgir un problema de comprensión.

La provocación de Saddam durante el juicio

En vísperas al juicio, el Partido Ba’th llamó en los insurgentes a «saludar» a Saddam durante su aparición en el tribunal disparando ráfagas de cartuchos a los ejércitos americanos e iraquíes. Al final de su juicio Saddam fue desafiante – rechazó el procedimiento de identificación (dar su nombre) y desafió a la autoridad de la corte de juzgar al «legítimo presidente de Irak» quien fue «elegido por toda la gente del país».

En su primera aparición en la corte, Saddam, con un Corán en su mano, presumió que estaba levantado y listo desde las 2:00 de la mañana para su aparición en la corte a las 9:00 de la mañana. Y con una valentía moderada agregó, «Yo no me canso. Consciente de su imagen en público, Saddam había pedido y recibido un tinte negro para el pelo antes de su aparición en la corte. [8]

Cuando sus guardias lo llevaron a su jaula los amonestó diciéndoles: «Tengan cuidado conmigo. Yo soy su presidente.» Sin embargo, el 29 de noviembre les dijo a sus guardias usando la tercera persona singular: «Saddam ya no es más un león. No le tengan miedo». [9]

Al segundo día de la tercera etapa del juicio el 6 de diciembre, se quejó de no poder cambiarse la ropa sucia durante días y que los acusados no podían bañarse o fumar. Le pidió a la corte posponer el juicio durante unos días para darle tiempo a descansar. Cuando el juez le dijo que habría otra reunión al día siguiente para oír al último de los testigos de Dujail, Saddam le dijo a la corte «Yo no regresaré a una corte que es injusta. Váyanse al infierno. Ustedes todos son agentes de América.» Su hermanastro y compañero acusado Barzan al-Takriti le recordó a la corte que «este hombre es el padre de Irak». [10] Al día siguiente, la apertura fue retardada para permitir las negociaciones entre Saddam, sus abogados y la corte. Saddam prevaleció y no se presentó a la última reunión el 7 de diciembre pero se le prometió información sobre los procedimientos. La presunción es que él aparecerá en la mayoría si no en todas las reuniones futuras de la corte al igual que esta le ha proporcionado una plataforma para infundir una medida de fuerza entre sus partidarios.

No teme ser ejecutado

Consciente que está siendo juzgado por crímenes que podrían culminar en la pena de muerte, hace un hábito de repetir que no tiene miedo a morir. Hablando de nuevo en tercera persona, Saddam le dijo al juez en la segunda reunión de la tercera sesión que los americanos y los israelíes quieren que él sea colgado. Luego rugió: «Ni Saddam ni cualquiera de sus compañeros teme ser ejecutado.» Lo que es importante para mí, gritó, «es la satisfacción de Alá y la humanidad, y el pueblo americano (al-shu’ub al-amrikiya) debería saber del crimen que fue cometido por sus gobernantes en contra de la nación [iraquí]». Él luego agregó: «Estos testimonios destruyen una historia de 35 años durante el cual construimos Irak con las lágrimas de nuestros ojos». [11]

Cuando uno de los testigos se refirió a Saddam como «Saddam Hussein al-Tikriti» qué era el nombre completo de Saddam Hussein cuando él apareció primero en la etapa política en Irak en los años setenta, Saddam se dirigió al juez enojadamente: «Su Excelencia. Yo soy el presidente de su país. ¿Ha escuchado usted a alguien dirigirse a mi como Saddam Hussein al-Tikriti? Usted no me ha preguntado, Oh Saddam Hussein, Oh el Presidente de Irak y el comandante en jefe de las fuerzas armadas durante 30 años: ha sido usted golpeado, fue usted maltratado: No es este su deber?» Él siguió para describir su juicio como un teatro y agregó: «Un día un general americano me dijo que haremos de usted un Mussolini o un Napoleón y yo le dije que yo soy Saddam Hussein». [12]

Saddam justifica acciones en Dujail

Respondiendo al testimonio sobre los eventos en Dujail, él realizó dos aserciones, siempre descompuesto y desafiando a la corte: «No es el derecho de Saddam Hussein, un jefe de estado a quien se le disparó, que su aparato de seguridad persiga a los criminales que le dispararon?» En cuanto el arrasar de las arboledas en Dujail, dijo: «Es el derecho del estado de poseer o tomar propiedad de las arboledas o cualquier otra tierra. Lo que sucedió [en el arrasar de las arboledas] se hizo de acuerdo con una orden legal que cubrió cinco arboledas desde los cuales se le disparó al jefe de estado». Él agregó: «Nosotros no compensamos a los dueños en su totalidad [inicialmente] pero cuando fui visitado por la gente de Dujail [no se proporcionó fecha] les regrese su tierra con compensación». Él le dijo severamente al juez que «no continuara con este juego» y, con desprecio absoluto se refirió al juez: Oh Ustadh, el Juez [hakim – qué también podía significar el gobernante] de Irak». [13]

Testimonios de dos mujeres víctimas

Han habido varios eventos dramáticos en el continuo juicio, pero ninguno ha sido más poderoso que los testimonios de las dos mujeres, identificadas como «Testigo A» y Testigo B» para protegerlas de la venganza por los partidarios de Saddam. La testigo A le dijo a la corte que cuando tenia 16 años, fue arrestada por las fuerzas de seguridad y obligada a desnudarse delante de cinco funcionarios. Sollozando a lo largo de la mayor parte de su testimonio le dijo a la corte: «Juro por Alá que cuando vi a un asno en el camino lo envidié por su libertad». [14] Si Saddam fue tocado emocionalmente por el testimonio es difícil de decir pero a diferencia de todas las otras sesiones, las cuales han sido pautadas por sus arranques, luego que la testigo A completó su testimonio Saddam estuvo callado.

La conducta del juez principal

Existe una preocupación genuina entre los observadores iraquíes de que el enfoque del juicio entre los iraquíes ha estado cambiando de Saddam Hussein y sus compañeros acusados al temperamento legal del juez principal y su tolerancia, si no la pasividad, ante la constante interrupción de Saddam a los procedimientos, su conducta no moderada y los constantes epítetos que lanza en la corte. El diario liberal al-Mada se refirió a las preocupaciones expresadas por los parlamentarios y políticos en lo que consideran se percibe ser la debilidad del juez principal y su exigencia para su reemplazo. Los críticos también están preocupados que los acusados y sus abogados se están esforzando por des-legitimar el procedimiento mientras al mismo tiempo están haciendo lo máximo para posponer o prolongar el juicio.. [15]

El Dr. Leith Kubbah, portavoz del Primer Ministro Ibrahim al-Ja’fari, expresó desilusión del gobierno con la actuación de la corte e indicó que los cambios en la administración de la corte podrán ser asumidos por la Asamblea Nacional. Agregó que el gobierno no estaba preparado para emprender el costo en los millones de dólares para lo «teatral» en la corte. [16]

Hablando en nombre del Ayatola Ali al-Sistani, el Jeque Mohammed Saleh al-Heideri denunció en su sermón del Viernes que el gobierno arrestó a Clark y a Nu’eimy por entrar a Irak sin visa. Al-Heideri expresó esperanzas de que «el criminal [Saddam] obtendrá su castigo» pero aconseja paciencia. [17]

Existen también aquéllos quiénes alaban la paciencia y el temperamento judicial del Juez Amin y su determinación para demostrarle a los iraquíes y al mundo que los procedimientos son justos y transparentes y que no había ninguna prisa al fallo. El juicio, el primero y más importante bajo el Irak democrático, debe proveer una lección en democracia, justicia, el mandato de la ley y, no menos importante, una medida de civilidad. Al contrario de los juicios en la corte revolucionaria bajo Saddam, dónde el destino del acusado estaba predeterminado y su pena de muerte era concertada sin la presencia de los abogados defensores y sin derecho a apelación, en este primer juicio en la Irak democrática, los acusados si, después de un examen cuidadoso de la evidencia, son encontrados culpables, tendrán el derecho a apelar. [18]

El diario de Londres Al-Sharq Al-Awsat ha felicitado la conducta del juez principal y comentó que «sería una vergüenza si los iraquíes fueran a perder una oportunidad de establecer un sistema judicial justo debido [al deseo] de tomar venganza en Saddam. Un juicio largo y abierto es un requisito previo para la reconciliación nacional entre los iraquíes». Irak, agregó, «está en la suma necesidad de desmantelar gradualmente la imagen de Saddam como ‘el héroe'». [19]

Primer juicio a un presidente árabe

Varios diarios árabes han subrayado el hecho de que el juicio de Saddam es el primero de un líder árabe responsable por sus acciones. Según el diario de Londres al-Hayat: «Éste es el primer presidente árabe cuyo pueblo puede procesarlo por una lista larga de cargos que no cubren completamente lo que ha cometido. La ocupación ha causado su colapso. Gracias a la ocupación él está en la corte, porque si no ya hubiese sido muerto hace mucho tiempo. Éste es el primer presidente árabe que se somete a juicio no sólo por sus crímenes sino también porque había mal calculado su aritmética y sus desafíos. Él fue incapaz, como otros, de desligarse a si mismo y así ha caído en una trampa». [20]

Conclusión

Dado su historial de hombre sin ley y matón, con la esperada pena de muerte si se le encuentra culpable, y con 7 compañeros acusados aupándolo, se debería esperar que Saddam Hussein continúe siendo disociador y abusivo.

Este juicio servirá como una línea divisoria para el surgimiento del mandato de la ley en un país gobernado por un régimen sin ley durante tres décadas. Ahora mismo, la mayoría de los iraquíes parecen impacientes con los procedimientos judiciales; desean ver a Saddam ejecutado y acabado. El juicio es por consiguiente, primero y por encima de todo, una lección cívica para una generación entera acostumbrada a las cortes de injusticia que pisotearon con impunidad al más básico de los derechos humanos y a la dignidad humana. Mientras es importante no sacrificar el mandato de la ley es igualmente y quizás aun más importante no llevar a millones de tele-espectadores, particularmente en Irak, que el mandato de la ley sea igualada con la conducta desordenada y abusiva en una corte de ley.

La corte se reanudará el 21 de diciembre, después de las elecciones parlamentarias fijadas para el 15 de diciembre.

* El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Senior del Programa de Estudios Económicos del Medio Oriente en MEMRI.


[1] Al-Zaman (Irak), 6 de diciembre, 2005.

[2] Al-Zaman (Irak), 19 de octubre, 2005.

[3] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 21 de octubre, 2005.

[4] Al-Mada (Irak), 11 de diciembre, 2005.

[5] Siguiendo a la revuelta de los chi’a en 1991, Saddam secó la mayoría de los pantanos que se localizan al sur en Irak porque sus moradores según se alega le dieron refugio a los rebeldes. Los pantanos son considerados una de las maravillas de la naturaleza y el haberlos secado fue realmente un crimen al medio ambiente de primer orden. Fue sólo después de la ocupación de Irak que se le permitió que el agua fluya de vuelta a los pantanos pero probablemente tardará décadas para restaurarlos a su belleza natural así como también a su capacidad de apoyar a los moradores anteriores.

[6] Al-Quds Al-Arabi (Londres), 19 de octubre, 2005.

[7] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 22 de octubre, 2005.

[8] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 20 de octubre, 2005.

[9] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 30 de noviembre, 2005.

[10] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 8 de diciembre, 2005.

[11] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), 7 de diciembre, 2005.

[12] Al-Zaman (Irak), 8 de diciembre, 2005.

[13] Ustadh es un título honorario usado al dirigirse a un abogado, maestro o a una persona educada.

[14] Al-Mada (Irak), 7 de diciembre, 2005.

[15] Al-Mada (Irak), 7 de diciembre, 2005.

[16] Al-Mada (Irak), 6 de diciembre, 2005.

[17] Al-Mada (Irak), 9 de diciembre, 2005.

[18] Al-Sabah (Irak), 7 de diciembre, 2005.

[19] Al-Sharq Al-Awsat (Londres), el 22 de octubre, 2005.

[20] Al-Hayat (Londres), 20 de octubre, 2005.