Introducción
El boicot árabe fue iniciado por la Liga Árabe como una forma de guerra económica contra el recientemente declarado Estado de Israel en 1948. El boicot fue extendido en un esfuerzo por minar la viabilidad económica de Israel y, en 1951, la Liga Árabe estableció una Oficina Central de Boicot (OCB) en Damasco para coordinar las actividades del boicot árabe. El actual Comisionado General de la OCB es de nacionalidad siria, Ahmad Khaza’.
El boicot a Israel por los países árabes ha tenido una larga historia en blanco y en negro. Mientras que al boicot se le practico una apertura clandestina durante años, se le dio un golpe casi fatal seguido al acuerdo de paz entre Egipto e Israel en 1979 y la subsiguiente firma de la Declaración de Principios de Israel-Palestina en septiembre de 1993, conocida como los Acuerdos de Oslo.
El renovado conflicto entre Israel y los palestinos, seguido a la segunda Intifada del año 2000, despertó de su letargo a muchos terceros que nunca habían estados cómodos con una política de «normalización» con Israel y al libre comercio con ella.
Mientras se escuchan al azar las voces para reinstalar un boicot comprensivo a Israel, permanecen allí muchas voces prácticas y, de hecho, racionales las cuales subrayan la futileza, no mencionando, en la edad de la creciente globalización, la impracticalidad de reinstalar y reforzar un boicot total.
Niveles de boicot
El boicot significó operar a tres niveles – el primario, secundario y el terciario. El aspecto primario del boicot prohíbe la importación de géneros de origen israelí y servicios a los países que están realizando el boicot. Los niveles secundarios y terciarios discriminan contra empresas extranjeras que hacen negocios con Israel y los países que boicotean. Específicamente, el nivel secundario de boicot le prohíbe a cualquier entidad en la Liga Árabe de comprometerse en negocios con empresas extranjeras que contribuyen al fortalecimiento del ejército israelí o al desarrollo económico. El boicot terciario prohíbe las relaciones comerciales con empresas extranjeras que hacen negocios con compañías puestas en una lista negra. Quizás el aspecto más perjudicial del boicot árabe fueron las imprevistas consecuencias que surgen del boicot voluntario extraoficial cuando las compañías independientemente evitaron hacer negocios con Israel por temor a la venganza árabe.
La «Lista Negra» es mantenida y actualizada por la OCB en Damasco. Se estima que incluye tantas como 10,000 empresas o individuos. la OCB le informa a una empresa cuando esta es colocada en la «Lista Negra» pero la propia «Lista Negra» es mantenida como un documento secreto y la información sobre su contenido se convierte en pública siempre que una compañía esté en lista o fuera de lista. [1]
Entrada en vigor del boicot
Mientras la estructura legal del boicot en la Liga Árabe permanece inalterada, su entrada en vigor varía ampliamente de país a país. Algunos gobiernos miembros de la Liga Árabe han consistentemente mantenido que sólo la Liga Árabe como un todo puede revocar el boicot. Otros gobiernos miembros apoyan la discreción nacional en la adhesión al boicot, y varios estados han tomado los pasos para revocar su adhesión a algunos aspectos de este. Por ejemplo, en septiembre de 1994 el Concejo del Golfo en la Cooperación (comprendiendo a Arabia Saudita, los E.A.U., Qatar, Omán, Bahrein y Kuwait) anunciaron que pondrían fin a su adhesión en los aspectos secundarios y terciarios del boicot de la Liga Árabe a Israel, eliminando una significativa barrera de comercio a las empresas americanas.
Después de firmar tratados de paz con Israel, Egipto y Jordania no son ya más miembros de la oficina de boicot. Desde la caída del régimen de Saddam, se sabe que los comerciantes iraquíes importan bienes israelíes a través de comerciantes jordanos y agentes de comisión sin restricciones. Mauritania, que mantiene plenas relaciones diplomáticas con Israel, dijo que encontró sus relaciones con Israel «particularmente útiles a la causa palestina». [2]
La retórica que emana de países como Siria, el Líbano cuando estuvo bajo el yugo de Siria, e Irak bajo el yugo de Saddam Hussein sobre el mantenimiento del boicot exceden lejos la voluntad e inclinación política de la mayoría de los miembros de la Liga Árabe para hacerlo cumplir.
El boicot árabe ha estado debilitándose durante años pero fue mantenido vivo por resurrecciones periódicas. A menudo este sigue a la caída y al flujo de las relaciones israelíes-palestinas. El interés en el boicot declina cuando estas relaciones muestran señales de mejora. Pero cuando las relaciones son estropeadas por los conflictos, tal como en la Intifada, el interés en y, más significativamente, la retórica para, reforzar el boicot surge. Pero incluso cuando el interés en el boicot parece subir, la acción correspondiente a la entrada en vigor parece faltarle la potencia y el vigor que caracterizaron la temprana historia del boicot.
La actitud hacia la entrada en vigor del boicot se refleja mejor en la frecuencia de reuniones de la OCB. Originalmente pensada para reunirse dos veces al año para poner al día las políticas del boicot y su compañera la «Lista Negra» la Oficina de Boicot sólo se había reunido dos veces entre 1993 cuando los palestinos firmaron el acuerdo de Oslo con Israel y en el 2002. En el último año, la cumbre árabe, reunida en Beirut, decidido reactivar el boicot seguido a la intifada palestina. Durante esa brecha de tiempo de aproximadamente 10 años, las reuniones no podían celebrarse por falta de quórum, los cuales reflejaron una falta de interés de por lo menos un tercio de los miembros. En la reunión semi-anual del boicot en abril del 2003 la cual fue celebrada como de costumbre en Damasco poco después a la ocupación de Irak, las comisiones de 14 países árabes asistieron mientras ocho países estuvieron ausentes. Tres de los 14 países que asistieron fueron representantes de sus embajadas locales en lugar de los funcionarios profesionales del boicot. [3]
Muestra de acciones tomada por la OCB
El diario de Londres al-Hayat ilustró el patrón en el cual la oficina de boicot opera. En la sesión numero 68 de la OCB, celebrada en abril del 2002, dos compañías fueron agregadas a la «Lista Negra», cuatro compañías fueron removidas de esta, y 18 compañías fueron mantenidas en suspenso hasta que «acción adicionales fueran consideradas» Lo siguiente es una muestra de las acciones de la OCB:
Agregada a la lista estaba la compañía turca Rotem Kimyevi Maddeler debido a que fue considerada como una subsidiaria de una compañía israelí, Amfert Negev. La compañía turca supuestamente exportó material químico 100 por ciento de origen israelí a países árabes, y 30 por ciento de su capital fue según se alega israelí.
El boicot fue levantado de la compañía portuguesa Transportes Aéreos PortuguesesS.A. después de entregar documentos que niegan cualquier relación con Israel en general y con la aerolínea israelí El Al en particular.
Sin embargo, cuando la oficina de boicot trató con una corporación multinacional, la acción requerida fue invariablemente pospuesta. Por ejemplo, en el caso del gigante de la computación americana Hewlett Packard, una decisión fue pospuesta a pesar de «información indicando de que ha establecido subsidiarias en Israel». Similarmente, una decisión fue también pospuesta respecto a otra compañía multinacional, el gigante industrial alemán Siemens, «a pesar de información sobre sus relaciones con Israel».
Según al-Hayat, las decisiones tomadas por la Oficina de Boicot reflejan «la intervención de fuertes intereses económicos en cada país para evitar su inclusión en la ‘Lista Negra'». [4]
En relación con la más reciente reunión de la Oficina de Boicot en noviembre del 2005, se anunció que dos naves, una panameña y la otra camboyana, fueron incluidas en la «Lista Negra». [5] Mientras el colocar las dos naves significó converger que la OCB estaba todavía activa, la propia acción no tiene sentido. Muchos de los barcos de carga navegan en alta mar bajo «una bandera de conveniencia», sea este liberiano, panameño, o de una organización de otros países que ofrecen este servicio por un pago. Un dueño de una nave pudiera cambiar el nombre de la nave y su registro tan rápido como este es colocado en la «Lista Negra» administrada por siria».
Los Estados Unidos toman la delantera legislando leyes anti-boicot
Durante la mitad de los años 1970 los Estados Unidos adoptaron dos leyes que buscan neutralizar la participación de ciudadanos americanos en boicots o embargos económicos a otras naciones. Estas leyes anti-boicot son las enmiendas a la Acta de Administración de Exportación de 1977 y la Enmienda Ribicoff al Acta de Reforma a los Impuestos de 1976. Estas leyes anti-boicot fueron adoptadas para alentar, y en casos específicos, exigir a las empresas americanas a negarse a participar en boicots extranjeros que los Estados Unidos no sancionan. Ellas tienen el efecto de prevenir a las empresas americanas de ser usadas para implementar políticas extranjeras de otras naciones que van opuestas a la política americana. Específicamente, estas leyes prohíben acuerdos que:
• Se nieguen a hacer negocios con o en Israel o con compañías puestas en la
lista negra.
• Discriminen en contra de otras personas basadas en la raza, la religión, el
sexo, el origen nacional o la nacionalidad.
• Proveen información acerca de las relaciones comerciales con o en Israel o
con compañías puestas en la lista negra
• Proveen información sobre raza, religión, sexo, o el origen nacional de otra
persona.
Los Estados Unidos han establecido la Oficina de Conformidad Anti-Boicot en el Departamento de Comercio para supervisar y llevar a cabo las previsiones de la ley. [6] la Oficina Anti-Boicot ha sido vigilante y el gobierno americano ha ejercido su considerable influencia en varios gobiernos de la región para aliviar las previsiones del embargo.
Los Acuerdos de Libre Comercio (ALC) con los Estados Unidos los cuales llaman al libre comercio bilateralmente, golpean al centro del boicot, aunque los ALC son discriminatorios porque favorecen los productos de países que entran en tales acuerdos. La oficina principal del boicot sigue siendo un factor de molestia.
Boicot bajo globalización
La globalización está identificada con varias tendencias, incluyendo a grandes movimientos internacionales de artículos, dinero, información y de gente. También está identificado con el desarrollo de la tecnología, de organizaciones, sistemas legales, e infraestructuras para permitir este movimiento. En los últimos 50 años, se han rebajado considerablemente las barreras al comercio internacional y, en algunos casos, han sido completamente removidas, a través de acuerdos internacionales como el Acuerdo General en Aranceles y Comercio (AGAC) y la creación a mediados de los años 1990 de la Organización de Comercio Mundial. Es por consiguiente obvio que el boicot económico en todas sus manifestaciones corre contrariamente a los beneficios de las barreras más bajas de comercio y, como tal, esta es económicamente dañina a aquéllos que lo implementan y de hecho es contraproducente.
La aplicación del boicot, particularmente en los niveles secundarios y terciarios, es todo menos imposible en la edad de la globalización. En el campo de la tecnología, en particular, insistiendo en una política de boicot no es sólo ejecutable sino es contraproducente. Un avión comercial, sea este el marco, el motor o los aviones, está hecho de miles de partes proporcionados por centenares de contratistas y sub-contratistas, e Israel puede ser uno de ellos. Sería totalmente absurdo exigir un certificado de origen para cada parte del avión y esperar que el fabricante cumpla.
Es más, en alta tecnología, muchos componentes electrónicos cambian de manos en el mercado global e insistir en una certificación de origen sería negarse a sí mismo los adelantos y ventajas de la tecnología moderna. La realidad es que la entrada en vigor del boicot en contra de Israel «es una costumbre mejor honrada en la apertura que en la observancia».
Escribiendo en el semanario Al-Ahram bajo el título «Fantasmas de los Boicots del Pasado», Dina Ezzat dijo:
… El nuevo orden económico de globalización ha hecho el boicotear a la economía de Israel más problemático de lo que una vez fue. Lo cual es el por qué, durante un período cuando hierven las tensiones entre los estados árabes e Israel, la vieja arma, ambos como concepto y practica, dejan de reunir la fuerza que tuvo en los días pasados de los años 1950 y 1960. [7]
Una caricatura en el diario saudi al-Riad titulada «El arma del boicot» muestras un tanque con un torreón en la forma de una hamburguesa con un pitillo destacándose como arma. [8]
Siria expande los límites del boicot
Habiendo comprendido la futileza del boicot en años recientes, Siria, el país organizador de la Oficina al Boicot y el espíritu que se mueve detrás de su ideología y acción, ha extendido los límites del boicot manteniendo que mientras el boicot era económico en primer lugar, «este fue también un boicot de todas las formas de normalización con el enemigo sionista y los patrones de cultura americana los cuales [Estados Unidos] intentan imponer en nombre de la globalización en los pueblos de la tierra, buscando borrar su identidad, su historia y su cultura porque América se queda corta en todo esto…» [9]
En otras palabras, la Oficina de Boicot se ha convertido ahora en un instrumento para combatir la globalización la cual amenaza principalmente a la economía gerenciada por el estado sirio que se ahoga bajo el peso de las sofocantes regulaciones, la corrupción perniciosa y un sistema político al estilo de la mafia. [10]
El personal sirio es el primer beneficiario de los salarios adelantados por la Liga Árabe. Si la OCB fuese abolida, muchos de estos burócratas estarían despedidos o estarían trabajando como funcionarios civiles en el gobierno sirio a una fracción de sus sueldos y beneficios actuales. Por consiguiente es probable que ellos no rebajen su celo por el boicot aun cuando su celo fue compartido disminuyendo el número de un equipo de apoyo.
El estatus de Arabia Saudita
Hubo una pregunta de si Arabia Saudita continuará adhiriéndose a boicotear políticas siguientes a su membresía en la Organización de Comercio Mundial. Arabia Saudita, sin embargo, participó en la última reunión de la OCB, celebrada en Damasco en noviembre, 2005. El Comisionado General de la OCB Hamad al-Tayab Bousalaa alabó la participación de Arabia Saudita, describiéndola como una «nueva iniciativa, considerando que el acuerdo de acceso a la Organización de Comercio Mundial recae bajo el artículo de soberanía». Él insistió que el boicot a Israel no recae bajo la jurisdicción de la WTO sino más bien bajo la Liga Árabe. El diario saudita al-Watan, el cual informó de este artículo, no se apoyo en la posición saudita. [11]
Conclusión
En la edad de la globalización la cual es caracterizada por la fusión de las barreras del comercio internacional algunos países árabes, con Siria a la cabeza, se aférran todavía a las viejas maneras de restringir el libre comercio a través de anticuadas y más ineficaces maneras para propósitos que no son ni política ni económicamente sostenibles.
Mientras ni siquiera un boicot parcial no se da sin el costo económico para Israel en términos de comercio, turismo e inversión, ni es su costo libre para aquéllos que lo practican. A pesar del boicot, y quizás como un desafío al boicot, completo o parcial, Israel ha podido desarrollar una economía de alta tecnología de calidad mundial. Hoy día más que nunca la globalización es el aliado más fuerte de Israel y la mayor barrera del boicot. Inclusive los economistas árabes entienden que, en un mercado globalizado, un boicot será tan poroso al igual que ineficaz.
* El Dr. Nimrod Raphaeli es Analista Senior del Programa de Estudios Económicos del Medio Oriente de MEMRI
[1] El Times de Asia (Taiwán), 3 de mayo, 2002.
[2] Semanario Al-Ahram (Egipto), 11-17 de abril, 2002.
[3] Al-Hayat (Londres), 22 de abril, 2003.
[4] Al-Hayat (Londres), 2 de mayo, 2002.
[5] Champress (Siria), 29 de noviembre, 2005.
[6] http://bxa.doc.gov/antiboycottcompliance/oacrequirements.html.
[7] Semanario Al-Ahram (Egipto), 11-17 de abril, 2002.
[8] Al-Riad (Arabia Saudita), 12 de mayo, 2002.
[9] Tishreen (Siria), 9 de abril, 2003.
[10] MEMRI Investigación y Análisis No. 259, “La Economía Siria bajo Bashar al-Assad», 13 de enero del 2006, http://www2.memri.org/bin/articles.cgi?Page=archives&Area=ia&ID=IA25906
[11] Al-Watan (Arabia Saudita), 22 de noviembre, 2005.