Ahora que Arabia Saudita reconoció su responsabilidad por el asesinato de Khashoggi, es hora de aclarar el papel y la responsabilidad de Turquía en el asunto, desde la perspectiva de contienda entre Recep Tayyip Erdogan de Turquía y Muhammad Bin Salman de Arabia Saudita por el liderazgo del mundo sunita.
Participación personal del propio Erdogan
Lo inicialmente filtrado por Turquía al canal de gobierno qatarí Al-Jazeera que el gobernante de Qatar puso a disposición del gobierno turco y que, desde que sucedió el asesinato, han discutido las 24 horas del día, 7 días a la semana con el propósito de implicar al propio Muhammad Bin Salman, señaló que Khashoggi le había pedido a la Sra. Hatice Cengiz que llamará al asesor de Erdogan Yasin Aktay si este no regresaba del consulado saudita.[1] Unos días después, los turcos aparentemente se dieron cuenta de que la conexión directa al ayudante de Erdogan creaba un vínculo indeseable con el propio Erdogan y el propio Aktay dejó de aparecer en el canal y la Sra. Cengiz también dejó de referirse a él.
Los servicios de inteligencia turca se enteraron de lo sucedido en el consulado antes y durante el asesinato y no lo impidieron
Las detalladamente filtrado por los turcos sobre lo sucedido en el consulado muestran que el servicio de inteligencia turca invadió el consulado e instaló dispositivos de grabación secretos, así como cámaras secretas en varias habitaciones del consulado y en la casa del cónsul. Los servicios de inteligencia turca y por ende el Presidente Erdogan, conocía las tensiones que existían entre Khashoggi y Bin Salman, a quien Khashoggi había atacado personalmente en sus artículos. Lo filtrado por los turcos a Al-Jazeera revela que sabían de la llegada de tres oficiales de inteligencia sauditas a Estambul unos días antes del asesinato y del mensaje que enviaron a Riad luego de su reconocimiento por la ciudad. Los turcos también sabían que 15 «diplomáticos» saudíes llegaron en dos aviones privados el día del asesinato.
De acuerdo a lo filtrado por los turcos, este enorme equipo habló libremente mientras cometía el asesinato y por lo tanto, uno puede suponer que fueron igualmente muy desprevenidos mientras se preparaban y fueron captados por la cámara durante la etapa de preparación del asesinato.
Por lo tanto, ambos la inteligencia turca como Erdogan tuvieron tiempo para intervenir y pudieron advertirle a Khashoggi y aconsejarle que se mantuviese alejado del consulado, pero en lugar de eso eligieron dejarlo entrar en la trampa. También podían haberle advertido al cónsul saudita, sin arriesgarse a descubrir sus fuentes de vigilancia, simplemente diciendo, como ejemplo, de que estaban preocupados por la repentina llegada a Estambul de 18 miembros del personal de inteligencia y seguridad saudita. Pero ni siquiera hicieron eso. Conocían todos los preparativos y pudieron haber evitado el asesinato, pero prefirieron no intervenir.
Con tales amigos, Khashoggi apenas necesito de enemigos.
El exceso de confianza de los sauditas
Los servicios de inteligencia sauditas claramente se sentían demasiado confiados. Nunca les pasó por la mente de que el consulado estaba siendo monitoreado y filmado desde todas las direcciones posibles. Ellos aparentemente creyeron que una vez que Khashoggi ingresara al consulado, podían cometer el crimen de manera segura en su «territorio soberano»: el consulado, sin que nadie lo supiera, e incluso organizar la salida de Khashoggi utilizando un doble, permitiéndoles insistir en que Khashoggi se había ido tal como mostraron las cámaras externas turcas colocadas fuera del consulado. Solo cuando les quedó claro que todo había sido observado y grabado en el interior, los saudíes se vieron obligados a admitir el asesinato. Incluso el propio Muhammad bin Salman no podía imaginar esto y este no tenía asesores para advertirle que en la lucha entre él y Erdogan por el liderazgo del mundo sunita, Erdogan no dudaría en violar la Convención de Viena[2] e invadiría el territorio saudita – el consulado – y hacerlo tal como mejor le convenía.
¿Por qué Turquía recurre a lo que fue filtrado en lugar de abrir una investigación criminal y por qué sigue siendo retenido por los organismos internacionales competentes?
El uso de dispositivos secretos de grabación y cámaras secretas en juicios sería, en este caso, altamente problemático. Por lo general, la parte que provee evidencia obtenida por tales medios se encuentra totalmente expuesta. Por lo tanto, los turcos quieren evitar presentar su material secreto y la forma en que fue recopilado a cualquier costo, ya que en ese juicio, Turquía puede transformarse de acusadora en acusada en muchos aspectos diferentes.[3]
Ahora los turcos están tratando desesperadamente de obtener otras pruebas que no tengan base en sus servicios de vigilancia y exigen que los saudíes extraditen a los asesinos a Turquía. Los sauditas, obviamente, no cumplirán para no permitir que los turcos se salgan del reconocimiento oficial de que violaron la Convención de Viena. Si la violación hubiese dado como resultado la prevención del crimen, esta pudiese haber sido justificada, pero al parecer Erdogan optó por sacrificar el peón, en este caso Khashoggi para capturar al Rey, el saudita.
Las ramificaciones del asesinato de Khashoggi para la batalla turco-saudita por el liderazgo del mundo sunita
A pesar de todo lo anterior, la ronda actual de la batalla entre Arabia Saudita, por una parte y Turquía y su socio Qatar en su guerra contra Arabia Saudita por la otra, ha sido ganada ahora por Turquía/Qatar. Incluso la primera etapa, la formación de una «OTAN árabe» que tiene lugar en este momento, aparentemente con la generosa financiación saudita, no puede cambiar el panorama general a nivel internacional.
El papel desempeñado por el diario Washington Post en el asunto
En la batalla interna-sunita entre Arabia Saudita y Turquía por la supremacía en el mundo sunita, el diario Washington Post asumió impetuosamente un papel partidista más que periodístico, a pesar del hecho de que ninguna de las partes en la batalla defiende la democracia y la libertad de expresión. El documento permitió a Khashoggi promover la agenda en contra de la Hermandad Musulmana saudita en sus páginas apropiándose del vocabulario de democracia y de la libertad de expresión, como si la Hermandad Musulmana defendiese estos valores. Aparentemente, los expertos del Washington Post le ahorraron al editor en jefe información relevante sobre la Hermandad Musulmana y el hecho de que el Presidente Erdogan también es responsable de la brutal represión de las libertades de prensa y de discurso en Turquía, incluyendo la desaparición de periodistas que superan las de cualquier país del Medio Oriente.
En conclusión, es vital que volvamos a los aspectos trágicos del tema: un ser humano fue asesinado salvajemente y sus asesinos deben enfrentar a la justicia.
El intento de Erdogan y del emir de Qatar para incriminar a Muhammad bin Salman personalmente en este hecho no será presentado ante un tribunal. Cada uno es responsable de sus propias acciones; Los asesinos son responsables de las suyas.
La responsabilidad de Muhammad bin Salman es política, al igual que la del Presidente ruso Putin en el reciente intento de envenenar a Sergei Skripal y su hija y al igual que la de Xi Jin Ping y Erdogan’s por la desaparición de periodistas en China y Turquía respectivamente. En el plano político, tal como Erdogan sabe por su propia experiencia, las reglas son diferentes.
*Yigal Carmon es Presidente de MEMRI.
[1] Aljazeera.com/news/2018/10/jamal-khashoggi-case-timeline-181017155740442.html, 17 de octubre, 2018.
[2] El artículo 31 de la Convención de Viena de 1963, que especifica la INVIOLABILIDAD DE LAS INSTALACIONES CONSULARES, establece que: 1. Los locales consulares serán inviolables en la medida prevista en este Artículo. 2. Las autoridades del Estado receptor no entrarán en esa parte de los locales consulares que se utiliza exclusivamente para fines de labor de la oficina consular, excepto con el consentimiento del jefe de la oficina consular o de su designado o del jefe de la misión diplomática del Estado que los envía. (Mfa.gov.tr/data/Kutuphane/MultilateralConventions/ViennaConventiononConsularRelations.pdf)
[3] Tal como se recordará, en los primeros días luego del asesinato, los turcos filtraron información a través de Al-Jazeera y el relato fue que la información sobre lo sucedido en el consulado llegó a través del reloj Apple Watch de Khashogui, hasta que quedó claro que un reloj Apple no posee tales capacidades.