El acuerdo de asociación de Siria con la UE estaba destinado a ser firmado el 26 de octubre, 2009 después de haber estado congelado por varios años, sin embargo, Siria ha aclarado que no desea posponer la firma. El Presidente sirio Bashar Al-Assad dijo durante su visita a Croacia a finales de octubre que su país quiere avanzar en la cooperación, pero no en la asociación con la UE; Siria, dijo, no quiere firmar el acuerdo cuando no está económicamente fuerte y tampoco quiere la injerencia en sus asuntos internos que va junto con el acuerdo.

En un editorial el 3 de noviembre, 2009 en el diario sirio Al-Watan, el redactor Waddah Abd Rabbo se preguntó si Siria necesita un acuerdo de asociación con Europa. Dijo que Siria ya había demostrado que es capaz de llevar a cabo una reforma económica sin ayuda externa, y que lo que se necesitaba era un verdadero acuerdo que servirá los intereses de ambas partes.

Lo siguiente son extractos de su editorial:

«Assad [siempre] se negó a hacer concesiones, incluso simbólicas, y siempre prefirió el interés nacional a los intereses de los otros»

«Las declaraciones del presidente Assad a los miembros de los medios de comunicación sirios que lo acompañaron en su visita a la capital croata de Zagreb se produjeron en un momento en que se hablaba mucho sobre las razones para el aplazamiento de la firma [del acuerdo de asociación con la Unión Europea] por Siria, ya sea político, económico, formal o simbólico. El presidente dijo claramente que Siria ha apoyado y sigue apoyando la asociación con la UE, pero no a expensas de sus propios intereses. Lo que fue bueno en el 2004, cuando las negociaciones con los europeos fueron completadas, no son buenas hoy, por esta razón la firma [del acuerdo] exige de una discusión judicial, técnica y nacional.

«Assad reveló a la prensa que le había pedido a todos los ministros y economistas del gobierno que examinaran las ramificaciones de este acuerdo para todos los sectores de la economía siria – lo que Siria ganaría y perdería, y a qué etapas debe someterse antes de que el acuerdo sea beneficioso para este y sirva a sus necesidades. El Presidente Assad dice que la economía siria ha progresado y ha evolucionado grandemente, pero que aún no ha alcanzado un [nivel] suficiente que le permita competir en el mercado europeo. Por esta razón, el acuerdo de asociación debe ser estrechamente examinado, para descubrir el cómo y dónde la economía siria puede beneficiarse [de esta].

«Está claro que Siria no tiene intenciones de ser políticamente educado a expensas de sus intereses nacionales. Esta [conducta] de Assad no es nueva. Aun cuando fuimos atormentados por presiones políticas se negó a hacer concesiones, incluso simbólicas y siempre ha preferido los intereses nacionales a los intereses de los otros, rechazando la idea [de firmar] acuerdos que le sirven de Siria en el corto plazo, pero [a largo plazo] lesionan sus intereses supremos y a las futuras generaciones.

«El presidente Assad explica su postura diciendo que los últimos años han demostrado que los sirios pueden llevar a cabo reformas en su sistema económico, y pueden abrirse al mundo, sin ayuda, colaboración o incluso el apoyo de los europeos y que Damasco no ve necesidad de apresurarse a firmar. Por el contrario – prefiere discutir y examinar [el acuerdo] antes de que marche en esa dirección, en la creencia de que la asociación debe dar el mismo beneficio a Siria y a los europeos y que los amigos se apoyan mutuamente y no interfieren en las decisiones y la soberanía de los demás. Esto es lo que significa colaboración a la manera de ver de Damasco…»

«Assad no ocultó el resentimiento de Siria en el cómo los europeos le informaron a los sirios su consentimiento de firmar el acuerdo de asociación – después de haberlo congeló durante cinco años»

«Assad no pudo ocultar el resentimiento de Siria en la forma en que los europeos le informaron a los sirios su consentimiento para firmar el acuerdo de asociación – después de que este fue congelado durante cinco años. No ocultó el resentimiento de Siria hacia varios países europeos, en particular los cómplices que [se permiten a si mismos] enseñarle a [Siria sobre] derechos humanos pero se niegan a votar por el Informe Goldstone, o bien abstenerse [en la votación]…

«El presidente Assad no está interesado en una asociación falsa con los europeos, quiere una asociación política y económica genuina. Él ha aclarado que Siria no busca una asociación simbólica, sino una asociación verdadera, al igual que asociación de [Siria] con Turquía, y una basada en primer lugar en la confianza entre los [líderes de los países] y [sus] pueblos. Estas cosas demuestran la credibilidad de Damasco en relación con los socios que este busca, en Europa o en cualquier otro lugar del mundo.

«Assad ha abierto la puerta a la discusión, y los sirios de todos los sectores deben examinar de cerca el cómo, cuándo y dónde Siria puede beneficiarse del acuerdo de asociación con la UE, de manera que sus intereses sean actualizados».