Las relaciones entre Estados Unidos y Arabia Saudita han sido muy tensas en las últimas semanas, siendo una de las principales razones la decisión de los países de la OPEP+, incluyendo Arabia Saudita y Rusia, de reducir su producción de crudo en dos millones de barriles diarios. Esta decisión enfureció a la administración Biden, que en realidad le pidió a Arabia Saudita que la aumente, en lugar de disminuir la producción de petróleo ante el empeoramiento de la crisis energética mundial. El 12 de octubre, 2022 el presidente Joe Biden afirmó que la política saudita afectará las relaciones entre los dos países. Algunos funcionarios estadounidenses pidieron cortar la ayuda militar a Arabia Saudita y retirar las fuerzas estadounidenses y acusaron al reino de ponerse del lado de Rusia en la guerra de Ucrania.

Arabia Saudita por su parte, rechazó las críticas y afirmó que la decisión estuvo motivada por consideraciones puramente económicas y profesionales. La prensa saudí publicó decenas de artículos que rechazaban las acusaciones estadounidenses y subrayaban que el reino no utiliza petróleo en sus luchas políticas y que este tiene derecho a tomar decisiones independientes en función de sus propias consideraciones e intereses. Muchos de los artículos dirigieron duras críticas a la administración de Biden y la acusaron de socavar las relaciones entre los dos países.[1]

Uno de los artículos destacados fue el escrito por Khalid bin Hamad Al-Malik, editor del diario Al-Jazirah y presidente de la junta directiva de la Asociación de Periodistas Sauditas. Este culpó a Estados Unidos por la crisis en las relaciones y dijo que ha adoptado posturas y políticas que ignoran la seguridad de Arabia Saudita y de la región, tales como entregarle Irak a las milicias respaldadas por Irán, celebrar negociaciones en materia nuclear con Irán y hacer caso omiso a la amenaza que representan los houties y Hezbolá para el reino saudita. Si Estados Unidos acusa a Arabia Saudita de ponerse del lado de Rusia, dijo, Arabia Saudita está igualmente justificada al decir que Estados Unidos está del lado de los houties, Irán y Hezbolá.

Khalid Al-Malik (imagen: twitter.com/1khalid_almalik)
Khalid Al-Malik (imagen: twitter.com/1khalid_almalik)

Lo siguiente son extractos traducidos de su artículo:[2]

«Las relaciones del reino saudita con los Estados Unidos tienen su base en intereses mutuos y en el derecho de cada país a adoptar posturas independientes de acuerdo a su punto de vista. En lo que respecta al reino, también se basan en el principio de que las diferencias de opinión no van en detrimento de la amistad entre los países. Esto es cierto incluso si Washington se siente ofendido por ciertas posturas saudíes que no corresponden a sus propias posturas. Es natural que las relaciones internacionales experimenten altibajos ocasionales.

«Washington debería reevaluar sus posturas y políticas cada vez que los acontecimientos, o sus relaciones con otros países, así lo exijan, porque la arrogancia estadounidense y los dictados agresivos no ayudarán a superar las diferencias. Al contrario, pueden conducir a la frialdad en las relaciones, lo cual creemos, no beneficiaría a los Estados Unidos ni a sus aliados en lo absoluto. No hay más remedio que reevaluar las relaciones entre Arabia Saudita y los Estados Unidos para frenar así las repetidas violaciones de Washington a sus propios principios básicos y a su creación de desacuerdos injustificados… tales como los que surgieron recientemente, cuando Estados Unidos tuvo una querella con el reino luego que los países de la OPEP+ acordaron reducir la producción del crudo a dos millones de barriles diarios.

«El reino siempre responde a las controvertidas posturas estadounidenses de una manera tranquila, calmada, sabia y prudente, aunque se enoja repetidamente por muchas posturas estadounidenses que lo perjudican a pesar de la amistad histórica y la alianza estratégica que ha existido entre los dos países durante más de 80 años… Tenemos muchos ejemplos de ello, como la decisión de la administración Biden de revocar el designar de terroristas a los houties. A juzgar por esta decisión, Estados Unidos aparentemente apoya la agresión de los houties hacia el reino y no se opone a su continuo control sobre partes de Yemen…

“Además, ¿qué han hecho los Estados Unidos con la negativa de los houties en renovar el alto el fuego? Nada en lo absoluto, aunque la falta de renovación perjudica al reino saudita, a Yemen y a los otros países de la región y aunque existe un acuerdo internacional que subraye la importancia de este alto el fuego… Los Estados Unidos no ejercieron ninguna presión para resolver esta crisis, aunque es de hecho la superpotencia capaz de hacerlo.

“¿Quieren más ejemplos? Consideren la postura estadounidense de Biden hacia el reactor nuclear iraní y el afán de la Casa Blanca por llegar a un acuerdo con Irán a pesar del daño que esto le hará al reino y a la región. Esto ya sucedió si no hubiese sido por la postura de Israel, que frenó el afán estadounidense por renovar el acuerdo y detuvo las imprudencias de la Casa Blanca…

«¿Es la postura débil adoptada por los Estados Unidos, el aliado histórico y estratégico del reino, hacia el ataque perpetrado con misiles y drones contra las instalaciones petroleras de Aramco en Arabia Saudita, un crimen en el que Irán ha estado implicado? – ¿No desconcierta esto? Teniendo en cuenta que la agresión que paraliza estas instalaciones reduce la producción de crudo, al igual que los misiles y drones lanzados por los houties contra civiles, aeropuertos y mercados en algunas ciudades del reino saudita.

“Y luego está Hezbolá, la organización terrorista más poderosa de la región, financiada por Irán. Estados Unidos no está haciendo nada para abordar la amenaza que representa esta organización para el reino y para los países de la región. Esta organización y sus fuerzas están presentes en Siria, Yemen y en todos los países donde Irán desea desestabilizar el régimen y socavar su seguridad. Y todavía no hemos mencionado el papel de Irak y Estados Unidos en entregárselo a las milicias leales a Irán, a expensas del bienestar de los iraquíes y a costa de aislarlos de su entorno árabe. Esto también perjudica al reino saudita, que limita con Irak, sin mencionar a los otros países de la región, en los que Irán busca expandirse. Después de todo, es Irán el que está ocupando las islas que pertenecen a los Emiratos Árabes Unidos y que declara tener cuatro capitales para sí – Bagdad, Beirut, Sana’a y Damasco- además de su propia capital, siendo esta Teherán.

«Entonces ¿quién creó la brecha entre los dos países y actúa perjudicando al otro bando: Washington o Riad? ¿Quién crea desacuerdos por razones y excusas inconcebibles, Riad o Washington? Si Washington afirma, sin ningún tipo de justificativo, que Arabia Saudita está del lado de Rusia en su guerra en Ucrania, ¿no se justifica Riad al decir que Washington se está poniendo del lado de los houties, Hezbolá e Irán en contra de sus intereses y los intereses de la región?

«Estos son algunos ejemplos y pruebas y de hecho hay muchas más. Sería beneficioso para ambos países seguir siendo amigos, mantener sus alianzas y honrar las posturas del otro, para de esta manera satisfacer sus intereses mutuos».


[1] Véase la serie de MEMRI Despacho Especial No. 10258 – Destacados periodistas saudíes rechazan críticas de la administración Biden al recorte en la producción de crudo de la OPEP: Tal crítica es excesiva y refleja una política errada hacia Arabia Saudita – 12 de octubre, 2022.

[2] Al-Jazirah (Arabia Saudita), 17 de octubre, 2022.